Miko Peled - The Struggle for a Free Palestine
[La lucha por una Palestina libre] 07/06/2021
Transcripción del inglés: Arrezafe
Hoy hace exactamente 54 años, el ejército israelí recibió luz verde del gobierno para lanzar un ataque, primero contra Egipto. Esta luz verde del gobierno israelí llegó tras semanas de presión del alto mando militar israelí que exigía el inicio de la guerra. Mi padre era general y miembro del alto mando israelí en aquel momento. Tengo las auténticas actas de las reuniones de estos generales que explican por qué querían la guerra. No fue porque hubiera una amenaza, no fue porque Israel estaba siendo amenazado o porque los judíos estaban siendo amenazados, querían la guerra porque vieron una oportunidad. Y comenzaron un ataque masivo contra Egipto, y puesto que salió muy bien decidieron tomar Cisjordania, la Franja de Gaza y las alturas del Golán, que eran territorios que de todos modos ya tenían planeado ocupar.
Fue un ataque masivo de Israel contra estos vecinos árabes porque querían destruir su poder militar y porque querían la tierra. Y en seis días se acabó. Aunque luego perpetuaron este mito, aún vigente, del cual la gente habla como si fuera verdad: que Israel estaba bajo una amenaza existencial, que los ejércitos árabes estaban listos para venir, matar, destruir y así sucesivamente. Nada de eso era cierto.
En sus reuniones, en las mismas reuniones de los generales del alto mando israelí, del que como he dicho formaba parte mi padre, se hablaba de la oportunidad de atacar a los ejércitos árabes dado que no estaban preparados para la guerra. Eso es lo que dijeron los generales, que los ejércitos árabes no estaban preparados para la guerra y que por eso tenían que atacar de inmediato. De hecho, en un punto de las actas, mi padre señala que el ejército egipcio, que era el más grande, necesitaría al menos un año y medio o dos antes de estar listo para la guerra, así que esta es la oportunidad. El término oportunidad surge muchas veces en sus conversaciones, la palabra amenaza nunca, excepto cuando acuerdan que debían perpetuar la historia de la amenaza como un medio para presionar a la opinión pública y al gobierno para que diera luz verde. Y eso es lo que pasó.
La gente estaba asustada y el gobierno presionado dio luz verde a una guerra que en cinco días se acabó. La llamaron Guerra de los Seis Días porque hay una conexión bíblica según la cual el mundo fue creado en seis días, por lo que en la oración judía los seis días surgen a menudo, los seis días de la creación. Por ello deciden llamarla Guerra de los Seis Días. Increíblemente, las mentiras acerca de una amenaza existencial urdidas hace 54 años se han perpetuado hasta hoy, a pesar de que ha quedado demostrado que son mentiras, no solo por mí, sino por gente antes y después de mí, incluidos algunos de aquellos generales que, más tarde, vinieron a confirmarlo. Pero esta imagen de la amenaza existencial sobre los pobres israelíes continúa hasta el presente, a pesar de ser mentira entonces y ser mentira hoy.
Acabo de llegar de Palestina hace dos días. Permanecí allí unas tres semanas. Seguramente todo el mundo ha visto las imágenes de los hechos acaecidos en Al-Aqsa durante Ramadán. Las expulsiones e intentos de expulsión de palestinos de los barrios de Jerusalén y de Sheik-Jarrah, barrio musulmán dentro de la ciudad vieja. Este es un proceso que nunca se ha detenido. De vez en cuando algo llega a los titulares, algo llega puntualmente a ser noticia y por eso hablamos de ello, pero este es un proceso que se está llevando a cabo hace mucho tiempo y que actualmente sigue su curso: la expulsión de los palestinos de sus hogares y de sus tierras y la apropiación y ocupación de los mismos por parte de los colonos israelíes. Esto no es nada nuevo, esto ha estado sucediendo durante 75 años.
