30 septiembre, 2023

Cómo la doctrina y armas de la era soviética triunfan sobre la doctrina y armas estadounidenses — Drago Bosnic

 


Kolozeg.Org – 29/09/2023

   Traducción del inglés: Arrezafe


Desde el comienzo mismo de la Operación Militar Especial rusa, la maquinaria de propaganda dominante occidental ha estado promoviendo sin descanso exageradas y persistentes fábulas. Una de ellas es que las armas y la doctrina de combate estadounidenses y de la OTAN son muy superiores a sus equivalentes soviéticas/rusas, y que esta es la razón por la cual Moscú sufre tan "enormes pérdidas". Obviamente, estas evaluaciones están basadas en una múltiple sarta de mentiras y medias verdades en las que se apoyan mutuamente los medios y sus recurrentes autocitas. Estas fábulas de la propaganda han tenido gran éxito a la hora de convencer al público occidental de que, supuestamente, Rusia es "débil", lo que, entre otras cosas, ha dado lugar a afirmaciones tan ridículas como que las fuerzas de Moscú "entraron en Ucrania como el segundo ejército más poderoso del mundo, pero terminaron siendo el segundo más poderoso en Ucrania".


Sin embargo, entre bastidores, el Pentágono se hallaba en estado de pánico silencioso, contemplando como cientos de miles de millones en armas de la OTAN ardían en Ucrania, mientras que la inversión de Rusia en la SMO no sólo ha sido "sorprendentemente baja", sino también extremadamente rentable. Esto sin siquiera considerar el hecho de que la proporción de bajas entre las fuerzas del régimen de Kiev y el ejército ruso es cercana a 10:1, lo cual es absolutamente atroz, dado que el primero ha sido entrenado por la OTAN durante más de dos décadas (y de manera intensiva durante más de una década). De hecho, según fuentes occidentales –que citan a veteranos estadounidenses, actualmente luchando para las tropas de la junta neonazi– el problema es precisamente el entrenamiento y equipamiento occidentales, y que la única razón por la que el régimen de Kiev ha podido resistir es que su mando ha vuelto al cuadro de entrenamiento de la era soviética.


Es decir, según un informe reciente, los soldados ucranianos padecerían muchas más bajas si combatieran como lo hacen las fuerzas estadounidenses. Un veterano del ejército de los Estados Unidos, alias 'Jackie', manifestó a Business Insider que "los ucranianos estarían peores condiciones si siguieran la doctrina estadounidense en el campo de batalla, y que en realidad han mejorado al comprender ciertos aspectos del combate moderno", y agregó que "si aplicáramos la doctrina estadounidense aquí, definitivamente lo pasaríamos muy mal". 'Jackie' participó en las invasiones estadounidenses de Afganistán e Irak antes de convertirse en contratista de entrenamiento para el ejército estadounidense. Cuando Rusia inició la SMO, decidió unirse a la junta neonazi "para ayudar a entrenar a sus tropas y luchar junto a ellas". Aparte de los habituales lemas de propaganda (obligatorios en este punto), Jackie hizo varias confesiones, incluida la de que los ucranianos están "por delante de Estados Unidos en algunos aspectos obvios".


"En este momento ni siquiera tenemos [en EEUU] una doctrina clara para el uso de pequeños drone", dijo a Business Insider, y añadió : "Los ucranianos están muy por delante de nosotros en la integración de estos sistemas de drones pequeños y medianos".


Además, Jackie manifestó que "los ucranianos debían operar en 'modo sigiloso de guerrilla' incluso en las grandes operaciones" y que esto se debía a que sus tropas estaban "tan en desventaja, que cualquier país de la OTAN las consideraba insuficientes para romper el frente en esa parte del territorio". Los propios ucranianos también dicen lo mismo, insistiendo en que "tienen que ajustar el entrenamiento [occidental/OTAN] para sobrevivir en el campo de batalla". Business Insider afirma que "los comentarios de Jackie reflejan los mismos manifestados en septiembre por un comandante ucraniano entrenado por soldados estadounidenses, británicos y polacos".


"Si sólo hiciera lo que [los militares occidentales] me enseñaron, estaría muerto", sentenció dicho comandante en aquel entonces.


El conflicto ucraniano tiene poco o ningún parecido con las innumerables agresiones estadounidenses contra países de todo el mundo, ya que la beligerante talasocracia tiene mucho cuidado de no invadir a ningún oponente remotamente capaz de hacerle frente. Lo que Washington DC suele hacer es imponer sanciones y aislar primero al país objetivo. Sólo entonces convoca a un grupo de sus vasallos y estados satélites a invadir directamente. El propio Business Insider lo admitió, poniendo como ejemplos a Afganistán e Irak, donde las tropas occidentales tenían importantes ventajas en equipamiento y armamento. También citó a un ex ranger del ejército estadounidense que luchó en Ucrania quien dijo que "los combates allí fueron mucho peores que los que experimentó en Irak y Afganistán". 'Jackie', veterano del ejército estadounidense, también insistió en que "entrenar a soldados ucranianos 'desde cero' no era lo apropiado, dado lo mucho que ya habían luchado".


