26 junio, 2018

África sigue pagando a Francia por su colonización - Mawuna Koutonin





 20/10/2014.

¿Sabía Ud. que aún hoy muchos países africanos continúan pagando un impuesto colonial a Francia, a pesar de la independencia?

Cuando Ahmed Sékou Touré, presidente de Guinea, decidió en 1958 emanciparse del imperio colonial francés, optando por la independencia del país, la élite colonial de París se indignó tanto que, en un acto de furor histórico pidió a su propia administración, aún en el poder en Guinea, destruir cuanto, desde su punto de vista, representaba el legado de la colonización francesa. Tres mil franceses abandonaron el país llevándose todos sus bienes y destruyendo todo aquello que no podía ser repatriado: las escuelas, las guarderías infantiles, los edificios de la administración pública, los autos, los libros, los medicamentos, los instrumentos del instituto de investigación, los tractores, las granjas, sacrificando los caballos y las vacas, quemando o envenenando los alimentos almacenados. El fin de esta brutal política de tierra quemada era evidentemente: enviar un mensaje claro las demás colonias sobre las consecuencias de rechazar a Francia.

El hecho es que, poco a poco, el miedo se apoderó de las élites africanas, y tras estos acontecimientos ningún otro país volvió a tener el coraje de seguir el ejemplo de Sékou Touré, cuyo eslogan era: “Nosotros preferimos la libertad en la pobreza, a la opulencia en la esclavitud”.

Los países recientemente independizados, tuvieron que aceptar nuevos compromisos con Francia. Sylvanus Olympio, primer presidente de la República del Togo, un pequeño país de África del Oeste, halló una solución capaz de calmar a los Franceses: No queriendo continuar bajo la dominación francesa, se rehusó a firmar el pacto de colonización ofrecido por De Gaulle, pero aceptó, en contrapartida, pagar una deuda anual a Francia por los supuestos beneficios obtenidos bajo su colonización. Esta fue la condición de Francia para no destruir el país antes de retirarse. Sin embargo, el monto estimado por Francia era tan grande que el reembolso de la llamada “deuda colonial” representaba el 40% del presupuesto anual del país en 1963.

Desde entonces, la situación financiera del recién independizado Togo fue muy inestable, y a fin de superar esta situación, Olympio decidió abandonar el sistema financiero monetario impuesto por Francia, el FCFA (franco de las colonias francesas de África), y creó una propia moneda nacional.

El 13 de enero de 1963, tres días después de que comenzaran a imprimirse los nuevos billetes, una escuadra de soldados (respaldados por Francia) secuestró y asesinó al Primer presidente electo de la África independiente: Olympio fue ejecutado por un ex legionario francés, el sargento de la armada Etienne Gnassingbé, que supuestamente recibió de la embajada francesa una prima de 612 dólares por el éxito de su misión. El sueño de Olympio era construir un país independiente y autónomo, pero la idea no se correspondía con la voluntad de Francia.

El 30 de junio 1962, Modiba Keita, primer presidente de la república de Mali, decidió igualmente retirarse del sistema monetario FCFA (impuesto a los 12 países africanos recientemente independizados). En efecto, para el presidente de Malí, que se inclinaba más bien hacia una economía socialista, era claro que la colonización permanecía mediante este pacto con Francia, una trampa, una carga demasiado pesada para la economía del país. El 19 de noviembre de 1968, como Olympio, Keita, será víctima de un golpe de Estado encabezado por otro ex legionario de la Legión Extranjera, el lugarteniente Moussa Traoré.

De hecho, en este período turbulento en que África combatía para liberarse del yugo de la colonización europea, Francia usará reiteradamente a mercenarios, anteriormente alistados en la Legión Extranjera, para realizar operaciones de golpes de estado contra los nuevos presidentes electos:

El 1 de enero de 1966, Jean-Bedel Bokassa, ex legionario francés, dirigía un golpe de estado contra David Dacko, el primer presidente de la República Centroafricana.

El 3 de enero de 1966, Maurice Yaméogo, primer presidente electo del Alto-Volta, hoy denominada Burkina Faso, fue víctima de un golpe de estado perpetrado por Aboubacar Sangoulé Lamizana, un ex legionario francés que combatió con las tropas francesas en Indonesia y en Argelia contra la independencia de esos países.

El 26 de octubre de 1972, Mathieu Kérékou, que era guardia de seguridad del presidente Hubert Maga, primer presidente electo de la República de Benin, dio un golpe de estado tras haber recibido instrucción en las escuelas militares francesas de 1968 a 1970.

De hecho, en el curso de los últimos 50 años, un total de 67 golpes de estado se sucedieron en 26 países de África, 16 de estos países son ex colonias francesas, lo que significa que el 61% de los golpes de estado en África tuvieron lugar en las viejas colonias francesas.

