17 mayo, 2015

A falta de propuestas alternativas, una inmediata y personal.

fragmento final de LA FARSA POLÍTICA ESPAÑOLA Y SU CIRCO ELECTORAL


Seguramente, en medio del momento preelectoral y tan falsamente presentado como crítico, a muchos de ustedes les asalte la “urgencia” del “sí, lo que usted quiera contarme pero ¿qué haría ante las próximas elecciones municipales y autonómicas?

ABSTENERME. Esa es mi respuesta. No el voto en blanco, ni nulo, que es la eterna cantinela de los que sólo censuran el sistema electoral, a lo sumo el régimen de partidos, pero balan como borregos ante el sistema económico que sustenta el cretinismo parlamentario, la democracia burguesa y, como mínimo, el circo electoral que nos ofrece como farsa el capital para entretenernos.

A lo largo de mi vida me he abstenido algunas veces más de las que he votado. El derecho al voto no puede convertirse en una obligación que tape la boca y la razón de protesta del abstencionista. Ese es el discurso de los lacayos con alma de súbditos antes que de sujetos soberanos cuya decisión de votar o no no puede depender sólo del forceps prediseñado sino también del sujeto y sus circunstancias. Someterse a ese tipo de chantajes es ruin. Nuestra palabra, la de todos, es parte del carácter inteligente y autónomo del ser humano y condicionarla a meter o no una papeleta en una urna es un discurso propio del poder y de sus siervos.

Si la democracia se limita a votar cada cuatro años a unos partidos, algún referéndum y a hacer uso de la participación digital, controlada por quien determina cuál es la pregunta, y manipula incluso el resultado final, es una vulgar patraña.

Ejercer la democracia es opinar todos los días, no ser multado ni encarcelado por hacerlo, desafiar ese riesgo, decidir mucho más allá de lo meramente institucional, plantearse no hacerlo, ser respetado sin críticas absolutistas se vote o no, comprometerse o no en otros muchos ámbitos que el de acudir a las urnas, opinar, y, sobre todo, ejercer la libertad de ser más allá de votar o no en unas elecciones. El resto es plebiscitar un sistema determinado de control social y político.

Y ahora voy a explicar porqué me voy a abstener en esta ocasión.

¿Recuerdan ustedes lo que decía la reforma del artículo 135 de la Constitución, que nos endosó el ex Presidente Zapatero, ese que tanto le gusta al señor Iglesias? Se lo voy a recordar yo
1. Todas las Administraciones Públicas adecuarán sus actuaciones al principio de estabilidad presupuestaria. 
2. El Estado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos, en su caso, por la Unión Europea para sus Estados Miembros.
Una Ley Orgánica fijará el déficit estructural máximo permitido al Estado y a las Comunidades Autónomas, en relación con su producto interior bruto. Las Entidades Locales deberán presentar equilibrio presupuestario. 
La actual situación económica y financiera no ha hecho sino reforzar la conveniencia de llevar el principio de referencia a nuestra Constitución. 
3. El Estado y las Comunidades Autónomas habrán de estar autorizados por Ley para emitir deuda pública o contraer crédito. 
Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta. Estos créditos no podrán ser objeto de enmienda o modificación, mientras se ajusten a las condiciones de la Ley de emisión.
El volumen de deuda pública del conjunto de las Administraciones Públicas en relación al producto interior bruto del Estado no podrá superar el valor de referencia establecido en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
4. Los límites de déficit estructural y de volumen de deuda pública sólo podrán superarse en caso de catástrofes naturales, recesión económica o situaciones de emergencia extraordinaria que escapen al control del Estado y perjudiquen considerablemente la situación financiera o la sostenibilidad económica o social del Estado, apreciadas por la mayoría absoluta de los miembros del Congreso de los Diputados.
5. Una Ley Orgánica desarrollará los principios a que se refiere este artículo, así como la participación, en los procedimientos respectivos, de los órganos de coordinación institucional entre las Administraciones Públicas en materia de política fiscal y financiera. En todo caso, regulará:
a) La distribución de los límites de déficit y de deuda entre las distintas Administraciones Públicas, los supuestos excepcionales de superación de los mismos y la forma y plazo de corrección de las desviaciones que sobre uno y otro pudieran producirse. b) La metodología y el procedimiento para el cálculo del déficit estructural. c) La responsabilidad de cada Administración Pública en caso de incumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria. 
6. Las Comunidades Autónomas, de acuerdo con sus respectivos Estatutos y dentro de los límites a que se refiere este artículo, adoptarán las disposiciones que procedan para la aplicación efectiva del principio de estabilidad en sus normas y decisiones presupuestarias.
Esto para quienes intenten colar el camelo de alguna syrizada o “rescate ciudadano”. Cuiden sus traseros, si su “ilusión” consigue sustituir la sodomización que el PP ejerce por otra pseudoprogre.

