13 octubre, 2023

Israel is a Racist, Supremacist State / Israel es un Estado racista y supremacista

 


https://youtu.be/5JzGzyaUnz0?si=fSq4sTR1RG2rIZdK


Transcripción: Arrezafe


Israel es uno de los países más racistas del mundo, y aunque nunca oirás esto en los principales medios de comunicación, esto es algo importante y necesario de entender si quieres saber qué es lo que en realidad está sucediendo.


Desde sus inicios, la idea de Israel como país se erigió sobre el racismo. Israel fue concebido como un Estado judío, y aunque en principio no hay nada malo en que los judíos tengan una patria, el problema es que se insistió en que dicha patria tenía que estar en Palestina, que ya pertenecía a alguien: los palestinos. El lema fundacional de Israel fue “Un tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”, pero en el fondo todos sabían que la única manera de tener un mayoría judía en Palestina, una nación árabe, era expulsar a los árabes.


Uno de los fundadores de Israel Yosef Weitz escribió: “No hay lugar en el país para ambos pueblos [árabe y judío] no hay más remedio que transferir a los árabes a los países vecinos”. Israel se fundó literalmente mediante la expulsión y el exterminio de cientos de miles de árabes durante años, un proceso llamado Nakba. Y cuando un país está fundado en la raz y la exclusión, el resultado es una cultura que fomenta y celebra la discriminación y exclusión racial. Porque los países que cometen terribles atrocidades, rara vez reconocen haberlas perpetrado, y la presencia de los palestinos que permanecieron en Palestina se convirtió en testimonio constante, no sólo de la violencia con la que se fundó Israel, sino de la amenaza acechante de que podrían regresar e intentar recuperar sus tierras. Todos los días encontramos vídeos de Israel en los que podemos ver a los israelíes pidiendo la muerte de todos los árabes, (“el árabe bueno es el árabe muerto”), insultando al profeta Mahoma (“vuestra religión es basura”), profanando mezquitas, escupiendo a los cristianos, burlándose y celebrando el asesinato de palestinos, cometiendo actos violentos de odio y crímenes contra ellos, contemplando desde las colinas, por puro entretenimiento festero, cómo Gaza es bombardeada y arrasada...


Pero la cosa no se limita a estas “anécdotas”. Veamos algunas encuestas. Una de las cuales refleja que, dos tercios de los adolescentes israelíes creen que los árabes son menos inteligentes, incultos y violentos. El 50% de los israelíes no quiere vivir en el mismo edificio que los árabes, no se haría amigo de los árabes, no dejaría que sus hijos se hicieran amigos de los árabes y no dejaría entrar a los árabes en sus casas.


Otra encuesta reflejó que el 60% de los judíos israelíes quieren la segregación de los árabes. En otra encuesta encontramos que la mitad de los judíos israelíes están de acuerdo con la aseveración de que la mayoría de los judíos son mejores que la mayoría de los no judíos, porque nacieron judíos. La encuesta también refleja que al 88% de los judíos israelíes les perturbaría que su hijo se hiciera amigo de una chica árabe, y al 90% que su hija se hiciera amigo de un chico árabe. Según esta misma encuesta, aproximadamente la mitad de la población escolar israelí cree que los árabes no deberían tener derecho a votar. Otra encuesta revela que casi la mitad de los judíos israelíes no quiere que los árabes enseñen a sus hijos.


Estos puntos de vista no sólo están ampliamente generalizados en la sociedad israelí, sino que también están representados en el gobierno, que los asume y convierte en ley. Por ejemplo, en Israel existe una ley según la cual, si un israelí se casa un palestino o un árabe de otro estado o región, a éste o esta, no le será permitido mudarse al país. Esta ley fue aprobada en 2003, pero se renueva todos los años desde entonces. Israel tampoco permite que el matrimonio interreligioso se realice en el país, ley que pretende disuadir a los judíos de casasrse con no judíos. En 2018, Israel promulga una ley estatal con rango constitucional proclamando que, en Israel, “el derecho a ejercer la autodeterminación es un derecho exclusivo del pueblo judío” y de nadie más.


También existe una ley que ilegaliza la Nakba, conmemoración de la expulsión de palestinos que propició la fundación de Israel. Lo que equivale a una ley que prohibiera mencionar el genocidio indígena o a la esclavitud en Estados Unidos. También existe la ley del “comité de admisiones”, que básicamente otorga a los ayuntamientos la potestad de negar las solicitudes de acceso a la vivienda basándose en compatibilidades socioculturales, lo que esencialmente viene a legalizar el racismo y la discriminación.


En Israel, abogar por el genocidio de los palestinos no perjudica las posibilidades de ostentar un alto cargo en el gobierno y, de hecho, en muchos casos ayuda. En 2014 israelí la legisladora israelí Ayelet Shacked publicó un desquiciado panfleto en facebook convocando a todos los combatientes enemigos de los palestinos y proclamando que sus madres deberían ser asesinadas por dar a luz a “pequeñas serpientes”. Al año siguiente fue nombrada Ministra de Justicia por Benjamín Netanyahu.


Itamar Ben-gvir, admirador de toda la vida de Meir Kahane, exterminador de árabes, un hombre que elogió a un colono judío que mató a un palestino porque le arrojó una piedra, un hombre que fue absuelto tras ser acusado penalmente por gritar “muerte a los árabes”, es el actual Ministro de Seguridad Nacional de Israel. Tampoco se trata de una especie de figura marginal. Actualmente es uno de los políticos más populares de Israel.


En los últimos días, el gobierno de Israel ha estado esforzándose para mostrase como la víctima: la víctima del odio, la víctima del terrorismo, la víctima del antisemitismo. Que no les queda más opción que la de poner sitio y asedio a Gaza. Pero bajo este complejo de víctima cuidadosamente elaborado, Israel es un Estado racista supremacista judío que ha estado tratando de terminar el trabajo que la Nakba comenzó hace décadas. Y realmente esto no debería sorprender a nadie, después de todo, están literalmente cortando el agua y la electricidad a un ciudad de 2 millones de habitantes en este mismo momento, y sus generales hablan abiertamente de arrasar Gaza y matar a los “animales”, refiriéndose a los palestinos. Su objetivo es obvio: genocidio.























1 comentario:

  1. El Apartheid es el producto genuino del colonialismo y el nazismo es su producto más refinado. Israel es el producto de la impunidad estadounidense. Haz entrar a EEUU por el haro del derecho internacional y acabarás con el conflicto. Salud!

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