07 mayo, 2016

Cuando policías, periodistas y nazis colaboran para echar a nuestros vecinos dominicanos.


Es día 18 de marzo y paseamos por las calles del distrito de Tetuán conocidas popularmente como Pequeño Caribe (Topete, Almansa, Carnicer…). Una pareja de la Policía Nacional apostada en la calle, ‒mirada altiva, gorra sobre los ojos, manos a la espalda‒, comenta “anda, mira, nos trae a una vieja”. Un compañero suyo viene andando junto a una señora dominicana de unos sesenta años cargada con la bolsa de la compra. Finalmente, la mujer pasa de largo: el policía no la llevaba retenida pero podría haberlo hecho, no era algo que extrañara. Las calles de Bellas Vistas están tomadas policialmente, hay agentes por todos lados haciendo controles. A nosotros no nos paran, no tenemos pinta de dominicanos.

Unos días antes, nos comentaban, la policía estaba apostada con fusiles junto a la Plaza del Poeta Leopoldo de Luis, lugar de encuentro de la comunidad dominicana. Donde juegan los niños. Esta situación de estado de sitio sostenido en Bellas Vistas y otros barrios del distrito de Tetuán se viene produciendo desde que el pasado 6 de marzo se produjo un gran altercado entre policías y vecinos de origen dominicano en la confluencia de las calles Jerónima Llorente y Oudrid.


Según la versión policial, el altercado se produjo cuando un joven rompió un vaso en la cabeza de un policía de paisano sin mediar palabra, después de que éste le inquiriera que se apartara de su coche, sobre el que estaba apoyado. El policía, que había estado cenando con varios compañeros fuera de servicio, los llamó, y a su vez empezaron a llegar muchas más personas, montándose una gran reyerta. Resultado: una gran actuación policial con cinco detenidos (cuatro de ellos ya en libertad con cargos), y numerosos policías “heridos de diversa consideración”. A pesar de que el relato sonaba a bronca nocturna entre grupos, nadie la puso en duda.

Los hechos coincidieron esos días con un homicidio en las cercanías de la Puerta del Sol y un tiroteo en Villaverde, dando lugar una gran alarma social, convenientemente alimentada por los medios de comunicación. El foco mediático se ilumina coincidiendo con el enfrentamiento de la policía municipal de la ciudad con el Ayuntamiento por la eliminación del cuerpo de antidisturbios.

Redadas racistas por todos lados, redadas racistas como arma

En Madrid hay unas 60.000 personas que pertenecen a la comunidad dominicana (bien sea ésta su nacionalidad, el origen de sus padres o estén ya nacionalizados españoles). Los barrios de Bellas Vistas y Cuatro Caminos (en Tetuán) estuvieron entre los primeros lugares en acoger la inmigración dominicana, por lo que muchos de sus miembros, de entre los miles que aún viven en el barrio pese a la contracción de la población migrante durante la crisis, son tan españoles como alguien nacido en el más castizo de los barrios de Madrid.

Según fuentes policiales, sólo hay en Madrid unos 300 jóvenes pertenecientes a las llamadas “bandas latinas”, incluidos ñetas, trinitarios, DDP o latin kings. A pesar de ello, todos los medios de comunicación repiten machaconamente que Tetuán es “el epicentro” de no se sabe bien qué torbellino de violencia entre bandas.

La propia policía ha declarado, a través de los medios de comunicación, que el método que se ha decidido usar para acorralar a las bandas consiste en controles rutinarios para verificar si los “controlados” vulneran la Ley de Extranjería. Traducimos: redadas racistas, que discriminan por el color de la piel.

Tenemos, pues, la fotografía de un distrito en el que viven miles de personas de origen dominicano, (de diferentes edades y perfiles), en el que, aparcando las matemáticas y la presunción de inocencia, se realizan redadas indiscriminadas, indisimuladamente racistas.


No es difícil imaginar a muchos vecinos sin papeles escondidos en sus casas las 24 h. del día. Es sencillo comprender por qué durante los últimos días los ánimos de muchos vecinos latinos han estado irritados –lo que facilita descontextualizar aspavientos de cara a apuntalar el discurso criminalizador–, y a nadie extraña que determinadas calles de Tetuán hayan estado un poco más desiertas de lo habitual durante los últimos días.

La comunidad dominicana más oficial ha protestado por el acoso sufrido tras una reunión llevada a cabo el día 16 de marzo en el Centro Hispano-Dominicano (CEPI) de Tetuán, en el que participaron la Embajada, el Consulado y distintos agentes de la comunidad.


Dejando “limpio” Bellas Vistas y Tetuán

Hace ya un par de décadas que llegaron al barrio los primeros vecinos dominicanos. En realidad, los barrios de Cuatro Caminos y, sobre todo, Bellas Vistas se estaban vaciando. La población estaba muy envejecida y muchos pisos habían quedado vacíos, por lo que los precios habían bajado. El establecimiento de la comunidad dominicana resultó, pues, revitalizador, tanto por la nueva ocupación de las viejas viviendas obreras como por la vuelta del tejido comercial de proximidad ‒las tiendas de barrio‒ que siempre han caracterizado estas barriadas.

