31 enero, 2023

Un imperio en pánico intenta hacer a Rusia una “oferta que no puede rechazar” — Pepe Escobar

 



The Cradle – 30/01/2023

   Traducción del inglés: Arrezafe


Al darse cuenta de que la guerra de la OTAN contra Rusia probablemente terminará desfavorablemente, EEUU está probando una oferta de salida. Pero, ¿por qué Moscú debería tomar en serio las propuestas indirectas, especialmente en vísperas de su nuevo avance militar y situado en el asiento ganador?


Los que están detrás del Trono nunca son más peligrosos que cuando tienen la espalda contra la pared.


Su poder se está desvaneciendo rápidamente: militarmente, a través de la progresiva humillación de la OTAN en Ucrania; Financieramente, más temprano que tarde, la mayor parte del Sur Global no querrá tener nada que ver con la moneda de un gigante canalla en bancarrota; Políticamente, la mayoría global está dando pasos decisivos para dejar de obedecer a una minoría de facto rapaz, desacreditada.


Así que ahora, quienes están detrás del Trono conspiran para al menos tratar de detener el desastre que se avecina en el frente militar.


Tal como lo confirmó una fuente de alto nivel del establishment estadounidense, se transmitió una nueva directiva sobre la posición de la OTAN versus Rusia en Ucrania al secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken. Blinken, que en términos de poder real no es más que un mensajero de los neocons y neoliberales straussianos, que son quienes en realidad dirigen la política exterior de Estados Unidos.


El secretario de Estado recibió instrucciones de transmitir la nueva directiva –una especie de mensaje al Kremlin– a través de los principales medios impresos, que fue inmediatamente publicado por el Washington Post.


En la división del trabajo de la élite de los principales medios de comunicación estadounidenses, el New York Times está muy cerca del Departamento de Estado, y el Washington Post, de la CIA. En este caso, sin embargo, el mensaje era demasiado importante y necesitaba ser transmitido como documento notarial en la capital imperial. Se publicó como un artículo de opinión (tras el muro de pago).


La novedad aquí es que, por primera vez desde el comienzo de la Operación Militar Especial (SMO) de Rusia en febrero de 2022, en Ucrania, los estadounidenses están proponiendo una clásica variación del tipo "oferta que no puede rechazar", incluidas algunas concesiones que pueden satisfacer los imperativos de seguridad de Rusia.


Crucialmente, la oferta de EEUU pasa por alto por completo a Kiev, certificando, una vez más. que esta es una guerra contra Rusia dirigida por el Imperio y sus secuaces de la OTAN, con los ucranianos como meros representantes expandibles.


'Por favor, no pases a la ofensiva'


El corresponsal de la vieja escuela del Washington Post en Moscú, John Helmer, ha brindado un servicio importante, ofreciendo el texto completo de la oferta de Blinken, por supuesto ampliamente editado a fin de incluir nociones fantasiosas, tales como "las armas estadounidenses ayudan a pulverizar las fuerzas invasoras de Putin", y una explicación digna de vergüenza: “En otras palabras, Rusia no debería estar lista para descansar, reagruparse y atacar”.


A primera vista, el mensaje de Washington puede dar la impresión de que EEUU admitiría el control ruso sobre Crimea, Donbass, Zaporozhye y Kherson, “el puente terrestre que conecta Crimea y Rusia”, como un hecho consumado.


Ucrania tendría un estado desmilitarizado, y el despliegue de misiles HIMARS, tanques Leopard y Abrams se limitaría al oeste de Ucrania, como factor "disuasivo contra nuevos ataques rusos".


Lo que se puede haber ofrecido, en términos bastante confusos, es de hecho una partición de Ucrania, incluida la zona desmilitarizada, a cambio de que el Estado Mayor ruso cancele su aún desconocida ofensiva de 2023, que puede ser tan devastadora como cortar el acceso de Kiev al Mar Negro y/o cortar el suministro de armas de la OTAN a través de la frontera polaca.


La oferta de Estados Unidos se define a sí misma como el camino hacia una “paz justa y duradera que defienda la integridad territorial de Ucrania”. Bueno, en realidad no. Simplemente no sería una Ucrania victoriosa, y Kiev podría incluso retener esas tierras occidentales que Polonia se muere por engullir.


