Frenética llamada telefónica con el ejército israelí momentos antes de que la torre al-Jalaa fuera bombardeada en Gaza

 

El propietario de la torre al-Jalaa suplica a un oficial israelí en la televisión, en vivo, que permita a los periodistas recoger su equipo antes de bombardearla. El oficial deniega la petición y momentos después, los ataques aéreos israelíes demuelen el edificio #Gaza que albergaba varias oficinas de medios internacionales, incluidas #AlJazeera, Associated Press y Middle East Eye.

Esto debe terminar — Dr. Yasser Abu

COUNTERPUNCH — 17/05/2021

Escribo esta carta mirando a mi aterrorizado hijo de 6 años, que sigue tapándose los oídos con las manos tratando de bloquear los sonidos del bombardeo de Israel, a mis dos hijas, de 13 y 10 años, y a mi esposa. Estos rostros muestran la ansiedad de no saber dónde pueden estar a salvo ahora. Mis dos hijos mayores, de 16 y 15 años, sentados, atónitos y en silencio, sé que están reviviendo los recuerdos de las tres ofensivas anteriores en la Franja de Gaza y los miembros de la familia que perdimos. Estos son los sentimientos que viven todas las familias de la Franja de Gaza.

Los palestinos hemos vivido décadas de humillaciones, injusticias y malos tratos. En 1948 fuimos expulsados de nuestra tierra; más de 600 aldeas fueron completamente destruidas; cientos de miles fuimos asesinados o desarraigados. Casi ochocientos mil terminaron viviendo como refugiados en diferentes lugares del mundo.

Esto sucedió bajo la mirada de la comunidad internacional, que nos prometió un Estado soberano sobre aproximadamente una quinta parte de nuestra patria original. Esa decisión sólo fue aceptada en la década de 1990 por los palestinos que creían en una solución de dos estados.

Veintiséis años después, observamos las condiciones en el prometido Estado de Palestina y vemos una Cisjordania dividida y ocupada por cientos de miles de colonos que viven en asentamientos construidos sobre los escombros de las casas palestinas y que están haciendo de la vida de el pueblo palestino un infierno.

Vemos la Franja de Gaza bajo bloqueo durante más de 14 años, dejándonos privados de las condiciones básicas de vida. No sólo eso, sino haber sufrido tres grandes ofensivas en esta pequeña zona que mataron, destruyeron y traumatizaron a miles de nuestra gente.

Y vemos que Jerusalén Oriental, con sus lugares más sagrados para musulmanes y cristianos por igual, continúa bajo una amenaza constante a medida que los colonos se apoderan de los hogares y vecindarios palestinos.

Hace una semana, los colonos israelíes comenzaron a atacar a Sheikh Jarrah tratando de apoderarse de más casas de familias palestinas. Todos lo vieron. Nadie intervino.

En una de las noches más sagradas de Ramadán, Israel decidió desalojar a decenas de miles de fieles que sólo estaban rezando en Al-Aqsa. En su mayoría eran palestinos que viven en Palestina desde 1948, ahora Israel. Todos vieron el uso brutal del poder militar por parte de Israel. Nadie intervino.

Las escenas de violencia en Sheikh Jarrah y el complejo de Al-Aqsa han encendido un fuego en los corazones de los palestinos no sólo en la Palestina histórica, sino también en todo el mundo.

Mientras nos manifestamos en Akka, Jafa, Nazaret y Cisjordania, se dispararon cohetes desde Gaza exigiendo el fin de las atrocidades en Jerusalén.

La respuesta del ejército israelí fue atacar Gaza con más violencia que en los terribles días de las ofensivas anteriores. Esta vez provocando la muerte de más de 80 personas, entre ellas 17 niños y 7 mujeres. Los bombardeos afectaron a bloques de pisos, apartamentos, edificios gubernamentales y policiales e incluso calles enteras. Todos lo están viendo. Nadie interviene.

¿Cuánto tiempo el mundo se quedará de brazos cruzados mientras nosotros, aquí en Gaza, sufrimos así? El pueblo de Gaza necesita algo más que declaraciones y resoluciones, mientras Israel recibe las armas que nos están matando y aterrorizando.

Primero soy padre y luego psiquiatra. Mi sueño es que mis hijos vivan, crezcan, aprendan, con seguridad. Este es el mismo sueño que el de todos los pacientes que trato. Tendré más hoy y mañana. Mi trabajo es dar esperanza. Les diré lo que les digo a mis hijos ya mi esposa. “Debido a que esta injusticia para los palestinos se ha prolongado durante siete décadas, eso no la convierte en algo normal. En el mundo cada vez hay más gente que no acepta que sea normal. Habrá cambios".

Se necesita ahora una acción política concreta para poner fin, no sólo a los mortíferos bombardeos actuales, sino también a esta ocupación y asedio ilegal de Gaza por parte de Israel, de inmediato.

Nuestras condiciones de vida actuales bajo el asedio son una afrenta a la dignidad humana. Les digo a mis hijos y a mis pacientes: “los palestinos tenemos derecho a vivir como cualquier otro pueblo del mundo: vivir en paz, con dignidad y disfrutar de nuestros derechos. Vendrá."

La comunidad internacional DEBE AHORA cumplir su promesa de un estado palestino soberano. El respeto del derecho internacional exige que todo país civilizado reconozca ahora al Estado de Palestina.

Después de más de siete décadas de ocupación y miseria, seguimos resistiendo y nunca nos rendiremos. Pero no hay padre que pueda soportar ver a sus hijos vivir así.

 

El Dr. Yasser Abu Jamei es el Director General del Programa de Salud Mental de la Comunidad de Gaza.