07 marzo, 2019

Mujeres activistas torturadas en las cárceles de Arabia Saudí — Teresa Domínguez




Nueva Revolución04/03/2019






Nuestro gobierno, como casi toda la comunidad internacional, mantiene lazos estrechos con Arabia Saudí, principalmente comerciales y de apoyo militar y político, sin embargo, a diferencia de su presión a otros países, permanece impasible ante la constante flagrante vulneración de derechos humanos que protagoniza el Reino Saudí.

Desde que fueron arrestadas las mujeres activistas el 15 de mayo de 2018, estas han sido objeto de agresiones sexuales, tortura y otras formas de trato vejatorio en las cárceles. Las autoridades del Reino lanzaron una ola de arrestos contra defensores de los derechos humanos, principalmente mujeres. Esta última represión contra activistas no tuvo precedentes por su precisión y ferocidad. El Parlamento Europeo y el Consejo de representantes han pedido oficialmente su liberación inmediata.

Según Human Right Watch EU, a través de su directora ‏Lotte Leicht, el uno de marzo llegaron noticias lamentables, en vez de su liberación, se abren cargos contra todas estas mujeres. Las acusaciones de tortura nunca fueron investigadas, y ahora, son ellas las que enfrentan cargos criminales y juicios. Algunas activistas que fueron liberadas denuncian que varias de las mujeres fueron recluidas en régimen de aislamiento durante meses y sufrieron torturas y hostigamiento sexual. Un funcionario saudí negó tales denuncias, asegurando que “son falsas … y no tienen conexión con la verdad“. Por su parte Kenneth Roth, Director Ejecutivo de HRW también confirma que, a pesar de haber sido torturadas y agredidas sexualmente, Arabia Saudí anuncia que ya prepara el proceso de juicio contra las activistas, y presenta cargos criminales contra ellas “mostrando la verdadera cara del príncipe heredero saudí “reformista”.

Según ALQST, está en nuestras manos hacer presión uniéndonos a la campaña internacional que pide al gobierno Saudí que cese la tortura y libere inmediatamente a estos activistas. #StandWithSaudiHeroes

Han sido varias las ocasiones en las que he dedicado mi columna a contar cómo se iban sucediendo una tras otras las detenciones de mujeres y hombres activistas por los derechos humanos. En agosto se sumaron las detenciones de Samar Badawi y Nassima al-Sadah. Otras dos víctimas del gobierno Saudí contra el movimiento por los derechos de las mujeres y las minorías.

Las autoridades saudíes intensificaron las detenciones y procesamientos de disidentes y activistas desde principios de 2017. Sin embargo la ofensiva mayor comenzó el 15 de mayo, unas semanas antes del levantamiento de la prohibición de conducir a las mujeres, el 24 de junio, con el fin de silenciar las voces disidentes, con un resultado de una veintena de activistas detenidas.

Cualquier disidencia pacífica, ya sea pasada o presente, es considerada por el Reino del Príncipe heredero Bin Salman como una amenaza a su gobierno autocrático. El gobierno saudí considera la defensa de los derechos humanos, o de las mujeres, como una traición al estado, estar en contacto con organizaciones de derechos humanos, medios de comunicación independientes y transparentes, y con embajadas y países para mejorar los intereses de su propio país y sus ciudadanos, es una afrenta al país y una traición al estado.

De acuerdo con todas las leyes humanitarias, particularmente el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR); la privación de la libertad sobre la única base de ejercer pacíficamente el derecho de opinión y expresión y la defensa de los derechos humanos a través de ella, se considera arbitraria e ilegal y una abyecta violación de los derechos fundamentales.

La ONG independiente ALQST ha lanzado una campaña mundial para apoyar a las activistas feministas por los derechos de las mujeres saudíes a través del hashtag #StandWithSaudiHeroes para solicitar a nuestros gobiernos que presione a Arabia Saudí, ponga fin a la tortura y libere a estas personas detenidas de inmediato.

