27 abril, 2021

La sombra de Caín

 

LA HAINE – 27/04/2021


La derecha fascista y el circo de las amenazas — Germán Gorraiz López


"El numen de estos campos es sanguinario y fiero, un trozo de planeta por donde cruza errante la sombra de Caín" (Antonio Machado).




El ínclito Aznar a través de su fundación FAES habría diseñado una estrategia para descabalgar del Poder al Gobierno PSOE-Unidas Podemos y para esta operación habría elegido a Díaz Ayuso como su nuevo delfín y adalid de la nueva política neoliberal que intenta implementar en el escenario post coronavirus. Ayuso, desde su atalaya de la Puerta del Sol, se habría convertido en el vivo reflejo de la incongruencia trumpiana que consigue desarbolar cualquier estrategia opositora que sea mínimamente racional y su estrategia electoral se basará en la defensa del paraíso neoliberal madrileño, como último reducto de las libertades individuales frente al "Estado Totalitario Socialista" en la creencia de que el electorado madrileño primará el "panem et circenses" ayusiano frente al vértigo del "Régimen totalitario propugnado por Pablo Iglesias".


La utopía de Ayuso sería vencer a Pedro Sánchez en las próximas Elecciones Generales del 2023, destino final de un recorrido jalonado por lo necesario (convocar Elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid para el 4 de Mayo) y lo posible ( lograr la mayoría absoluta en las próximas elecciones madrileñas), pero en su intento por distanciarse de la órbita de Casado, Ayuso se habría adentrado peligrosamente en los confines electorales de la formación VOX y habría terminado por diluir las tenues líneas identitarias que le separaban de dicho partido, con lo que el electorado tendrá dificultad para distinguir las diferencias entre ambos programas.


Así, la falta de una condena rotunda por parte de Ayuso de las recientes amenazas contra el candidato de UP, Pablo Iglesias, ("no puede ser que los que también provocan esa violencia luego se hagan los ofendidos"), podría conllevar la aceptación por su electorado de dichas amenazas como "estrategias electorales de la izquierda para movilizar a su electorado" y desembocar en la banalización de la violencia por sus votantes al igual que habrían hecho ya los votantes de Vox. De continuar por la senda de la confrontación visceral, en las Elecciones Generales del 2023 podríamos asistir a la polarización extrema de un electorado que deberá elegir entre un nuevo Frente Popular integrado por el PSOE, Unidas Podemos y corrientes periféricas afines o dar su voto a la nueva CEDA integrada por el PP y Vox, polarización que podría hacer proféticos los versos de Antonio Machado en su libro Campos de Castilla: "El numen de estos campos es sanguinario y fiero, un trozo de planeta por donde cruza errante la sombra de Caín".


22 abril, 2021

Abuso del planeta y la próxima pandemia — Stan Cox

 

COUNTERPUNCH – 21/04/2021

Traducción del inglés: Arrezafe


 "Human Miasma" - Priti Gulati Cox


La transgresión de los límites ecológicos por parte de la humanidad ha causado daños generalizados: emergencia climática, pérdida catastrófica de biodiversidad y una extensa degradación de los suelos en todo el mundo. El abuso de la tierra también está en la raíz de la pandemia de Covid-19 y la terrible probabilidad de que sigan surgiendo nuevos patógenos de otras especies animales que infecten a los humanos.


El cultivo intensivo, la creciente deforestación, la minería, la cría industrial de ganado y otras actividades, degradan y destruyen el hábitat de la vida silvestre, lo que deja a los animales sin más alternativa que aproximarse, junto con sus patógenos, a los humanos. La expansión suburbana y el turismo (especialmente el "ecoturismo") también acerca el hábitat humano al silvestre. La caza implica un estrecho contacto con los animales salvajes; de hecho, la hipótesis predominante es que haya sido la caza de murciélagos de herradura la que probablemente inició la cadena de eventos que condujeron a la actual pandemia de coronavirus.


Los seres humanos hemos convivido con animales domésticos durante milenios y nuestros cuerpos han aprendido a lidiar con los patógenos que nos transmitimos mutuamente. Pero cuando los ecosistemas son perturbados o invadidos, los nuevos virus zoonóticos pueden pasar de la vida silvestre a los animales domésticos y de ahí a los humanos. Existe fundada evidencia de que la pandemia de influenza de 1918-19, que mató a más de 675.000 estadounidenses y hasta 50 millones en todo el mundo, comenzó con el paso del virus de la influenza de los cerdos a los humanos en el condado de Haskell, Kansas, en lo que ahora es Fort Riley, contagiando a los reclutas del ejército, y llegando desde allí a los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial.




Los horribles incendios forestales prendidos en el sudeste asiático para despejar las tierras en 1997-98, combinados con una sequía regional, acabaron con muchos árboles frutales en los bosques de Malasia. Huyendo de los bosques muertos, los murciélagos frugívoros encontraron sustento en los huertos domésticos, trayendo consigo el virus Nipah. Los cerdos criados en los huertos se infectaron a través de los excrementos cargados de virus de los murciélagos y transmitieron el virus a las personas que los manipulaban. Nipah ocasiona una alta mortalidad tanto entre los cerdos como entre la población humana, matando aproximadamente al 50 por ciento de las personas contagiadas.


