Popular Resistance.org – 02/12/2021
El opositor cubano Yunior García Aguilera ha anunciado una “alianza estratégica” de fuerzas opositoras en Cuba, Venezuela y Nicaragua. Esta "alianza" de activistas "enfrentados a la misma dictadura" podría ayudar a "cambiar la realidad en Cuba", declaró en un reportaje publicado este sábado por la agencia de noticias Europa Press(1). Tras reunirse con representantes del partido fascista Vox y del Partido Popular (PP) posfranquista, el cofundador de la plataforma Archipiélago, que aterrizó en Madrid el 18 de noviembre, también se reunió a finales de la semana pasada con el político opositor de derecha Leopoldo López, quien huyó de la justicia venezolana a España hace un año.
La conexión con López, responsable de numerosas muertes en los retenes, las llamadas guarimbas, en Venezuela en 2014, permitiría "entender mejor la obra" que García "quería escenificar en Cuba", comentó este domingo el portal cubano Cubadebate(2). López fue condenado a casi 14 años de prisión en 2015 por incitación a la violencia. Tras escapar del arresto domiciliario y participar en un fallido intento de golpe de Estado en abril de 2019, desapareció ilegalmente del país en octubre del año pasado en una operación de camuflaje con el apoyo de la embajada española. Desde entonces, él y su padre, Leopoldo López Gil, eurodiputado del PP, han presionado para que la UE endurezca las sanciones contra Venezuela.
La salida de García también fue organizada por diplomáticos españoles. El hasta ahora desconocido dramaturgo ha estado cada vez más presente en los medios occidentales en las últimas semanas como el “principal iniciador de las nuevas protestas masivas” en Cuba. Cuando las “manifestaciones a nivel nacional” anunciadas para el 15 de noviembre no se llevaron a cabo por falta de presencia de nadie, García partió hacia España un día después para –como él mismo dijo– “reunir nuevas fuerzas”. Las fotografías que documentan la supuesta persecución del oponente por parte del sistema lo muestran caminando sin obstáculos con una gran maleta con ruedas por la Terminal 3 del aeropuerto José Martí de La Habana, desmentían los informes falsos de que García estaba bajo “arresto domiciliario”(3).
Tras su llegada a Madrid, el nuevo niño mimado de la disidencia fue recibido por Vox y políticos del PP, entre otros. En septiembre, y antes en julio, ambas partes presionaron para que se rompiera el diálogo entre Bruselas y Cuba y exigieron sanciones contra la república socialista. Las mociones correspondientes habían sido formuladas por López Gil, entre otros.
El sábado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, también rechazó categóricamente un diálogo con el gobierno cubano. "En todas las ocasiones, el régimen desperdició la oportunidad de diálogo, redoblando una ideología en bancarrota y un sistema económico fallido que no puede satisfacer las necesidades básicas de los cubanos", dijo Blinken, citado por el canal de propaganda estatal estadounidense RadioTV Martí, citando a Blinken en un comunicado(4).
Al igual que Juan Guaidó, quien se nombró a sí mismo presidente interino de Venezuela con el apoyo de Washington, García amenaza con convertirse en otro peón tragicómico de los estrategas estadounidenses. Y al igual que Guaidó, juzga mal su papel. En Cuba se sentía “como un judío en la Alemania nazi”, explicó en una entrevista al diario español “El Mundo” el 18 de noviembre(5). Sin embargo, dijo que volvería allí para “cumplir su misión”, según cita Reuters(6) en el mismo día. García reveló este sábado al diario digital español “El Objetivo”(7) que su objetivo no era “pasar a la historia, conseguir una calle o una estatua de mármol en un parque, sino cambiar las cosas”.