Es la primera vez que las autoridades detienen en masa a mujeres activistas, mujeres que solo defienden su derecho a ser libres y poder decidir por su vida. Recuerdo cuando unas semanas antes de las detenciones entrevistamos a “Rocío” activista feminista, una de las protagonistas que lanzaron la campaña #StopEnslavingSaudiWomen contra la tutela masculina en Arabia Saudí y una de las fundadoras del digital @alamal_news. Poco después, una de sus compañeras fue detenida, y se vieron obligadas a cerrar el digital.

Estas mujeres fueron detenidas en redadas nocturnas, como Loujain al-Hathloul, Aziza al-Yousef y Eman al-Nafjan. Siguieron arrestos adicionales, Hatoon al-Fasi, Amal al-Harbi, Nouf Abdulaziz, Mayaa al-Zahrani, Nasima al-Sadah y Samar Badawi. Estas mujeres estaban en la vanguardia del movimiento por los derechos de las mujeres en Arabia Saudita durante años:

Loujain Hathlouul, 29 años, fue arrestada después de asistir a una sesión del Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW).

Aziza Yousef, profesora jubilada de ciencias de la computación, una de las primeras en pedir que se le permitiera a las mujeres conducir, y dirigió campañas para derogar las leyes de tutela masculina.

Eman AlNafjan, profesora de lingüística, escribía un blog sobre los derechos de las mujeres desde 2008, y formó parte de la campaña de conducción de mujeres, arrestada mientras filmaba a una mujer que conducía.

Hatoon al-Fasi, de 55 años, profesora de historia, participó activamente en las campañas sobre el derecho a votar de las mujeres en las elecciones municipales de 2005, 2011 y 2015.

Amal al-Harbi es la esposa del destacado activista Fowzan al-Harbi, uno de los miembros fundadores de la Asociación Saudí de Derechos Civiles y Políticos (ACPRA).

Nouf Abdulaziz, escritora y productora de televisión, expresó su apoyo a las mujeres arrestadas en Twitter y fue una defensora abierta de los presos políticos saudíes.

Mayaa al-Zahrani, compañera activista y amiga de Nouf, fue detenida después de hacer una publicación en redes sociales en apoyo de su amiga.

Nasima al-Sadah hizo campaña por los derechos civiles y políticos, los derechos de las mujeres y los derechos de la minoría chií en la provincia oriental de Arabia Saudí durante muchos años. Trabajó en las elecciones municipales en 2015, pero se le prohibió participar.

Samar Badawi, 37 años, fue la primera persona en presentar una demanda por el derecho al voto de las mujeres y participó en la campaña de conducción de mujeres. Anteriormente fue sometida a una prohibición de viajar en 2014 y arrestada en 2016 por su trabajo sobre derechos humanos.

Naima AlMatrood, activista saudí encarcelada desde hace 6 años. Su salud está deteriorada y apela a ONGs pro #DDHH pidiendo ayuda, necesita tratamiento pero se lo niegan.

La última ola de arrestos ocurrió pocas semanas antes del levantamiento de la prohibición de conducir a las mujeres el 24 de junio. El relato de las “mujeres detenidas” enumera las torturas, las palizas, el acoso y agresiones sexuales y el confinamiento solitario que padecen estas mujeres en la tristemente célebre prisión de Dhahban en Jeddah.

Otros detenidos partidarios del movimiento son: Israa AlGhomham defensora minoría Chií, Mujtaba Alsuwaiket, Salman Al Quraish, Ibrahim al-Modaimeegh, abogado; Abdulaziz Meshaal, filántropo, Mohammed Rabea, activista social, , Amal al-Harbi, esposa del activista Fowzan al-Harbi, Waleed Abu al-Khair, Abdulaziz al-Shubaily, Mohammed al-Qahtani, Abdullah al-Hamid, Fadhil al-Manasif, Abdulkareem al-Khodr, Saleh al-Ashwan, Zuhair Kutbi, Alaa Brinji, Nadhir al-Majed, Issa al-Nukheifi, Essam Koshak, Mohammad al-Otaibi, Abdullah al-Attawi, Raif Badawi y Fahad al-Fahad… entre otros.

Imagen de ‏@600_sameh cárcel de mujeres en Arabia Saudí

Han pasado muchos meses y poco se sabe del destino de estas mujeres y hombres. En octubre de 2018, comenzaron a surgir testimonios sobre agresiones sexuales y torturas por parte de los funcionarios de las cárceles de mujeres de Arabia Saudí, durante los interrogatorio. Tales testimonios fueron reportados por ALQST, Human Rights Watch y Amnistía Internacional.

