¡NO ES POSIBLE, COÑO!
El Imperio yanqui impone su propagandístico discurso hegemónico, y no lo hace por capricho sino porque con él encubre ante la cautiva y domesticada audiencia sus privilegiados y un poquitín infames intereses económicos (por cierto que incluso la España de OTAN y pandereta rebaña sus migajas de la civilizada cruzada contra el bárbaro Putin, según nos cuenta EL PAÍS dependiente de Langley: “España exporta por primera vez armas a Ucrania por casi 210 millones”).
El deslumbrante envoltorio propagandístico, compuesto por escogidas palabras, imágenes, sonidos, signos y símbolos: obsérvese la austera y heroica indumentaria de Zelensky –oportunamente despojada de insignias nazis– nos muestran a un pulcro, sano y joven político incapaz de matar a una mosca (¡No es posible, coño!), y mucho menos asesinar a miles de hombres, mujeres y niños indefensos (¡No es posible, coño!) que lamentablemente eligieron mal, que diría Vargas Llosa homenajeando a Kissinger, es decir vivir en la tierra que les vio nacer, pongamos las estigmatizadas repúblicas del Dombass.
Por no hablar de su acreditado talante democrático que le ha llevado a volar puentes(¡No es posible, coño!), bombardear centrales nucleares (¡No es posible, coño!), escenificar matanzas rusas con cadáveres de cosecha propia (¡No es posible, coño!), ocultar decenas laboratorios yanquis de armas biológicas (¡No es posible, coño!), atentar en Moscú contra personas inocentes (¡No es posible, coño!), prohibir a todos los partidos políticos de la oposición (¡No es posible, coño!), perseguir y castigar, seguramente por razones de ‘seguridad nazional’, la utilización pública o privada del bárbaro idioma ruso y como guinda la purificadora quema de más de 100 millones de libros de autores rusos o editados en idioma ruso (¡No es posible, coño!). En fin, si no fuese un tío tan majete no se entendería que la OTAN le haya invitado a una belicista gira con parada y fondos en todos los parlamentos democráticos del mundo libre… ¡libre que te cagas!
Gramsci: «La posibilidad no es la realidad, pero también es una realidad: que el hombre pueda o no hacer determinada cosa, esto tiene importancia en la valorización de lo que realmente se hace (…) Que existan las posibilidades objetivas de no morirse de hambre y que, aun así, se muera de hambre, es más importante de lo que parece».
Salud y comunismo
Luis López, fi-fi-ficción – 23/12/2022
★
Lo de Zelensky.... eso no puede acabar bien. Acabará anunciando Pizza Hutt en Washington. Salud!
ResponderEliminarEso si tiene surte y no acaba hamburguesado por sus 'padrinos'.
EliminarSalud!