Hoy, al pasear por la calle Almansa, prácticamente en la Glorieta de Cuatro Caminos, uno encuentra negocios con distintos acentos y añadas, pero también un buen número de locales vacíos y solares que sugieren oportunidad de negocio con boca calle a Bravo Murillo, casi en Chamberí.

Entre las calles Almansa y Doctor Santero, como un bocado en el corazón del Pequeño Caribe, una gran cantidad de nuevos pisos crecen en el enorme solar de 9000 metros cuadrados donde estuvieron las cocheras de la EMT. La cooperativa que gestiona la mega promoción se anuncia de la siguiente forma: “a 300 metros de El Corte Ingles de Castellana y de Nuevos Ministerios”. Cualquiera que conozca Madrid sabe que hablan del otro lado del barrio pero...
...pero la Castellana es el gran foco de atracción para el capital en el horizonte de la gentrificación de Tetuán, y precisamente es en la zona ‒en AZCA, donde hay algunos locales de ocio latinos‒ en la que se ha aprovechado “la crisis” para anunciar que se colocarán más de medio centenar de cáma­ras de videovigilancia.

El papel del periodista en el discurso criminalizador

Por poco sorprendente que resulte, no podemos dejar de señalar la aberración informativa que constituye que la prensa traslade como información la versión policial en su literalidad. Sin embargo, aún es peor que repita acríticamente el discurso racista y criminalizador en marcha: hay un problema serio de seguridad en Madrid que afecta especialmente a los barrios populares (Vallecas o Tetuán) y que tiene su origen en las bandas ‒así, en genérico‒ que son identificadas con “los dominicanos” –también así, en genérico‒.

El parloteo de los medios, como muñecos en manos del ventrílocuo policial, es tan delirante que llega a subrayar con voz dramática un fragmento de vídeo en el que se aprecia claramente como la policía entra en un bar en el que decenas de vecinos de distintas edades conversan tranquilamente.

En las contadísimas ocasiones que hemos encontrado la versión de algún vecino implicado en los hechos retratados por la prensa, como no podía ser de otra manera, su relato difiere completamente del ofrecido por telediarios y periódicos. Así sucede con la declaración en El País (14 de marzo) del dueño de un local en el que se hizo una redada:
Entraron con mucha violencia y obligaron a todo el mundo a ponerse en el rincón. Después nos mandaron uno a uno a todos a la calle y, pese al frío que hacía, no nos dejaron ni ponernos las cazadoras. Así estuvimos más de una hora y media. Nos quedamos helados”. 
En esta ocasión resultó detenida una mujer que, según la policía y los medios, agredió sin razón aparente a una policía. Según el hostelero la discusión se produjo porque, tras horas de retención, no la permitían ir al baño.

Resulta curioso constatar cómo sólo una semana antes del apuñalamiento de una persona en Tetuán –convenientemente nacionalizada‒, se había producido otro en el contiguo distrito de Chamberí sin que se aludiera en esta ocasión a ninguna nacionalidad. Tampoco se nombró en los medios la palabra “español” (en realidad no se mencionó palabra alguna sobre el asunto) cuando el pasado 4 de marzo un grupo de nazis apu­ñalaron a dos jóvenes en San Sebastián de los Reyes.

Abundando en el papel de los mass media como correa de transmisión del discurso criminalizador, resulta llamativo que hayan aparecido numerosas noticias que no tienen más contenido que identificaciones rutinarias y pequeñas discusiones ocasionadas en su transcurso. Asuntos que están a la orden del día y que se están fabricando con las propias redadas policiales.

Pero la cumbre de este reparto de funciones entre policía y medios de comunicación la encontramos el pasado 19 de marzo. Como de costumbre estos días, la policía rondaba la discoteca latina Sueños. La escena con la que se encontró un grupo de vecinos y activistas de Tetuán incluía un coche patrulla y una cámara de televisión:
“...vimos una furgoneta de la policía na­cional, un coche patrulla y un par de agentes. Tenían a un chaval empotrado contra un coche mientras una cámara grababa, bajo la lluvia. Nos acercamos a preguntar qué pasaba (práctica normal para evitar estas redadas) y nos dijeron que les dejáramos hacer su trabajo, que estábamos interfiriendo en una operación policial. ¿Trabajo? ¿Tener a un chaval en el capó de un coche y grabarlo para un programa de televisión? Nos identificamos como prensa y advertimos que publicaríamos lo que estábamos viendo. La periodista reconoció que era de la Sexta y nos dijo que como prensa deberíamos entenderla. Al que entendíamos era al chaval.
Lo que estábamos viendo era asqueroso, les tapamos la cámara, nos empujaron, y preguntamos al chico si quería colaborar con este montaje policial y mediático. Contestó que no, que le habían obligado. Nos acercamos a él y le dijimos que viniera con nosotras hacia Bravo Murillo, que saliera de ahí. Sorprendentemente la policía no nos lo impidió, suponemos que por tener las cámaras delante, grabando, o porque ya habían conseguido su toma” (www.tetuancombativo.org).
El papel de los nazis y el papel de los vecinos

El de los fascistas es el de mamporreros de la ideología racista, como siempre fue. El de todos los vecinos de Tetuán debe ser de apoyo solidario, denuncia y acción directa contra las redadas racistas.