Notas:
(2) http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/11/28/el-golpismo-los-cria-y-madrid-los-junta/
(4) https://www.radiotelevisionmarti.com/a/eeuu-recuerda-primer-aniversario-del-27n-/308082.html
(5) https://www.elmundo.es/internacional/2021/11/18/619667f1fdddffc9aa8b45ab.html
(7) https://theobjective.com/internacional/2021-11-27/yunior-garcia-alianza-opositores/
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Súper Yunior, dictadura cubana, libertad de prensa y otras falacias
Voces en lucha – 19/11/2021
El 15 de noviembre era la fecha programada. Cuba aparecía en la agenda de los grandes medios. Los altavoces de la razón universal desplegaron al unísono su canto global. Pronto desafinó. Una vez más, con la misma fuerza que infló su ruido, cayó de vacío y silencio. Sin embargo, los cantos de sirena que encubren al capital siguen haciendo mella en las conciencias.
Si en algo ha sabido incidir el desorden que nos ordena, es en el plano de las ideas. Ahí donde diluye su carácter violento. Justamente ese espacio que confirma que el capitalismo es mucho más que un sistema económico. Ese desorden que ordena conciencias y doctrinas no puede aceptar la desobediencia. El pensamiento único jamás toleró disidencias. Y Cuba, hace rato que rompió todos los moldes de lo tolerable. En 1959, cometió la osadía de salirse del tiesto; y lo hizo sin rodeos, por la vía rápida, la de la revolución armada, iniciando así, paradójicamente, la transición a eso que Frei Betto llamó “el nombre político del amor”[1]. Amor y política no es un matrimonio que pueda bendecir la maquinaria más demoledora de la historia de la humanidad. Con la épica cubana, se desparramó la esperanza por América Latina y el mundo. Y la máquina, era de esperar, extendió sus tentáculos de guerra; políticos, judiciales, económicos, militares y por supuesto culturales. Alianzas para el progreso, golpes de Estado, terrorismo paraestatal, bloqueo, medidas coercitivas, contrainsurgencia, asesinatos políticos. Paralelamente, puso a funcionar una arquitectura de guerra cultural y propaganda que tenía como objeto atacar a las conciencias mediante todos los instrumentos a su alcance: cine, publicidad, prensa, radio, televisión, música, arte, agencias no y sí gubernamentales. Financiaron campañas mediáticas, programas de desarrollo, investigaciones, compraron voluntades y cooptaron intelectuales, artistas y escritores muchos de ellos progresistas o de la izquierda marxista. Lo que Néstor Kohan llama “la fabricación industrial del consenso”. El pensador argentino alude al texto de Frances Stonor Saunders, La CIA y la guerra fría cultural, donde a través de entrevistas a exagentes de la Agencia Central de Inteligencia y acceso a documentos desclasificados, ofrece datos sobre
“los abultados millones de dólares que la CIA invirtió en sobornos, pensiones políticas, becas y subsidios a congresos, proyectos académicos, editoriales y revistas “independientes”, destinados a cooptar, neutralizar, confundir o inducir quiebres en los investigadores e intelectuales críticos de Europa del Este, de Europa Occidental y de los propios Estados Unidos. La finalidad de este gigantesco arsenal político y financiero la definió C.D. Jackson (consejero en guerra psicológica de Eisenhower y la CIA): `nos proponemos ganar la tercera guerra mundial sin combatir´. Lo lograron, al menos por ahora”[2].
Se trataba de trabajar en las conciencias individuales y colectivas para construir consensos mediante la aceptación del capitalismo y su razón cultural, no solo como la única posible, sino la única deseable. Herramientas claves para esta tarea son los medios de comunicación, máquinas de crear cultura; de estimular o dilapidar el pensamiento crítico. Todos los recursos son pocos a la hora de mantener la hegemonía. Y un imperio sabe bastante de hegemonía y algo de gestionar recursos.
Lo que contemplamos el día 15 de noviembre en el panorama mediático internacional en relación a Cuba es resultado de años de guerra cultural articulada contra el amor y la política. Las victorias en esa variante de guerra tienen varias ventajas. La más evidente es que no deja huellas de sangre ni ladrillos rotos; la más duradera es la huella que deja en las cabezas, que suelen aceptar mejor las ideas que las balas. Si tomamos como ejemplo el Reino de España, podemos palpar su gran logro hegemónico: la naturalización de posiciones políticas sobreideologizadas. Cuba es una brutal dictadura de la misma forma que la lluvia moja. Si cuestionas que la lluvia moja, probablemente estés loco o mucho peor: seas comunista.
