El bueno de Guillotin,
experto en medicina,
muy sabiamente inventó
una máquina sencilla
para liberar a Francia
de quienes contra ella conspiran:
¡Es la guillotina! ¡Hurra!
¡Es la guillotina!
Para punir la traición
y la tremenda rapiña
tantas veces perpetrada
por amantes de blasones,
hemos erigido,
como ustedes ya suponen,
¡La guillotina! ¡Hurra!
¡La guillotina!
A fuerza de conspirar
las hordas se amotinan,
y a quienes, aunque no piensan,
les dio dolor de cabeza,
para curar su migraña
los llevaremos sin saña,
¡A la guillotina! ¡Hurra!
¡A la guillotina!
Hoy en Francia combatimos
las lacras de la nobleza,
que lleva siglos robando,
destruyendo y arruinando.
Pero de algo puede estar
seguro racimo tan bello:
¡les cortaremos el cuello!
¡En la guillotina! ¡Oigan bien!
¡En la guillotina!
¡En la guillotina! ¡Oigan bien!
¡En la guillotina!
Bella canción. A macrón se la ha pelado tanto lo que dicen los franceses que todavía se está riendo. Vaya vergüenza de hombre. Y lo peor es que se veía venir. Salud!
ResponderEliminarNo se ríe, no. De hecho, tiene cara de vértigo.
EliminarSalud!