Número de golpes de estado por país en las ex colonias francesas:


Como estas cifras demuestran, Francia, aunque desesperada, conserva una fuerte y activa presencia sobre sus colonias, importándole poco cómo ni a qué precio.

En marzo del 2008, el presidente Jacques Chirac declaró: "Sin África, Francia se deslizará hacia el rango de potencia mundial de tercera". Su predecesor, Francois Mitterrand, profetizaba ya en 1957 que: "Sin África, Francia no tendrá historia en el siglo XXI".

En el momento que escribo este artículo, 14 países africanos son obligados por Francia, a través del pacto colonial, a colocar el 85% de sus reservas, en el Banco Central de Francia, bajo control del Ministerio de Finanzas francés. Hasta ahora, 2014, Togo y alrededor de otros 13 países africanos deben todavía pagar la deuda colonial a Francia. Los dirigentes africanos que se rehúsan son asesinados o víctimas de golpes de estado. Los que obedecen son apoyados y recompensados por Francia con un estilo de vida suntuoso, mientras que sus poblaciones sufren la miseria y la desesperación.

Este sistema abusivo ha sido denunciado incluso por la Unión Europea, pero Francia no está dispuesta a abandonar este sistema colonial que le proporciona alrededor de 500 mil millones de dólares anuales provenientes de África.

A menudo acusamos a los líderes africanos de corrupción y de estar al servicio de los intereses de las naciones occidentales, pero hay una explicación clara; algunos se comportan así porque temen que los maten o sean víctimas de un golpe. Quieren el respaldo de una nación poderosa, pero la “protección” occidental a menudo se ofrece a cambio de que estos líderes renuncien a servir a su propio pueblo y a los propios intereses de sus naciones.

Son muchos los dirigentes africanos que trabajarían en el interés de sus pueblos si no estuvieran permanentemente hostigados e intimidados por los países occidentales.

En 1958, temeroso de las consecuencias derivadas de independizarse de Francia, Léopold Sédar Senghor declaró: “La elección del pueblo senegalés es la independencia, y queremos que tenga lugar solamente en amistad con Francia, no en litigio”.

Desde entonces Francia ha preferido una “independencia en los papeles”, pero firmando al mismo tiempo, en paralelo, “acuerdos de cooperación”, precisando la naturaleza de sus relaciones, en particular la sujeción a su moneda (el Franco), el sistema educativo francés, los acuerdos militares y las preferencias comerciales.

He aquí los 11 componentes de lo que siguió al pacto de colonización desde los años 50:

1.- La deuda colonial por el “progreso” propiciado por la colonización francesa. Los países nuevamente “independientes” deben pagar por la infraestructura construida por Francia durante la colonización.
(Estamos investigando aún los pormenores de las sumas, la evaluación de esos “progresos” coloniales y las condiciones de pago impuestas a los países africanos).

2.- Confiscación automática de las reservas monetarias nacionales por el Banco Central de Francia, que ha obtenido las reservas nacionales de 14 países africanos desde 1961: Benin, Burkina Faso, Guinea-Bissau, Costa de Marfil, Malí, Nigeria, Senegal, Togo, Camerun, República, Centrafricana, Chad, Congo-Brazzaville, Guinea Ecuatorial, y Gabón.

La política monetaria que rige a este grupo diverso de países es simple, pues es administrada por el Tesoro francés, sin sujeción a las autoridades locales centrales, como la UEMOA o de la CEMAC. Según los términos del acuerdo que fue implementado por el Banco Central del CFA, cada Banco Central de cada país africano está obligado a depositar al menos el 65% de sus reservas de cambio en una “cuenta de operaciones” en el Tesoro francés así como otro 20% para cubrir los pasivos financieros. Los bancos centrales CFA imponen también un techo sobre el crédito otorgado a cada país miembro, equivalente al 20% de los ingresos públicos del país sobre el año anterior.

Aunque la BEAC y el BCEAO tienen una facilidad de descubierto en el Tesoro francés, los tratados sobre las facilidades de descubierto son bajo reserva del consentimiento del Tesoro francés. La última palabra (el control) es de la Tesorería francesa que, en su propio nombre, ha invertido las reservas de los países africanos en la Bolsa de Paris.

En resumen, más del 80% de las reservas de cambio de los países africanos están depositados en las “cuentas de operaciones” controladas por el Tesoro francés. Los dos bancos CFA son africanos de nombre, pero no tienen políticas monetarias propias. Los mismos países no saben, no se les da la información, del nivel del monto de la reserva de cambio retenida por el Tesoro francés, capital que les pertenece como grupo o individualmente.