Las tertulias de radio o televisión tenían el día 15 a Cuba en la palestra. Por poner tan solo un ejemplo, Radio Nacional de España comienza la mañana hablando de ausencia de libertad de prensa en Cuba en un debate donde todos los “opinólogos” piensan lo mismo, reproduciendo cada cual con más ingenio la versión monolítica del Norte Global. Los calificativos van desde dictadura hasta jurásico sin obviar otros más moderados propios de la información democrática y plural que se supone representan. Así llevan décadas alimentando una opinión pública sobre Cuba o Venezuela que da por sentado verdades incuestionables sin contraste con la realidad ni juicio crítico.
Quienes acusan han desarrollado la virtud de hacernos creer que hablan desde un espacio de libertad ajeno a lo ideológico. Estos profesionales de la opinión, que tan pronto hablan de Cuba como son expertos en volcanes, Covid-19 o la reproducción del cangrejo blanco de Oceanía, portan y reproducen la verdad única de la llamada “razón occidental”, legítima dueña de la libertad, la democracia y el orden.
La mitología de la libertad de expresión es el arma para deslegitimar desde la lupa del Norte todo orden social que no se ajuste a los cánones del circo neoliberal donde cualquiera puede decir lo que le venga en gana siempre y cuando sea minoritario o no toque ciertos intereses.
La Revolución Cubana es presa perfecta para el despliegue de ese mito. No importa que en Cuba, un país históricamente dependiente, subdesarrollado y bloqueado desde hace 6 décadas, los índices de desarrollo humano estén entre los primeros del mundo. Los datos de esperanza de vida, analfabetismo, escolarización, acceso a la salud o mortalidad infantil alcanzan o superan a los llamados países del primer mundo. Tampoco importa que en medio de un bloqueo criminal Cuba haya producido 5 vacunas contra el Covid-19 (3 exitosas y 2 en fase de pruebas) así como medicamentos para su tratamiento y haya cuidado a su pueblo con medidas de prevención, entre ellas la restricción de la mayor fuente de ingresos del país: el turismo.
Desde el 15 de noviembre, más allá del ruido mediático, lo que vive Cuba es el esperado regreso a la normalidad. Tras el logro vacunal, con el 70% de la población vacunada y expectativas del 100% a fines de año, se restablece el tránsito aéreo y el turismo con 400 vuelos semanales a la isla. Ese mismo día, niñas, niños y jóvenes llenan calles y aulas de vida con el regreso a las escuelas.
Los representantes de la razón de Occidente nunca pondrán el ojo en todo esto. Lo importante es que Cuba ha retirado a la Agencia EFE sus credenciales, devolviendo posteriormente solo 2. La agencia EFE fue fundada durante la Guerra de España por el falangista y varias veces ministro con Franco, Serrano Suñer, quien afirmó que el nombre EFE procede de la letra inicial de Falange y de Fe, su órgano de propaganda. Hoy, renovada y hasta con espacio feminista, sigue siendo una agencia pública al servicio de los intereses del Reino de España. Pero no solo: “tiene un convenio de colaboración con la ciudad de Miami, que la compromete a realizar –leemos- `semblanzas y reportajes que reflejen la realización del sueño americano´ en aquella ciudad”[3]. Sabiendo como sabemos que Miami es el nicho de la mafia anticubana, no hace falta aclarar a qué órbita se ajustan las noticias de la agencia sobre Cuba.
El día 15, los 2 mayores periódicos españoles, uno “progresista” y otro conservador, decían en sus portadas: “El régimen estrecha el cerco a Yunior García, líder del cambio” (El País); “Cuba persigue a Yunior García y reprime a la prensa antes de la Gran Marcha” (El Mundo).