Bueno, pero como vamos a ganar las elecciones en noviembre, derogaremos ese artículo. La estupidez humana carece de límites, como el universo, como bien dijo Einstein.

En primer lugar para reformar la Constitución, aunque sea en un solo artículo, se requiere de 3/5 partes del Congreso o, lo que es lo mismo, de al menos 210 diputados. En el caso del Senado, son necesarios al menos 159 senadores. ¿De verdad creen ustedes que la composición futura de las dos cámaras facilitará la obtención de esas cifras? ¿En qué país creen que viven? Pero incluso si existiera numéricamente esa cifra que lo hiciera posible, creen ustedes que los partidos encargados de llevar a cabo tal derogación la aplicarían? Saben ustedes que ni Podemos, ni el PSOE, ni tampoco IU se han comprometido hasta hoy en abolir la LOEPFS (Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Fiananciera)? Les sugiero que lean el contenido de esta ley que les he puesto en el enlace y se empapen en ella porque es la que desarrolla el reformado artículo 135 de la Constitución -con el voto de PSOE y PP- del que antes les he hablado. 

Por otro lado, si en alguna esfera es especialmente notoria la pérdida de soberanía nacional de los países de la UE es en la económica. La Comisión Europea y el BCE definen los marcos y límites del juego económico en cada país. Ellos, junto con el FMI, determinan las políticas anticrisis y de austeridad que los países aplican con un margen de maniobra prácticamente inexistente en tanto que se pertenezca a la UE y el euro y se admitan las reglas del “juego democrático-burgués”. Y si no que se lo pregunten a Syriza, sus políticas de privatizaciones, sus más que “pobres” medidas antiausteridad, su amnistía fiscal a los grandes defraudores y la propuesta de Varoufakis de crear un “banco malo” para absorber los activos tóxicos. ¿Les son familiares las dos últimas medidas?

Cuando las soluciones, siquiera coyunturales, son aplicadas lo mismo desde la derecha más reaccionaria que desde la pretendida izquierda, es que la segunda no se comporta como tal. El sacrificio del hamletiano Varoufakis, que dudaba entre aprovechar el momento para poner en jaque al capitalismo europeo o ayudarle a salir de su crisis, destituido de su papel de interlocutor en las reuniones con los acreedores del FMI y de la UE, rol que ahora asume el propio Tsipras, deja claro cuáles son los límites de acción para las opciones reformistas en los países mediterráneos; en realidad de cualquier país que no sea la propia Alemania. Si alguien cree que cambiando de marca en los gobiernos va a cambiar la orientación de sus políticas económicas demuestra palmariamente que ilusión viene de iluso...o de cínico.

Participar hoy en el simulacro político que representa el juego electoral es simple y llanamente complicidad. Me preocupa especialmente cuando ésta la ejercen las víctimas de la crisis capitalista, aunque entiendo la necesidad psicológica de creer en una salida al dolor de sus vidas cotidianas. Pero no deja de ser un asunto de fe y una mentira, dos conceptos que con harta frecuencia suelen ir juntos porque la fe no es otra cosa que una esperanza, sin datos objetivos reales en que asentarse, en que las cosas serán diferentes a como son en realidad. Si hay una salida a la opresión de clase, la explotación y la pobreza hoy que los parlamentos han perdido cualquier posibilidad mínima de ser mecanismos de transformación social, si es que alguna vez hubo una por pequeña que ésta fuera, no pasa ya por la acción política legal y respetuosa de las reglas del juego.

Una parte de ustedes dirán que mi comportamiento electoral no ofrece alternativas. ¿Acaso esperan ustedes que las propuestas emerjan desde lo individual cuando lo colectivo no las ofrece? ¿Niega eso la legitimidad de la crítica o la posibilidad de que el diagnóstico sea certero? También me reprocharán que con mi abstención favorezco la continuación del PP en el Gobierno. ¿Prefieren ustedes una des-”ilusión”, mayor que la del segundo gobierno Zapatero, con un gobierno “antiausteridad” que continúe con la misma, por mor del poder del capital y de la UE, y que, tras su descrédito, abra el camino a una opción abiertamente fascista como depositaria de una rabia incrementada y, desde hace mucho tiempo, desviada hacia donde no se cuestione el capitalismo? Yo por mi parte no voy a ser cómplice de esta pantomima electoral y mucho menos del descrédito al que las opciones antiausteridad van a someter a la idea de izquierda a partir de las banderillas, los rejonazos, el estoque y el descabello a lo PP a la clase trabajadora. Lo mismo el "quedar para septiembre" les ayuda a reflexionar sobre para qué sirve tanta moderación y viaje al centro.

