17 noviembre, 2017

Contra quienes justifican la servidumbre en vez de denunciarla.




Nos reconocemos como proletarios porque esa es nuestra condición concreta dentro de esta sociedad. El concepto “proletario” no se refiere a ninguna ocupación específica en la economía de mercado, sino al modo de existencia de los que no tienen ningún poder de decisión sobre su propia vida, porque están privados de los instrumentos materiales para producirla. Este despojo vital no lo sufren únicamente los obreros de fábrica, sino todos los que deben vender su fuerza de trabajo para subsistir, sin importar cuánto se les pague.

No hay salarios más justos que otros; el salario en sí es la principal forma de esclavitud moderna, de proletarización. Pero no es la única forma. También están despojados de su propia vida los que han sido arrojados a la indigencia, encerrados en prisiones y manicomios, embrutecidos en escuelas y universidades, masacrados en la guerra imperialista, o condenados a sobrevivir en las cloacas del mercado.

Para decirlo de una vez: el proletariado es esa inmensa mayoría de la humanidad que está impedida de vivir porque debe “ganarse la vida” de una forma u otra.

Asumirnos como proletarios no tiene nada que ver con esos ridículos esfuerzos por “construir identidad”. Nadie elige ser proletario. Uno nace proletario como se nace siendo esclavo, o bien es proletarizado por las fuerzas ciegas de la economía; y en ambos casos no hay nada de qué enorgullecerse. Estar proletarizado no es ninguna virtud, no es una condición que nos interese reafirmar ni defender, no nos complace como a los ecologistas, okupas o gays les complace la identidad que tan “libremente” eligieron para presentarse en sociedad. El único motivo de orgullo para los proletarios es luchar contra el mundo de la propiedad y del Estado, contra sus excrementos culturales y psicológicos, y contra todos los que justifican la servidumbre en vez de denunciarla.

Ai ferri corti. Grupo anarco comunista



10 comentarios:

  1. Tan sólo un apunte. Y es que no se a que mete lo de ecologista, okupa o Gay con la complacencia de presentarse en sociedad ... ¿¿ ??.
    Creo que ademas de proletario uno puede ser okupa, hay y un ecologista muy preocupado con la deriva de este jodio mundo.
    Supongo que soy muy simple para advertir que hay alegría en definirse, por ejemplo Gay en sociedad, o reclamar espacios para vivir o hacer sociedad, ...
    Por lo demás chapó por el artículo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo que queremos decir es que no hay que defender "identidades" concretas para oponerse al sistema, y que si lo hacemos nos encasillamos en categorías. Nadie es mejor ni peor, por ser ocupa, ecologista o gay. Damos por sentado de antemano la libertad de ocupar inmuebles abandonados, defender la naturaleza o elegir la manera de amar. Pero por encima de las opciones personales o grupales, lo que todos y todas tenemos en común es nuestra condición de explotados, de proletarios.
      No es el hecho de ocupar una casa, evitar la caza de una ballena o elegir tu propio género lo que ha de procurarnos la "alegría de definirse", sino la lucha común contra todo aquello que cercena y somete nuestras vidas en todos sus ámbitos. La conciencia de ser y de pertenecer, por encima de toda "identidad", a la clase trabajadora, al proletariado tal y como en la publicación se describe.

      Gracias por tu comentario. Salud!

      Eliminar
  2. Es algo que he defendido yo mismo desde siempre, (aunque a veces no lo parezca, jejej). Así que totalmente de acuerdo y con el comentario de respuesta, lo que importa es lo que se hace no lo que decimos que somos o pretendemos representar.

    Salud!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues me alegra mucho que estés de acuerdo, no suele ocurrir a menudo. ;-)

      Salud!

      Eliminar
  3. ante todo, ea, por fin, un articulo claro, conciso, concreto,
    con la venía y solo por añadir un matiz al apunte que venimos arrastrando,
    no olvidemos que la diversificación de las luchas, ayuda a su canalización, suele acabar perdiendo el norte de sus objetivos y acaba beneficiando al sistema, ya que el estado acaba engullendolo y dirigiéndolo para sus intereses,
    dicho de otra forma y con todo mi respeto a todas las luchas sinceras: tires por donde tires has daño, no olvides quien es el amo y como se le puede joder,
    salud y anarquía,
    bidal

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Por fin? Comprendo que no te hayas leído los 700 artículos mostrados en este blog, pero, a mi entender, este no es el único "claro, conciso, concreto". Lo digo, más que nada, por no minusvalorar a los demás autores.

      Efectivamente, la única manera de enfrentarse al sistema es combatiéndolo en todos los frentes, nuestro fin: destruirlo.

      Salud! y comunismo libertario.

      Eliminar
    2. Loam, tal y como te comente en otro anterior escrito mio, no soy "culto, letrado, leído o como quiera expresarlo), dicho de otra forma soy de los que se subía en un bidón en la obra para explicarle a la asamblea porque no había que ir a la huelga de construcción de los pactos de la moncloa, ese obrero al que los comunistas llamaban policía,
      si me quieres entender no me tomes al pie de la letra,
      no quería hacer de menos ni a lo publicado aquí ni a sus autores por supuesto, era una expresión de satisfacción personal que me ha salido de dentro al leer este articulo,
      si no es me sitio me lo dices y lo dejo,
      salud
      bidal pita

      Eliminar
    3. No quiero malentendidos, compañero. Tal vez no he sabido explicarme, pero mi comentario anterior no contenía reproche alguno. Comparto tu expresión de satisfacción, que es la misma que yo experimento cuando leo cosas como estas.

      Aquí, tus comentarios siempre serán bienvenidos y valorados, de eso no te quepa duda. Si mis palabras han dado pie a un malentendido, te pido disculpas, nada más lejos de mi intención.

      Salud, compañero.

      Eliminar
  4. La identidad, en parte, puede ser elegida por el sujeto. O venir impuesta. En este caso puede incluso ser deseada y producir satisfacción. O no.

    Pero la identidad proletaria, en el amplio y más real sentido del término, aunque muchos no se den cuenta de eso, no debería ser nunca oscurecida por las otras identidades reales o inventadas, y tampoco por las "afinidades electivas" de cada cual.

    Porque aunque en la compleja sociedad actual sea difícil saber exactamente el lugar que uno ocupa en la escala de la explotación (podemos ser "inversores" de menor cuantía en un fondo especulativo y al tiempo trabajadores asalariados de la hostelería, y eso distorsiona nuestra conciencia), el hecho fundamental de la actividad humana es el mercado, y ante todo el mercado de trabajo.

    Respecto a la utilidad del voto, viciado como está, no tengo una gran fe en ella, pero no lo descarto como una herramienta más. El hecho de que en los desencantados países del Este haya abstenciones del ochenta por ciento o más, aunque desacredite al sistema a nuestros ojos, no lo cambia en absoluto.

    Para mí el voto puede ser una herramienta más, y no la desdeño. Pero el voto mismo es el resultado de un "sentido común", que es lo que necesariamente debe cambiar.

    Lo malo es que la clase trabajadora sí vota, y a veces vota "muy mal", pero en cambio lucha poco y se organiza mal.















    ResponderEliminar
  5. Anónimo11/26/2017

    Ok con el post. Ahora ponte a explicar lo mismo a mulos, borregos, zanganos y moscas que pululan la derecha de que han sido engañados desde pequeños. A veces uno se desespera y dice como aquel: “a la mierda”, y la prende a tortas. Estan alienados, su mente ha sido ocupada por un ente extraño y no hay forma de desparasitarlos, ni con dibujos de pinta y colorea. Salud! Pablo heraklio

    ResponderEliminar