Yunior García es presentado mediáticamente como el rostro de la disidencia cubana. Su perfil se ajusta a las necesidades del consenso internacional. Joven dramaturgo –formado por cierto gratuitamente por la Revolución- autodefinido como “demócrata de izquierdas” y “revolucionario”, de aspecto desenfadado y progre. Pero no es suficiente con eso. Para semejante tarea hace falta preparación y recursos. Llegaremos a eso.
Yunior es el fundador de la plataforma digital Archipiélago. Su figura fue tomando relevancia desde las acciones del Movimiento San Isidro de noviembre de 2020 y las protestas del pasado 11 de julio, siendo el principal promotor de la Marcha Cívica por el Cambio del 15 de noviembre. Ante la negativa del Consejo de la Administración de La Habana Vieja a su solicitud de la marcha, Yunior saldría a caminar desde el parque Quijote hasta el Malecón con una rosa blanca, en solitario y los medios internacionales enfocándole. No lo haría porque según denunció le bloquearon la salida de su casa. Al día siguiente, otros activistas de Archipiélago publicaron en redes que su líder estaba desaparecido, y exigían al gobierno “fe de vida”. Lo que no supimos hasta el miércoles es que mientras sus compañeros denunciaban su desaparición, Yunior se encontraba volando fuera de Cuba. ¿Hacia dónde? Nada menos que al Reino de España, con visa de turista. El dramaturgo afirmó en una entrevista que se quebró por la presión recibida. Sin embargo, según cuenta el diario El País, “fuentes diplomáticas indicaron que desde hace días se estaban haciendo discretas gestiones para el viaje de García. El opositor voló a Madrid el martes en un vuelo de Iberia en compañía de su esposa”[4]. El jueves 18 de noviembre, Yunior da una rueda de prensa con un discurso digno de su condición, afirmando:
«La razón por la que tuve que salir de Cuba fue porque, si me quedaba allí, probablemente no me iban a enviar a prisión, ellos no querían convertirme en un símbolo, si me condenaban, me convertían en un símbolo, si me mataban, me convertían en un símbolo. Ellos necesitaban silenciarme, anularme como persona, bloquearme mentalmente, atacarme psicológicamente, que me desestabilizara. Y casi lo logran».
Suena conmovedor. Su relato es perspicaz. Perfecto para cumplir su papel de víctima. Yunior no define a Cuba como “dictadura” desde posiciones conservadoras, sino desde una pose progresista que llama a abandonar el romanticismo hacia la revolución, afirmando que sus promesas fracasaron derivando en una “tiranía”. “La mayoría de los que hemos lanzado estas protestas somos progresistas”, asevera. Incluso no compartiendo sus posturas, el personaje puede resultar creíble. Siempre y cuando no atendamos a algunos detalles.
Están probados los nexos de Yunior García con organizaciones financiadas por EEUU como la USAID, la NED o el Fondo Carnegie para la Paz Internacional, todas ellas vinculadas a la CIA, ésta última dirigida por su actual director, William J. Burns. En 2018, Yunior participó en Argentina en un proyecto llamado “Tiempo de Cambios y el nuevo rol de las Fuerzas Armadas en Cuba”, de la fundación derechista Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL). En 2019, asistió a talleres de formación de liderazgo impulsados por la NED en Sant Louis University-Madrid Campus, una universidad jesuita vinculada al ejército norteamericano donde completan estudios soldados afincados en Madrid. Allí, uno de los conferenciantes fue el expresidente Felipe González[5].
Yunior García Aguilera (en el centro, de frente a la cámara), durante un taller en la Universidad de Saint Louis en Madrid, en 2019, que fue visitado por el ex presidente español Felipe González
Lo revela quien durante más de dos décadas fue el "agente Fernando" de los órganos de la seguridad del Estado cubano, el doctor Carlos Leonardo Vázquez González, especialista en Medicina General Integral y Oncología, quien asistió junto a Yunior a los talleres[6]. Existen imágenes de Yunior entrando en la residencia oficial del Encargado de Negocios de EEUU en Cuba, de reuniones con Alexander Agustín Marcel, funcionario de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado norteamericano, así como una grabación telefónica donde conversa sobre la preparación de la marcha con Ramón Saúl Sánchez, quien atesora un amplio historial terrorista contra Cuba[7]. Todos estos vínculos convierten a Yunior en algo más que en un dramaturgo descontento con "el régimen": en un operador político de la derecha anticubana internacional.
