13 diciembre, 2020

Estados Unidos y sus funestas prioridades ————— Finian Cunningham

 


Information Clearing House 12/12/2020

  Traducción del inglés: Arrezafe


El Congreso de los Estados Unidos impulsa esta semana otro presupuesto militar récord mientras decenas de millones de estadounidenses afrontan el abismo de la miseria navideña, la pobreza y la enfermedad. Las retorcidas prioridades de los políticos de Washington muestran que, más allá de lo expresable, el sistema político estadounidense está enfermo.


Sin apenas obstáculos, la Cámara, controlada por los demócratas, votó a favor de un gasto militar de $ 740 mil millones para el próximo año. Se espera que el Senado haga lo mismo y, en breve, apruebe dicho proyecto de ley. El presidente Trump se opone, no por la enorme presión fiscal que ello supone sobre la población, sino porque dicho proyecto incluye una medida adicional destinada a cambiar los nombres de las bases militares que se refieran a generales confederados de la Guerra Civil.


Mientras tanto, más de la mitad de los 330 millones de habitantes de la nación se ven acuciados por privaciones exacerbadas por la pandemia. Decenas de millones han perdido sus trabajos y muchos más se enfrentan nuevamente a ser desalojados de sus casas debido al impago de las deudas.


En todos los estados, los hospitales luchan para hacer frente al aumento de personas enfermas a causa de la pandemia, mientras que el número de fallecidos en EEUU desde que estalló la pandemia, hace casi nueve meses, se dirige a los 300.000. Estados Unidos tiene, con mucho, el mayor número de muertes por Covid-19 en el mundo, sin embargo, sus ciudadanos están abandonados, sin asistencia social ni la atención médica adecuadas.


Los estadounidenses claman por una asistencia económica urgente para hacer frente al desempleo y poder alimentar a sus familias. Sin embargo, el Congreso sigue discutiendo y demorando la aprobación de un proyecto de ley de ayuda pandémica porque "costaría demasiado".


Una solución fácil sería que el presupuesto militar fuera destinado a satisfacer las necesidades sociales y a paliar la cada vez más deteriorada situación de sus ciudadanos, que luchan contra la pobreza y la enfermedad.


Otra fuente posible de alivio y reconstrucción social sería la aplicación razonable de un impuesto progresivo a la desmesurada riqueza de la élite, en una nación donde un puñado de multimillonarios posee tanto capital como la mitad de la población.



Un estudio publicado esta semana por Americans for Tax Fairness reveló que, desde que estalló la pandemia en marzo, los multimillonarios estadounidenses aumentaron su riqueza neta en mil billones de dólares. Sí, es cierto: en sólo nueve meses, el conjunto de la clase multimillonaria estadounidense aumentó su riqueza en mil billones de dólares.


"Nunca antes Estados Unidos había visto tal acumulación de riqueza en tan pocas manos", dijo Frank Clemente, director ejecutivo de Americans for Tax Fairness.


Y añadió dramáticamente: "Mientras decenas de millones de estadounidenses sufren los estragos económicos y de salud de esta pandemia, unos pocos cientos de multimillonarios incrementan sus ya enormes fortunas. Sus pandémicas ganancias son tan inmensas que podrían pagar una considerable suma de ayuda-Covid y aún así no perder ni un centavo de sus riquezas previas a la pandemia".


Así pues, no debería sorprendernos que Estados Unidos se esté derrumbando. Esa sociedad agoniza debido a su endémica y patológica economía política que la pandemia está exponiendo sin piedad.


La clase política estadounidense está comprada y pagada por multimillonarios que quieren interminables guerras destinadas a alimentar el complejo militar-industrial y gozar de ilimitados privilegios fiscales para satisfacer sus insaciables e irracionales ansias de acumulación de riqueza. El sistema político está divorciado de las necesidades de la gran mayoría, a la que se deja morir en la pobreza, la enfermedad y la privación.


A pesar de todos los lavados de cerebro en sentido contrario, declarando su virtuoso "excepcionalismo" y su "grandeza", Estados Unidos es la antítesis de la "democracia". Es una pútrida plutocracia, dirigida por y para los obscenamente ricos y sus lacayos políticos en Washington, muchos de los cuales son meros plutócratas.


Donald Trump no cambió el sistema y tampoco lo hará Joe Biden. Ni siquiera son capaces de concebir los cambios necesarios. La tarea va más allá de un simple cambio de personal en la Casa Blanca o en el Congreso. Lo que necesita cambiar es todo el sistema, que está organizado para funcionar como una máquina plutocrática generadora de riqueza para pocos y guerra para muchos. Eso requerirá una acción masiva, políticamente consciente y organizada. La máxima prioridad es anteponer las necesidades sociales a las ganancias privadas, lo que requiere romper con el capitalismo y sus cadenas sobre el potencial humano.


Republicanos y Demócratas, incluidos millonarios como el autoproclamado "socialista" Bernie Sanders y otros supuestos progresistas, son parte del problema, no la solución.


En la política estadounidense, la supuesta división derecha/izquierda es un espejismo. Una ilusión absurda. Ambas partes son las dos caras del mismo doblón de oro que siempre termina en los bolsillos sin fondo de los ricos: los banqueros, las corporaciones y los estafadores de la guerra.