Durante el año pasado vimos que, una vez el nuevo coronavirus se afianzó en nuestra especie, los viajes masivos intercontinentales propiciaron convertir rápidamente los brotes locales en una pandemia. El aire acondicionado –otra tecnología con efectos climáticos severos  también estuvo implicado en los brotes de Covid-19. En verano, temporada en la que los virus respiratorios suelen disminuir, en cambio vio picos de infección dramáticos en toda la franja solar, a medida que las personas escapaban del calor y se reunían en espacios herméticamente cerrados y con aire acondicionado.




Los cruceros de vacaciones, que deberían haber sido prohibidos hace décadas debido a la explotación de los trabajadores y a su catastrófico efecto en los océanos y la atmósfera, albergaron algunos de los peores brotes tempranos. La industria cárnica, saqueadora de suelos y agua, prolífica emisora de gases de efecto invernadero, también resultó ser una eficiente incubadora de virus.


En algunos casos, el efecto invernadero crea las condiciones para la propagación de la infección zoonótica. En el este y norte de África, por ejemplo, las sequías se han vuelto más frecuentes e intensas a causa del desastre climático. Muchos pastores han respondido reemplazando sus rebaños de ganado con camellos que, como es sabido, pueden sobrevivir durante largos períodos de tiempo sin acceso al agua. Como resultado, se ha incrementado el número de camellos en la región, que ahora están en estrecho contacto con los humanos. Es preocupante que el coronavirus que causa el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), ya esté circulando en poblaciones de dromedarios por varios países.


El MERS, que se originó en los murciélagos, se ha vuelto endémico en los camellos y durante la última década ha saltado de los camellos a los humanos. No se transmite tan fácilmente de persona a persona como el virus Covid-19, pero su índice de mortandad es mayor. De aproximadamente 2.500 personas que han sido infectadas por el virus MERS desde 2012, un tercio ha muerto. A medida que las sequías empeoran, los agricultores y pastores llevan a sus camellos en viajes cada vez más largos en busca de forraje. Estos desplazamientos, que a menudo se prolongan durante días y sin combustible para encender fuego, hace que los pastores deban dormir a menudo cerca de los camellos para calentarse. Por falta de fuego y agua, también pueden beber la leche de camello cruda. Todo esto aumenta el riesgo de transmisión de virus.


Es posible que salgamos de la pandemia de Covid-19 para fin de año, pero no estaremos a salvo. Es probable que sigamos enfrentándonos a nuevos coronavirus. Antes del 2000, no se sabía que los coronavirus pasan de los murciélagos a las poblaciones humanas causando enfermedad tan letal. Sin embargo, en las dos décadas transcurridas desde entonces, ha habido tres eventos de este tipo que involucran al SARS-CoV-1, causante de la pandemia de 2002-2004 "síndrome respiratorio severo" (SARS); MERS-CoV, que causa MERS; y SARS-CoV-2, causante del Covid-19.


En un artículo de 2020 en la revista Cell, David Morens y Anthony Fauci –sí, ese Dr. Fauci– dicen que, a medida que alteramos la ecosfera, los patógenos se abren camino hacia las poblaciones humanas con mayor frecuencia: "La pandemia COVID-19 es otra advertencia –que se suma al creciente archivo histórico–, de que la agresiva actividad humana sobre el medio provocará, cada vez más, la emergencia de nuevas enfermedades. Seguimos en riesgo previsible, y la COVID-19 se encuentra entre las llamadas de atención más claras desde hace más de un siglo, lo que debería obligarnos a pensar seria y colectivamente en otra manera de vivir más armónica, reflexiva y creativa, incluso mientras nos preparamos para las inevitables y siempre inesperadas sorpresas de la naturaleza".


Nuestra invasión de la ecosfera ha abierto la caja de Pandora. Además de los virus que causan el SARS, MERS y Covid-19, algunos de los otros coronavirus de murciélago estudiados hasta ahora tienen todas las herramientas patógenas necesarias para atacar a los humanos, y se ha demostrado que infectan y enferman a los ratones de laboratorio. Según un artículo escrito por un grupo de diez investigadores en el campo, existen "grandes grupos de coronavirus de murciélagos distribuidos globalmente" y muchos, como el SARS-CoV-2, están "funcionalmente preadaptados" para infectar humanos. Esa preadaptación puede estar relacionada con las similitudes entre murciélagos, visones, gatos, humanos y algunas otras especies de mamíferos cuyas membranas y células pulmonares, similares a las nuestras, son vulnerables a la entrada de este grupo de virus.


Pero hay más. Desde 2017, otro coronavirus –que emerge, como el Covid-19 y el SARS, de los murciélagos en herradura– ha estado provocando brotes mortales entre los lechones en China. En el laboratorio, el nuevo patógeno parece tener el potencial genético de infectar las vías respiratorias humanas y las células intestinales. Tres coronavirus diferentes que causan enfermedades graves en el ganado, los caballos y los cerdos están estrechamente relacionados con otro virus que durante mucho tiempo ha estado causando el resfriado común en los humanos. Estos virus del ganado pueden adquirir, mediante intercambio genético, la capacidad de infectarnos.