De vez en cuando una pequeña erupción permite que nos enteramos de lo que está sucediendo, primero en Sheik-Jarrah, después en Siluán y luego, por supuesto, en el complejo de Al Aqsa y la mezquita. Y todo esto, como seguramente sabéis, ocurre durante el Ramadán. Posiblemente hayáis visto las imágenes de jóvenes israelíes corriendo por las calles y convocando a “matar árabes”. Un grupo festivo conocido porque, en ocasiones como esta, se manifiesta en la plaza, justo debajo de Al-Aqsa, donde se encuentra el muro, y bailan agitando la bandera israelí mientras al fondo vemos llamas, porque como resultado del tiroteo de las fuerzas israelíes se produjo un incendio, no en la mezquita sino en los aledaños de la misma. Y mientras contemplaba todo esto recordé que, tras la guerra de 1967 y hasta el día de hoy, la oración más icónica, la que todos los israelíes recuerdan, no sé si los judíos estadounidenses, pero ciertamente los israelíes, la oración más icónica que recuerdan es aquella del comandante de las fuerzas que tomaron la ciudad vieja y ocuparon Al-Aqsa, cuando este dijo por su altavoz: “El monte del templo está en nuestras manos” (el monte del templo es el nombre del complejo de Al-Aqsa, el Haram Sharif). Lo que dio lugar a una serie de ”conmovedoras” imágenes de emocionados soldados abrazándose y lloriqueando.
Ahora bien, las allí congregadas no eran personas religiosas, eran israelíes laicos, la mayoría de los israelíes son laicos. Esta idea de que Al-Aqsa es el monte del templo y de que en realidad pertenece a los judíos, no es una idea religiosa, es una idea nacionalista que se convirtió en una especie de símbolo nacional-sionista. Inmediatamente después de la guerra, el poeta nacional de Israel también escribió una canción llamada Jerusalem of Gold, tal vez algunos la hayáis oído, porque también se volvió icónica. Y en esta canción, escrita en hebreo por supuesto, hay varias líneas que reflejan la narrativa bíblica, en ellas se habla de pozos sin agua, mercados vacíos, Haram esh-Sharif vacío, sin fieles porque nadie acude a orar. La ciudad vieja se describe como un lugar vacío, un poblado fantasma. Además ya nadie transita por el camino que va de Jerusalén al mar muerto. En otras palabras, no hay nadie allí, nadie, es una tierra sin pueblo, una ciudad despoblada que redimimos, que recuperamos y que ahora es nuestra.
Esta canción se volvió icónica porque utiliza el judaísmo como símbolo para impulsar esta ideología laica, esta ideología nacionalista y filofascista. ¿El mercado estaba vacío? ¿Jerusalén estaba vacía? ¿Nadie fue a rezar al monte del templo? Hay una enorme mezquita allí que es el símbolo más emblemático de Jerusalén. La cúpula dorada y esas increíbles estructuras arquitectónicas que han estado allí durante unos 1500 años, más tiempo que cualquier otra cosa, con un significado enorme, un significado no sólo religioso, sino histórico y cultural. Una ciudad musulmana y árabe durante 1500 años, de la que hablan como si de una ciudad abandonada se tratara, como si en ella no hubiera nada. "El monte del templo está de nuevo en nuestras manos, la ciudad estaba vacía, no había nadie en el mercado, nadie en la mezquita". Esto es lo que perpetúa la ideología sionista, la narrativa sionista de que Palestina estaba vacía y que durante dos mil años en Palestina no pasó nada. Los judíos estuvimos allí hace dos mil o tres mil años, fuimos expulsados y ahora estamos de regreso, eso es todo, retomamos el hilo por donde lo dejamos, en el intervalo no pasó nada. Esta narrativa ignora por completo una historia de 1500 años y a la gente que estaba y sigue estando allí, al pueblo palestino.
Este es el corazón y el alma de la narrativa sionista. Así que, destruir Al-Aqsa y reemplazarla por alguna estructura a la que ellos denominen templo no tiene fundamento religioso en absoluto. Es un ideal sionista al que los judíos ortodoxos siempre se han opuesto firmemente. Y estas imágenes que hemos visto en las últimas semanas son muy preocupantes, porque eso es lo que los sionistas seculares quieren que suceda. Me refiero al inimaginable horror. Tengo amigos palestinos que estaban en la mezquita de Alaxa mientras las fuerzas israelíes atacaban. Los disparos, los gases lacrimógenos, las balas volando... Qué fácil es provocar un incendio y luego decir “lo siento, fue un accidente”. Así, tal cuál.