Estas confesiones, bastante inusuales por parte de los veteranos de combate occidentales, se ven además reforzadas por el uso, por parte del régimen de Kiev, de armas y equipos de la era soviética, mucho más efectivos que sus equivalentes de la OTAN. Es decir, la junta neonazi ciertamente no rehúye permitir que sus fuerzas utilicen la doctrina, las armas y los equipos militares soviéticos, los cuales han demostrado ser una amenaza mucho mayor para el ejército ruso, particularmente en el nivel táctico. Y, sin embargo, los éxitos, basados únicamente en la forma soviética de combate, se atribuyeron descaradamente a sistemas occidentales, como el exageradamente sobrevalorado HIMARS. En los primeros días de la SMO, los ATGM (misiles guiados antitanque) ucranianos, como el "Stugna-P" (basado en una larga línea de tipos ATGM soviéticos/rusos), funcionaron significativamente mejor que los ATGM occidentales como el "Javelin", NLAW, AT4, etc.


Lo mismo cabe decirse de una gran cantidad de otros sistemas de armas, incluida la artillería regular y de cohetes, así como de ataque con misiles. Según fuentes militares rusas, incluso el reciente ataque al cuartel general de la Flota rusa del Mar Negro se llevó a cabo utilizando el misil R-360 "Neptune" (esencialmente una exhaustiva modernización ucraniana del Kh-35 de la era soviética). Y, sin embargo, la maquinaria de propaganda dominante se apresuró a atribuir el ataque al misil de crucero anglofrancés "Storm Shadow/SCALP EG". No obstante, los sistemas rusos SAM (misiles tierra-aire) han tenido bastante éxito a la hora de derribar misiles balísticos y de crucero proporcionados por el Occidente político. En otras palabras, la maquinaria bélica soviético-rusa es superior porque fue concebida y desarrollada para la guerra, mientras que su equivalente occidental resulta extremadamente eficiente durante las semanas fashion de las pasarelas militares... y en Hollywood.



29 septiembre, 2023

The Cold War Never Really Ended (Russian U.N. Ambassador Dmitry Polyanskiy Interview, Part 1 and 2)

 






History of Nazis In Ukraine (U.N. Russian Ambassador Dmitry Polyanskiy Interview, Part 2)





28 septiembre, 2023

La presencia nazi-ucraniana en Canadá

 

Chrystia Freeland & Volodímir Zelensky

Chrystia Freeland, viceprimera ministra de Canadá, contribuyó en la redacción de una enciclopedia en la que se resta importancia a los vínculos nazis de la unidad ucraniana de las SS nazis.


TRUE NORTH – 27/09/2023

   Traducción del inglés: Arrezafe


Siendo una joven estudiante, Chrystia Freeland contribuyó a la redacción de una enciclopedia en la que se resta importancia al carácter nazi de la 1.ª División Galitzia. En 1986, cuando tenía 18 años, Freeland trabajó en el segundo volumen de la Enciclopedia de Ucrania.


La enciclopedia cubre una variedad de temas contemplados a través de una lente ucraniana, incluida la Segunda Guerra Mundial. Con frecuencia hace referencia a la 14.ª División de Granaderos Waffen de las SS, un ejército voluntario comandado por los nazis establecido en 1943 para participar en la lucha de los alemanes contra la Unión Soviética en el Frente Oriental.


La 14.ª unidad de las SS, que más tarde fue rebautizada como Primera División Ucraniana, ha sido objeto de renovada atención esta semana después de que un veterano perteneciente a la misma, Yaroslav Hunka, de 98 años, fuera homenajeado en el pleno de la Cámara de los Comunes de Canadá.


El presidente de la Cámara de Representantes, Anthony Rota, se disculpó y renunció a su cargo tras haber elogiado a Hunka, al que calificó como "un héroe ucraniano, un héroe canadiense" que "luchó por la independencia de Ucrania contra los rusos".


Los miembros del parlamento agasajaron a Hunka con una sonora y prolongada ovación, de la que más tarde muchos se disculparon alegando que no sabían a quién aplaudían.


No obstante, si hay una parlamentaria conocedora de este capítulo de la historia, esa es la viceprimera ministra Chrystia Freeland. Freeland, cuya madre es ucraniana, vivió y estudió en Ucrania y ha estado estudiando el país desde su juventud.


