25 julio, 2017

Venezuela, los aprendices tropicales de Isis - Luis Hernández Navarro


Carlos Eduardo Ramírez salió a buscar empleo el jueves 18 de mayo. Alrededor de las 3 de la tarde caminaba por una de las calles cercanas a la estación del Metro de Altamira, en Caracas, cuando un grupo de unos 20 opositores al gobierno encapuchados lo abordó. De inmediato comenzaron a golpearlo con palos y piedras. Uno llevaba una pistola. ¡Mátalo, mátalo, mátalo! ¡Se tiene que morir ese chavista!, le gritaron.

Carlos Ramírez les gritó: ¡Yo no soy chavista, yo no soy chavista! ¿Por qué me van a matar? ¡Déjenme vivir que quiero ver a mi hija! Los enmascarados le echaron gasolina encima y le prendieron candela. Él comenzó a saltar, a correr, a gritar y se tiró al piso para sofocar las llamas. La policía municipal de Chacao (municipio en manos de la oposición) no hizo nada para evitarlo. Sólo lo auxiliaron los bomberos (https://goo.gl/tDTB7A).

Carlos fue la primera persona a quien los pacíficos opositores venezolanos le prendieron fuego por ser chavista. Afortunadamente vivió para contarlo. Sin embargo, Orlando José Figueras, de 21 años, no pudo decir lo mismo. El 20 de mayo, en Altamira, fue salvajemente golpeado, apuñalado y quemado por los aprendices tropicales de Isis por ser ladrón y madurista (https://goo.gl/krpfcu). No pudo sobrevivir.

Desde entonces, los enemigos de la revolución bolivariana no han parado de quemar a seres humanos por el delito de ser chavistas. Los fanáticos le han prendido fuego a 19 personas, en su inmensa mayoría negros, pobres o funcionarios gubernamentales.

Pero, su vocación piromaniaca no termina ahí. Han incendiado alimentos (más de 50 toneladas en el estado Anzoátegui, donde, según Marco Teruggi, acompañaron la lumbre con tres pintadas: chavistas malditos, no más hambre, y viva Leopoldo); urnas fúnebres del cementerio de Guaicaipuro; banderas cubanas; la estatua de Hugo Chávez; la Dirección Ejecutiva de la Magistratura (DEM) del Tribunal Supremo de Venezuela en Chacao; la sede del Ministerio de Vivienda; el Instituto Nacional de Nutrición; comisarías y una larga lista de edificios públicos.

La pedagogía del fuego opositor forma parte de su apuesta insurreccional. Su conversión en la versión sudamericana del Ku Kux Klan (no es casualidad que muchas de sus víctimas sean afrodescendientes) es parte de su fracaso para ganar base social en los sectores más humildes. Como la guerra económica, el bloqueo de calles y avenidas en los barrios de clase media, el despliegue de formas de lucha de guerrilla urbana y la campaña mediática que desplegaron no han provocado ni la fractura del Ejército ni la deserción popular de la causa chavista, la oposición recurre ahora al terror. Busca que el miedo paralice a quienes se le oponen. Pretende desgastar la resistencia popular.

No es novedad. La derecha latinomericana tiene una larga tradición terrorista. No hay pueblo en el continente que no la haya sufrido. Sin embargo, la oposición venezolana la ha innovado y superado con creces. Sus asesores han aprendido de Isis. Hacer que las llamas devoren a seres humanos es una de las cartas que han puesto sobre la mesa para provocar pánico. Sin embargo, quemar vivas a las personas es una bestialidad que muchos medios de comunicación y grupos defensores de derechos humanos han decidido ignorar y silenciar.

A pesar de que los grupos de choque opositores recurrentemente hacen uso de la violencia contra la población pobre, la prensa internacional los describe como pacíficos, libertarios, “cool” y hasta sexis”. Y, aunque los comandos que ejecutan la violencia callejera están integrados por paramilitares colombianos, lúmpenes pagados, bandas de delincuentes y grupos de choque con entrenamiento en guerra irregular, se les presenta como jóvenes idealistas que luchan contra la dictadura castrocomunista durante el día y luego van a reventarse de noche; que combinan las máscaras antigases en las barricadas con los vestidos de moda y los tragos exóticos cuando el sol se oculta (véase, por ejemplo, https://goo.gl/djHLgQ y https://goo.gl/LY8w3z).

Esta campaña de desinformación sobre lo que sucede en Venezuela ha alcanzado niveles grotescos. Durante meses, Lilian Tintori aseguró que se su esposo, Leopoldo López, estaba siendo torturado en prisión. Incluso se dijo que había fallecido. Multitud de medios dieron por buena esta versión sin corroborarla. Sin embargo, cuando el pasado 8 de julio López pasó a prisión domiciliaria, parecía más un instructor de fisioculturismo que un reo martirizado.

Hasta el momento, la intentona golpista de la oposición venezolana ha provocado 105 muertos. De ellos, 29 fueron víctimas directas de los mismos manifestantes. Por ejemplo, cuatro perecieron cuando les estallaron en las manos los explosivos que pensaban utilizar contra otros. Fallecieron durante saqueos y un incendio dentro de un almacén provocado por los asaltantes, 14 personas. Otros 14 decesos fueron obra de autoridades del Estado, procesados en su mayoría judicialmente. Los 44 restantes están bajo investigación (https://goo.gl/VCqv97).