No es casualidad que el destino de Yunior sea el Reino de España, que ya se está convirtiendo en sede de héroes de la libertad que, cómo no, acaparan recién aterrizados todos los focos. Recordemos a nuestro querido Súper López[8]. Súper Junior no llega a la categoría de terrorista como Leopoldo. Su papel es otro, y sin entrar en si finge o no su discurso, lo cierto es que le arropan, y se deja arropar, por intereses de dudosa condición y organizaciones que no solo tienen poco que ver con la izquierda, sino que se dedican a combatirla. El fenómeno Yunior no tuvo el efecto esperado en la isla el 15 de noviembre y algunos tratan ahora de aprovechar el tirón para explotar su figura desde España.
La utilización de personajes de la cultura es una vieja táctica de la guerra cultural. Las conocidas como "revoluciones de colores" tienen el propósito de alentar el caos, la desobediencia y generar escenarios que provoquen revueltas y justifiquen sanciones de organismos internacionales o incluso una intervención, como algunas voces piden sin rubor para Cuba. El objetivo es el cambio de régimen. Es decir, el regreso del capitalismo a Cuba mediante la instalación de un régimen liberal de partidos. La presentada como pacífica Marcha por el Cambio responde a ese patrón diseñado desde fuera de la isla. Juan González, el principal asesor para América Latina del presidente Joe Biden, afirmaba: "EEUU responderá posiblemente con sanciones si se violan los derechos fundamentales del pueblo cubano o se procesa a los promotores de la Marcha Cívica opositora". El intervencionismo contra Cuba no parece que vaya a venir por la vía clásica militar. Los misiles son más sutiles. Complementan al bloqueo y se presentan como ONGs, hablan de democracia y libertad y asumen rostros amables, resilientes y creativos.
Ocurre que el capitalismo no es el único que construye sentidos. Cuba también ha producido sus consensos. La diferencia es que éstos se asientan en los principios de lo humano. En los principios emancipadores de la Revolución y sus logros. Una Revolución que en más de 6 décadas ha logrado crear una cultura política muy celosa de su soberanía y su independencia, porque sabe del sacrificio para alcanzarlas, y sabe que ha sido mediante el horizonte socialista como estrategia. Por eso no sirve cualquier líder carismático de la disidencia en la isla. El pensador cubano recientemente fallecido Juan Valdés Paz, contaba en una entrevista a Vocesenlucha:
"A mí siempre me gusta poner este ejemplo: si ahora nosotros tres nos vamos a la cola del pan, pues ahí el consenso debe ser del 5%, porque está todo el mundo protestando por el pan –uno solo, está mal hecho, en fin–. Pero según tú te vas moviendo de tema, vas moviendo el consenso, hasta el consenso más alto. Cuando llegues al tema de la patria, la independencia, la soberanía, ahí el consenso es sobre el 90, permanentemente. El que esté por fuera se considera un apátrida. Entonces la política gringa, estúpidamente, mantiene la cuestión nacional en el centro de la hostilidad. Tampoco tienen otro remedio, porque una vez que la Revolución está consolidada, se la tienen que tragar completa"[9].
Joel, un buen amigo, trabajador humilde de un barrio popular de La Habana, nos comenta:
"a Yunior le pagaron para que hiciera barullo. Estoy totalmente convencido, si antes me quedaba alguna duda, que en Cuba hay muchos más revolucionarios que contra. La gente, aunque sepa que la situación está dura y se quejen, no quiere un cambio social, quieren mejorar, solo mejorar. Si algún día se logra burlar el bloqueo, digo burlar porque ellos no lo van a quitar, sería que la mayoría de países se unieran y dijeran no al bloqueo, la gente entonces estará mejor".