Según testimonio de estas organizaciones, los funcionarios han torturado severa y repetidamente a las detenidas por electrocución, golpes y flagelación. Permanecen detenidas sin cargos (hasta ahora) e incomunicadas. Les han golpeado la planta de los pies y estas muestran marcas visibles de dichas torturas. Han sido pateadas, tocadas y vejadas, amén de haber perdido mucho peso. Pero las torturas no terminan ahí, las han sometido a hostigamiento físico y agresión sexual. Además de ser fotografiadas desnudas y torturadas psicológicamente.

Al menos dos de las mujeres vieron, presuntamente, a Saud al-Qahtani en las cámaras de tortura. Al-Qahtani es Consejero cercano del príncipe heredero Mohammed Bin Salman, y está implicado en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. Dijo a al menos una persona detenida mientras la torturaban: “Haré lo que me dé la gana contigo y luego te disolveré y te tiraré por el inodoro“. Dice ALQST que esta amenaza recuerda de forma escalofriante el destino de Khashoggi.

Desde octubre de 2018, se ha impuesto una prohibición arbitraria de viajar a varios miembros de la familia de las activistas. Y por si no fuese suficientemente, las autoridades saudíes han abierto un centro de detención para mujeres que violan “las leyes de tránsito” (tráfico). Las autoridades de la provincia oriental han establecido un centro de detención en un hogar de bienestar para mujeres en la región de Al-Ahsa. “La instalación se utilizará durante un año hasta que se prepare un centro apropiado para las mujeres infractoras de tráfico detenidas“. Se compone de ocho habitaciones y puede albergar hasta 32 mujeres.

De acuerdo con todas las leyes humanitarias, particularmente el ICCPR; la privación de la libertad sobre la única base de ejercer pacíficamente el derecho de opinión y expresión y la defensa de los derechos humanos a través de ella se considera arbitraria e ilegal y una abyecta violación de los derechos fundamentales. Recordemos que Arabia Saudí preside el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y ocupa un cargo en el Consejo de Mujeres de la ONU hasta 2022, siendo uno de los 125 países que no tipifica la violencia doméstica. No existen leyes que protejan ni a la mujer, ni a las hijas, ni de violencia de género, ni de agresión sexual.

A la luz de estos testimonios desgarradores, Organismos Internacionales por los Derechos Humanos piden la colaboración internacional para presionar a Arabia Saudí para que liberen a las activistas de manera inmediata e incondicional, junto con todas los demás detenidos por la expresión pacífica de sus opiniones o por actuar para promover los derechos humanos. Además exigen se permita una investigación rápida, imparcial y efectiva de las denuncias de tortura. #StandWithSaudiHeroes.


#8M mucho por hacer para alcanzar la igualdad. #NiUnPasoAtrás

"No seré una mujer libre mientras siga habiendo mujeres sometidas”

6 comentarios:

  1. es lo que tiene andar sobrado de petróleo, impunidad absoluta y todos los paises mirando hacia otro lado, España de los primeros.

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    1. Ay, si en Venezuela se hiciera la centésima parte de lo que se hace en Arabia Saudita!...

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  2. Viven en la edad media porque se quedaron sin cavernas.
    No hay que olvidar que Arabia S. es un invento Inglés, igual que su doctrina y visión del Islam, el wahavismo y lo han mantenido por 250 años, no por mandato divino. En política religiosa enfrentan a chiis con sunies y judíos, en política territorial a estados con etnias. Realmente hay una cantidad ingente de países árabes que se transformarían por completo si no fuera por el apoyo Inglés, Americano y de la UE.
    En la medida que ahora se retiran estos poderes de la zona y entran en crisis veremos cambios radicales, y no todos para mejor. Por ejemplo egipto. Empezaron con la Primaveras Árabe frl 2010 y seguirán por muchos años.
    Salud!

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    1. Secular fricción de dos placas tectónicas teocrática y culturalmente opuestas.

      Salud!

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  3. Repugnancia infinita me producen gobernantes y reyes que se encuentran tan a gusto con esos sapos.

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