Las ganancias de la inversión de estos fondos del Tesoro francés se suman a la reserva de cambio, pero no hay contabilidad transmitida a los bancos ni a los países, ni los detalles de sus modificaciones. “Solo un grupo restringido de altos funcionarios del Tesoro francés conocen los montos que figuran en las “cuentas de operaciones” en donde estos fondos están invertidos; si hay un beneficio sobre estas inversiones; ellos tienen prohibida la divulgación de información alguna a los bancos CFA o a los bancos centrales de los estados africanos”, escribe el Dr. Gary K. Bush.

Se estima que Francia administra cerca de 500 mil millones de dinero africano en su tesorería, y no hace nada por arrojar un poco de luz sobre este lado oscuro del viejo imperio. La finalidad sigue siendo la misma: que los países africanos no tengan acceso a este dinero.

Francia les permite acceder solamente a un 15% anual de su dinero. Si necesitan más, los países africanos deben pedir préstamos a tasas comerciales sobre el 65% de su capital retenido en el Tesoro francés. Para hacer las cosas más trágicas aún, Francia fija un techo sobre el monto del dinero que los países pueden pedir prestados a la reserva. Dicho límite se fija en el 20% de los ingresos públicos de cada país en el año anterior. Si los países necesitan pedir un préstamo de más del 20% de su propio dinero, Francia puede vetarlo.

El ex presidente Jacques Chirac habló acerca del dinero de los países africanos en los bancos de Francia. Aquí pueden ver un vídeo que habla del sistema de explotación francés.



"Debemos ser honestos y reconocer que una gran parte del dinero de nuestros bancos provienen precisamente de la explotación del continente africano". Jacques Chirac

3.-Derecho de prioridad sobre todos los recursos brutos o naturales del país.

Francia tiene la prioridad de compra de todos los recursos naturales de la tierra de sus ex colonias. Solamente en el caso de que ésta rechace su usufructo, los países africanos están autorizados a buscar otros socios.

4.- Prioridad de los intereses y de las empresas francesas, tanto en los mercados como en las construcciones públicas.

En la atribución de los mercados públicos, las empresas francesas deben tener prioridad sobre los mercados extranjeros. El hecho de que los países africanos pudieran obtener mejores ofertas no es tomado en cuenta. En consecuencia, en la mayoría de las ex colonias francesas, todas las grandes compañías y actores económicos están en manos de franceses. En Costa de Marfil, por ejemplo, las empresas francesas poseen y controlan los grandes servicios públicos: agua, electricidad, comunicaciones, transportes, puertos y los grandes bancos. Idem en el comercio, la construcción, y la agricultura.

Resulta pues, que, como he escrito en un artículo anterior, los Africanos viven sobre un continente poseído por los europeos.

5.- Derecho exclusivo de proveer de equipos militares y de formar a los oficiales militares de esos países.

Gracias a un sofisticado sistema de becas, de subvenciones y de los “acuerdos de defensa” adscritos en el pacto colonial, los africanos deben enviar a sus mandos miitares a formarse en Francia o en infraestructuras militares francesas.

La situación en el continente es tal, que Francia ha cuidado y alimentado a centenares y miles de traidores. Células durmientes mientras no son necesarios, pero activados en caso de necesidad para golpes de estado u otros fines.




6.-Derecho de Francia a desplegar tropas e intervenir militarmente en el país para defender sus intereses.

Bajo la denominación de “Acuerdos de defensa”, adjuntos al pacto colonial, Francia tiene el derecho de intervenir militarmente en los países africanos, y también de estacionar tropas de manera permanente en bases e instalaciones militares bajo su mando exclusivo.

Cuando el presidente Laurent Gbagbo de Costa de Marfil trató de poner fin a la explotación francesa de su país, Francia organizó un golpe de estado. Durante el largo proceso para sacar a Gbadbo del poder, los tanques franceses, los helicópteros de combate y las fuerzas especiales intervinieron directamente en el conflicto, dispararon contra civiles y mataron a muchos de ellos. Para añadir humillación a la injuria, Francia estimó que su comunidad empresarial perdió varios millones de dólares a consecuencia de su retirada de Abidjan, en el 2006, donde el ejército francés masacró a 65 civiles desarmados e hirió a 1200.

Tras del éxito del golpe de estado y la transferencia del poder a Alassane Ouattara, Francia pidió al gobierno de éste que pagara una indemnización a la comunidad empresarial francesa por las pérdidas sufridas durante la guerra civil. Y en efecto, el gobierno de Ouattara pagó el doble de lo que ellos dijeron que habían perdido.

7.- Obligación de hacer del francés la lengua oficial del país y de la lengua para la educación.

¡Sí señor. Ustedes deben hablar francés, la lengua de Moliere!

Se ha creado una organización de difusión de la lengua y cultura francesa llamada "Francophonie", con varios satélites y organizaciones afiliadas supervisadas por el Ministro de Asuntos Exteriores francés.

