05 septiembre, 2022

"La élite occidental se guía por la lógica del ayer" — Sergei Lavrov

 


   Transcripción del inglés: Arrezafe


Sergei Lavrov - Ayer leí una declaración de la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, del 31 de agosto, "los ciudadanos alemanes ya están sufriendo, pero tendrán que soportarlo porque Alemania apoyará a Ucrania pase lo que pase". Una confesión impresionante, en perfecta sintonía con las convocatorias a elecciones anticipadas en varios países europeos.


La élite occidental se guía por la lógica del ayer y promueve un mundo unipolar contrario a las tendencias objetivas del desarrollo histórico que apuntan al reconocimiento del surgimiento real, poderoso y creciente de nuevos centros de desarrollo económico, financiero y político. Estos centros, con sentido de la dignidad, quieren defender sus legítimos intereses, respetar las tradiciones de sus civilizaciones centenarias, milenarias, y no quieren ser "pintados con el mismo pincel" de los valores liberales.


Por su parte, la Unión Europea se cuestiona cómo debería ser y si cada país tiene derecho a desarrollarse como mejor le parezca, teniendo en cuenta su historia y sus propias tradiciones. El "centro" de Bruselas y capitales, que intentan unificar "todo y a todos", les dicen a esos países que no deben tener tal derecho y los amenaza con sanciones.


El vicecanciller alemán y ministro federal de Asuntos Económicos y Acción Climática, Robert Habeck, declaró recientemente que los intereses nacionales en Europa deben concluir. Esto es emblemático. Países de Eurasia, América Latina y África están viendo todo esto y no están en absoluto satisfechos con esta opción. Empiezan a comprender mejor las reglas que Occidente intenta imponer a todo el mundo. Quieren volver a planteamientos originales, es decir, a la igualdad soberana de las naciones, en la que se basa la Carta de la ONU y que implica el respeto a la diversidad civilizatoria del mundo actual, y a la diversidad étnica y religiosa.


No estamos solos, y aunque se intenta aislarnos, estos intentos están condenados al fracaso. El ochenta por ciento de los países no se han sumado a las sanciones occidentales, a pesar de la descarada presión ejercida sobre ellos, los chantajes y las amenazas, incluidas las advertencias personales dirigidas a determinados políticos.


Seguimos cooperando activamente en la ONU y en su Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas, cuyos miembros van en aumento, llegando a 20. Trabajamos en instituciones establecidas en el territorio de la antigua Unión Soviética –la CSTO, la EAEU y la CIS– y, en el contexto euroasiático, en la Organización de Cooperación de Shanghái, una nueva asociación prometedora; a nivel mundial, son los BRICS, que, al igual que la OCS, están atrayendo a un número cada vez mayor de países que aspiran a la condición de socio u observador. Las solicitudes de pertenencia plena a estas instituciones se han vuelto más frecuentes.


El futuro pertenece a estas nuevas asociaciones y al trabajo en estos y otros formatos destinados a superar los enfoques discriminatorios que está tomando Occidente en el contexto de la arquitectura financiera y económica. Un número cada vez mayor de países está tomando medidas prácticas para reducir su dependencia del sistema monetario y financiero internacional, que Occidente ha construido y puesto bajo su control, y están tratando de reducir su dependencia del dólar, de la tecnología occidental y de las cadenas logísticas controladas por Occidente. Estos países están creando sus propios mecanismos que no estarán sujetos a ningún tipo de dictado o mal uso.


Este grupo de países no quiere que democracia sea sólo una palabra vacía o una herramienta utilizada por Occidente como consigna para interferir en los asuntos internos de los países soberanos, imponiendo su propia perspectiva sobre cómo una nación en particular debe organizar su vida.


Cada vez más países anhelan democracia en el ámbito internacional, que haya igualdad y respeto reciproco. Occidente se niega rotundamente a discutir el tema de la democratización de las relaciones internacionales, forzando, en cambio, su propio concepto de un "orden basado en reglas", es decir, un orden basado en las reglas occidentales.