Se tiene la sensación de que algo que está cambiando, pero muy, muy lentamente. Y debemos dejar de ser tan pacientes, no esperar que sean otros los hagan algo. Todos y cada uno de nosotros debemos alzar nuestra voz con todos los medios a nuestro alcance, porque el proceso de destrucción de Palestina avanza con arrolladora fuerza. Los israelíes no descansan, los sionistas no descansan, nunca descansan. Disponen de poderosas y efectivas organizaciones en Estados Unidos, en Europa, en América Latina, en la India. Su agenda se va cumpliendo en todas partes. Y es de crucial importancia entenderlo.
La gente siempre pregunta si habrá por fin paz, si Palestina será libre. Depende de nosotros, no va a venir de otro lado, va a venir de nosotros. Los palestinos están haciendo todo lo que pueden en Palestina y, si te fijas, una de las cosas notables que vimos en este último levantamiento es que los palestinos han respondido como uno solo, no como Cisjordania y Gaza, conceptos sionistas, sino como Palestina ¿Quién creó la ribera occidental? Antes de 1948 no existía tal cosa. ¿Qué es la Franja de Gaza, de dónde proviene tal cosa? Estos enclaves fueron construidos por los sionistas con el fin de dividir y dominar a la población palestina. Pero estos límites artificialmente impuestos desaparecieron en las recientes protestas.
Han intentado imponer esta idea de que no hay palestinos, no hay unidad palestina, no hay entidad palestina. Pero todo es Palestina, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, desde la frontera norte con el Líbano hasta el Golfo de Aqaba, todo es Palestina. La mayoría de las personas que viven allí son árabes palestinos, y todos están controlados por lo que, hoy lo sabemos oficialmente, es un régimen de apartheid llamado Israel. Pero es la unidad Palestina lo que vimos en las últimas semanas, las banderas palestinas estaban en todas partes, en todas partes, en cada ciudad, en cada pueblo de Cisjordania, en Gaza, Nakaba, Yelil, en todos los rincones de Palestina y por supuesto en Jerusalén. Y es eso lo que precisamente es necesario alentar y apoyar.
Probablemente habréis oído hablar de las recientes elecciones en Israel, la cuarta en dos años, y de las noticias y comentarios acerca de quién ganó, quién perdió, que si Netanyahu esto, que si Netanyahu aquello... ¿A quién le importa? ¿A quién le importa? Hay un tren a punto de estrellarse contra un muro y no importa quién lo conduzca porque todos son lunáticos, unos lunáticos racistas y violentos. Deberíamos más bien estar preocupados por la gente que va en el tren, deberíamos estar preocupados por Palestina, por el pueblo palestino que está sufriendo las consecuencias, deberíamos estar hablando de cómo liberar Palestina, deberíamos estar hablando de cómo sacar a miles de palestinos de las cárceles israelíes y de la principal de ellas, que es la Franja de Gaza con sus más de 2 millones de personas prisioneras.
Yo estaba en Jerusalén mientras Gaza era bombardeada. Conducir de Jerusalén a Gaza toma aproximadamente una hora, son menos de 100 millas. Podría haber estado allí en 45 minutos en automóvil, está muy cerca. Durante el bombardeo, yo recibía mensajes de amigos que viven en Gaza, familias con niños viendo cómo bombardeaban a sus amigos y mataban a sus vecinos. Sin embargo, donde yo me encontraba, a menos de una hora de distancia, todo estaba bien: la gente iba a trabajar con normalidad, había gente sentada en las cafeterías, había electricidad... todo estaba tranquilo. La segregación que Israel impuso en Palestina es tan, tan efectiva que puedes estar a menos de 100 millas de ese infierno que estaba sucediendo en Gaza y no enterarte de nada. Es más, podrías estar a 10 millas de distancia, siempre y cuando fuese una ciudad o asentamiento israelí, y todo estará bien. Se puede ver el humo, sí, y algunas personas lo ven, el humo y los aviones arrojando sus bombas, pero siguen llevando a los niños a la escuela y siguen degustando su café tranquilamente. Con total normalidad.