8.- Obligación de utilizar la moneda de la Francia colonial, el FCFA.

Esta es la verdadera vaca lechera de Francia. Un sistema impuesto, denunciado incluso por la Unión Europea, al que Francia no piensa renunciar, que le proporciona una ganancia estimada en 500 mil millones de dólares anuales, provenientes de África.

Cuando se introdujo el euro en Europa, algunos países europeos, en particular los países nórdicos, descubrieron consternados el sistema de explotación francés y sugirieron a Francia, sin éxito alguno, poner fin a dicho sistema.

9.- Obligación de enviar a Francia un balance anual y un informe de las reservas.

Sin dicho informe, no hay dinero. Como quiera que sea, el secretario de los bancos centrales de las ex colonias y el secretario de la reunión bianual de los ministros de Finanzas de las ex colonias, es efectuado por el Banco Central del Tesoro de Francia.

10.-Renuncia a formar parte de alianzas militares con cualquier otro país sin autorización francesa.

Los países africanos en general son los que tienen menos alianzas internacionales. La mayoría no dispone más que de alianzas militares con... ¡sus excolonizadores! (¡increíble, pero cierto!). En caso de que quisieran hacer otras alianzas, Francia se ocuparía rápidamente de impedirlo.

Presencia militar francesa en África


11.- Obligación de aliarse con Francia en situación de guerra o de crisis mundial.

Más de un millón de soldados africanos lucharon para derrocar al nazismo y al fascismo durante la segunda guerra mundial. Su contribución es generalmente ignorada o minimizada, pero cuando se piensa que a Alemania solo le tomó 6 semanas para vencer a Francia en 1940, Francia sabe que los africanos podrían serles útiles para conservar la “Grandeza de Francia” en el futuro.

Hay algo casi psicópata en la relación de Francia con África.

En primer lugar, Francia está aferrada al pillaje de África desde la época de la esclavitud. Por otra parte, hay una ausencia completa de creatividad y de imaginación de la élite francesa para pensar más allá del pasado y de la tradición. Finalmente, Francia tiene dos instituciones que están completamente congeladas en el pasado, habitadas por "haut fonctionnaires" [altos funcionarios] paranoicos y psicópatas que propagan el miedo al apocalipsis si Francia cambiara, y cuya referencia ideológica aún proviene del romanticismo del siglo XIX: ellos son el Ministro de Finanzas y Presupuesto de Francia y el Ministro de Asuntos Exteriores de Francia. Estas dos instituciones no son sólo una amenaza para África, sino también para los propios franceses.

Somos nosotros quienes debemos liberar al África, sin pedir permiso, porque nunca he podido comprender como, por ejemplo, 450 soldados franceses en Costa de Marfil podrían controlar una población de 20 millones de personas.

La primera reacción de la gente cuando se enteran de la existencia del impuesto colonial francés, es casi siempre: "¿Hasta cuándo?".

A título de comparación histórica, Francia ha hecho pagar a Haití, el equivalente moderno de 21 mil millones de dólares, desde 1804 a 1947 (cerca de un siglo y medio), por las pérdidas causadas a los comerciantes de esclavos franceses tras la abolición de la esclavitud y la liberación de los esclavos haitianos.

Los países africanos han pagado el impuesto colonial durante los últimos 50 años, hacerlo durante un siglo sería ya demasiado.



6 comentarios:

  1. Por algo los presidentes de Francia tienen ese aire petulante de estúpidos emperadores engreídos.

    Menuda república imperial.

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    1. Allons enfants de la Patrie?... No será más bien, Avant les cadres bancaires!

      El capitalismo tiene un disfraz ideológico para cada ocasión.

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  2. Lo estoy leyendo y no me lo acabo de creer, aunque seguramente sea verdad, no me extrañaría. Es injusto, es inmoral y vergonzoso.

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    1. Pues créelo. Y esto no es más que una parte correspondiente al colonialismo francés al que hay que añadir el de las demás naciones europeas, incluida España. Europa lleva siglos saqueando África y esclavizando impunemente a su población. La historia de África, la verdadera y no la escrita por las potencias occidentales, aún está por escribir.

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  3. Le voy a tener que dar una segund avuelta porque es realmente interesante.
    A parte de recursos naturales áfrica tiene el recurso final, recursos humanos. No van a dejar ni de matarlos ni que escapen. Después de la caída demográfica mundial de 2008 el mundo ya no es como fue. En 20 años sufriremos sus consecuencias. La primera las pensiones, se siguen los servicios y despues...
    Salud!

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    1. Los "recursos humanos"... Nada nuevo. Comenzó con la trata de esclavos. África ha sido y sigue siendo salvajemente sometida y explotada por el "civilizado" occidente.

      Salud!

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