Los científicos están cada vez más preocupados por la propensión de las distintas cepas de coronavirus a la recombinación, es decir, a intercambiar bloques de código genético entre sí. Al parecer, el código que da forma a la proteína "espiga", que permite al virus entrar en las células del huésped, es especialmente propenso a la recombinación, lo que hace temer que el código de las versiones de dicha proteína, pueda servir de "llave" para abrir las células humanas a la infección y pasar de patógenos humanos, como el Covid-19 o los virus del resfriado común, a los virus del ganado. Estos últimos podrían adquirir así la capacidad de infectar a las personas que trabajan en su entorno. En palabras de los investigadores, "los coronavirus pueden cambiar de forma rápida, drástica e imprevisible a través de la recombinación con linajes conocidos y desconocidos".


Los diez científicos que advirtieron que los coronavirus están preadaptados funcionalmente al cuerpo humano enfatizaron, además, que sus datos "reafirman lo que ha sido obvio durante mucho tiempo: que las futuras transmisiones de coronavirus a humanos no solo son posibles, sino probables. Los científicos lo sabían hace años y dieron la alarma apropiada. Nuestra prolongada sordera se paga ahora a un trágico precio".




Lo que es bueno para la ecosfera es bueno para la salud humana, y no somos víctimas indefensas. Escapar a la catástrofe ecológica y reducir la frecuencia de las pandemias que puedan acechar en las próximas décadas está al alcance de nuestra mano, pero requerirá un respeto constante a los límites ecológicos y una gran moderación en nuestras interacciones con la naturaleza.


Este artículo fue publicado originalmente por Land Report.


21 abril, 2021

La falsa campaña del Washington Post sobre el "genocidio" uigur — Peter Symonds

 



WSWS.org – 21/04/2021

Traducción del inglés: Arrezafe


Han pasado solo tres meses desde que el exsecretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, durante su último día en el cargo, calificara las acciones de China contra la minoría musulmana uigur, en el oeste de Xinjiang, como genocidio, No proporcionó pruebas sobre las que sustentar tal acusación ni siquiera intentó justificar la utilización del término "genocidio", que implica una política deliberada de exterminio aplicada a los uigures.


De hecho, como informó Foreign Policy en febrero, durante las últimas semanas de la administración Trump, la abogacía del Departamento de Estado concluyó que no existían pruebas suficientes como para calificar las medidas del Partido Comunista Chino en Xinjiang de genocidio, advirtiendo que, "emplear el término genocidio sin pruebas conlleva el riesgo de politizar y menoscabar su significado", dada su aplicación a los más atroces casos de exterminio masivo, como los acaecidos en los campos de concentración nazis.


Todas estas objeciones fueron rápidamente obviadas por Pompeo y luego por administración de Biden. De hecho, durante las elecciones presidenciales, Biden atacó a Trump por ser demasiado blando con China, incluyendo los llamados derechos humanos. Su equipo de campaña emitió una declaración en agosto de 2020, concluyendo que las a infundadas afirmaciones de internamiento masivo de uigures constituían un "genocidio", término sostenido posteriormente por el secretario de Estado Antony Blinken.


Con asombrosa premura, los medios de comunicación estadounidenses se han puesto en acción produciendo una creciente avalancha de propaganda con espeluznantes historias de horror sobre la vida en los campos de detención en Xinjiang, llamadas a boicotear los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing y demandas de medidas más duras contra el régimen del Partido Comunista Chino (PCCh). El vociferante alboroto sobre el "genocidio" uigur tiene como objetivo anular a la opinión pública tras la creciente confrontación de la administración Biden con China y su preparación militar para la guerra.


Un artículo publicado el lunes en el Washington Post titulado "China intensifica la tercera fase de su negación del genocidio" pone en evidencia la carencia de fundamento de las acusaciones estadounidenses. Tras descartar de plano la argumentada negación de Beijing, el Washington Post expone, sin rodeos y sin pizca de evidencia, la consabida letanía de acusaciones: un millón en brutales campos de concentración, mezquitas destruidas, mujeres esterilizadas, niños uigures enviados a instituciones estatales. Añadiendo que, "los comunistas chinos están intentando acabar con una cultura, con una forma de vida, con un pueblo".


Sin duda, el régimen del PCCh en Beijing ha llevado a cabo su propia "guerra antiterrorista" contra los separatistas uigures que han perpetrado violentos ataques dentro de China. Sin embargo, Beijing lo hizo con la aquiescencia de Washington, inicialmente de la administración Bush, que buscaba el respaldo internacional para sus propias actividades criminales bajo la bandera de la “guerra global contra el terrorismo”.


Sin embargo, nadie debería dar crédito a las afirmaciones de Estados Unidos sobre su preocupación por los derechos democráticos, de los uigures o de cualquier otra persona. Washington tiene un largo historial de activar y desactivar los "derechos humanos" para adaptarlos a los intereses estratégicos de su imperialismo. Con el apoyo de la administración Bush, el Movimiento Islámico del Turquestán Oriental (ETIM), un violento grupo separatista uigur, fue designado como organización terrorista. El año pasado, cuando la administración Trump intensificó su propaganda sobre los “derechos uigures”, el Departamento de Estado eliminó silenciosamente al ETIM de su lista de terroristas.