También se evoca la posibilidad de un acuerdo directo entre Washington y Moscú sobre “un eventual equilibrio militar de posguerra”, incluida la no participación de Ucrania en la OTAN. En cuanto a la propia Ucrania, los estadounidenses parecen creer que será una “economía fuerte, no corrupta y miembro de la Unión Europea”.


Todo lo que queda de valor en Ucrania ya ha sido tragado no solo por su oligarquía monumentalmente corrupta, sino, sobre todo, por inversores y especuladores del tipo BlackRock. Los variopintos buitres corporativos simplemente no pueden permitirse el lujo de perder los puertos de exportación de grano de Ucrania, así como los términos del acuerdo comercial acordado con la UE antes de la guerra. Y están aterrorizados de que la ofensiva rusa pueda capturar Odessa, el principal puerto marítimo y centro de transporte del Mar Negro, lo que dejaría a Ucrania sin salida al mar.


No hay evidencia alguna de que el presidente ruso, Vladimir Putin, y todo el Consejo de Seguridad de Rusia, incluido su secretario Nikolai Patrushev y el vicepresidente Dmitry Medvedev, tengan motivos para creer algo que venga del régimen estadounidense, especialmente a través de meros secuaces como Blinken y el Washington Post. Después de todo, la stavka –un apodo para el alto mando de las fuerzas armadas rusas–, considera que los estadounidenses son "incapaces de llegar a un acuerdo", incluso si la oferta es dada por escrito.


Esto camina y habla como un gambito desesperado de EEUU para frenar y presentar algunas zanahorias a Moscú con la esperanza de retrasar o incluso cancelar la ofensiva planeada para los próximos meses.


Incluso los operativos disidentes de la vieja escuela de Washington, que no están en deuda con la galaxia neocon Straussiana, apuestan a que la táctica será una hamburguesa de nada: en el modo clásico de "ambigüedad estratégica", los rusos continuarán con su declarada intención de desmilitarización, desnazificación y deselectrificación, y se "detendrán" en cualquier momento y en cualquier lugar que consideren oportuno al este del Dnieper. O más allá.


Lo que realmente quiere el Estado Profundo


Las ambiciones de Washington en esta guerra, esencialmente de la OTAN contra Rusia, van mucho más allá de Ucrania. Y ni siquiera estamos hablando de prevenir una unión euroasiática Rusia-China-Alemania o de una pesadilla entre competidores; sigamos con los prosaicos temas del campo de batalla en Ucrania.


Las "recomendaciones" clave (militares, económicas, políticas, diplomáticas) se detallaron en un documento de estrategia del Atlantic Council a fines del año pasado.


Y en otro, bajo el título "Escenario de guerra 1: la guerra continúa en su ritmo actual", encontramos la política neocon Straussiana completamente explicada.


Todo está aquí: desde “reunir apoyo y tranferir asistencia militar a Kyiv suficiente para permitirle ganar”, hasta “aumentar la letalidad de la asistencia militar transferida, que incluiría aviones de combate que permitirían a Ucrania controlar su espacio aéreo y atacar a las fuerzas rusas in situ; y tecnología balística que permitiría a los misiles alcanzar territorio ruso”.


Desde entrenar al ejército ucraniano "en el uso de armas occidentales, guerra electrónica y capacidades cibernéticas ofensivas y defensivas, e integrar progresivamente nuevos reclutas en el servicio" hasta reforzar "las defensas en las líneas del frente, cerca de la región de Donbass", incluido el "entrenamiento de combate centrado en la guerra irregular”.


Además de “imponer sanciones secundarias a todas las entidades que hacen negocios con el Kremlin”, llegamos, por supuesto, a la Madre de Todos los Saqueos: “Confiscar los $300 mil millones que el estado ruso tiene en el extranjero, en cuentas en los Estados Unidos y la UE, y usar el dinero incautado para financiar la reconstrucción”.


La reorganización de la SMO, con Putin, el Jefe del Estado Mayor General Valery Gerasimov y el General Armageddon en sus nuevos y mejorados roles está descarrilando todos estos elaborados planes.


