Fragmento del discurso “Nuestra situación exterior e interior” V.I. Lenin. Moscú, 21/11/1920
De los pequeños países que formaban parte del antiguo Imperio Ruso, Polonia figuraba entre los que más hostilidad sentían hacia la nacionalidad rusa durante los tres últimos años y que más pretensiones abrigaban sobre extensos territorios poblados por no polacos. La paz con Finlandia, con Estonia y con Letonia también la hemos firmado contra los deseos de la Entente imperialista, pero en esos casos nos fue más fácil conseguirla porque en Finlandia, Estonia y Letonia la burguesía no tenía sus propios fines imperialistas que aparentaran necesaria lucha contra la República Soviética, mientras que las aspiraciones de la república burguesa polaca se orientaban no sólo hacia Lituania y Bielorrusia, sino también hacia Ucrania. Además, la república burguesa polaca se ve empujada en esta dirección por la lucha secular de Polonia, que en su tiempo fue una gran potencia y que ahora se contrapone a una gran potencia, a Rusia. Polonia no puede ni aun ahora abandonar esa vieja lucha, esa lucha secular. De ahí que haya manifestado mucha más belicosidad y mucho más tesón en sus planes militares contra nuestra república y de ahí que nuestro éxito en firmar la paz, mal que le pese a la Entente tenga mayor peso. Si en alguno de los países limítrofes de Rusia que conservan un régimen burgués puede hacer cálculos la Entente con vistas a un plan largamente confeccionado de intervención militar, el único de ellos es Polonia, razón por la cual en su odio común al Poder soviético, todos los Estados burgueses están directamente interesados en que los latifundistas polacos dominen la Galitzia Oriental.
Sigamos. Polonia alimenta pretensiones sobre Ucrania y Lituania, lo que confiere a la campaña un carácter particularmente duro y pertinaz. El suministro de guerra a Polonia, por descontado, ha sido objeto principal de la solicitud de Francia y otras potencias, y son incalculables las sumas destinadas a este fin. Por eso es tan grande la significación de la victoria que en fin de cuentas ha obtenido el Ejército Rojo, a pesar de la derrota a las puertas de Varsovia, porque ha puesto a Polonia en una situación en que carece totalmente de fuerzas para proseguir la guerra.
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Como si no hubieran pasado 100 años, talmente. Bueno, algo ha cambiado, ahora en Polonia tienen un santo súbito. Salud!
ResponderEliminarCierto, Conrado. El discurso de Lenin encaja de manera sorprendente en el presente.
EliminarSalud!
Este fragmento es muy revelador, muchas gracias. A vueltas después de 100 años y más. Polonia siempre fue azuzada por Alemania, mientras que en Ucrania confluían todas las presiones de la zona, turca, alemana, hasta humgara y por supuesto rusa. Si te fijas la 2º GM se desarrolló en Ucrania y Polonia, peor incluso que en Alemania. Ucrania y Polonia quedaron destruidas hasta sus cimientos. Ucrania se revitalizó gracias a la URSS, mientras Polonia siguió deprimida por décadas. Pero en esa depresión vulvieron a meter sus millones los fascistas y volvió a resurgir el fascismo. Espero que Putin tenga suerte y logre su objetivo de desnacificar estos países, porque va a ser una tarea dura dura dura. Pero sobretodo acabar con la Rusofobia.
ResponderEliminarSalud!
Sin duda, quedarán nazis en Ucrania, pero desarmados y fuera de las nuevas fronteras que se establecerán tras la inminente victoria de Rusia. Una victoria segura porque Rusia ha tenido un extraordinario aliado: la tremenda torpeza del enemigo.
EliminarSalud!