¿Cuál es pues la base de la lista de atrocidades aducidas por el Washington Post?: "Sabemos esto gracias a la reportera de Radio Free Asia Gulchehra Hoja y sus colegas, a algunos académicos tenaces y a decenas de sobrevivientes y exiliados que valientemente han dado testimonio", se afirma en dicho artículo. Nada más. No se proporciona evidencia alguna. Nada está fundamentado. El resto del artículo está dedicado a la glorificación de Hoja, quien afirma haber sido declarada "terrorista" y cuya familia en China ha sufrido como resultado de sus actividades. Ni se plantean cuestiones básicas ni mucho menos se responde a ellas.


¿Quién es Gulchehra Hoja? Durante dos décadas, ha trabajado para Radio Free Asia, un brazo de propaganda del Departamento de Estado de EEUU, después de dejar China, donde trabajó como periodista para los medios estatales. Está estrechamente relacionada con los grupos de exiliados uigures, miembros del Congreso Mundial Uigur y la Asociación Estadounidense Uigur, que piden la formación de un Turkestán Oriental independiente.


Hoja es persona de confianza claramente festejada en los niveles más altos del aparato estatal de EEUU. En marzo de 2019, fue la exiliada uigur elegida a dedo para reunirse con el secretario de Estado Pompeo en calidad de representante de aquellos cuyos familiares están supuestamente detenidos en los campamentos de Xinjiang. En noviembre de 2019, recibió el Premio Magnitsky de Derechos Humanos por su informe sobre "la crisis de los derechos humanos" en Xinjiang y ha sido incluida en la lista jordana de los 500 musulmanes más influyentes del mundo.


¿Qué es Radio Free Asia? RFA fue fundada y financiada en la década de 1950 por la CIA para emitir propaganda estadounidense por toda Asia. La RFA desempeña hoy la misma función esencial, a pesar de que dada la exposición de las operaciones sucias de la CIA en todo el mundo, se situó bajo el Departamento de Estado. Aunque nominalmente "independiente", está financiada y supervisada por el Congreso de los Estados Unidos.


La RFA y Hoja operan en estrecha colaboración con la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) establecida en 1983 como un medio para continuar las actividades vitales para el imperialismo estadounidense que había sido empañado por la funesta fama de la CIA. La NED pronto obtuvo una notoriedad propia por financiar grupos de derecha pro Estados Unidos en todo el mundo y por diseñar las llamadas "revoluciones de color" en las ex repúblicas soviéticas.


Desde su creación en 2004, la NED ha canalizado millones de dólares hacia el Congreso Mundial Uigur y la Asociación Americana Uigur establecida en 1998. Ambas son parte de una red interconectada de organizaciones de exiliados uigures en EEUU, Europa y Asia respaldada por Washington y sus aliados, dirigida contra China. La NED posee una importante base de operaciones es Turquía, con la que los uigures de habla turca tienen una afinidad histórica. Según informes, la AUA tiene conexiones con el fascista Partido del Movimiento Nacional (MHP) de Turquía y sus paramilitares de los Lobos Grises, quienes defienden un nacionalismo pan-turco que abarca a los grupos étnicos de habla turca de Asia Central.


Este es el fétido medio de extrema derecha en el que Gulchehra Hoja opera y funciona como una herramienta útil para el imperialismo estadounidense. Es significativo que, incluso cuando el Washington Post presenta a Hoja como "prueba" del "genocidio" de China y la opresión de los uigures, se vea obligado a reconocer que funcionarios chinos a principios de este mes publicaron un vídeo de su madre y su hermano demostrando que eran libres, que no estaban detenidos. El artículo, sin embargo, no pierde ritmo, descartando el vídeo como propaganda y declarando que nadie puede dudar del infierno que sufren los uigures en los campos de detención de Xinjiang, y citando como prueba otro relato escabroso de un exiliado kazajo en el New Yorker.


Hay muchas razones para dudar, en todos los aspectos, de los relatos interesados de un pequeño número de exiliados uigures bien relacionados y, a menudo, ricos. También es preciso señalar algo sobre los "tenaces académicos" del Washington Post y del más destacado, Adrian Zenz, un comentarista alemán de extrema derecha y cristiano renacido, que declara haber sido "guiado por Dios" para trabajar en pro de las minorías chinas. Zenz está asociado a una red de grupos de think tanks europeos y estadounidenses, anticomunistas de extrema derecha, red que incluye a la Fundación Memorial de Víctimas del Comunismo.


Sin embargo, la "investigación" de Zenz, en extremo tendenciosa, se compone con supuestas evidencias de denuncias de detenciones, trabajo forzoso y esterilización de mujeres uigures. Su investigación, ampliamente citada incluso en documentos oficiales de Estados Unidos y presentada como testimonio en el Congreso, está asociada a republicanos de derecha y exiliados uigures. Cuando el mes pasado el gobierno chino amenazó con emprender acciones legales contra Zenz por daños a las empresas chinas en Xinjiang, el Washington Post salió en defensa de este "académico obstinado", sobre el cual se sostiene en gran medida la acusación del supuesto genocidio uigur.


