29 septiembre, 2022

Omerta en la Guerra de Gangsters — Diana Johnstone

 

Consortium News - 28 de septiembre de 2022

   Traducción del inglés: Arrezafe


El sabotaje del oleoducto Nord Stream 2 anuncia virtualmente que la guerra en Ucrania, sin un final a la vista, solo puede intensificarse.


Tripulación del LVNS Talivaldis realizando entrenamiento en contramedidas de minas en el Mar Báltico durante el ejercicio marítimo anual BALTOPS en junio de 2020. (OTAN)


Las guerras imperialistas se hacen para conquistar tierras, pueblos, territorios. Las guerras de gánsteres se libran para eliminar a los competidores. En las guerras de gánsteres lanzas una oscura advertencia, luego rompes las ventanas o quemas el lugar.


La guerra de gánsteres es lo que haces cuando te has erigido en jefe y no permites que ningún forastero entre en tu territorio. Para los capos de Washington, el territorio puede estar prácticamente en todas partes, pero su núcleo es la Europa ocupada.


Por una misteriosa coincidencia, Joe Biden parece un jefe de la mafia, habla como un jefe de la mafia, tiene una media sonrisa torcida como un jefe de la mafia. Solo mira el ahora famoso vídeo:




Pres. Biden: “Si Rusia invade… entonces ya no habrá un Nord Stream 2. Le pondremos fin”.

Periodista: “Pero, ¿cómo hará eso exactamente, ya que… el proyecto está bajo el control de Alemania?”

Pres. Biden: “Te lo prometo, seremos capaces de hacer eso”.


Capaz, seguro.


Costó miles de millones de dólares instalar el oleoducto Nord Stream 2 a través del Mar Báltico, desde cerca de San Petersburgo hasta el puerto de Greifsfeld en Alemania. La idea era garantizar un suministro seguro de gas natural a Alemania y otros socios europeos. evitando su paso por la conflictiva Ucrania, conocida por estar dispuesta a utilizar sus derechos de tránsito para extraer gas para sí misma o chantajear a los clientes.


Mapa del área de Nord Stream 2. (Berria Egunkaria, CC BY-SA 4.0, Wikimedia Commons)


Por supuesto, Ucrania siempre fue vehementemente hostil al proyecto, al igual que Estados Unidos, Polonia y los tres Estados Bálticos, Finlandia y Suecia, todos atentos a lo que ocurría en su mar.


El Mar Báltico es una volumen de agua casi cerrado, con angosto acceso al Atlántico a través de estrechos daneses y suecos. Las aguas cercanas a la isla danesa de Bornholm, donde las tuberías de Nord Stream fueron saboteadas por explosiones submarinas masivas, están bajo vigilancia militar constante por parte de estos vecinos.


“Parece completamente imposible que un agente estatal pueda llevar a cabo una operación naval de envergadura en medio de esta área, densamente monitoreada, sin ser notado por los innumerables sensores activos y pasivos de los estados ribereños; ciertamente no directamente frente a la isla de Bornholm, donde daneses, suecos y alemanes se encuentran para monitorear la superficie y las actividades submarinas”, escribe Jens Berger en el excelente sitio web alemán Nachdenkseiten.


En junio pasado, Berger informó,


“las maniobras anuales Baltops de la OTAN tuvieron lugar en el Mar Báltico. Bajo el mando de la Sexta Flota de EEUU, 47 buques de guerra participaron en el ejercicio de este año, incluida la fuerza de la flota de EEUU desplegada en torno al portahelicópteros USS Kearsarge. De relevante importancia es una particular maniobra realizada por la Fuerza de Misión 68 de la Sexta Flota, una unidad especial para la eliminación de artefactos explosivos y operaciones submarinas de los Marines de EEUU, la misma e idonea unidad que sería asignada para un acto de sabotaje en un oleoducto submarino.”


USS Kearsarge


En junio de este año, esta misma unidad realizó una maniobra frente a la isla de Bornholm, operando con vehículos submarinos no tripulados.


Tripulante del LVNS Talivaldis en la sala de operaciones, controlando y rastreando el movimiento de un robot submarino durante el ejercicio marítimo BALTOPS, en junio de 2020. (OTAN)


Berger considera que una gran operación de sabotaje “no podría haberse llevado a cabo directamente en las narices de varios estados litorales sin que nadie se diera cuenta”. Pero añade esta inteligente observación: “si quieres ocultar algo, lo mejor es hacerlo en público”.


Para poder colocar artefactos explosivos en un gasoducto sin ser notados, se necesitaría una distracción plausible: una razón para bucear cerca de Bornholm sin que se sospeche de inmediato que está cometiendo un acto de sabotaje. Ni siquiera tiene que estar directamente relacionado en el tiempo con los ataques. Los artefactos explosivos modernos pueden, por supuesto, ser detonados a distancia. Entonces, ¿quién ha estado realizando este tipo de operaciones en la zona marítima en las últimas semanas? ¡Qué coincidencia!, fue exactamente la misma fuerza que escoltaba al USS Kearsarge la estuvo nuevamente en el área marítima alrededor de Bornholm la semana pasada.


En definitiva, durante las maniobras de la OTAN, algún participante podría haber colocado los explosivos, para hacerlos estallar en un momento posterior elegido.


