12 marzo, 2022

"Las sanciones impuestas por Washington a Moscú destruirán a Europa, no a Rusia" — Pepe Escobar

 


Russian Judo Tears the West Apart [El yudo ruso tumba a Occidente]

Information Clearing House – 11/03/2022

  Traducción del inglés: Arrezafe


En la lista negra elaborada por Rusia de naciones hostiles que la han sancionado figuran EEUU, la UE, Canadá y, en Asia, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Singapur (el único del sudeste asiático). Observe cómo esa "comunidad internacional" sigue reduciéndose.


El Sur Global debe ser consciente de que ninguna nación de Asia Occidental, América Latina y África se ha sumado al carro de las sanciones de Washington.


Moscú ni siquiera ha anunciado su propio paquete de contra-sanciones. Sin embargo, un decreto oficial "Sobre la Orden Temporal de Obligaciones con Ciertos Acreedores Extranjeros", que permite a las empresas rusas liquidar sus deudas en rublos, ofrece una pista de lo que está por venir.


Todas las contramedidas rusas giran en torno al nuevo decreto presidencial, firmado el sábado pasado, que el economista Yevgeny Yushchuk define metafóricamente como una “mina terrestre nuclear”.


Funciona de la siguiente manera: para pagar préstamos obtenidos de un país sancionador, que excedan los 10 millones de rublos al mes, las compañías rusas no tienen que hacer una transferencia. Solicitan en un banco ruso la apertura de una cuenta a la cual la empresa transfiere la deuda en rublos al tipo de cambio actual, todo ello perfectamente legal. Los pagos efectuados en moneda extranjera han de pasar por el Banco Central del que, en cualquier caso deben recibir un permiso especial de la Comisión Gubernamental para el Control de la Inversión Extranjera.


Lo que en la práctica esto significa es que la mayor parte de los aproximadamente 478.000 millones de dólares de la deuda externa rusa pueden "desaparecer" de los balances de los bancos occidentales. Su equivalente, disponible en rublos, se depositará en bancos rusos, pero los bancos occidentales, tal como están las cosas, no pueden acceder a él.

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Mientras tanto, Sberbank confirmó que emitirá las tarjetas de débito/crédito Mir rusas acreditadas de manera conjunta con UnionPay de China. Alfa-Bank, el banco privado más grande de Rusia, también emitirá tarjetas de crédito y débito UnionPay. Aunque solo hace cinco años que se implementó, el 40 por ciento de los rusos ya tiene una tarjeta Mir para uso doméstico que, ahora, también podrán usarla internacionalmente a través de la enorme red de UnionPay. Y sin Visa y sin Mastercard, las comisiones de todas las transacciones permanecerán en la esfera Ruso-China. Desdolarización en marcha.


Sr. Maduro, deme un poco de petróleo.


En Viena, las negociaciones sobre las sanciones a Irán pueden estar llegando a la última etapa, como reconoció incluso el diplomático chino Wang Qun. Pero fue el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, quien introdujo una variable nueva y crucial en las discusiones finales.


De manera muy explícita, Lavrov expuso una demanda de última hora: "Hemos pedido garantías por escrito… de que el proceso actual [de sanciones a Rusia] desencadenado por Estados Unidos no dañará de ninguna manera nuestro derecho a una cooperación comercial, económica, de inversión libre y plena y de cooperación técnico-militar con la República Islámica".


En Viena todos saben, incluidos los observadores, que para la firma y renacimiento del JCPOA, ninguna nación debe ser individualmente castigada por comerciar con Irán. Teherán también lo sabe.


Así pues, lo que está sucediendo ahora es un elaborado juego de espejos persas, coordinado entre la diplomacia rusa e iraní.

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La administración del presidente Joe Biden está absolutamente desesperada: hoy prohibió todas las importaciones de petróleo y gas de Rusia, que resulta ser el segundo mayor exportador de petróleo a EEUU, trás Canadá y por delante de México. La "gran estrategia" de Estados Unidos para reemplazar el suministro ruso de energía es mendigar petróleo de Irán y Venezuela.


La Casa Blanca envió una delegación para hablar con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, encabezada por Juan González, el principal asesor de América Latina de la Casa Blanca. La oferta de EEUU: "aliviar" las sanciones a Caracas a cambio de petróleo.


El gobierno de Estados Unidos ha estado años, si no décadas, quemando todos los puentes con Venezuela e Irán. En su intento de apoderarse de los mercados petroleros mundiales, el gobierno de EEUU destruyó Irak y Libia, y aisló a Venezuela e Irán, solo para terminar tratando de comprar a ambos miserablemente para escapar de ser aplastado por las fuerzas económicas que él mismo ha desatado. Eso prueba, una vez más, que los "fabricantes de políticas" imperiales no tienen ni idea.


Caracas solicitará la eliminación de todas las sanciones a Venezuela y la total devolución de su oro confiscado. Y parece ser que nada de todo esto se consultó con el "presidente" Juan Guaidó, quien desde 2019 era el único líder venezolano "reconocido" por Washington.


