INTERNACIONALIST 360º – 04/03/2024
Ahmad Mteiz, de 28 años, vivía con su esposa y sus tres hijos en la zona de Zeiytoun, pero huyó al barrio de Rimal después de que su barrio fuera nuevamente invadido por las fuerzas terrestres israelíes. También estuvo presente durante el incidente en la rotonda de Nabulsi y pudo regresar a su casa llevando algo de comida para su familia.
"Agarré la comida y me arrastré por la tierra".
"Llegué a la rotonda de Nabulsi a las 10 de la mañana", relató Mteiz a Mondoweiss. "Esperé los convoyes mientras el número de personas congregadas aumentaba a miles".
"Entonces llegaron algunos camiones. Un camión transportaba alimentos enlatados. Otro llevaba pollo congelado. La gente se apresuró a subir a los camiones incluso antes de que llegaran al puesto de control israelí".
La mayoría de las personas que rodeaban los camiones murieron a tiros o resultaron heridas. Ahmad pudo regresar a casa llevando cuatro latas de habas y un solo pollo que había logrado alcanzar.
"Agarré la comida y me arrastré por la tierra", explicó Ahmad. "Me arrastré durante mucho tiempo. Crucé casi un kilómetro hasta llegar a un lugar más seguro donde pude levantarme y correr".
Ahmad no dudó cuando se le preguntó si el riesgo valía la pena. "Sí", respondió. "Para salvar a mis hijos hambrientos, sí".
"Muy baratas y desposeídas de sentido se han debido tornar nuestras vidas para que tanta gente muera de esta manera", observó con amargura. "Mueren niños, mueren mujeres, mueren familias. Todos por hambre".
"No sé cómo explicarles a mis hijos que no tenemos comida", dijo Ahmad. "No sé cómo mirarles a la cara y decirles que seguirán pasando hambre. Preferiría enfrentarme a la muerte que tener que decirles eso".
Completo en inglés en el siguiente enlace:
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