Por una extraña coincidencia, solo unas pocas horas después del sabotaje de Nord Stream 1 y 2, comenzaron las ceremonias de inauguración del nuevo Baltic Pipe que lleva gas desde Noruega a Dinamarca y Polonia.


El significado político del sabotaje


Un comando de la Royal Marine informa a los Royal Marines, los US Marines, personal de la Royal Navy y observadores de Singapur en la cubierta garaje del HMS Ocean (Reino Unido) durante BALTOPS 2016. (OTAN) [Obsérvese la maqueta y lo que podría representar un fondo marino]


Debido a las sanciones occidentales contra Rusia, el gas no se entregaba a través de los oleoductos ahora destruidos. Los oleoductos permanecieron listos para su uso siempre y cuando se pudiera llegar a un acuerdo. Y el primer significado dramático del sabotaje es que, en adelante, ya no se puede llegar a ningún acuerdo. Nord Stream 2 habría sido la clave para algún tipo de acuerdo entre Rusia y los europeos. El sabotaje prácticamente ha anunciado que, sin un final a la vista, la guerra solo puede intensificarse.


En Alemania, República Checa y algunos otros países, empezaban a crecer movimientos pidiendo el fin de las sanciones, en concreto para solucionar la crisis energética poniendo en funcionamiento por primera vez el Nord Stream 2. El sabotaje ha invalidado así la demanda principal de los posibles movimientos de paz en Alemania y Europa.


Este acto de sabotaje es ante todo un sabotaje deliberado de cualquier perspectiva de paz negociada en Europa. El siguiente movimiento de Occidente ha sido que los gobiernos de la OTAN exhorten a todos sus ciudadanos a abandonar Rusia de inmediato. ¿En preparación de qué?


Los rusos lo hicieron


En esta catastrófica situación, los principales medios de comunicación occidentales se preguntan quién podría ser el culpable, y las sospechas automáticamente se centran en... Rusia. ¿Motivo? “Subir el precio del gas” o “desestabilizar Europa”: cosas que estaban sucediendo de todos modos. Cualquier noción descabellada servirá.


Los formadores de opinión europeos están mostrando el resultado de 70 años de americanización. Especialmente en Alemania, pero también en Francia y en otros lugares, Estados Unidos ha identificado sistemáticamente durante décadas a jóvenes prometedores, los ha invitado a convertirse en “jóvenes líderes”, los ha invitado a Estados Unidos, los ha adoctrinado en “nuestros valores” y les ha hecho sentirse como miembros de la gran familia transatlántica. Están conectados en red en las posiciones más altas, en la política y en los medios. En los últimos años, se eleva una gran alarma sobre los supuestos esfuerzos rusos para ejercer “influencia” en los países europeos, mientras que los europeos se bañan en la perpetua influencia estadounidense: películas, Netflix, cultura pop, influencia en universidades, medios, en todas partes.


Cuando el desastre golpea a Europa, no se puede culpar a Estados Unidos (excepto al ex presidente Donald Trump, porque el establishment estadounidense lo despreciaba y lo rechazaba, por lo que los europeos deben hacer lo mismo). El malo de la película tiene que ser... Putin.


El exministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Radek Sikorsky, fanáticamente antirruso, no pudo contenerse y saludó con júbilo las fugas masivas de gas natural brotando del gasoducto destruido con un alegre tuit: "Gracias, EEUU". Pero Polonia ciertamente también estaba dispuesta, y tal vez incluso capacitada. Así que, tal vez fueron algunos otros de NATOLANDIA. Aunque todos prefieren “sospechar” públicamente de Rusia.


Oficialmente, hasta ahora, ningún gobierno de la OTAN sabe quién lo hizo. O tal vez todos lo saben. Tal vez esto sea como el famoso misterio de Agatha Christie en el tren Orient Express, donde las sospechas caen sobre todos los pasajeros, y todos son culpables. Y todos unidos en Omerta.


Diana Johnstone: diana.johnstone@wanadoo.fr



3 comentarios:

  1. Difama, difama, que algo queda... La fabricación de culpables a la carta es un clásico en cualquier ámbito.

    ResponderEliminar
  2. "El primer significado dramático del sabotaje es que, en adelante, ya no se puede llegar a ningún acuerdo." No estoy de acuerdo. Los NS1 y NS2 eran los principales problemas para la paz. Ahora el control del gas ruso a Europa del este lo vuelven a tener Polonia y Ucrania.
    A Rusia le sigue interesando su integración con Alemania, que es el objetivo estratégico; pero ahora su problema operativo es Ucrania y Polonia.
    Europa ha gastado las armas en Ucrania, 'somos' incapaces de competir con Rusia. La UE, sin una base energética, ni industrial, con el desmantelamiento del acero, adiós a las armas. Su única salida viable es África.
    Salud!

    ResponderEliminar
  3. Matizo, lo anterior dicho es un desarrollo lógico. Si en su trastorno mental pretenden iniciar un inicio abierto con rusia, primero, no lo va a permitir (nukes) y segundo, cuenta con China, India e Irán como avales del éxito.
    El medio oriente de Arabia S, EAU etc no van a mover un dedo. Queda la duda de Turquia. Salud!

    ResponderEliminar