No, no soy ningún purista del todo o nada, cómodamente instalado en ningún sillón, sino alguien hastiado de que cuando “la indignación” ha tomado forma política haya acabado convertida en permanente carrousel de rebajas oportunistas para alcanzar el gobierno. Para ese viaje no hacen falta tantos disfraces. Algunos ya conocimos eso en la transición política. Sólo que entre ese momento y el actual hay una enorme diferencia. La clase trabajadora no había sufrido entonces tal nivel de agresión ni de lejos. Pues bien, cuando el capitalismo ha vuelto a niveles de agresión contra los asalariados que recuerdan los tiempos dickensianos, lo que nos ofrecen como alternativa los llamados progresistas o antiausteridad es un eterno viaje al centro.

Pero hombre, ¿se va usted a abstener ahora cuando en las pasadas elecciones europeas de hace un año pidió el voto para IU? SÍ y por muchas razones.

No voy a dar mi voto a Podemos ni al PSOE a través de una IU que acepta converger con una única condición: hacerlo con sus siglas.

La reacción de la dirección de IU frente a su intento de fagocitación por Podemos se ha limitado al mencionado intento de salvar las siglas. El Manifiesto “la militancia con Cayo” (Lara) es una penosa muestra de claudicación e indefinición ideológicas y cobardía políticas, bajo la aparente contundencia de la nada: esconderse tras un coordinador general cuya reacción antiPodemos ha sido tímida, sin duda por estar en minoría dentro del Comité Federal de una IU saboteada, entre otros, por una dirección del PCE entregada a la supervivencia profesional de su cúpula transmigrando a Podemos.

Si dicho Manifiesto hubiera querido ser realmente una oportunidad frente al giro derechizado, ciudadanista y desnaturalizado que ha significado su entrega a los Ganemos y Ahoras varios y a candidatos como Luis García Montero, que propone pactos postelectorales con Podemos y el PSOE, habría planteado la urgencia de una Conferencia extraordinaria de IU que diese lugar a una reorientación política, un giro a la izquierda y hacia la clase trabajadora, la necesidad de plantear una ruptura con sus sectores más entreguistas a esa pandilla de aventureros y de sepultureros de las ideas de izquierda llamada Podemos y otros ciudadanismos desclasados. Todo ello junto con una definición clara de cuál es su política de alianzas, con quienes y en qué se basa.

No voy a votar a una IU que mantiene en su dirección a sujetos como Manuel Monereo, un auténtico caballo de Troya al servicio de Podemos.

No voy a votar a una IU que va con Podemos en 4 capitales de provincia, que se disuelve en confluencias ciudadanistas con podemitas o sin ellos y que para el Ayuntamiento de Madrid desconozco si apoya una o dos candidaturas (Raquel López-IUCM o Ahora Madrid,) según qué instancias y dirigentes de IU se pronuncien al respecto. 

No voy a votar a una IU que tiene por candidato a Presidente de Gobierno a un pinchaúvas (Alberto Garzón), profesional de la política del estilo de los fabricados en serie por el marketing político (joven, modernillo, neutro, "prudente", como le gusta decir a las señoras de derechas,...) que sigue empeñado en converger y entenderse con los podemitas a toda costa. No intenten darme lecciones aclaratorias o se las devolveré yo ciento por uno.

IU es una opción socialdemócrata. No considero el término socialdemócrata como un insulto que arrojar a nadie, aunque creo que ya no hay espacio para la socialdemocracia porque el Estado capitalista carece de herramientas de intervención económicas.

Dicho esto, siempre que he votado a IU ha sido contra el PSOE porque éste último es la entrega más indecente de la clase trabajadora al capital. Cuando no lo he hecho, me he abstenido o he votado una candidatura comunista.

Esta vez no votaré tampoco a una organización comunista. Serán pocas las que se presenten a estas elecciones del 24-M y, por otro lado, creo que son muy conscientes la mayoría de ellas de la camisa de fuerza que representa el sistema electoral en el camino hacia una ruptura con el capitalismo.

Habría apoyado esta opción si los grupos comunistas hubiesen querido avanzar hacia una unidad orgánica, a partir de un debate ideológico útil y leal, sin trampas fundamentalistas que impidiesen el encuentro, y en base a una voluntad de construcción.

No es cosa de un día lograr dicha unidad pero han dispuesto de 8 años desde el inicio de la crisis capitalista para avanzar en esta dirección. El resultado de no hacerlo ha sido el de que hoy la mayoría de esas organizaciones son mucho más minúsculas, sufren una creciente perplejidad ante una realidad que hace mucho no comprenden, más allá de un diagnóstico más o menos correcto de la parte económica de la crisis capitalista, y un doctrinarismo y dogmatismos de museo que no puedo compartir. El marxismo no es eso y el horizonte comunista, si no reverdece, se irá alejando más y más, justo cuando es más necesario.

