"Se trata de la mutación en curso del propio capitalismo, donde los gigantes de la industria son evaluados menos por lo que construyen y más por cómo monetizan su futuro. La economía real se convierte en un escenario para la producción simbólica, mientras que los instrumentos financieros se alimentan de la especulación. Los acuerdos de Trump con Boeing no son falsos. Podría decirse que son peores: financieramente reales, pero materialmente vacíos. Representan un sistema en el que las promesas industriales se utilizan como arma para manipular los balances, y las figuras políticas desempeñan el papel de negociadores no para obtener resultados, sino para crear la apariencia de una actividad que pueda cotizarse y negociarse.
Si Boeing llega a entregar esos 350 aviones, será un milagro de producción. Pero, tal como están las cosas, la verdadera entrega ya se está produciendo, no en las pistas ni en las líneas de montaje, sino en los departamentos de finanzas estructuradas de los bancos de inversión y en los algoritmos especulativos del capital global".
Warwick Powell. (Fragmento extraído de su artículo Acuerdos imaginarios y momento coyuntural)
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