14 febrero, 2023

Hora de otro humillante fracaso del agonizante imperio estadounidense — AJ Smuskiewicz

 



Kolozeg.Org – 13/02/2023

   Traducción del inglés: Arrezafe


Recuerdo que cuando asistía a la escuela primaria St. Albert the Great, en Burbank, Illinois, entre 1960 y 1970, algunos de los profesores de historia solían decirnos que Estados Unidos nunca había perdido una guerra. Tengan en cuenta que, mientras, tenía lugar el morrocotudo fiasco estadounidense en Vietnam, y esto tan solo dos décadas después del estancamiento de la inconclusa Guerra de Corea. Una muestra de que el adoctrinamiento de los escolares no es nada nuevo.


Está claro que, para un imperio militar-industrial que mantiene aproximadamente 800 bases militares en todo el mundo y que gasta más en sus fuerzas armadas que los siguientes siete países juntos, la hegemonía global de EEUU, tras décadas de lenta decadencia, se está hoy desmoronando ante nuestros ojos. La última guerra que Estados Unidos ganó sin ambigüedades fue la Segunda Guerra Mundial, y esa victoria solo fue posible gracias a la lucha de la Unión Soviética, Gran Bretaña y otros aliados. De esa gran victoria hace casi 80 años.


Desde entonces, el complejo militar-industrial de EEUU ha pasado de una debacle militar a otra en un estado de guerra constante, en el que cada conflicto se ha caracterizado por un fracaso final o, en el mejor de los casos, por ambiguos resultados. Sin embargo, los múltiples embrollos geopolíticos originados por estas intervenciones militares estadounidenses han sido muy rentables económicamente para la élite de la clase belicista, después de todo, EEUU, que pretende ser "excepcional" entre todas las naciones, tiene el autoproclamado derecho de entrometerse donde y cuando quiera, independientemente de las negativas consecuencias que ello acarree.


Poco después de la Segunda Guerra Mundial, tuvo lugar la Guerra de Corea, en la que los comunistas, a pesar de los esfuerzos militares estadounidenses, ganaron la parte norte de esa nación. Luego vino la guerra de Vietnam y muchos años de devastación causada por Estados Unidos que terminó con la retirada de las tropas estadounidenses, derrotadas de manera rotunda por los comunistas en todo el país.


Años después se produjo la tan cacareada y rápida victoria de las fuerzas estadounidenses en la Guerra del Golfo Pérsico, "victoria" que dejó inconvenientemente al "tipo malo" en el poder, lo que resultó ser una desagradable burla del presidente estadounidense. Entonces, años más tarde, el hijo de ese presidente lanzó la Guerra de Irak, basada en descaradas mentiras sobre armas inexistentes, para finalmente acabar con el “tipo malo” y limpiar el nombre de papá. Saddam Hussein fue linchado en televisión en vivo y Bush hijo declaró "misión cumplida".


Pero, ¿qué se logró realmente en Irak? Cientos de miles de civiles muertos, destrucción masiva, devastación social, y una desestabilización sustancialmente peor de todo el Medio Oriente, lo que lleva a un mayor poder de Irán, el aumento del terrorismo islamista... y otra vergonzosa retirada de Estados Unidos. Y por si eso no hubiera causado suficiente caos en la región, años más tarde EEUU destrozó otra nación y desestabilizó aún más el Medio Oriente liquidando a otro presunto villano en Libia.


Por supuesto, la más flagrante, vergonzosa y reciente derrota y retirada estadounidense se produjo al final de la guerra estadounidense más larga de la historia, en Afganistán. Tras 20 años de invasión militar y matanzas en Afganistán, los tipos malos contra los que Estados Unidos proclamó la guerra, regresaron al poder. Otra espectacular derrota, al parecer, para el imperio estadounidense, aunque el maldito conflicto finalizó con el propósito de que los recursos militares pudieran desplazarse a otros lugares, a saber: una nueva contienda sin sentido en Europa del Este.


Además de estas bien conocidas guerras estadounidenses desde los años 50 hasta el presente, EEUU ha instigado, iniciado e involucrado en cientos de otros conflictos militares durante ese mismo periodo (directamente o por delegación, mediante el suministro de armas, dinero y diversas formas de intervención), tanto de manera abierta como encubierta en todas partes, en América Central y América del Sur, en el Medio Oriente, en África del Norte y Subsahariana, en el sur, centro y este de Asia, en Europa Central y Oriental. Básicamente, los resultados de todos estos conflictos han sido una enorme cantidad de asesinatos, caos, destrucción, y un empeoramiento generalizado de los problemas en tierras extranjeras, sin ningún beneficio para el pueblo estadounidense (a menos que trabajes para el Pentágono o seas un ejecutivo con un gran contrato de defensa).