Por eso y por mucho más, el 24-M me iré a hacer senderismo, si no me rompo antes una pierna.

10 comentarios:

  1. Me ha interesado y el diagnóstico me parcee en general acertado, aunque no coincida en algunas apreciaciones.
    Sin embargo, mi respuesta a este "atasco político" pasa por, en primer lugar, intentar desalojar al Partido Popular de los gobiernos para poder frenar el ritimo de saqueo y parar la prescipción de los graves delitos que están cometiendo. Cosa que resulta más factible si se tiene acceso al boletín oficial y a los cajones de los contratos.
    Por esa razones, en lugar de hacer senderismo, acudiré al colegio electoral contento de que, aunque con forceps, se haya podido articular (y quizá llegue a gobernar) una candidatura de gente decente y unitaria y avinagrado por tener que votar a otra de oportunistas y "aprovechateguis" que lamentablemente, por una mera cuestión matemática, pudieran ser la "clave" del arco de cambio de gobierno.
    Saludos.

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    1. Bienvenido, PGG, y gracias por tu comentario.
      Como señala el autor, a mi juicio acertadamente:
      "Si hay una salida a la opresión de clase, la explotación y la pobreza hoy que los parlamentos han perdido cualquier posibilidad mínima de ser mecanismos de transformación social, si es que alguna vez hubo una por pequeña que ésta fuera, no pasa ya por la acción política legal y respetuosa de las reglas del juego".
      Reglas de tal manera establecidas que, como ha quedado sobradamente demostrado, hacen prácticamente imposible ni tan siquiera cumplir mínimamente los preceptos básicos de la Constitución. En este punto he de remitirme de nuevo al artículo de "Marat":
      "Olvidan que el auténtico poder, el económico, no se presenta a las elecciones, que no se le tuerce el brazo ni se le condiciona desde las administraciones y que si se tiene alguna posibilidad de tocar gobierno es porque se ha pactado previamente con aquél los límites de la política "alternativa". Mismos o muy parecidos perros con collares menos diferentes de lo que a simple vista parece".

      Por todo ello, yo me abstendré de votar el 24-M y de legitimar mediante el voto una farsa que viene, nunca mejor dicho, representándose desde la mal llamada Transición.

      Salud!

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  2. Yo solo voté una vez en mi vida y por aquello de "probarlo todo", desde entonces me convencí de la inutilidad que representa y el engaño a que nos someten, lo que me sorprende es que parece que pertenezco a una minoría, porque si es verdad que hay mucha gente que no vota, casi todos lo hacen por pereza o desencanto, no por convencimiento, ni tras haberlo meditado.
    En fin, que espero que cada vez la abstención consciente y militante se imponga en mayor número y que terminemos por ser mayoría.

    Salud!

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    1. Como dice Agustín García Calvo en una entrevista publicada en este blog (Decir NO a lo que se nos manda): "Los demócratas quieren hacerte creer que una Mayoría suficiente es lo mismo que Todos, pero no es verdad, eso son matemáticas para el engaño".

      Salud!

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  3. Si estás en contra de las "democracias" liberales, del sistema genocida en el que vivimos lo normal es no participar en él, ser consecuente y abstenerse. No ser cómplice mediante el voto del circo imperante, de la plutocracia gobernante...
    Salud!

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    1. Allá quienes quieran elegir a su amo explotador, sus votos lubrican el látigo.

      Salud!

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  4. http://blocfpr.blogspot.com.es/2015/05/democrazia.html

    ¿que sabes de esto? no consigo encontrar la causa por la que están condenados, ni entiendo la violencia de la detención - gràcias

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    1. Resumiendo, están acusados de pertenecer a ETA. Desde que ETA cesó su actividad el gobierno está descolocado, sin un enemigo que echarse a sus policiales fauces acusa al primero que se cruce en su totalitario camino. Como bien dijo Max Stirner: «La violencia, cuando está administrada por el Estado se llama Derecho, y cuando está administrada por el individuo se llama delito.»

      Salud!

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  5. A medio post ya me había convencido.
    La verdadera democracia sucede cuando el pueblo se organiza y decide.
    Abstención activa, consciente y guerrera! Organización y Alegría, que si no no tiene sentido!
    Campaña pro-quema de urnas, para joder la tortilla a alguno!
    Salud!

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    1. Te sugiero leas el escrito completo, no tiene desperdicio. Marat se expresa con una claridad desgraciadamente poco usual.

      Salud!

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