La llegada de la pandemia ocurrió en un momento muy complicado para Cuba ante el recrudecimiento del bloqueo norteamericano impulsado por Trump. A eso se sumó la pérdida del ingreso del turismo y la paralización propia de las medidas de confinamiento. Nadie niega que en Cuba hay dificultades, ni el propio presidente Díaz-Canel, quien fue a conversar directamente con la gente que salió a las calles el pasado 11 de julio, en unas protestas donde se mezclaron sectores pacíficos molestos por la crisis económica, con actos violentos y vandálicos, y una agenda bien articulada desde fuera de la isla. Los altavoces globales y los centros de inteligencia están preparados para en momentos de debilidad descargar su arsenal.
La guerra mediática forma parte de las llamadas guerras híbridas o de cuarta generación, que no son más que una expresión del imperialismo. Ese palabro pasado de moda, sigue estando en plena forma y se hace más necesario que nunca para mantener el poder en tiempos de crisis, pandemias e incertidumbres.
La libertad de prensa en el capitalismo funciona como un embudo atascado; en su ancho espectro, inmóvil, la verdad única, incuestionable; en su cuello, bloqueando el progreso, el pensamiento crítico, antisistémico, subversivo, terrorista. La censura no existe. Los raperos presos por cantar son leves disfunciones del sistema. La verdadera censura es más sutil y opera como autocensura. Los periodistas ya no son periodistas sino mercenarios de la información al servicio de "la verdad" del grupo que paga. Para mantener el trabajo, solo hay que ser fiel a su posición ideológica. Rebelarse contra eso implica el despido y posiblemente el ostracismo.
Las corporaciones del caos riegan sus verdades aplastantes disparando a las conciencias mediante armas de distinta condición. En la guerra contra la isla, el papel de las nuevas formas de comunicación es clave. Las redes sociales se han convertido en el nuevo territorio para el despliegue de guerra. Operadores a sueldo completan la labor de los algoritmos.
En la era de la información crece la confusión. En ella no caben las certezas. Mucho menos la subversión al estado de ideas imperante. Cuba régimen maligno, dictadura opresora, isla encerrada en sí misma, revolución frustrada, fallido experimento socialista. Demostración palpable de que el sueño comunista no es posible. De que otro mundo no es posible. El amor y la política se divorciaron para siempre.
Perdidos en la vorágine de la nube, vagabundeamos ansiosos en busca de un click que complete nuestra condición imperfecta. Hoy que los credos religiosos decaen en Occidente, no existe más dios que lo digital. Danos pues hoy, padre mediático, la información nuestra de cada día, por el resto de los días, amen.
Notas:
[1] Javier Larraín, Frei Betto: “El socialismo es el nombre político del amor”, Correo del Alba, 12/3/2019
[2] Néstor Kohan, Marx y la teoría crítica latinoamericana, Trinchera, Caracas, 2015, p. 29
[3] Cubainformación, https://afly.co/qxy6
[4] El País, 17/11/2021 https://elpais.com/internacional/2021-11-17/yunior-garcia-principal-promotor-de-las-protestas-en-cuba-aterriza-en-espana.html
[5] Ver Wikipedia, https://youtu.be/qL2uO70bTxc y Paco Azanza Telletxiki, Cubainformación
[6] Ver PALABRA PRECISA: Entrevista con el Agente Fernando
[7] Cubainformación, 27/10/2021 https://afly.co/qy36
[8] Vocesenlucha, Superlópez, villano Maduro y Planeta Canalla, 1/12/2020
[9] Entrevista a Juan Valdés Paz (I), La Habana, diciembre de 2019, en vocesenlucha.com
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https://www.greanvillepost.com/2021/11/26/us-medias-blatant-lies-about-cuba-colombia/
ResponderEliminarEl periodista de "The Greyzone" sabe mucho de esto, creo.