Y aquí estamos hoy. Mientras escribo estas líneas, la maquinaria militar de los Estados Unidos está, según parece, al borde de otra espectacular derrota, esta vez contra las fuerzas rusas en Ucrania. Esta amarga realidad ha sido ocultada por los principales medios corporativos estadounidenses y occidentales, pero ha sido expuesta y argumentada de manera experta por algunos comentaristas honestos, como Douglas Macgregor. Otra guerra más instigada y librada por los EEUU, por delegación, contra un enemigo imaginario, sin más motivos que el beneficio financiero y el delirante deseo de mantener su hegemonía mundial, obviamente mutilada y en vertiginoso declive, dilapidando valiosos recursos en la destrucción de otro país, promoviendo enfermizas agendas de índole neoliberal, incluso cuando Estados Unidos parece estar colapsando en todos los ámbitos sociales. Chris Hedges, con brillante percepción, se ha referido a esta locura como "woke imperialism".


Obviamente, presagiando —aunque todavía negándose a admitirlo públicamente— la inevitable e inminente derrota contra Rusia, los elitistas "líderes" estadounidenses, enloquecidos, seniles, desesperados e histéricos comienzan a difundir mentiras a granel (tal como han hecho con Rusia, Ucrania, Irak, Vietnam, etc.) a medida que comienzan a cambiar su enfoque belicista hacia China y Taiwán. ¡Claro, como si les fuera a ir mejor que con su provocada e insensata guerra proxi contra Rusia!


Y, para futuras consideraciones, no olvide que siempre se podrá iniciar una guerra contra Corea del Norte, Irán o cualquier otro país independiente que se niegue a reconocer la hegemonía estadounidense.


A una persona normal de mente racional, el interminable belicismo global estadounidense, que siempre termina en pérdidas vergonzosas y humillantes, más caos e insensatez, le parecerá extremadamente ilógico. Pero la lógica oculta del complejo militar-industrial estadounidense radica en las ganancias financieras, muy reales, que continúa obteniendo mientras busca en vano sostener el declinante imperio estadounidense, independientemente de las pérdidas militares sobre el terreno. De eso es de lo que se trata. De eso es de lo que se ha tratado siempre. Dinero. Codicia. Fuerza. Control. No prestes atención a la muerte y la destrucción.


No hace falta decir que esta situación delirante y suicida no puede continuar para siempre. En última instancia, el imperio estadounidense se agotará y finalmente colapsará por completo. Luego, los especuladores de la guerra simplemente cambiarán de bando, probablemente mudándose a China. Pero mientras tanto, el decadente imperio estadounidense continuará comportándose de la manera en que los imperios en declive se han comportado siempre a lo largo de la historia, desde el imperio romano hasta el británico.


Mientras la mierda golpee el ventilador en casa, de maneras cada vez más desordenadas y apestosas, EEUU seguirá tratando de mostrar su "poder" arrojando más mierda y caos en el extranjero, en sus desesperados e impotentes intentos de ocultar el hecho de que su supuesto "excepcionalismo" es una absoluta mierda.


Algún día, en el futuro, la actual locura estadounidense suscitará desconcertantes lecciones de historia para los niños en las escuelas.



3 comentarios:

  1. A río revuelto, ganancia de pescadores. Esta parece ser la principal razón de la lógica industriomilitarista que, hipertrofiada, solo alcanza a ver la próxima cuenta de dividendos. La otra razón es la resistencia autodestructiva de cualquier poder a ceder la hegemonía: prefiere arrastrarlo todo en su caída antes que ceder su posición de dominio. Salud!

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    1. Mimados hijos de papá (de papá rico, claro). Quítales un juguete a estos privilegiados déspotas, enrabietados e histéricos romperán cuanto esté a su alcance.
      La injusticia social crea monstruos y los encumbra.

      Salud!

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  2. Muy de acuerdo con el articulo. Solo decir que no es una decrepita élite senil, son flamantes WASP con títulos de Harvard. EEUU necesita una perestroika, y Rusia les va a mostrar el camino (aunque hubiesemos preferido que hubiese sido la URSS). Salud!

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