Y sin embargo, han urdido esta falsa impresión de que los israelíes están bajo ataque y tuvieran que defenderse. ¿Defenderse de qué y de quienes? ¿De dos millones de personas bombardeadas, de las cuales más de la mitad son refugiados, personas sin hogar, sin acceso al agua, sin atención médica? ¿Defenderse de qué exactamente? ¿Qué tétrica broma es esta? Pero descubrieron esta fórmula y les funciona. Aunque la Franja de Gaza sea una catástrofe humanitaria y dos millones de personas sobrevivan en un campo de concentración. No obstante, algo tienen que hacer. La solución obvia sería abrir las puertas, permitir que la gente regrese a sus hogares, que no todos están en la Franja de Gaza, que puedan regresar a sus hogares, a sus tierras, a su agua, a sus derechos que están en muchos otros lugares de Palestina. Y, por cierto, si les preguntas a los niños más pequeños de Gaza, te dirán exactamente de qué pueblo vinieron. Así pues, eso sería lo más obvio, dejar que vuelvan a sus casas, indemnizarlos adecuadamente, compensarlos, reconstruir Gaza, reconstruir estas comunidades. Porque son personas que poseen un alto nivel educativo, no estamos hablando de millones de personas sin educación, estamos hablando de una comunidad sumamente formada que puede y quiere contribuir a la construcción de una sociedad próspera.
Pero Israel no quiere eso, ¡no por Dios!, no quiere que los palestinos regresen a sus hogares. Pero claro, no puedes simplemente quedarte ahí sentado sin hacer nada. Así que salieron con esta demoníaca fórmula: mátalos y échales la culpa a ellos, mátalos y di que es culpa suya por ser terroristas. Y por absurdo que suene, por demente que suene, el resto del mundo simplemente asiente con la cabeza y dice, pues sí, eso tiene sentido, son terroristas, por lo tanto Israel tiene derecho a matarlos.
Salvo los israelíes, nunca ha habido un tanque en Gaza, nunca ha habido una fuerza militar palestina, nunca ha habido un ejército, los palestinos nunca han tenido un ejército, los palestinos nunca han tenido un tanque, y mucho menos un F-16. Pero Israel aprendió que esta fórmula “yo bueno, tú malo” funciona. Matan a civiles inocentes y luego los culpan de ser terroristas, y cuando los palestinos se defienden disparando cohetes, dicen, ajá, lo ves, son terroristas. Así que Israel tiene derecho a defenderse pero los palestinos no, Israel tiene derecho a bombardear y masacrar a civiles inocentes, pero los palestinos no tienen derecho a defenderse porque cuando lo hacen es terrorismo.
Esta es una fórmula increíblemente perversa y quienes lo sabemos tenemos el deber de denunciarla. Lo cual nos lleva a otra cuestión: si criticas a Israel, entonces eres antisemita. Y muchos callan porque, claro, nadie quiere ser acusado de antisemita, nadie quiere ser acusado de racista. Pero lo cierto es que el sionismo es una ideología racista y que el estado de Israel se basa en una ideología racista, que un régimen violento y racista de apartheid se ha apoderado de Palestina, y así es como debemos hablar de ello. Antisemitismo, islamofobia, sionismo, supremacía blanca, todas estas son formas de racismo. Oponerse a ellos es lo correcto, a todos ellos. La mayoría de los judíos ortodoxos se oponen al sionismo, siempre lo han hecho. En realidad, el sionismo no tiene nada que ver con el judaísmo. Robaron la identidad judía, la utilizaron y la utilizan. Sí, Israel es un estado donde viven judíos, pero el régimen es un régimen de apartheid racista, violento y opresivo. El apartheid es un crimen jurídicamente bien definido, como lo son el genocidio y la limpieza étnica, y el estado de Israel está involucrado en los tres crímenes.
Se puede calificar como accidente un bombazo, pero si bombardeas a una población durante 75 años, de manera sistemática y regular, es un genocidio. Y eso es lo que estamos viendo en Gaza.
Por todo ello, creo que es importante utilizar estos precisos términos, porque son delitos bien definidos.
El ateo, liberado de la religión, es el que mejor la entiende. Una vez libre puede elegir dos caminos, liberar a otros o aprovechar su conocimiento para encadenarlos. ¡Quién sabe si los fundadores fueron grandes ateos!
ResponderEliminarLo peor es que los laicos manipuladores llevan a que sus enemigos se enroquen en otras religiones. Pero en las guerras, aún las que falsamente se plantean como "guerras de religión", no todos los combatientes son iguales.
La táctica desinformativa de siempre, cubrir mentiras con mentiras y repetirlas mil veces para que sea imposible desmotarlas todas. Después llega esa cantidad de jamaos que son los fanáticos y se lo creen todo y ya tienes reinstaurado el fascismo en el mundo. Hemos retrocedido 100 años.
ResponderEliminarSalud!