Así es. Ben Norton y Max Blumenthal son conocedores de la realidad latinoamericana y muy críticos con el imperialismo estadounidense, al que no cesan de denunciar.
EliminarLa izquierda de pacotilla y la gusanera FRANCOCRACIA.
ResponderEliminarJoan Garcés nos cuenta, y documenta en su imprescindible libro: “Soberanos e intervenidos”, cómo la política exterior de España, España, España… giró oportunistamente allá por el año 1943, justo cuando el ejército rojo empezó a ganar la partida al ejército nazi.
Dices tú de lacayos del imperialismo:
«España podría ser un fuerte estribo para EEUU en Europa»
(Teniente general Antonio Castejón, jefe de la 71 División con sede en Valladolid. 6 de marzo de 1946).
Pues eso, estribo ‘anticomunista’ de EEUU en Europa. Franco, que poco antes jugaba en el equipo nazi: “El Caudillo había escrito al Führer el 26 de febrero de 1941: «Yo considero, al igual que usted, que el destino de la Historia le ha unido conmigo y con el Duce de un modo indisoluble»”, decidió que había que cambiar, no de bando anticomunista, sino de ‘caballo ganador”. Y así hasta ahora mismito, la intervención yanqui en Spain es más ‘absorbente’ que nunca, ya sea en el plano económico, militar, cultural…
La Transición del franquismo puro y duro a la FRANCOCRACIA pura y dura que hoy disfrutamos, fue diseñada por la CIA e implementada en comandita por los camisas azules reconvertidos en demócratas de toda la vida, los socialistas que venían de 40 años de vacaciones antifranquistas y ahora mangoneados por el títere de los yanquis Felipe González y el PCE del miserable Carrillo que traicionó 50 años de historia antifascista a cambio de una inalcanzable zanahoria que lo arrastró al basurero de la historia…
Así las cosas no puede extrañar que el régimen de la FRANCOCRACIA, hoy ‘administrado’ por «el gobierno PSOE-UP más progresista de la historia» haya convertido ‘oportunistamente’ a España, España, España en la gusanera de criminales venezolanos como Leopoldo López o mequetrefes cubanos como el tal Yunior García Aguilera. Ocurre que «el gobierno PSOE-UP más progresista de la historia» no es más que la marioneta del Departamento de Estado, tanto si hay que apoyar a criminales en Colombia, Venezuela o Cuba, como si hay que atacar a Nicaragua o favorecer al impresentable reyezuelo marroquí y ningunear al pueblo saharaui, por no hablar del papelón que toca representar a las órdenes de Alemania en UE y de la organización criminal internacional (des)conocida como OTAN.
En fin, si situamos las cosas (en la Habana, en Madrid, en Caracas, en Managua…) en su contexto histórico imperialista, y llamamos al pan pan y al vino, vino, es posible que nos acerquemos a la verdad de los hechos… y a partir de ahí…
Salud y comunismo.
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Dices bien, Luis, y señalas lo que, a mi entender, es la clave del miserable gatopardismo que condujo a estos lodos: "...camisas azules reconvertidos en demócratas de toda la vida, los socialistas que venían de 40 años de vacaciones antifranquistas y ahora mangoneados por el títere de los yanquis Felipe González y el PCE del miserable Carrillo que traicionó 50 años de historia antifascista".
EliminarLa extraordinaria organización de base, la sacrificada y menudo heroica militancia del PCE, vendida y traicionada por un plato de lentejas transgénicas, osease, 'made in USA'. Al contrario que a Fidel, la historia no absolverá a los Esaús responsables de tal infamia.
Salud y comunismo.
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Otra excrecencia mediática americana. Pero hay que entender una cosa vital sobre el periodismo y los movimientos mediáticos: son la otra cara de los movimientos de espionaje y guerra sucia. Ambos se enseñan en las mismas escuelas y universidades.
ResponderEliminarSalud!
Están surgiendo Guaidós como champiñones. Y es lógico, el Departamento de Estado paga bien y sólo exige no tener escrúpulos ni principios.
EliminarSalud!