Aprovechando ‒¿completando?‒ el run run mediático aparecieron en escena los nazis del Hogar Social Madrid, que tienen una especial fijación por Tetuán desde que el barrio albergara la primera de sus ocupaciones en Madrid durante el verano de 2014. Los nazis del HSM llenaron el barrio de pancartas racistas que inmediatamente fueron tuneadas por un colectivo antifascista del barrio (Algarada Tetuán) con frases del tipo “Fuera racistas de nuestros barrios”. La primera bomba les explotó en las manos.

No tardaron en convocar una manifestación fascista “contra las bandas latinas” para el domingo 20 de marzo, que no obtuvo los permisos de Delegación de Gobierno (aunque parece que quieren llevarla a cabo el próximo 3 de abril). Lo que sí se celebró fue una acción festiva e informativa contra el racismo en la Plaza de las Palomas, nombre informal de la Plaza del Canal de Isabel II, que suele ser escenario de diversas manifestaciones de índole político en Tetuán. Los responsables de la convocatoria, una red por la convivencia que incluye a distintos vecinos y colectivos, empezó a articularse, precisamente, por la presencia de los nazis del HSM en el barrio. La segunda bomba les explotó, pues, en la cara.

A pesar de todo, no son pocos los vecinos que, por desgracia, compran la versión oficial de la “crisis de seguridad” y las mentiras xenófobas de los fascistas del HSM. Distintos tonos del mismo discurso, en realidad, que busca expulsar a nuestros vecinos dominicanos del barrio. Nos toca a todas evitar que así sea.

Tetuán Combativo

Todo por hacer – Publicación anarquista mensual – nº63 – abril 2016

3 comentarios:

  1. Yo... no puedo opinar mucho, porque no he visto en directo todo lo que se narra aquí, pero sí puedo decir, que los mass media solo hacen propaganda y enfrentan a la población ya que de eso se trata, de manejar a las marionetas, pero también he de decir, que esos mismos peces gordos que manejan a las marionetas, pagan muy generosamente a "ONGs" como " Movimiento contra la intolerancia" y otras, que son solo estómagos agradecidos que llevan a cabo su racista plan contra el pueblo europeo llamado eufemísticamente "multiculturalidad". Y es mentira que Tetuán hubiera "envejecido", esa es una de sus más antiguas doctrinas para justificar "su plan"...En fin... que solo somos marionetas...

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    1. Datos de Población:
      Actualizados a febrero de 2016

      La población total del distrito de Tetuán a 1 de febrero de 2016 era de 153.450 habitantes, con una presencia importante de vecinos extranjeros, que supone el 17,04 % de la población del distrito, y entorno a un 26 % los nacidos fuera de España. En líneas generales las necesidades y problemas sociales más destacables son el envejecimiento de la población en situaciones de soledad y problemas de salud, la situación vulnerable de familias (con especial incidencia en las familias inmigrantes), la atención a los menores con problemas de integración social y los vecinos del distrito con problemas económicos asociados a la precariedad de la vivienda y/o la pérdida de empleo. La tasa de desempleo se sitúa en 13,56 (marzo 2015), frente al 13,84 de la ciudad de Madrid, pero es el distrito más afectado por el desempleo dentro de la almendra central y norte de la ciudad de Madrid y con una gran diferencia en la RMPC entre los vecinos del distrito.

      Los menores de 19 años suponen entorno 15 % de la población total del distrito.

      Hay un incremento paulatino de la población mayor en el distrito, lo que evidencia desde el punto de vista sociodemográfico una apreciable tendencia al envejecimiento, con un pequeño incremento de las personas mayores de origen extranjero, pero palpable. Mencionar la mayor presencia de mujeres mayores (63,6 %).
      http://tetuanparticipa.org/guia_recursos/Informaci%C3%B3n%20general%20del%20distrito.htm

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    2. Que sí Loam, que también en mi zona, todas las aldeas están envejecidas, mucho más de lo que lo habrá estado Tetuán eso segurísimo, ¿y? ¿qué quiere decir eso? ¿cuál sería la solución para mi zona? ¿la política de inmigración o las políticas de re-organización poblacional del territorio para que la gente no se hacine en las grandes urbes? Japón es también un país con baja tasa de natalidad y no tiene políticas de inmigración con esa excusa.

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