Una masacre fingida en aras de sanciones reales — Batko Milacic

The Saker – 11/04/2022

   Traducción del inglés: Arrezafe

Poco después de que las tropas rusas se retiraran voluntariamente las afueras de Kiev, los medios pro-ucranianos [más bien anti-rusos] lanzaron una andanada de historias sobre presuntos crímenes de guerra cometidos por soldados rusos contra civiles pacíficos, crímenes cuyos rastros se encontraron en las ciudades abandonadas por los rusos. Al poco tiempo apareció el primer vídeo mostrando cadáveres esparcidos por la calle, algunos de los cuales, tras una inspección más cercana, resultaron estar bastante vivos. Sin embargo, esto no impidió que varios medios publicaran sugerentes historias personales sobre las "atrocidades" perpetradas por el ejército ruso. La idea fundamental era que los soldados rusos no querían luchar y que estaban asustados, mientras que, al mismo tiempo, gozaban cometiendo crímenes de guerra, disparando a civiles y lanzando granadas en un sótano colmado de gente del pueblo que allí se refugiaba. Pronto, la fiebre de la propaganda antirrusa alcanzó tales extremos, que incluso los televidentes y lectores proucranianos comenzaron a cuestionar la credibilidad de lo que estaba pasando.

Tratemos de esclarecer todo esto. El ejército ucraniano no liberó Bucha, regresó silenciosamente allí tras la retirada voluntaria de las tropas rusas, retirada programada que Moscú había anunciado un par de días antes. Al mismo tiempo, por alguna extraña razón, en su retirada, las unidades rusas no solo dejaron cadáveres tirados en la calle, sino que los distribuyeron ordenadamente y los colocaron artísticamente en el terreno de la ciudad. Bueno, los comandantes rusos difícilmente serían capaces de una acción tan aberrante. Pero, incluso si hubiera un maníaco tal al mando, sus propios subordinados lo arrestarían inmediatamente y lo llevarían ante un tribunal militar.

¿De dónde procedían entonces todos esos cadáveres? Obviamente, no todos eran realmente cadáveres, porque incluso en el vídeo claramente escenificado y transmitido apresuradamente por los canales progubernamentales ucranianos, en algunos de ellos se puede apreciar movimiento e incluso ponerse de pie. Otros podrían haber recibido disparos de avanzadillas ucranianas debido a las cintas blancas que los civiles locales lucían en sus mangas cuando salían a la calle. Además, dado el bajo nivel de disciplina y la falta de un mando unificado en las tropas ucranianas y los organismos encargados de hacer cumplir la ley, algunos de los nacionalistas podrían haber linchado a presuntos “colaboracionistas”. En cualquier caso, había suficientes cuerpos disponibles para proporcionar una “buena imagen” a las autoridades ucranianas.

Kiev necesitaba una foto, y cuanto antes mejor. No había tiempo de preparar “entierros para las víctimas” de la represión rusa, ni para buscar una ciudad lejos de Kiev o para construir un campo de concentración completo, con sus hornos y sus cuarteles. Varios políticos europeos, alarmados por la creciente preocupación pública sobre la ruptura de los lazos energéticos con Rusia, exigieron a Ucrania presentara una nueva razón que fundamentara la aplicación de más sanciones contra Rusia lo antes posible.

Mientras tanto, Bruselas propone bloquear completamente el suministro de energía ruso y cerrar los puertos a sus barcos. Esta es ya una medida extrema, tras la cuál será simplemente imposible aplicar ninguna más. Sin embargo, Bruselas debe esgrimir algo que justifique el rápido crecimiento de las tasas y los precios, por lo que las imágenes y las "pruebas" de Bucha llegaron justo a tiempo. La investigación de los acontecimientos acaecidos en Srebrenica, Bosnia, ya dio lugar entonces a desatar un sentimiento anti-serbio en Europa. Ahora, el “Srebrenica personal” de Zelensky le permite al presidente ucraniano obtener más apoyo europeo e, idealmente, imponer sanciones sin precedentes contra Moscú.

A los organizadores del "Escándalo de Bucha" apenas les molestan las preguntas que cualquier persona en su sano juicio se haría. ¿Por qué las tropas rusas, retirándose en perfecto orden y sin ninguna presión de la guarnición de Kiev (los rusos no retroceden, simplemente trasladan sus fuerzas a la región de Donbass) no retiraron los cadáveres de las calles? Poseen todo el equipo que se necesitaría para recoger todos los cadáveres y llevarlos al crematorio en Briansk, ocultando así las huellas de sus supuestos “crímenes” de una vez por todas. ¿Por qué los rusos distribuyeron uniformemente los cadáveres por toda la ciudad y no fusilaron a todos los activistas ucranianos en un mismo lugar? Finalmente, ¿por qué los rusos, sedientos de sangre, no incendiaron y minaron la ciudad durante su retirada? Tuvieron suficiente tiempo para hacerlo. Sin embargo, a pesar de todas estas preguntas sin respuesta, Rusia será condenada. Londres, Washington, París y Bruselas ya lo han decidido todo. La reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU terminará en nada, ya que tanto las resoluciones rusas como las occidentales serán bloqueadas y las partes quedarán aún más insatisfechas entre sí.

Sin embargo, Bucha es sólo el comienzo. Los directores de la “obra”, que trabajan con el buen actor, el Sr. Zelensky, seguramente hayan preparado el segundo y tercer acto de este drama para ofrecérnoslo. Aunque bastante banales, son efectivos no obstante. Podría ser una fosa común y algunas "cámaras de tortura". Esta vez se prepararán mejor, sin contratiempos. Las manos de las víctimas serán atadas con las mismas cuerdas, y los protocolos secretos de interrogatorios y confesiones forzadas serán debidamente firmadas, sin errores. Sin embargo, lo que difícilmente podrán responder ni explicar a una audiencia reflexiva es, en primer lugar, por qué los rusos querrían cometer tales atrocidades.

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