Cohesión social quebrada


Mientras tanto, los mercados de petróleo y gas están en pánico total. Ningún comerciante occidental quiere comprar gas ruso, pero eso no afecta al gigante energético estatal ruso, Gazprom, que sigue abasteciendo debidamente a los clientes que firmaron contratos con tarifas fijas, de $100 a $300 (otros están pagando más de $3.000 en el mercado al contado).


Debido a la histeria de las sanciones, los bancos europeos están cada vez menos dispuestos a otorgar préstamos destinados al comercio de energía con Rusia. Un sólido indicio de que el gasoducto Nord Stream 2 puede estar literalmente enterrado, es que el importador Wintershall-Dea canceló su parte del financiamiento, asumiendo de facto que el gasoducto no se pondrá en marcha.


En Alemania, cualquiera en posesión de un cerebro sabe que dos terminales adicionales de gas natural licuado (GNL), aún por construir, no serán suficientes para las necesidades de Berlín. Simplemente no hay suficiente GNL para abastecerlos. Europa tendrá que competir con Asia, pero ¿quién puede pagar más? Asia gana.


Europa importa aproximadamente 400 mil millones de metros cúbicos de gas al año, de los cuales Rusia suministra 200 mil millones. No hay forma de que Europa pueda encontrar 200 mil millones en ningún otro lugar para reemplazar a Rusia, ya sea en Argelia, Qatar o Turkmenistán. Sin mencionar su falta de las necesarias terminales de GNL.


Obviamente, el principal beneficiario de todo este embrollo será EEUU, que podrá imponer no sólo sus terminales y sistemas de control, sino también beneficiarse de los préstamos a la UE, las ventas de equipos y el acceso total a toda la infraestructura energética de la UE. Todas las instalaciones, oleoductos y almacenes de GNL estarán conectados a una única red con un único centro de mando: un auténtico sueño empresarial americano.


Europa se verá relegada con una escasa porción de energía para su cada vez más reducida industria; pérdidas de empleo; disminución de los estándares de calidad de vida; mayor presión sobre el sistema de seguridad social, y, por último pero no menos importante, la necesidad de solicitar préstamos extra a los americanos. Algunas naciones volverán al carbón para calefacción. El proyecto verde palidecerá.


¿Qué pasará con Rusia? Como hipótesis, incluso si se redujeran todas sus exportaciones de energía (cosa que no pasará, pues sus principales clientes están en Asia), Rusia no tendría que utilizar sus reservas de divisas.


El rusofóbico ataque total a las exportaciones rusas también tiene como objetivo los metales de paladio, vitales para la electrónica, desde computadoras portátiles hasta sistemas de aeronaves. Los precios se están disparando y Rusia controla el 50% del mercado global. Luego están los gases nobles (neón, helio, argón, xenón) esenciales para la producción de microchips. El titanio ha subido un cuarto de su precio, y tanto Boeing, en un tercio, como Airbus, en dos tercios, dependen del titanio de Rusia.


Petróleo, alimentos, fertilizantes, metales estratégicos, gas neón para semiconductores: todo cociéndose en la marmita de la Bruja Rusia.


Algunos occidentales que aún valoran la realpolitik bismarckiana han comenzado a preguntarse si el ataque a la energía (en el caso de Europa) y a los flujos de productos básicos seleccionados en las sanciones pueden estar estrechamente ligados a la protección de un inmenso fraude especulativo que, si implosiona debido a la escasez de materias primas, todo el sistema financiero occidental explotará. Eso supone una verdadera quiebra del sistema.


El tema clave que debe tener en cuenta el Sur Global es que "occidente" no se está suicidando. Lo que tenemos aquí, en esencia, es la destrucción deliberada de  la industria alemana y de la economía europea por parte de Estados Unidos, destrucción llevada a cabo, sorprendentemente, con la connivencia de la Unión Europea.




Destruir la economía europea significa no permitir un mercado adicional para China, bloqueo de inevitables consecuencias en el comercio entre la UE y la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), el mayor acuerdo comercial del mundo.


El resultado final será que EEUU se zampe los ahorros europeos, mientras China amplía su clase media a más de 500 millones de personas. Como señala Glazyev, a Rusia, soberana y autosuficiente, le irá bien.


El economista estadounidense Michael Hudson ha esbozado de manera concisa los derroteros de la autoimplosión imperial. Sin embargo, es mucho más dramático que un desastre estratégico, es un desfile de sordos, mudos y ciegos dirigiéndose hacia una profunda recesión y posible hiperinflación que destrozará lo que queda de la maltrecha cohesión social de Occidente. Misión cumplida.



1 comentario:

  1. Si no salta la 3GM, lo cuál es muy posible a la vista de los intentos incesantes de EEUU, esta guerra solo acelera la vertiginosa transición energética de Europa, y con ella medio mundo.
    Vamos a volar en pedazos... chiquititos.
    Salud!

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