La campaña de rápida escalada dirigida por Estados Unidos sobre el "genocidio uigur" recuerda la "gran mentira" explotada por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN para iniciar el criminal bombardeo de Serbia en 1999. La administración Clinton justificó su "intervención humanitaria" como una misión para prevenir la masacre de la población de etnia albanesa de Kosovo por parte del nuevo "Hitler", el líder serbio Slobodan Milosevic. Unos medios de comunicación estadounidenses e internacionales completamente dóciles y corruptos se alinearon de inmediato con las sensacionalistas relatos de las atrocidades serbias.


Terminada la guerra, las espeluznantes afirmaciones de que 100.000 personas de etnia albanesa habían sido masacradas resultaron ser completamente falsas. El número real de muertos fue aproximadamente de 2.000 y la mayoría de esos asesinatos fueron cometidos por el grupo separatista armado denominado Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), al que Washington había calificado previamente como una organización terrorista debido a sus vínculos con Al Qaeda, y al que, cambiando rápidamente de rumbo, proporcionó dinero y armas, declarando que era el único representante legítimo de la población de Kosovo. Su lider, Hashim Thaçi, quien se convirtió en el jefe del mini-estado de Kosovo respaldado por Estados Unidos, se enfrenta actualmente en La Haya a cargos por crímenes de guerra.


Basada en motivos étnicos y religiosos, la guerra de la OTAN contra Serbia fue sin embargo una guerra del imperialismo estadounidense y sus aliados con el único fin de expoliar a la desintegrada Yugoslavia.


En una escala más amplia, pero no menos criminal, la campaña de Estados Unidos sobre el "genocidio uigur" tiene como objetivo debilitar y dividir a China en grupos étnicos, como parte de los decididos esfuerzos del imperialismo estadounidense por evitar el desafío que China supone para el dominio global de Estados Unidos. En el pasado, Washington centró su propaganda en el Dalai Lama y en las acusaciones de opresión china a la población tibetana. El cambio hacia los uigures no tiene nada que ver con la preocupación por sus derechos democráticos, sino que está determinado por la posición estratégica de Xinjiang, limítrofe con Asia Central, y por sus reservas de energía, esenciales para el suministro de la Iniciativa de la Franja y Ruta de China, que une la masa continental euroasiática mediante carreteras, ferrocarril, oleoductos y telecomunicaciones.


Como en 1999, los medios de comunicación ya se han alineado. Es como si un director de orquesta golpeara su batuta y todos los instrumentos hubieran sonado a su vez. La Casa Blanca ha declarado que lo que está sucediendo en Xinjiang es un "genocidio" y los medios de comunicación de todo el espectro político se hacen eco al unísono, de tal manera que más bien se parecen el "estado policial estalinista de Beijing" al que afirman oponerse.


20 abril, 2021

Подвиг. Портрет дважды Героя Советского Союза генерала армии Павла Батова


Pavel Ivanovich Batov [en ruso: Павел Иванович Батов] (1897 – 1985). Fue general del Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial. Luchó en la Primera Guerra Mundial y tras ser herido en 1917, fue enviado a Petrogrado donde se unió a los bolcheviques. Luchó en la Guerra Civil Rusa y fue asesor de la XII Brigada Internacional durante la Guerra Civil Española. En la Segunda Guerra Mundial, Batov comandó el 51º Ejército en Crimea. En 1942, fue comandante del 3er ejército y luego del 4º ejército de tanques. Batov es considerado uno de los generales más brillantes de la historia del ejército soviético.




18 abril, 2021

El compañero Agustín — Loam

 


Reunidos los excluidos. Agustín se orina en los pantalones con la misma naturalidad de quien, ensimismado, bosteza. Rescata de su covacha una añeja guitarra carcomida, abandonada hace tiempo a su triste suerte, con cuyas tres cuerdas supervivientes entonamos disparatados cantos. Sirviéndose de un viejo cuchillo mellado Agustín, más que cortar, arranca una tajada de la carne que pende de un alambre junto a la puerta, mientras espanta las moscas bruscamente haciendo brotar de su cuerpo cubierto de rancias panas un chispeante tropel de pulgas, polvos y menudencias. Sesenta y cinco años de ininterrumpido pastoreo. Áspero e implacable, el monte talla el espíritu de sus viejos moradores, carentes de artificios evasivos. Los perros aúllan al son de la armónica. Con el hambre rezumando por sus narices atentas, merodean resignados en sonámbula manada.


Seguimos bebiendo y fumando sin mesura, inmersos ya en el abrazo frío y oscuro de la montaña. Agustín, la mirada atónita y extraviada, gime inesperadamente con un llanto seco y ancestral, pero no reclama más que nuestra soberana compañía, nuestra tácita complicidad… y otro trago. Distraída, su vieja mano de encina desplaza hacia la nuca una boina rígida y desteñida, sufrido palimpsesto resultante de innumerables jornadas de trabajo a la intemperie: «Que aquí –masculla mirando hacia la aldea–, a no ser mi cabeza no hay na que rascar... » E inocente, esboza una sonrisa amarga y generosa, sosteniendo entre sus curtidos párpados dos enormes lágrimas que nunca caen.


