21 abril, 2022

"El campesino ruso conservó las ideas de su tradición respecto al trabajo en común"

 

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"Negar la existencia de una tendencia comunista en la gran mayoría del pueblo ruso, sería negar la verdad. Por condiciones especiales del país, o por atavismo histórico; por reminiscencias primitivas superviviendo a través del barniz de la civilización que Rusia se iba dando o por falta de centros industriales; por inclinaciones naturales en el pueblo, más cerca del plano de la tribu que de una ciudad moderna; por apego natural del campesino hacia la tierra, o por lo que fuere, lo cierto es que en el pueblo ruso la tendencia comunista no había podido desarraigar jamás, manteniéndose firme a través de cuanto hicieron por borrarla del alma eslava.

Se presenta en una forma u otra. Tan pronto avanza retadora como retrocede atemorizada; espléndida a ratos y a ratos raquítica. Nadie puede, sin embargo, negar el sentimiento comunista de la masa rusa. Lo hallamos esbozado en su literatura, en las descripciones de los viajeros que han cruzado Rusia, en los relatos de sus costumbres, en todo cuanto va impregnado del espíritu del pueblo. El comunismo, en Rusia es algo congénito a la psicología de los habitantes del país".


"Por conveniencias políticas, las clases dominantes no fomentaron la cultura popular. Beneficiándose, por no despertar en el pueblo ansias de mejoramiento, se perjudicaron por otro lado, pues persistiendo en el pensamiento colectivo las primitivas condiciones de trabajo, dejaron latente el deseo de retorno a una vida más en armonía con el esfuerzo del hombre. No quisieron darle la sensación de un pueblo con derechos; pero tampoco pudieron ahogar sus instintos. Con la horca apagaron el resplandor político; más no pudieron, a pesar de todos los esfuerzos, extinguir las refulgencias justicieras". 


"La burguesía rusa, menos hábil o más orgullosa que la de otros países, no quiso descender hasta el pueblo y darle siquiera una caricatura de libertad y de democracia a bajo precio; pero al dejar en el pueblo latentes sus instintos, este le recordaba vagamente cada día que trabajando todos y en común, la vida sería más fácil y más llevadera. Y por eso, a cada ocasión que se presentaba, emergía arrogante el instinto popular y se manifestaba en la forma más adecuada a las circunstancias del momento.

La tendencia comunista rusa nace de esa misma esclavitud a que se sometió al pueblo. Limitado el campo de sus ideas a no ocuparse sino del trabajo, el campesino ruso tenía siempre presente los métodos primitivos de sus antepasados, que luego él adaptaba a las condiciones presentes cuando una disyuntiva cualquiera le deparaba la ocasión propicia.

Por eso, el "Mir" y el "Artel" no son arrastrados en la corriente de violencias y arbitrariedades de las clases dominantes rusas contra las multitudes esclavizadas.

Apartado culturalmente de la civilización occidental –que con sus espejismos y oropeles embauca a las multitudes haciéndoles creer en un bienestar económico que no gozan y en una libertad que no disfrutan–, el campesino ruso conservó las ideas de su tradición respecto al trabajo en común".


Ángel Pestaña, Setenta días en Rusia



Combatientes comunistas forman la Guardia Roja del Donbass



2 comentarios:

  1. Por desgracia aquí nos han machacado e introducido tanto el neoliberalismo que hasta pensamos que somos mercancía, nos vendemos en los curriculos y deseamos convertirnos en Recursos Humanos para el Moloch. Lo de unirnos con otros sin competir se lleva mal. No nos ponemos de acuerdo ni en el color de la leche.
    Salud!

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    1. Cierto, y la clase dominante azuza la división. Sin unidad estamos perdidos.

      Salud!

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