02 agosto, 2024

Temiendo que estuviera dispuesto a aceptar un acuerdo de paz, Israel asesinó al líder de Hamás

 

Ismail Haniyah

La Tercera Guerra Mundial vuelve a ponerse en marcha...


Normal Island – 01/08/2024

   Traducción del inglés: Arrezafe


Israel ha explicado que no tenía más opción que matar al dirigente de Hamás, en Teherán, debido a sus serias sospechas de que estuviera dispuesto a firmar un acuerdo de paz. También debido a lo preocupante de que Irán haya elegido a un presidente moderado, lo que significa que el riesgo de paz nunca ha sido tan alto. Claramente, había que hacer algo y ese algo implicaba eliminar al negociador, bombardeándolo.


Israel ha demostrado lo tremendamente preciso que puede llegar a ser cuando no lanza bombas sobre Gaza. De algún modo, puede hacer que una bomba recorra 1.900 kilómetros hasta la casa donde se hospedaba Ismail Haniyah, matándolo junto con sus hijos y nietos, minimizando los daños causados al edificio.


Israel, sensatamente, no desperdicia sus bombas inteligentes contra la población de Gaza. En lugar de ello, se conforma con arrojar bombas tontas de 1.000 kilos, bombas que destruyen por completo edificios de apartamentos de manera más rentable. El problema con los misiles guiados de precisión es que se mata a menos civiles por dólar. Israel sólo recibe cierta cantidad de asistencia social de los EEUU, por lo que ha de ser práctico en estas cuestiones. El proyecto colonial no puede derrochar dinero a diestro y siniestro, ¿no es cierto?


Cuando Benjamin Netanyahu canalizó 1.000 millones de dólares de dinero qatarí hacia Hamás, su único objetivo era hacer imposible la paz. Así pues, podemos imaginar el dilema de Netanyahu cuando, de hecho, la paz resultó posible. Haniyah estaba enfrascado en negociaciones en el momento de su asesinato y, para horror de Netanyahu, parecía dispuesto a cumplir las exigencias de Israel.


Muerto Haniyah, Estados Unidos declaró que un alto el fuego estaba ahora al alcance y prometió a Israel más bombas porque aún quedan líderes a los que asesinar.


Estados Unidos manifestó que Israel tiene derecho a defenderse de los negociadores de paz y advirtió a Irán de que no lance un ataque no provocado como represalia. Irán ya ha amenazado con atacar suelo israelí y Netanyahu reza para que lo haga y así evitar ir a prisión. Seamos honestos, todos iniciaríamos una Tercera Guerra Mundial para escapar de la ira de la ley.


Estados Unidos ha prometido acudir al rescate de Israel si este emprende una lucha que no puede ganar. No es de extrañar que Netanyahu se sienta tan envalentonado. No había terminado de bombardear Teherán cuando ya estaba bombardeando el Líbano en venganza por el fallo de su Cúpula de Hierro que aniquiló a los escolares en los Altos del Golán ocupados.


Al culpar a Hezbolá, Israel no sólo evitó rendir cuentas, sino que encontró una excusa para matar a otro líder que no es de su agrado. Para ganarse la simpatía internacional, el gobierno israelí fingió astutamente que los niños que mató por error eran israelíes. Los políticos del Likud incluso intentaron asistir a sus funerales, pero las familias les dijeron que se fueran a la mierda, haciéndolos quedar como unos imbéciles mentirosos.


Lo preocupante es que el mundo no se cree lo que dice Israel, y la UE ha exigido una investigación independiente sobre el asunto. Esto es totalmente injusto porque todo el mundo sabe que Israel sólo bombardea el Líbano en respuesta, por eso el 80% de los cohetes que intercambian ambos países son disparados por Israel.


Es difícil entender cómo es posible que Israel esté perdiendo la batalla de la opinión pública, dado su experta práctica de volarles la cabeza a los periodistas. Desgraciadamente, los periodistas de Al Jazeera no tienen miedo y siguen haciendo su trabajo, incluso cuando Israel asesina a sus colegas. Se pueden imaginar lo incómodo que es esto para los soldados de las FDI que son sacados del combate por picaduras de abejas.


En nueve meses han sido asesinados en Gaza más periodistas que en Vietnam y la Segunda Guerra Mundial juntos, pero como única democracia de Oriente Medio, Israel tiene todo el derecho a defenderse del periodismo.


La única democracia de Oriente Medio ha celebrado recientemente un debate político sobre si es aceptable violar a prisioneros con barras metálicas electrificadas. El resultado del debate fue que es aceptable porque todos los palestinos son violadores. Como puede verse, es una lógica impecable.


Los sospechosos de violación han sido liberados y, con suerte, podrán volver a sus funciones en el ejército más moral del mundo. Afortunadamente, ningún gobierno occidental habla de sus crímenes porque el lobby israelí les quitaría el dinero de sus bolsillos. Por eso, el primer ministro del Reino Unido ha decidido que la mejor respuesta a los crímenes de Israel es castigar a Irán.


El genocidio de Israel va tan bien que las encuestas de opinión muestran que la simpatía del público está con Palestina, pero a Sir Keir Starmer no le importa lo que ustedes piensen. Él solo sigue la senda marcada por un hombre senil que está a punto de jubilarse y no tendrá que lidiar con la tormenta de mierda que ha desatado. ¿No es tranquilizador?





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