20 diciembre, 2014

Yo también estoy hasta las bombonas!



Daniel Pérez Berlanga

14 comentarios:

  1. y de segundo apelllido.... Berlanga.

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  2. La chapuza nacional, esto solo servirá de escusa para blindar AUN MÁS al estado y sus altos funcionarios, y para restringir AUN MÁS las poca (ilusión de) libertad que existe.

    Salud! (y profesionalidad)

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    1. Está obscenamente demostrado que no necesitan excusas para hacer lo que les da la gana.
      Chapuza, sí, pero está claro que su acción (por fortuna sin víctimas) simboliza de algún modo el cabreo colectivo. De momento hay más chistes en las redes que condenas. Para peligroso profesional el ministro del interior (virgen incluida).

      Salud!

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  3. ¿Las reparaciones, las harán en B?

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  4. Hay quien se quita la vida cuando la desesperación llega. Y hay quien se empotra contra la sede del PP. Ninguna de las dos opciones son válidas, ambas son lamentables, pero muestran la realidad de la situación de nuestro país.
    Un besote.

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    1. Hay que ir a las causas y a por los causantes de tanta desesperación, que está claro cuales y quienes son.

      Salud!

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  5. tal vez tenía medios precarios o no mucho conocimiento de explosivos, pero era un hombre solo, contra la infamia que dio un puñetazo en la mesa y defendió su canto y arriesgó y no tuvo miedo y se levantó y perpetró un acto, aunque fallido, pero era un hombre solo contra toda esa mierda, si todos hiciéramos eso contra lo que nos avergüenza y nos indigna, otro gallo nos cantaba!

    brindo por él y por ti Loam!

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    1. Cada cual grita y actúa (quienes se atreven a hacerlo) con la voz y los medios que posee.
      Hay mucho miedo a decir en voz alta lo que se piensa, pero estoy seguro de que somos muchos/as los nos identificamos con la acción desesperada de Daniel. Mejor para él será que los jueces le consideren loco y no terrorista, pero para mí no es ni una cosa ni la otra, sino alguien que ha sido capaz de llegar a las puertas de la madriguera fascista y derribar sus puertas. No hay que olvidar, además, que Daniel habría muerto de haber funcionado su dispositivo, lo cual demuestra que aún hay gente para la que peor que morir es vivir de rodillas.

      Yo también brindo contigo por David. Salud!

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  6. Por desgracia para Daniel su sentimiento de venganza se basa en que el Estado, alguien, le debe algo. El quería mantener su estatus previo, si era empresario tal vez quería el poner las reglas y ser el opresor en su empresa fallida. Tal vez solo medrar.
    Se cerró en su miseria sin poder encontrar otra escapatoria a su situación vital que no fuera de una manera violenta. En vez de cambiar su ideología y actitud acorde a su vivencia prefirió la violencia vacía y un gesto iracundo propio de esta abominable sociedad, que como bien se menciona no hace otra cosa que afianzar las posiciones de quienes quería atacar.
    Ahora no solo ha arruinado de verdad su vida sino que ha jodido la de su familia.
    Si de algo sirve el ejemplo de Daniel es de que toda esa energía canalizada para hacer daños a un enemigo en el plano físico podía haber sido utilizada para crear una resistencia real, organizarse, y joder de verdad a los culpables de la situación. Ya hay gente que lo hace. Pobre Daniel.
    Salud!

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    1. Cierto. Estoy de acuerdo con cuanto expones. Pero la acción de Daniel refleja de algún modo la desesperación y el hartazgo colectivo.

      Salud!

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    2. Pablo Heraklio. Entiendo la urgencia de la conciencia política y eso implica una conciencia plural. Pero pones en boca de Daniel cosas que sólo él podría decir. Los medios de desinformación tampoco sacarán a la luz, demasiado. Cuántas historias mueren en las paredes. Cuántos fuegos que se queda el olvido. O son manipulados. Tal vez Daniel no tenía una fecunda conciencia política y sí la tenía, en su defensa, la negará. Pero insisto, era un hombre solo que usó los medios que tenía y arriesgó y cruzó esa línea de lo cívico que nos mantiene a todos en ésta mierda y fue en busca de gigantes y sacó sus cartuchos. Creo que en ésta mierda de país, nadie puede juzgarle.
      estoy de acuerdo en que lo que nos urje es esa resistencia real y organizada y joder de verdad a esos culpables.... e imagino que si en todos esos grupos políticos ya organizados, hubiera resoluciones a bocajarro tipo Daniel, más la autorganización, cultura, canto, eficacia, estrategia y no miedo y solidaridad y causa, otro rollo sería.
      Simpatizo intimamente con él, por su fuego de loco. Y que el cielo nos libre de cordura! Salud!

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    3. El problema no es Daniel -que no es un terrorista, ni un violador, ni un mangante de guante blanco, ni un señorito adicto a las alfombras y los sobres b-, el problema se halla en la madriguera fascista que Daniel ha intentado volar. ¿Pobre Daniel? No, pobre de nosotros que, ni individual ni colectivamente hemos logrado expulsar a los fascistas de nuestra "democrática" comunidad.

      Salud!

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