"No somos sólo receptores pasivos que absorben un flujo de imágenes e información. La percepción implica organizar los estímulos y los datos en unidades comprensibles. En una palabra, la percepción es en sí misma un acto de edición selectiva".
Michael Parenti
Jens Stoltenberg, máximo representante en Europa del lucrativo complejo industrial militar de EEUU. Siniestro personaje, trepa sin escrúpulos... y Secretario General de la OTAN, garito del crimen organizado, originalmente erigido para combatir "la amenaza comunista", sojuzgar a los pueblos opuestos al imperialismo yanqui y saquear sus recursos mediante la extorsión, los cambios de régimen y la guerra. Stoltenberg es un funcionario de Washington al servicio de la imperialista, belicosa e insaciable oligarquía angloamericana y sus lacayunas filiales europeas, canadienses y australes, como la misma organización que preside. Un taimado charlatán con licencia para chantajear y si es preciso masacrar, apoyado por el gran capital y sus extensas y bien nutridas redes mediáticas de propaganda y desinformación.
En las siguientes fotos, Stoltenberg aparece junto a presidentes, primeros ministros y reyezuelos de las diversas sectas "aliadas" que conforman la vieja clase dominante del occidente imperialista. En dichas fotos podemos ver reflejada la pleitesía con que es reiteradamente agasajado por sus encumbrados interlocutores, sabedores del papel fundamental de la OTAN en la defensa del statu quo. No hay maquillaje que pueda ocultar la reveladora semántica gráfica expuesta al escrutinio de la mirada avisada.
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Aquí le vemos (pareciera que el PM es él) con tres consecutivos PM's británicos: David Cameron, impulsor del 'BREXIT', el histriónico Boris Johnson y el millonario Rishi Sunak, los dos últimos fervientes impulsores de la guerra y socios del mamporrero Zelensky, el neonazi ucraniano y actor corrupto que finge presidir Ucrania disfrazado de soldado. Presidentes y ministros pasan, pero el capo de la OTAN permanece, es la acerada garra derecha del imperio en su colonia europea.
1. Con Andrzej Duda, presidente de Polonia y belicoso rusófobo. 2. Con Justin Trudeau, narcisista totalitario y primer ministro de Canadá. 3. Con Milo Đukanović, presidente de Montenegro e impulsor de la separación de su país de la federación con Serbia.
1. Con Barak Obama, embaucador y uno de los más sanguinarios presidentes paridos por el imperio yanqui. 2. Con Pedro Sánchez, alias 'Slava Ucrania', partidario también –como su jefe, el decrépito inquilino de la Casa Blanca– de la guerra "hasta el último ucraniano", acérrimo defensor de la OTAN y organizador de su último aquelarre en Madrid (añadiendo lianas al árbol de su currículo). 3. Con Mariano Rajoy "mucho español", anterior presidente de España y del megacorrupto Partido Popular.
1. Con Felipe VI, jefe de estado no electo y rey por la gracia de un dictador... y de la CIA. 2. Con Sanna Marin, primera ministra de Finlandia, otanista partidaria de liquidar la larga y fructífera neutralidad de su país para unir su suerte a la del decadente imperio. 3. Con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, (¿quién coño es este tío?) y la delirante presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ambos demócratas democráticamente no electos. Sólo los iniciados (ley y trampa) saben en qué consisten esos dos burocráticos mamotretos, cuales son sus verdaderos fines y cómo y para quienes funcionan realmente. Una cosa es segura, demostrada y palpable, como se puede apreciar en la tercera foto: la OTAN está por encima de ambos.
Con Mike Pompeo, autor de la siguiente confesión pública: "Yo era director de la CIA. Mentimos, engañamos y robamos", durante una conferencia en la Universidad A&M de Texas.
Jens Stoltenberg no congeniaba con Donald Trump, menos propenso a seguir aumentando el ya desorbitado gasto militar, abiertamente crítico con el complejo industrial militar y con la OTAN, y opuesto a alimentar la guerra en Ucrania. Cuestiones todas de extrema fricción que terminaron incinerando la presidencia del expresidente Trump en lo que probablemente fue un golpe electoral.
Pero volvieron los "buenos tiempos" de la mano de Joe Biden y su equipo de terroristas dispuestos a todo con tal de imponer su voluntad a políticos y países desobedientes o levantiscos y de paso hacerse con unos cuantos billoncejos. Stoltenberg volvía a estar exultante.
Con Joe Biden ("Hay que bombardear todos los puentes y carreteras de Yugoslavia") y su belicoso equipo neoconservador y rusófobo, la cosa cambió radicalmente para Stoltenberg. Alcón él mismo, encajó perfectamente en la agresiva política de la Casa Blanca, política ya abiertamente terrorista aplicada no sólo contra Rusia, sino contra sus propios "aliados" europeos. Es decir, contra la población europea, pues no hay que olvidar que la OTAN, aparato militar de la clase dominante, sólo es una organización defensiva cuando de lo que se trata es de defender son los intereses de la oligarquía capitalista de ambos lados del Atlántico.
Su actitud hacia Lloyd Austin, con quien aparece en esta fotografía, es distinta. Ahora no está ante esas marionetas de la Unión Europea a las que, sabedor del poder que Washington le otorga, mangonea a capricho. Ahora está ante uno de sus verdaderos jefes en cuya aviesa mirada tintinea el dinero y el poder. Austin, general de cuatro estrellas y secretario de defensa de EEUU, tras retirarse de las fuerzas armadas se unió a la junta directiva de Raytheon Technologies, una de las principales multinacionales de la industria militar aeroespacial del mundo que "fabrica motores de aeronaves, aviónica, aeroestructuras, ciberseguridad, misiles guiados, sistemas de defensa aérea, satélites y drones. La empresa también es un gran contratista militar y obtiene una parte significativa de sus ingresos del gobierno de EEUU". Si es cierto que los intereses de la UE han sido supeditados a los de EEUU, los de la OTAN, a su vez, están supeditados a los del descomunal entramado multinacional de la industria bélica estadounidense, incluidas sus descomunales flotas y sus más de 800 bases militares esclafadas por todo el mundo.
Enero, 2022. Rusia participa en negociaciones de paz que la OTAN, con Stoltenberg al frente, aprovecha para ganar tiempo y armar a Ucrania. La voracidad del Complejo Militar Industrial de EEUU y sus criminales beneficiarios no tiene más límite que su derrota militar. China lo sabe y se prepara.
Y hablando de armas. EEUU va enviar bombas de racimo a Ucrania. Más de 130 países firmaron la eliminación de las mismas de sus arsenales. Estados Unidos no, claro. ¿Y qué dice Stoltenberg al respecto? Pues qué va a decir, lo que Washington ordene.
Las bombas de racimo se arrojaron en abundancia sobre Yugoslavia, tal y como pedía a gritos Joe Biden, deshumanizada piltrafa y abyecto criminal de guerra. Como su lugarteniente de la OTAN.
Qué cosas, Jens Stoltenberg es laborista (socialista) y fue Primer Ministro de Noruega. Como Merkel, como Sholtz, Blair, Hollande... El imperio tiene agentes por todos lados, ¿o quién es si no Pedro Sanchez?. Gonzalez, Aznar, Rajoy... derecha e "izquierda", todos atienden a la misma agenda e intereses imperialistas.
ResponderEliminarQué bien escondieron la svástica en la brújula. Salud!
Así es, Pablo. En Europa no se alcanzan ciertas cotas de poder sin permiso de la CIA. Soberanía, democracia, libertad son conceptos huecos meramente publicitarios.
EliminarSalud!