"Está claro hasta qué punto son vasallos estas inhumanas marionetas globalistas: carecen de soberanía y alma, son sólo cáscaras de piel muerta, disfrazados monigotes de un cutre kabuki que repiten monótonamente los mismos indecentes discursos basados en esperpénticos guiones concebidos para satisfacer a sus amos".
Estas marionetas son muy conscientes de lo que están haciendo, llenar sus bolsillos a costa de la vida de millones de personas. No les veo como máscaras kabuki, ni piel muerta. Les veo como engendros de la mente trajeados. Ni las pesadillas lovecraftianas se acercan en horror. Porque, a su diferencia, estos monstruos son reales, y tienen cara de ángel. Salud!
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