Cuando una entidad es tan absolutamente corrupta, se muestra, inevitablemente, visiblemente moribunda. La miseria del pueblo estadounidense se refleja en la muerte y el sufrimiento de tantos otros en todo el mundo a causa de las guerras emprendidas por Estados Unidos, desde Afganistán hasta Yemen y más allá. Las prioridades enfermas producen más enfermedad y muerte. La evidencia nos está mirando a la cara.


   José Couso, cámara asesinado por el ejército de Estados Unidos 
durante la criminal invasión de Irak


8 comentarios:

  1. Gracias por la traducción, Loam. ¿Es posible que haya algo parecido pero con los presupuestos de España recientemente aprobados? Por aquí no son tan ostensibles la miseria y la necesidad, simplemente, creo, que porque somos más pudorosos, pero la gente también lo ha perdido todo y las magras 'ayudas' del gobierno no llegan a nueve meses vista del inicio de la pestuza. Estaría bien saber cuánto han destinado a 'defensa' ¿no crees?

    Saludos!

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    1. Gracias a ti, Morrigang. Salvando la sideral distancia económica que separa los presupuestos del Estado español del yanqui, dado que ambos son países capitalistas y salvo matices culturales, pienso que el reparto presupuestario es esencialmente el mismo.

      Respecto a los matices, cabe decir que, como en cualquier otro país mediterráneo, en España la familia sigue teniendo un peso social importante, la familia... ¡y la economía sumergida! Si todas las personas que viven al amparo económico familiar decidieran independizarse, ¿cuántos pobres y parados más habría? En cuanto a la economía sumergida, recuerda que, en EEUU, Al Capone no fue a la cárcel por criminal, sino por no pagar impuestos. Aquí tenemos a todo un ejemplar ex-Jefe de Estado, destacado paradigma de dicha economía, que se pasa las leyes por la corona.

      Es difícil saber cuánto se destina realmente a 'defensa' en España, porque al margen de la cifra reflejada en los presupuestos hay oscuras "partidas" que lo incrementan. En realidad, es difícil saber casi cualquier cosa relacionada con el ingreso y reparto de los dineros estatales, o sea, nuestros.

      Salud!

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    2. Casi mejor no saber con certeza, porque apetecería gastarse los rescoldos de los ahorros para comprarse una escopeta de feria e ir a jugar al tiro al pato ...

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    3. Al pato... Donald, para empezar.

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    4. Estado español. El gobierno «más progresista de la historia» aumenta exponencialmente el gasto militar.

      El año que viene, gracias a las cuentas públicas aprobados por el PSOE y Unidas Podemos en el Congreso, el Ministerio de Defensa dispondrá de 400 millones de euros más, pasando de los 8.642 millones de este año a los 9.072 millones de euros. Esto supone un incremento de las partidas de casi el 5% (similar a la subida del presupuesto de la Casa Real). Y la cifra global se eleva hasta los 10.499 millones de euros si se tienen en cuenta las transferencias de otras administraciones y otras entidades estatales. Incluso dispondrá de 25 millones de euros del plan de recuperación de la Unión Europea por el coronavirus. La partida más grande es la de personal, con 5.240 millones de euros, seguida de los programas especiales de armamento, con 2.341 millones de euros.

      https://www.resumenlatinoamericano.org/2020/12/14/estado-espanol-el-gobierno-mas-progresista-de-la-historia-aumenta-exponencialmente-el-gasto-militar/

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  2. ¡Yupiiii! ya voy cogiendo el cuchillo de la mantequilla y la boina para tirarme al monte a vivir como un comando. Tanta paranoia, y seguro que hubiera sido mejor que nos abdujesen los extraterrestres en un descampao...

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  3. Está en decadencia pero no acaba de caer. Cuanto más insistan en desequilibrar la relación capital trabajo hacia el lado del capital mayor absorción de capitales por parte de los acumuladores. Podrán compensar tanto expolio? Yo creo que no, pero también creo que tienen recursos suficientes como para que esto ocurra en décadas, seguramente coincidiendo con el no-retorno ecológico.
    Salud!

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    1. La decadencia forma parte de la caída, que ya se está produciendo. Por otra parte, hay situaciones que ni siquiera los más poderosos pueden predecir. Ahí tienes a la orgullosa Gran Bretaña, antaño dueña absoluta de los océanos y las rutas comerciales, hoy esperpéntico reflejo de lo que fue. EEUU es, con diferencia, la potencia militar más poderosa del mundo, pero ha perdido todo el prestigio que en el pasado pudo tener. Refiriéndose al trono, Talleyrand, ministro de Relaciones Exteriores de Napoleón, le advirtió un día: "Señor, con las bayonetas se puede hacer cualquier cosa menos sentarse sobre ellas". Como amargamente comprobaría Napoleón, Talleyrand tenía razón: con las bayonetas se puede conquistar un imperio, pero sin consenso es imposible conservarlo.

      Me viene a la memoria una cita de Cioran referente al imperio romano: se conquistó a pie y se perdió a caballo.

      Salud!

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