Los straussianos están ahora sumidos en un profundo pánico. Incluso la número dos de Blinken, la belicista rusofóbica Victoria "F**k the EU" Nuland, ha admitido ante el Senado de los EEUU que no habrá tanques Abrams en el campo de batalla antes de la primavera (siendo realistas, solo en 2024). También prometió “reducir las sanciones” si Moscú “vuelve a las negociaciones”. Esas negociaciones que fueron frustradas por los propios estadounidenses en Estambul, en la primavera de 2022.


Nuland también conminó a los rusos a “retirar sus tropas”. Bueno, eso al menos ofrece un alivio cómico en comparación con el pánico que emana de la "oferta que no puedes rechazar" de Blinken. Permanezcan atentos a la no respuesta de Rusia.



Diputada de Polonia: “Occidente debe acabar con Rusia para siempre”

 


TOP WAR – 29/01/2023


"Rusia es una amenaza y debe ser destruida para siempre"

Anna Fotyga, diputada del Parlamento Europeo desde 2017 y miembro del partido polaco Ley y Justicia.


"Rusia debe dejar de existir dentro de las fronteras actuales, el colapso del 'imperio agresivo' traerá ventajas innegables a los estados democráticos de Europa y Asia Central. Occidente debe acabar con Rusia para siempre", manifestó en un comunicado la exministra de Asuntos Exteriores y exjefa de la Oficina del Presidente de Polonia, eurodiputada Anna Fotyga.


"El mundo occidental no necesita una Rusia fuerte e independiente, capaz de contraatacar y defenderse. Dividida en múltiples estados pequeños, privada de las riquezas naturales de su subsuelo, Occidente estaría bastante satisfecho". Con razón en Kyiv, obedientes a sus amos de ultramar, reiteran constantemente la necesidad de destruir Rusia, llegando incluso a bosquejar mapas con los pretendidos "nuevos estados".


Fotyga, diputada polaca del Parlamento Europeo, habló sobre el peligro que, supuestamente, ha representado Rusia "durante siglos". Según ella, "si el imperio no es detenido ahora, continuará expandiéndose hacia Occidente y ocupando todos los países democráticos. El conflicto en Ucrania ha demostrado que Moscú no tiene la intención de detenerse en el marco territorial existente, por lo que es necesario acabar con él”.


"El Parlamento Europeo y otros muchos parlamentos de todo el mundo han calificado a Rusia de estado terrorista y debe ser liquidado".


– dijo la representante de Polonia.


Y sugirió que los países occidentales piensen sobre el concepto de crear estados "libres e independientes" en el territorio prorruso, cuya base serán los pueblos indígenas, de cuya prosperidad se encargarán los países occidentales. Occidente también establecerá el control sobre la riqueza de Rusia, porque resulta que Rusia no tiene nada, todo pertenece a los pueblos que Moscú "explota sin piedad".


"No existen tales cosas como el gas, el petróleo, el aluminio, el carbón, el uranio, los diamantes, los cereales, la madera, el oro, etc., de Rusia. Todos estos recursos pertenecen a los individuos y pueblos que viven en estos territorios".


– agregó Fotyga.


"El colapso de Rusia traerá algunas dificultades, pero estos riesgos son mucho menos peligrosos que la existencia de Rusia tal y como es hoy", remató la eurodiputada.




30 enero, 2023

Going For The Kill In Kosovo — Stephen Karganovic

 


Kolozeg.Org - 29/01/2023


The collective West’s unsuccessful war against Russia using Ukraine as the stage and Ukrainians as cannon fodder has induced the Transatlantic alliance to desperately seek some semblance of victory, anywhere, in order to disguise the scope and lessen the political repercussions of its failure in the Ukraine.


The solution it has come up with to repair its tarnished hegemonic image is the aggressive campaign to wrap up "unfinished business" in the Balkans. Coming from such quarters, any "attention" to Balkan nations is invariably bad news for the country so favoured. That is the case in this instance as well.