16 abril, 2021

USA: El criminal patriotismo de la ávida plutocracia

 



Capitulo extraído del libro "Más patriotas que nadie" (2004), de Michael Parenti.


Apoyar a nuestras tropas (recortar sus prestaciones)


Siendo tan superpatriotas como son, los plutócratas equiparan el servicio militar con el verdadero patriotismo. Pero mientras colman de alabanzas a quienes "sirven a su país", ellos mismos raramente se alistan. Los hombres y mujeres que sí lo hacen proceden en su mayoría de familias de clase media y baja. A menudo son jóvenes que tienen problemas para encontrar trabajo o no pueden acceder a la educación superior. Los graduados de Yale, Harvard y Princeton raramente se alistan en los marines. Van a la escuela de leyes, a Wall Street, a los negocios familiares o a su diversión favorita. Corno ejemplos significativos tenemos a los halcones-gallina, denominación que se aplica a los líderes privilegiados que pregonan con virulencia la guerra, pero que se evaden tenazmente del servicio militar.




En lo alto de la lista de los halcones-gallina está el presidente George W. Bush. En su juventud consiguió el ingreso en la Universidad de Yale, más por su familia que por sus calificaciones. Más tarde, intentando evadirse del reclutamiento, fue admitido en la Guardia Nacional Aérea de Texas, a pesar de sus bajos resultados en la prueba de aptitud para piloto. Como él mismo explicó sin ánimo apologético: "No estaba preparado para que una bomba me perforara un tímpano y así obtener una prórroga. Ni tampoco quería ir a Canadá. Así que decidí que lo mejor para mí era aprender a pilotar aviones".[1]


Bush fue aceptado en la Guardia Nacional por encima de cientos de otros solicitantes que esperaban turno para librarse de Vietnam. Su unidad, el 147° Grupo de Combate, era conocido con el mote de "Unidad Champagne" por estar formada por tantos hijos de familias privilegiadas de Texas. Cómo saltó hasta la cabeza de esa lista es toda una historia en sí misma. Un rico hombre de negocios de Houston y viejo amigo de la familia Bush contactó con Ben Barnes, por entonces portavoz de la Casa de Texas, y le pidió que ayudara a George W a entrar en la Guardia Nacional. Sólo cuando se le preguntó bajo juramento, Barnes admitió que había hablado con la Guardia Nacional Aérea de Texas en favor de Bush.[2]


Los informes de nómina de Bush muestran que dejó de cumplir su deber entre mayo de 1972 y mayo de 1973. No se presentó a un examen físico obligatorio para volar en 1972 y por tanto fue suspendido para hacerlo, una acción que debería haber estado sujeta a alguna investigación, pero que no lo estuvo. En febrero de 2004 la Casa Blanca liberó algunos documentos que suponían la prueba de que Bush había destacado por cumplir su deber en 1972 con el 187º Grupo de Combate de Alabama (al cual fue transferido para poder trabajar en una campaña política). Pero los funcionarios de la Casa Blanca no supieron decir qué deber había cumplido (ni tampoco Bush) y nadie del 187º recordaba haber estado con él. Sus jefes dijeron que no apareció en las bases de Texas y Alabama donde había sido asignado durante ese período de 1972-73.[3]


En vez de ser perseguido por desertor, Bush fue recompensado con una licencia con honores ocho meses antes de lo previsto para poder asistir a la Escuela de Negocios de Harvard. Los archivos militares de Bush deberían haber contenido documentos que explicaran por qué se le había permitido marchar antes de que terminara su plazo de alistamiento, pero no se dio ninguna explicación al respecto. Parece que el superpatriota presidencial recibió trato de favor para entrar en la Guardia Nacional y volvió a recibirlo para salir de ella.




Después está el vicepresidente Dick Cheney, que explicó por qué no sirvió en el ejército durante la guerra de Vietnam: "Tenía otras prioridades durante los años 60 antes que el servicio militar". Cheney obtuvo prórrogas como estudiante. Después de graduarse evitó el reclutamiento casándose. Pero en 1964 el gobierno anunció que los hombres casados también serían alistados, a menos que fueran padres. Nueve meses y dos días después de ese anuncio, en un acto de planificación soberbio, los Cheney tenían su primer hijo.


Otros superpatriotas de alto rango de la administración Bush que evitaron el reclutamiento son Karl Rove, Richard Perle, Paul Wolfowitz, John Ashcroft, Elliot Abrams John Bolton, Douglas Feith y Andrew Card, así como los líderes republicanos del Congreso Trent Lott, Dennis Hastert, Dick Armey y Tom DeLay, y no debemos olvidar a los halcones de derechas de los medios como George Hill, William Bristol y Rush Limbaugh.[4] DeLay supuestamente dijo que se hubiera alistado, pero que todos los puestos de reclutamiento de su área estaban copados por negros. Y Limbaugh. el reaccionario rabioso de los medios obtuvo una prórroga médica a causa de su "fistula anal", una dolencia que normalmente responde al tratamiento, pero que demostró ser incurable durante toda la duración de la guerra de Vietnam.