En esta situación, los objetivos de la política exterior rusa siguen siendo los mismos: adoptar medidas fiables que garanticen la seguridad nacional de Rusia, crear las condiciones más favorables posibles para el desarrollo socioeconómico del país y mejorar el bienestar de las personas.


En las circunstancias actuales, los esfuerzos para fortalecer la soberanía de la Federación Rusa se están volviendo particularmente importantes. Necesitamos defender nuestros intereses básicos en el ámbito internacional y el honor y la dignidad de nuestro pueblo y de nuestros compatriotas que viven en el extranjero.


Actualmente, hay muchos debates sobre el patriotismo. En ellos se discute qué significa y cómo debe ejercerse en las condiciones actuales. Creo que en cualquier época el patriotismo significa la capacidad de conocer tu país, amarlo y vivir de acuerdo con sus intereses. Estoy convencido de que cuanto más se interesen los estudiantes y escolares por los grandes acontecimientos de nuestra historia, que determinan el rumbo ulterior de Rusia, más patriotismo veremos.


No me refiero al chauvinismo, sino al patriotismo que las personas desarrollan naturalmente al estudiar los anales históricos de su país. Sé que hay estudiantes extranjeros aquí presentes. Los saludo.


Me gustaría enfatizar que algunos países están tratando de aislarnos u obligarnos a autoaislarnos. Ya he explicado por qué no habrá aislamiento. Tampoco nosotros nos vamos a aislar. Mientras tanto, ensimismado, Occidente pasará días y noches discutiendo a quién conceder una visa Schengen y cuántas veces preguntar al viajero en un puesto de control fronterizo si apoya a los blancos o a los rojos y a quién pertenece Crimea. Ya van a hacer esta pregunta tres veces. Esto es ridículo. A todos los efectos, esas personas son lamentables.


No nos aislaremos. No hemos discutido esto todavía, pero creo que no deberíamos responder del mismo modo a los muros de Schengen que están tratando de erigir. No necesitamos castigar colectivamente a los ciudadanos de los países europeos. Sí, tenemos algunos “favoritos” que ya han sido incluidos en nuestras listas de sanciones.


El ministro de Relaciones Exteriores de Austria, Alexander Schallenberg, dijo recientemente que Occidente no podía demandar a 140 millones de personas en los tribunales. El ministro declaró esto cuando los principales medios de Europa estaban enfocados en castigar a todos los ciudadanos de la Federación Rusa. (Por cierto, nuestra población es un poco más numerosa).


Creo que no deberíamos seguir el mismo camino y responder a una estupidez con otra. Al mismo tiempo, no hemos renunciado al principio de reciprocidad, que debe ser dirigido de manera consistente contra aquellos que organizan y ejecutan tales sanciones contra Rusia.


Hay muchos estudiantes extranjeros en MGIMO y otras universidades. Tienen una maravillosa oportunidad de familiarizarse con la Federación Rusa. También es importante que nuestros ciudadanos aprendan sobre su país y su dilatada historia. Siempre es posible encontrar algo nuevo. Esto es aún más interesante para los extranjeros: cuanto mejor nos conozcan, mayores serán las perspectivas de que el mundo siga el camino correcto: buscar el acuerdo y el equilibrio de intereses, en lugar de obligar a que todos los demás obedezcan las órdenes del soberano.


Defendemos la igualdad y la amistad en el sentido más amplio de estas palabras. Queremos que nos conozcan mejor a nosotros y nuestras vidas. Esto facilitará el desarrollo de las relaciones entre nuestros países. Estoy convencido de que muchas personas en Europa interpretarán mis palabras como un afán de proselitismo. Estoy seguro de que el común de las personas, la mayoría, entienden perfectamente de lo que estamos hablando.




2 comentarios:

  1. Da muestras de una seguridad de alguien que tiene más futuro que pasado. Occidente está empeñado en decrecer, y decrecer caóticamente para poder mantener los intereses establecidos y asegurarse la acumulación. Cuanto más se cierre occidente, más se abrirá Rusia, y así se convertirá en el nuevo hegemón. Salud!

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    1. "De alguien que tiene más futuro que pasado". Muy acertada apreciación. Porque, efectivamente, la poderosa Rusia a vuelto para quedarse.

      Salud!

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