The West judges, perhaps not entirely incorrectly, that Serbia and the Republic of Srpska, its perennial Balkan targets because thus far they have withstood total submission, are currently in a disadvantageous position to continue to resist effectively. With pretensions to embody the "international community," although it consists mainly of the NATO/EU block of countries, the Alliance is increasingly and now openly shifting to a war footing. That raises to a new level its customary belligerence and disregard for the niceties of international legality and standard diplomatic practice. It never was greatly bothered in the past to observe the norms of civilised interaction between states. But now, with intense pressure to produce some kind of political victory to compensate for the failure in Ukraine, gloves are definitely off.


That puts both Serbia and its sister state, the Republic of Srpska, in a more precarious position than at any other time recently. They are both geographically distant from their natural allies and surrounded by hostile territory politically and militarily controlled by the Western Alliance, which is planning their demise. A comparison with the position of the Kingdom of Yugoslavia in the spring of 1941 would not be wide off the mark.


Complementing a similarly unenviable geopolitical predicament, there is an additional unfavourable analogy for Serbia. Its ruling elite are as feeble, vacillating, corruptible, treacherous, and disoriented as was the Royal Yugoslav government in March of 1941. That is when Nazi Germany went for the kill and demanded imperatively that in the looming global conflict Yugoslavia either commit to its side, or face dire consequences. Now it is NATO and EU which are going for the kill and the pretext is Kosovo. The Serbian government a few days ago was handed an ultimatum. The demand was that Serbia give up pretensions of sovereignty over NATO occupied Kosovo and unequivocally align itself with the aggressor alliance in the conflict in Ukraine. It was conveyed by a delegation of Western ambassadors in the form of a brutal warning that dilly dallying about Kosovo must come to an urgent end. Serbia was told that it must unreservedly acquiesce to the robbery of its cultural and religious cradle by signing off on Kosovo’s secession and accepting its illegal fruits. It should be recalled that the occupation of Kosovo was initiated in 1999, when NATO committed unprovoked aggression against Yugoslavia and it was completed in 2008 by a unilateral declaration of "independence" made under NATO auspices.


As is always the case, the West’s actual interest in Kosovo has nothing to do with the publicly stated reasons. Suffice it to say that Kosovo is the site of Camp Bondsteel, the largest military base in Europe, strategically situated so as to be of great use should the Ukrainian conflict degenerate further into an all-out global war.



Judging by official Belgrade’s initial reactions, it is conceivable that the Serbian government may be contemplating a course of action inspired by the collapse of the will experienced by the Royal Yugoslav government in March of 1941, when under Nazi pressure it did as ordered and signed its adherence to the Axis pact. It ought to be remembered by all concerned, however, that the consequences of that infamous breakdown were short lived. Within just a few days, popular revulsion in Serbia forced the ousting of officials responsible for the shameful betrayal of public trust. The immoral commitments they had undertaken on the nation’s behalf were effectively annulled. If further analogies need to be made with the situation in 1941, it should be pointed out that the reputation of the protagonists of cowardice and treachery displayed then lives in infamy to the present day.


Whether such considerations will be sufficient to deter those currently responsible for Serbia’s official decisions remains to be seen.


Alongside Serbia, the neighbouring Republic of Srpska, an entity within Bosnia and Herzegovina populated mostly by Serbs, which recently experienced a turbulent election followed by an attempt to achieve regime change using instruments from the color revolution handbook, is also targeted for harsh treatment by the unforgiving Western democracies. Like Serbia’s, its population is solidly on the "wrong side of history" in general and in the Ukrainian conflict in particular, with all that implies. With a similar degree of unanimity, the population and the government are also opposed to having anything to do with NATO. Under the terms of the Dayton agreement signed in 1995, by which the prerogatives of Bosnia’s entities are governed, that effectively blocks Bosnia’s entry into NATO and participation in its activities.


Understandably, this blockade of what is euphemistically called Bosnia’s "Euro Atlanticist integrations," is an insufferable affront and irritant. As a result, punitive measures against the uncooperative leadership of the Republic of Srpska are now being contemplated. It is a sure bet that if Serbia caves and in cowboy fashion the Kosovo issue is resolved, Bosnia’s defiant Serbian entity will soon be next. It will again find itself actively targeted and in the outraged "international community" cross hairs.