A nadie se le pide haber servido en el ejército para poder desarrollar la política gubernamental. Ciertamente, el principio civil está por encima del militar en nuestra Constitución. Lo que es censurable respecto a los halcones-gallina superpatriotas no es su carencia de experiencia de combate como tal, sino la disparidad hipócrita entre su patriotera defensa de la guerra y su tenaz forma de evitar el reclutamiento. Defienden las guerras con el corazón y la mente, pero no con el cuerpo. Escapan al reclutamiento por medio de prórrogas, informes médicos dudosos e influencias familiares.


Años después de Vietnam, ahora ocupando cargos públicos prominentes, estos mismos halcones-gallina surgen de nuevo pidiendo sangre, esta vez teniendo como objetivo lraq. Una vez más están dispuestos a enviar a los hijos de otras familias al combate, pero no a los suyos. Equiparan el militarismo con el patriotismo y piden sacrificio y devoción a la bandera. Sin embargo, su único sacrificio consiste en llevar una insignia con la bandera de los Estados Unidos en la solapa de su chaqueta.




Si el patriotismo significa apoyar a nuestras tropas, nadie es menos patriota que la plutocracia dirigente. En 2003-2004 cientos de soldados americanos que habían sido heridos en lraq fueron depositados durante meses en lugares como Fort Stewart, Georgia, en unos barracones sucios y abarrotados en espera de tratamiento médico. Tenían que arrastrarse por la arena para usar el cuarto de baño y pagar por su papel higiénico. Sólo después de las protestas del Senado la Casa Blanca dejó de cobrar a los soldados heridos 8,10 dólares diarios por su comida en el hospital.[5]


Muchos malheridos dijeron que habían visto su paga y sus beneficios sanitarios severamente reducidos ahora que ya no podían prestar servicio activo. Más de 200.000 veteranos de guerras anteriores tuvieron que esperar seis meses o más para pasar a la Administración de Veteranos. Miles de ellos habían esperado incluso años para obtener una plaza en los hospitales abarrotados y recibir asistencia a su discapacidad, a menudo siendo incapaces de pagar sus propios gastos de subsistencia en la vida civil.[6] No es sorprendente que una gran proporción de las personas sin hogar sean veteranos de guerras pasadas, algunos con enfermedades mentales y físicas sin tratar.




En febrero de 2002. al mismo tiempo que se estaban enviando miles de soldados a luchar en Afganistán, Bush hijo propuso triplicar el precio de las medicinas a los veteranos necesitados. En 2003 su administración anunció que cortaba el acceso al sistema de atención sanitaria aproximadamente a 164.000 veteranos, reduciendo el fondo militar para ayudas sanitarias y de vivienda en l.500 millones de dólares. También en 2003, mientras colmaba de alabanzas a los hombres y mujeres que hacían el servicio militar, Bush rechazó una petición relativamente modesta del Congreso de 275 millones de dólares para cubrir las necesidades sanitarias de los veteranos. En su presupuesto para 2004 redujo en 2.000 millones los fondos ya insuficientes para los veteranos. La administración Bush incluso ordenó a los funcionarios que dejaran de hacer publicidad sobre los beneficios disponibles para los veteranos. Mientras alababa a la Guardia Nacional y a los reservistas por servir en Iraq, Bush se opuso a permitirles el acceso al sistema sanitario del Pentágono. Su administración también anunció su plan para reducir las primas mensuales de peligrosidad (de 225 a 150 dólares) y las primas por separación de la familia (de 250 a 100) a las tropas estacionadas en las zonas de combate.[7]




Hay otras formas extrañas con las que la plutocracia apoya a nuestras tropas. Con propósitos experimentales el gobierno ha expuesto repetidamente a personal militar a sustancias tóxicas peligrosas. De 1962 a 1973 el Pentágono utilizó agentes químicos y biológicos potencialmente dañinos en cincuenta pruebas secretas en las que estaban envueltos miles de soldados inconscientes del hecho, algo que no se conoció hasta 2002.[8] Además miles de soldados ''conejillos de indias" estuvieron sujetos a pruebas atómicas después de la Segunda Guerra Mundial, decenas de miles fueron expuestos al Agente Naranja durante la Guerra de Vietnam y muchos más contaminados con uranio empobrecido (DU) durante la Guerra del Golfo en 1991. El Pentágono nunca avisó a las tropas sobre el DU y durante años los funcionarios negaron que existiera ese problema. Unos 183.000 veteranos del Golfo padecieron enfermedades y desarreglos, quejándose de dolor de articulaciones, problemas de memoria, náuseas, etc. Casi 10.000 han muerto prematuramente. Muchos miembros de sus familias también han enfermado y un número desproporcionado de hijos de veteranos del Golfo han nacido con defectos de nacimiento.