A corto plazo, la oposición venezolana está empeñada en hacer fracasar la votación para nombrar la Asamblea Nacional Constituyente el próximo 30 de julio. Pero, más allá de este propósito, aspira a formar un gobierno paralelo, que, aunque sea testimonial (y esté incapacitado para ejercer el poder real), pueda obtener el apoyo de Estados Unidos, y abra la puerta a una invasión extranjera. Los aprendices tropicales de Isis van con todo, incluyendo prender fuego a los venezolanos negros y pobres, a los que no perdonan la osadía de haberse hecho dueños de su propio destino.


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Grupos violentos incendiaron 40 toneladas de alimentos en Anzoátegui:

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Lo que está en juego - Carlos Raimundi

“El colonialismo ideológico siempre acompaña al colonialismo económico y la liberación económica no es posible sin la liberación ideológica”, Rodolfo Puiggrós.

En los años 70, plena Guerra Fría, excepto Cuba toda América Latina estaba en el área de influencia de EE UU. En teoría, era el bloque que defendía la democracia y la libertad, y no obstante financiaba las más tremendas dictaduras. Proclamaba el pluralismo, pero cada vez que se elegía un gobierno mediante el pluralismo, era derrocado.

Venezuela parecía la excepción. Allí alternaban gobiernos civiles de los dos grandes partidos. Aunque Perry Anderson sostiene, en cambio, que en Venezuela no hacía falta dar golpes porque aquella alternancia, lejos de expresar una democracia profunda, era la que garantizaba la renta petrolera de las multinacionales. Contra esa parodia se rebeló Hugo Chávez en 1992, y luego triunfó en al menos 12 elecciones.

Estados Unidos condenaba la lucha armada, pero en 1970 triunfó en Chile Salvador Allende por la vía electoral. Nacionalizó los recursos, luchó contra los monopolios e inició una reforma agraria y mayor distribución de la riqueza. Pese a ser una democracia como la que EE UU proclamaba proteger en todo el mundo, la CIA y el Departamento de Estado desplegaron una estrategia de desestabilización, creación de malestar, enfrentamiento entre sectores medios y trabajadores y desabastecimiento de productos esenciales. Finalmente derrocaron al gobierno democrático. Treinta años después, desclasificaron sus documentos secretos donde reconocen haber financiado la desestabilización y el golpe de Estado.

Queda demostrado que lo que estaba en juego no eran la libertad ni la democracia, que funcionaban a pleno, sino los intereses monopólicos de origen estadounidense y el papel que América Latina debería jugar en la reconfiguración del capitalismo que tenía lugar por aquellos años. Debían impedir a cualquier precio, y con carácter aleccionador, que una experiencia semejante fuera exitosa y pudiese extenderse por la región.

Podría utilizar el resto de esta columna para formular la crónica de los últimos acontecimientos de Venezuela y dar toda la explicación institucional que justifica la decisión del Tribunal Superior y dista absolutamente de la noción de golpe. Baste con decir que si la Asamblea Nacional, con mayoría opositora, desincopora a los diputados elegidos irregularmente por el estado de Amazonas, saldría del desacato y recuperaría de inmediato la plenitud de sus funciones. A lo que se agrega la decisión del Consejo de Seguridad de revisar la medida y reconvocar al diálogo con la oposición.

Prefiero terminar diciendo que la compleja situación de Venezuela admite opiniones diversas. Lo que no admite es no ver lo que está realmente en juego. No se trata de una formalidad procesal, sino de quién se apropia de su renta petrolera.

Venezuela atesora la mayor reserva de hidrocarburos del planeta: 297.000 millones de barriles. Por su parte, EE UU, con menos del 4% de la población mundial consume casi un 30% del petróleo, un cuarto del cual es provisto diariamente por Venezuela. Renovando, como antaño, el carácter aleccionador de su ofensiva, el capital financiero globalizado no está dispuesto a permitir ni en Venezuela ni en ninguno de nuestros países, que se sostengan gobiernos populares que disputen la apropiación de esa renta en defensa de sus pueblos. Como sucedió con la experiencia chilena, el éxito de uno solo de ellos podría extenderse, insoportablemente, sobre toda la región. Eso es lo que está en juego, y el poder está tratando de impedirlo a como dé lugar.

Por eso, no debemos esperar a que el Departamento de Estado reconozca dentro de algunos años que fue quien preparó exhaustivamente y financió el desabastecimiento y la desestabilización de nuestros gobiernos populares. En las antípodas de Macri y Temer, el campo popular debe solidarizarse y respaldar la autodeterminación de Venezuela y el control soberano de sus recursos estratégicos.

4 comentarios:

  1. El post es extenso, pero la imagen inicial lo dice todo. Como no tienen causa se la tienen que inventar. Mientras que parece que la oposición ha sido neutralizada en el interior la batalla mediática se está es hacia el exterior. La guerra empezaría con sanciones por parte de USA, ese sería el punto de partida. Le seguiría el corte de suministro de petroleo de Vz, su 2º importador, lo cual sería catastrófico para USA, aunque tb para vz, por que hora hay petroleo a punta pala en el mercado. Así que lo primero que debería hacer USA es:
    cambiar de suministradores> sanciones> intervención.
    Al menos este es el esquema clásico. Así que yo no veo agresión en el medio plazo 2-3 años y si un uso partidista de un conlicto que solo existe en la pantallas.
    Salud!

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    1. ¿No ves agresión y el conflicto sólo existe en las pantallas?...

      Hasta el 30 de junio se ha hablado en los medios de comunicación de 120 personas fallecidas:

      http://albaciudad.org/2017/07/lista-fallecidos-protestas-venezuela-abril-2017/

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  2. Si no hubiera antecedentes...
    http://ensenadaderiazor.blogspot.com.es/2017/07/cronologia-intervenciones-militares-de.html

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    1. A dicha cronología hay que añadir el genocidio de las tribus nativas.

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