It is, of course, still premature to call the outcome of the ominous new chapter being prepared in the Kosovo crisis, but a perfect storm with turbulent effects appears to be approaching. The same recklessness that over the past year had been on display in the Ukraine is now in evidence increasingly in the Balkans. Andrey Martyanov’s repeated assessment of Western elites as arrogant, ignorant, and incompetent, which he illustrates with a steady stream of examples from the Ukrainian theatre, may soon find another resounding confirmation in the Balkans, to the immense misfortune of all its inhabitants.


Stephen Karganovic is president of "Srebrenica Historical Project," an NGO registered in the Netherlands to investigate the factual matrix and background of events that took place in Srebrenica in July of 1995. He is a regular contributor to Global Research.



DESESPERACIÓN, DELIRIO Y CODICIA IMPERIAL

 


Novye Izvestia – 29/01/2023


El viceministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andriy Melnyk, presentó otra iniciativa más en la que propuso que Alemania entregue a Ucrania uno de los seis submarinos de la clase HDW 212A. Según él, esto permitirá a las Fuerzas Armadas de Ucrania "expulsar a la flota rusa del Mar Negro".


"Alemania [la factoría de Thyssen-Krupp] produce uno de los mejores submarinos de clase HDW 212A del mundo. La Bundeswehr [armada alemana] tiene seis submarinos de este tipo. ¿Por qué no enviar uno a Ucrania? Luego expulsaremos a la flota rusa del Mar Negro", dijo Melnik en un mensaje publicado en las redes sociales (citado por Kommersant).


Los submarinos HDW 212A son submarinos diésel-eléctricos. Su producción se lleva a cabo desde 1999. El submarino dispone de seis tubos lanzatorpedos de 533 mm y está armado con misiles antibuque Triton.



Anteriormente y en la misma línea, el Viceministro de Relaciones Exteriores de Ucrania sugirió que Alemania transfiera a Kiev 93 aviones de combate multi-tarea Tornado. El 25 de enero, en una entrevista con NTV, dijo que Alemania debería proporcionar a las Fuerzas Armadas cazas Panavia Tornado o Eurofighter Typhoon, una flota de combate y submarinos. Esta declaración tuvo lugar después de que el gobierno alemán anunciara la transferencia de 14 tanques Leopard-2 a Ucrania y la eliminación de las restricciones a la reexportación de armas destinadas a los aliados.





28 enero, 2023

Los neocons pueden ser expulsados del poder por la fuerza — Steve Brown

 



The Duran – 27/01/2023

   Traducción del inglés: Arrezafe


Parece que fue hace siglos (2019) que en el artículo, ¿A dónde van los neocon?, examinamos el entonces lamentable estado de cosas para el futuro de los belicistas neoconservadores en Washington, con observaciones tales como:


Ya sea por accidente o por diseño, la "política exterior" de Washington ha efectuado un agresivo giro para intentar socavar a las mayores potencias del mundo —anteriormente sus socios— que ahora se oponen a dicha agresión estadounidense: a saber, Rusia y China.


Y:


Sin embargo, lo que realmente debemos temer es que su insensata danza Kabuki pueda volverse violenta y repulsiva, o que cuando los neocons se encuentren ante su agonía final, comprendiendo que su tiempo realmente ha pasado, quieran llevarnos a todos con ellos a la tumba... como siempre han hecho.


El tiempo ha confirmado lo acertado de dichas sospechas, pero existe un problema adicional para los ex Estados Unidos* en la ejecución de esa agenda, que Estados Unidos es actualmente, por derecho propio, un estado fallido solamente perpetuado por el presente, pero pasajero, dominio del dólar.


Por un lado, la base industrial estadounidense ha sido diezmada durante décadas por los intereses corruptos de Wall Street y su puerta giratoria (colusión del estado federal con el poder corporativo privado), como Vanguard Group, State Street, Black Rock, etc., confabulados con el sistema bancario central de EEUU completamente corrupto, es decir, la Reserva Federal y sus principales distribuidores para subvertir los mercados y jugar con el sistema de capital financiero en el oeste.