Las poblaciones de Indochina, Yugoslavia, Iraq, Colombia y otros lugares que han sido expuestos al DU, al Agente Naranja o a otras sustancias tóxicas, han sufrido sus efectos en números superiores a los del personal militar americano, pero esos extranjeros no entran en la ecuación del superpatriotismo, excepto como objetivos indefensos.




Una de las cosas de la guerra que les gusta a los plutócratas es su elevado coste financiero. Cuanto más dinero se gasta de los ciudadanos que pagan impuestos en contratos de guerra, más grandes son los beneficios. Muchos suministros y servicios, incluidos los relativos a la comida y al albergue, que tradicionalmente prestaban los soldados, se han entregado en manos de contratistas privados tales como Kellogg Brown y Root, una subsidiaria de Halliburton. El resultado es que las tropas estadounidenses en Iraq soportaron meses de condiciones pobres de alojamiento, de comida imposible de digerir y de equipamiento de baja calidad. Algunos de los contratistas privados han fallado incluso en presentarse a causa de los peligros que representaba la resistencia armada iraquí.[9]




En 2003, un informe de la Oficina de Presupuestos del Congreso reveló que sólo unos 2.500 millones de dólares de los 4.000 millones de gasto mensual en la Guerra de Iraq podían ser contabilizados por el Pentágono. Mientras tanto el Pentágono eliminó a las compañías francesas, alemanas y rusas para poder competir en los multimillonarios contratos para la reconstrucción de Iraq. Toda esa reconstrucción, así como el negocio de la extracción de petróleo se le dio a Halliburton, Bechtel y otras setenta firmas americanas, generalmente a precios nada competitivos fijados por ellas mismas.[10]




En 2003, la administración Bush impidió a un grupo de veteranos americanos –que habían sido torturados en las prisiones iraquíes durante la Guerra del Golfo de 1991– beneficiarse de una parte de los cientos de millones de dólares en depósitos iraquíes retenidos que un tribunal federal les había adjudicado. Los abogados de la administración argumentaron que esos depósitos tendrían un destino mejor en los contratos de reconstrucción de Iraq. "No hay dinero que realmente pueda recompensar el sufrimiento que padecieron", dijo un portavoz de la Casa Blanca.[11] Y por eso no se les asignó dinero alguno.




Cuando las bajas americanas empezaron a hacerse numerosas en lraq, el presidente Bush se encogió de hombros ante sus afligidas familias. Por primera vez en la historia de los Estados Unidos los americanos muertos fueron traídos a casa en secreto. Bush no asistió a sus funerales militares o actos en su memoria como habían hecho los presidentes previos. El Pentágono notificó a todos los medios de noticias que no se permitiría ninguna cobertura televisiva o fotográfica de los ataúdes volviendo a la base de la fuerza aérea de Dover. El mando militar explicó que eso era para “respetar la privacidad de las familias". Realmente, sin fotografías de los ataúdes envueltos en banderas la gente estaba menos predispuesta a pensar en ellos. Incluso el término "envoltorios de cuerpos" se dejó de usar. Los finos artistas del Pentágono ahora se referían a los plásticos que envolvían los cadáveres de los soldados llamándoles "tubos de transporte".


Así volvemos a la cuestión planteada en el capítulo anterior: ¿Son patriotas nuestros dirigentes plutócratas; Bien, sí, lo son, pero sólo cuando sirve a sus propósitos y cuando a ellos no les cuesta nada. Son patriotas en el sentido hueco y abstracto de la palabra, un patriotismo vacío de contenido, un patriotismo de muestras ostentosas y palabras, palabras, palabras. Puede que amen a su país, pero no a la gente que vive en él, no a los que pagan impuestos, no a los votantes, y ciertamente no a los desgraciados que envían a luchar en sus guerras.




NOTAS


1. Citado en Nation, 14 de noviembre 2011).

2. New York Times. 15 de febrero 201H.

3. Los Angeles Times, 11 de febrero 2il1H; Boston Globe. 10 de febrero 2004; New York Times, 13 de febrero 2004; también sobre los principios de la carrera de Bush, ver Joe Conason, Big Lier (Thomas Dunnd/St. Martin's, 2003). Para una lista completa de los halcones-gallina de la adminiqración Bush, ver www. nhgazette.com/ chickenhawks.html.

4. Tim Harper, "Pentagon Keeps Deael Out of Sight". Toronto Star, de noviembre 2003.

5. Washington Post. 17 de enero 2003; UPI, 17 de octubre 2003; CR'i .\'etus, 18 de enero 2003; CNN Report, 17 de Julio 2003.

6. San Francisco Chronicle, 12 de mayo 2003; Gannett News Service. 23 de octubre 2003; Washington Post, 17 de enero 2003; Army Times, 30 de junio 2003.

7. New York Times, 9 de octubre 2002 y Associated Press, 1 de julio 2003.

8. New York Times Times, 11 de agosto 2003.

9. Associated Press. 19 de septiembre 2003 y NewYork Times, 1 O de diciembre 2003.

10. New York Times, 10 de noviembre 2003.

11. Tim Harper, ''Pentagon Keeps Dcad Out of Sight''. Toronto Star, 5 de noviembre 2003: New York Times, 9 de noviembre 2003.