24 diciembre, 2019

“Dónde encontrar ese enemigo”


Cuando Max Weber habla de «utilización de la moral como instrumento para tener razón» –dejando ahora aparte el juicio que le merece–, está señalando una práctica que incide con el origen del nombre propio «Satán», puesto que, como ya se ha dicho, procede del nombre común satán, que en hebreo significa 'enemigo'. Hoy la nota definitoria de Satán es la maldad; pero el antagonismo es anterior a la moral, de modo que, en principio, el enemigo no es enemigo por malo, sino que el malo es malo por enemigo.

En la obra de Samuel P. Huntington ¿Quiénes somos?, hablando de los comentarios de «la élite que confecciona la política exterior americana» a raíz del hundimiento de la Unión Soviética, dice:

«La inexistencia de una amenaza ideológica había producido una ausencia paralela de propósito. "Las naciones necesitan enemigos –comentó Charles Krauthammer al acabar la Guerra Fría–. Si se les quita uno, hallarán otro". El enemigo ideal de Estados Unidos tenía que ser ideológicamente hostil, racial y culturalmente diferente, y suficientemente fuerte a nivel militar para plantear una amenaza creíble a la seguridad estadounidense. Los debates sobre política exterior durante la década de 1990 giraron fundamentalmente en torno a dónde encontrar ese enemigo».

La enumeración a priori de los rasgos de maldad que tiene que reunir el enemigo no es aquí una respuesta a la pregunta: «¿Para qué tiene usted un ejército? ¿Contra quién se sentiría usted obligado a combatir?», porque lo que, en verdad, se demanda no es un ejército para un enemigo, sino un enemigo para un ejército, o, más exactamente, para el ejército, como muy bien lo explicaba Charles Krauthammer: «Las naciones necesitan enemigos»; la caída de la Unión Soviética había dejado el lugar vacío correspondiente; era preciso cubrir esa vacante. Lo que se constataba era que toda «identidad» es antagónica, y la de la nación en grado más mortífero.

Rafael Sánchez Ferlosio, God & Gun. Apuntes de polemología, (pág 270-271)

6 comentarios:

  1. Qué alegría siempre leer a Ferlosio. También dice en otro sitio lo de la hipertrofia de la industria militar norteamericana y su consecuencia: crear enemigos y guerras para sostener el negocio. Salud!

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    1. Cierto, Conrado. El análisis que hace Ferlosio de esa belicosa nación no tiene desperdicio.

      Salud!

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  2. "Los espartanos no preguntaban cuántos eran los enemigos, sino dónde estaban"

    Anónimo

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    1. Los gringos, en cambio, lo inventan a la medida de su política imperialista y de su industria militar.

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  3. Los enemigos se crean a la carta, pero no es nada nuevo: "Estasia siempre fue nuestro enemigo" Los medios de comunicación estatales, crean heroes y villanos, enemigos y aliados; No useis de los medios y oerderán su poder.

    Salud!

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  4. Si nos fijamos en las últimas macroiniciativas bélicas, las doctrinas de "war on drugs", "war on terrorism" se han asegurado de poder reprimir a su propio pueblo. Es decir, son las élites contra el pueblo en su conjunto, esto es, contra la humanidad esté donde esté.
    Salud!

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