Con su base industrial diezmada y corrompida por los intereses de Wall Street, los antiguos Estados Unidos son incapaces de producir y proporcionar ni las armas ni las municiones necesarias para su guerra por delegación en Ucrania. Con una fuerza laboral zombi apostando al bitcoin o languideciendo en su lúgubre sótano financiado con dinero helicóptero, Estados Unidos carece de los recursos, la fuerza laboral o incluso la iniciativa moral para llevar a cabo una gran guerra contra un adversario que no tiene tales problemas.


Un puñado de tanques estadounidenses Abrams, tan vulnerables a las armas antitanques modernas como cualquier otro, no salvará el imperio de los Estados Fallidos. Tampoco se si suministraran F16 a Ucrania, ni cualquier otra desesperada medida neoconservadora destinada a armar a sus lacayos imperiales.


¿Pruebas? Por un lado, echa un vistazo a la cuestión de la plata. La plata es un elemento esencial para producir armas de guerra, y aunque Lockheed Martin y General Dynamics puedan brillar en la luna [de Wall Street], la plata no está. Estados Unidos no puede producir el armamento necesario para su guerra por delegación en Ucrania, e incluso si pudiera, no tiene los medios para llevar ese armamento al teatro de la guerra a través del extremadamente corrupto régimen de Kiev. Además, Estados Unidos no es una "superpotencia", sino un estado fallido que intenta desesperadamente mantener su hegemonía... una hegemonía que no sólo se está desvaneciendo velozmente, sino que ya se ha percibido su desaparición: Irak, Siria, Libia, Afganistán, etc.




En 2019, mientras escribía sobre el próximo movimiento potencial de los neocons (recuerda que el Estado de la Guerra nunca abandona su apuesta, a menos que se vea obligado a hacerlo frente al extremo inequívoco del cañón de un arma), este que escribe no pudo captar la dirección, ahora obvia, de los oligarcas y plutócratas que poseen y manejan los Estados Unidos, a saber, el Impresionante Golpe de Manufactura Nuland-State de 2014. Es decir, el golpe de Estados Unidos en Ucrania y la oportunidad que brindó el golpe de Pyatt-Nuland-Ucrania. 

Enlace: https://www.state.gov/biographies/geoffrey-r-pyatt/

Fue un golpe de Estado que se estaba gestando durante mucho tiempo, desde 1949, época del Proyecto Fiend /Operación Valiosa del MI6 de 1949, de James Jesus.


Enlace PDF: PROYECT BG FIEND REPORT TOP SECRET DESCLASIFICADO, una obsesión ideológica que ha existido dentro de Beltway [Washington D.C.] durante mucho más tiempo del que muchos han vivido.


La historia es muy perra, y aquellos que no estén dispuestos a considerarla están, por supuesto, condenados a repetirla, con acento en condenados. Simbólicos de dicha fatalidad serán los tanques alemanes rodando por Polonia para enfrentarse a Rusia, en un pacto de agresión polaco-alemán, donde la voluntad perversa del occidente colectivo, en alianza con la rencorosa vendetta de Polonia, encontrará un destino mortal. Y eso es precisamente lo que vemos hoy, donde el fantasioso juego de mesa Risk de Washington debe afrontar la dura realidad de que el reinado hegemónico global de Beltway no puede continuar.



Claro está que, cada vez que examinamos la ideología, debemos considerar su pureza, y la verdadera ideología neoconservadora del maquiavélico dominio y destrucción global se originó con los dogmáticos ideólogos de Washington, que han perseguido tales objetivos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Es un diseño ideológico que se remonta a Dean Acheson, Allen Dulles, James Jesus y sus secuaces desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Hasta tal punto, que los Neocons del Estado de la Guerra, desde Dean Acheson hasta Jake Sullivan, han estado en el lado equivocado de la historia durante casi ocho décadas.


Entonces, ¿cuánto tiempo puede una hegemonía global estar en el lado equivocado de la historia? En teoría, sólo mientras el resto del mundo esté dispuesto a tolerar los estados fallidos que tal potencia hegemónica engendra y que se le permite engendrar. Porque, en el occidente colectivo, la idea moderna de conquista global  no tiene nada que ver con capturar territorio y administrarlo; el objetivo ideológico de los neocons es crear estados fallidos.


