09 enero, 2019

“Europa no debería preocuparse por los inmigrantes. Debería preocuparse por el creciente fascismo” — Laurie Penny




NewStatesman14/08/2015 / traducción: Arrezafe

Hay una metáfora sobre las ranas en ebullición que dice, que si pones una rana en una cacerola con agua fría y aumentas el calor muy lentamente, la rana permanecerá allí hasta cocerse. El hirviente cambio cultural es así. Es difícil de detectar cuando estás viviendo dentro de él. Puedes permanecer quieto mientras el estado de ánimo social se vuelve progresivamente más duro, más áspero y más feo, diciéndote a ti mismo que todo va a estar bien, mientras a tu alrededor el agua comienza a burbujear.

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El comportamiento de la élite británica y europea hacia los inmigrantes no es simple inhumanidad. Es una inhumanidad estratégica. Es una inhumanidad armada y diseñada para convencer a las poblaciones que se fracturan bajo golpes de martillo, de austeridad y de caos económico, de que el enemigo está ahí fuera, que hay un "nosotros" que debe ser protegido de "ellos". Hay una razón por la que la sugerencia precisa de David Cameron sobre cómo tratar con los seres humanos desesperados que cruzan el canal es "más perros y cercas". Hay una razón por la que la respuesta de Angela Merkel, en junio, a una manifestación donde los cuerpos de los inmigrantes ahogados fueron enterrados en el jardín delantero del Bundestag, fue un pétreo silencio.

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El fascismo surge cuando se alienta una fractura cultural en el tejido social que propicie la unidad contra una supuesta amenaza externa. Es el aterrador "no son nosotros" lo que nos da la falsa impresión de que hay un "nosotros" que defender.

Ciertamente, los niveles de vida han bajado en la eurozona, pero eso tiene muy poco que ver con la inmigración. La minoría elegida debe sumar y convocar los temores de todas las clases sociales a la vez.

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Nadie puede decidir si los inmigrantes son un problema porque trabajan duro y aceptan incondicionalmente todos los empleos (el mayor temor de una clase trabajadora golpeada por el desempleo y la caída de los salarios) o si es que son demasiado perezosos, por lo que suponen una onerosa carga social (el mayor temor de una clase media que sufre con el aumento de las rentas y los recortes en los servicios sociales);

Ambas cosas no pueden ser a la vez, y de hecho no lo son, pero lo importante es que, de todas maneras, la paradoja se mantenga. Es por eso que el Consejo Consultivo de Migración [UK] está imponiendo controles nuevos y más estrictos a los "inmigrantes calificados" que ingresan al país, incluso cuando se pone fin a un sistema de apoyo estatal, ya miserable para los solicitantes de asilo.

No sé en qué momento de la última década las palabras "solicitante de asilo" se convirtieron en sinónimo de "criminal" en la cotidiana conversación popular, pero ese día, el continente europeo se convirtió en un lugar más decadente y mezquino.

La decencia humana, sin embargo, ha sido premeditadamente arrojada fuera de la ecuación. Gran Bretaña y el resto de Europa han sido deliberadamente sumergidas en un estado de pánico respecto a la inmigración, y cuando la gente entra en pánico no atiende a razones. Ninguna de las numerosas y tranquilizadoras estadísticas –por ejemplo, que la cantidad de refugiados en Gran Bretaña no solo sea baja, sino decreciente– ayudarán cuando tienes las páginas del Daily Mail repletas de viñetas de caricaturas racistas donde los náufragos "ilegales" tratan de saltar las cercas del cielo hacia los recién fallecidos tesoros de una cultura que considera publicable esto en las noticias diarias. 

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La prensa liberal es tan culpable de esto como cualquiera. Las noticias notoriamente más compasivas se encargan de recordarnos que los inmigrantes realmente "enriquecen" nuestra cultura y brindan beneficios económicos. El hecho de que esto sea totalmente cierto no lo hace menos un argumento ofensivo. Los inmigrantes no llegan al oeste –desde Siria, Eritrea, Afganistán o de cualquier otra nación que haya sido colonizada, ocupada y luego bombardeada y saqueada de sus recursos durante siglos de explotación imperial y postimperial– principalmente para enriquecer las vidas de occidentales y amenizar nuestra horrible cocina con cierto sabor. Migran temiendo por sus vidas. Vienen en busca de asilo, seguridad y oportunidades, y tienen todo el derecho para hacerlo, si no es por la ley natural de la tierra, entonces por los principios de la justicia y la decencia humana.

La mayor amenaza para nuestra "forma de vida" no es la inmigración. La inmigración cambia la sociedad, pero mucho menos y de manera muy distinta que, por ejemplo, la tecnología, la austeridad económica, la creciente desigualdad, la globalización o el cambio climático. La mayor amenaza para nuestra "forma de vida", si es que alguna vez ha habido algo así en este vasto y variado continente, no es que algún día tú o yo estemos sentados en un autobús y escuchemos a alguien hablando pashtum o tigriña. La amenaza es que nos tragaremos la narrativa pública de que los inmigrantes, personas de países no europeos son menos humanos que el resto de nosotros, que piensan y sienten menos, que importan menos. Los europeos son muy capaces de sumergirse tranquilamente en el agua burbujeante del fanatismo cultural hasta que se evapore cada fragmento de compasión restante. Esa es la verdadera amenaza para nuestra "forma de vida".



6 comentarios:

  1. "Lo llaman "perro" o "rata" para anticiparle encima la figura con la que un día podrán matarlo a palos". Sánchez Ferlosio, Vendrán más años malos...

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    1. Magnífico libro de inolvidables aforismos.

      Salud!

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    1. Desde luego. Mucho peores que cuando lo proclamaba German Coppini o lo vaticinaba Sánchez Ferlosio, "Vendrán más años malos..."

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  3. Que tal Loam! Ya tenía ganas de pasarme por aquí a saludar. He aprovechado un parón laboral para hacer un receso en la tarcoteca y en definitiva desconectar de internet y dedicarme a cosas más mundanas. A ver si cargo un poco las pilas. Me han gustado los post publicados sobre los chalecos amarillos. Pena que no quede ni energía ni fuerza en españistan. Salud!

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    1. Hola Pablo! Aunque se echa de menos la actividad de la Tarco, está bien eso de desconectar y dedicarse a cosas más mundanas. Espero que todo te vaya bien.

      Desde que se desactivó el 15M, Españistan no contesta o está fuera de cobertura. Veremos que alcance tiene el movimiento de los 'gilets jaunes', de momento parece que resisten.

      Salud!

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