De ninguna manera Washington desea conquistar y absorber territorio que debe administrar, como lo hicieron los imperios de antaño. Verdaderamente, el Imperio de los neocons, tal como lo concibieron los burócratas anónimos de Beltway y los agentes del Estado Profundo, es un imperio de Estados fallidos, donde los ex Estados Unidos pueden cosechar los recursos y la producción del territorio por sí mismos, sin estar gravados por la administración y la responsabilidad gubernamental del territorio. https://www.middleeastmonitor.com/20221213-syria-regime-again-accuses-us-of-stealing-its-oil/

Vemos ese modus operandi del estado fallido de EEUU en Vietnam, Líbano, Irak, Siria, Libia, Afganistán etc, y por supuesto… en Ucrania.


Lentamente, el resto del mundo va comprendiendo el corrosivo cáncer que representa el "orden basado en reglas" de los EEUU... cuando esas "reglas" son conjuradas nada menos que por Antony Blinken o quienquiera que la plutocracia de Washington designe como cabeza parlante para promulgar los dogmáticos edictos y arbitrarios cambios de régimen dictados por el Estado-corporativo, ya sea en Siria, Venezuela, Kazajistán, Bielorrusia, Myanmar… o Rusia.


El quid de la cuestión... ¿cómo terminará finalmente este desorden estadounidense basado en reglas? Lo más probable es que el Imperio del Mal termine no con la muerte del dólar estadounidense, sino con su derrota... derrota y marginación del dólar estadounidense como moneda hegemónica mundial. A menudo se teoriza sobre la marginación y el rechazo del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial, pero de hecho, el dólar estadounidense debe ser seria y realmente marginado como moneda de reserva mundial para sacar por la fuerza a los neocons del Estado de la Guerra de Washington y del nefasto privilegio de poder para hacer daño en todo el mundo.


Lentamente, el resto del mundo, fuera del Colectivo Occidental, se está haciendo a la idea de que debe reducir, de manera efectiva y pragmática, el uso y dependencia del dólar estadounidense, antes de que el poder de los neocons para crear estados fallidos pueda terminar de manera real y por la fuerza. ¿Y cuál será el resultado?


Cuando King Dollar sea relegado de la banca, los ex Estados Unidos ya no podrán emprender sus guerras y oportunistas provocaciones en interés propio, ya no podrán continuar con su agenda propiciatoria de estados fallidos. Incluso las sanciones económicas del Tesoro de los EE UU y la UE no le importarán ya al adversario, tal como lo estamos viendo con Rusia e Irán, sobreviviendo y prosperando a pesar de las sanciones impuestas hoy por el Tesoro de los EEUU.


En pocas palabras, en ese momento futuro, cuando el dólar estadounidense sea relegado y marginado como moneda de reserva mundial, los ex EEUU serán relegados a una periclitada potencia, al igual que Gran Bretaña, Roma y otros imperios finalmente fracasados. EEUU será desafiado por el pacto suscrito entre China, Rusia y los BRICS, con el dólar estadounidense representando quizás el 50% del comercio mundial de divisas, o menos, seguro que ese día está llegando.


Y cuando ese día se cumpla, es decir, el día que EEUU no tenga más poder geopolítico que, digamos, Turquía, India o China, entonces el maléfico legado neocon será anulado finalmente y para siempre.




El régimen de Zelensky recluta húngaros por la fuerza en Transcarpacia — Kurt Nimmo

 


Kolozeg.Org - 26/01/2023

   Traducción del inglés: Arrezafe


El régimen de Zelenskyy está desesperado. Según informes, está perdiendo más de 300 soldados al día en el este de Ucrania. El último esfuerzo del condenado régimen de arrojar hombres y material de guerra extranjero al lento y abrumador avance ruso en Donbas se derrumbará por completo.


El régimen de Kiev está ahora ocupado secuestrando posibles parapetos de balas en el óblast de Zakarpattia (Rutenia), situado en las montañas de los Cárpatos, en el suroeste de Ucrania, entre Eslovaquia, Hungría y Rumania.


"Debido a las grandes pérdidas, que superan todas las previas, se utilizan métodos radicales para reponer el número [de tropas]. Según fuentes locales, las autoridades ucranianas planean llamar a 10.000 personas de Transcarpacia para la primavera", manifestaron periodistas húngaros a EuroWeekly.


Al parecer, el régimen de Zelenskyy ha tomado como modelo de reclutamiento forzoso una página de la Marina Real Británica de la época de la navegación a vela, cuando los británicos empleaban bandas para secuestrar tripulantes para sus barcos, tanto en tiempos de paz como durante la guerra. La negativa a enrolarse suponía un viaje de ida a la horca.


"Casi todos los asentamientos en Transcarpatia han sido durante varios días sometidos a reclutamiento forzoso. En la zona de la ciudad de Berehove, en Nagysholes, el domingo se rodeó el mercado, llevándose a 70 personas del lugar”, continúa la publicación.


Según indican fuentes mediáticas de Budapest, este reclutamiento forzoso del ejército ucraniano “podría ser calificado como secuestro. Además, la persecución y confiscación de bienes del resto de los húngaros ha alcanzado un nivel de crueldad sin precedentes en Transcarpacia".


"Recientemente, madres campesinas provenientes de aldeas de Transcarptia, pobladas principalmente por húngaros, organizaron protestas en apoyo de sus hijos reclutados por el ejército ucraniano”, según señaló Denis Pilas, activista de Transcarpacia, al HuffPost tras el golpe de estado de Maidan en 2014. “En medio de la guerra contra los separatistas rusos en el este, muchos jóvenes no querían ser reclutados... Los húngaros ven la televisión húngara y leen los periódicos húngaros. Están poco integrados en la sociedad ucraniana y, en general, no han sido muy pro-ucranianos".


El reclutamiento forzoso de personas de etnia húngara en Transcarpacia tiene un aspecto político. Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, es un crítico de la guerra en Ucrania.





En respuesta, los ultranacionalistas ucranianos han añadido a Orbán a la lista de amenazados de muerte de Mirotvorets. Ahora están preparados para vengarse del transcarpato medio de etnia húngara, secuestrándolo y arrojándolo a la picadora de carne rusa.


"Existe una especie de política intencionada que, además de limitar los derechos de todas las minorías, intenta retratar a la minoría húngara como enemigo ante la opinión pública ucraniana", según manifestó Laszlo Brenzovics, único húngaro étnico en el parlamento ucraniano, a Associated Press en 2018.


Los ultranacionalistas de Ucrania creen que todas las minorías étnicas (rumanos, bielorrusos, tártaros de Crimea, búlgaros, húngaros, polacos, judíos y armenios) son untermenschen que deben ser limpiados étnicamente.


"La situación actual no puede ser peor", escribió Tárnok Balázs en 2021, antes del Operación Militar Especial (OME) de Rusia.


"Al violar los derechos de las minorías, Ucrania está alejando a sus aliados de la OTAN más próximos en la región, justo cuando más los necesita. Ucrania se está equivocando: en lugar de negociar una asociación más estrecha con sus aliados, Kiev está llevando a cabo políticas discriminatorias contra sus propios ciudadanos de minorías étnicas leales y, por lo tanto, logra favorecer a Rusia al suscitar la crispación, organizar provocaciones y dividir a los ucranianos según su procedencia étnica".


Sin embargo, el gobierno de los Estados Unidos y sus medios corporativos de propaganda de guerra ignoran (ahora) el maltrato ejercido por Ucrania a las minorías.


El Gobierno de EEUU, Reino Unido y los europeos no están preocupados por la persecución y la limpieza étnica de las minorías por parte de los nazis-ultranacionalistas. El Gobierno de Estados Unidos está única y obsesivamente preocupado por asegurarse de que su imperio en ruinas y su devaluado dólar fiduciario sigan siendo los reyes en un mundo unipolar. Todo lo demás, incluido el bienestar del pueblo estadounidense, ocupa un distante lugar.


Si resistir a Rusia requiere el crimen de secuestrar húngaros por nazis-ultranacionalistas en Transcarpatia y enviarlos a morir en la "caldera" militar rusa, ese es el precio que el Gobierno de los Estados Unidos cree que los inocentes deben pagar en aras de su inútil y criminal esfuerzo por seguir siendo el líder encaramado sobre una montaña de cadáveres en descomposición.