La Enciclopedia de Ucrania se basó en gran medida en la obra original de Volodymyr Kubijovyč, un nacionalista ucraniano y colaborador nazi cuyo antisemitismo y devoción por Adolf Hitler están bien documentados. Kubijovyč fue uno de los fundadores de la 14.ª unidad de las SS.


Si bien Kubijovyč murió en 1985, su nombre todavía figura como editor del volumen, publicado en 1988, a cuya redacción contribuyó Freeland.


La enciclopedia denomina a la 14.ª división de las SS "División Galizien", en referencia a las actividades de las Waffen en Galicia.


Si bien las principales referencias a dicha unidad se encuentran en el primer volumen de la enciclopedia, varias veces se hace mención de ella  en el segundo volumen, para el cual escribió Freeland.


La enciclopedia opta por referirse a las fuerzas "nazis" como fuerzas "alemanas", a pesar de que la mencionada unidad estaba bajo el mando de las SS y no era una unidad militar regular. También procura situar a la 14° División SS como una unidad predominantemente ucraniana cuyo fin era propiciar las condiciones para la independencia de Ucrania, cuando, de hecho, el proyecto fue encabezado por Otto Wächter, un nazi de alto rango, con el apoyo de Heinrich Himmler.


"…se creó una formación de voluntarios ucranianos, la División Galizien, como parte de las fuerzas armadas alemanas en el frente soviético. Los ucranianos la apoyaron no como unidad alemana, sino como el núcleo de las fuerzas armadas de una futura Ucrania independiente", se puede leer en un pasaje.




"En la primavera de 1944, el frente estaba en Ucrania occidental, y en julio la División Galizien, una formación ucraniana de las fuerzas armadas alemanas creada en 1943 y concebida por los organizadores ucranianos como el núcleo del futuro ejército en una Ucrania independiente, fue en gran parte destruida en la batalla de Brody", se puede leer en otro pasaje de la enciclopedia.




La enciclopedia no hace ninguna referencia a la conclusión de Nuremberg, que calificó a la susodicha unidad como una organización criminal. Tampoco menciona la acusación probada de la participación de la 14º División SS en el asesinato de 500 civiles polacos en el pueblo de Huta Pieniacka.


Las aportaciones de Freeland a la Enciclopedia de Ucrania se encauzaron a través de una investigación realizada por el Instituto Canadiense de Estudios Ucranianos, financiada por el programa de Desarrollo de Experiencia y Empleo de Verano del Gobierno de Canadá.


En un boletín de CIUS se dice que Freeland "redactó entradas" para la enciclopedia bajo la supervisión del profesor Bohdan Krawchenko, más tarde director de CIUS. El nombre de Freeland también aparece entre docenas de colaboradores en la portada del volumen.




Krawchenko manifestó a True North que las aportaciones de Freeland se centraban principalmente en "economía, educación y sociología”.


En un comunicado, el portavoz de Freeland confirmó su participación en el proyecto, pero negó su carácter extremista.


"Siendo joven, la viceprimera ministra contribuyó en la redacción del vol.II de la Enciclopedia de Ucrania. Trabajó exclusivamente en cuatro materias: los campos de heno, la cría de caballos, la industria del cáñamo y los seguros". "Durante dicho periodo, la viceprimer ministro no tuvo ningún contacto con Volodymyr Kubijovyc. La viceprimer ministro condena categóricamente el nazismo, el fascismo y el extremismo de extrema derecha en todas sus forma", manifestó el portavoz de Freeland


Freeland era "súper brillante y muy hábil", aseguró Krawchenko desde Bishkek, Kirguistán, donde hoy ejerce como destacado investigador en la Universidad de Asia Central.


Krawchenko dijo que a pesar de que el volumen se basó en el trabajo de Kubijovyč, acreditado como editor de la enciclopedia, gran parte de su contenido original había sido escrito preocupándose por la "integridad académica".


Krawchenko consideró una "tragedia colosal" el homenaje otorgado a Hunka en la Cámara de los Comunes.


"Por qué alguien consideraría a ese individuo como un héroe ucraniano, es algo inconcebible".




Ultranacionalistas ucranianos, portando una pancarta del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA)  con un retrato Roman Shukhevych (segundo desde la derecha), marchan por el centro de Lviv, el 28 de abril de 2013. La marcha conmemoró el 70º aniversario de 14.ª División Galitzia de las Waffen SS formada en su mayoría por voluntarios ucranianos. (YURIY DYACHYSHYN/AFP/Getty Images)


Los voluntarios ucranianos del batallón Nachtigall vestían uniformes y armas alemanes


Veteranos del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA) participan en una manifestación en Kiev el 14 de octubre de 2016 para celebrar el Día del Defensor de Ucrania y la creación de la UPA. (Genya Savilov/AFP/Getty Images)



Veteranos del Ejército Insurgente Ucraniano (o UPA) saludan durante una ceremonia que conmemora el 103º aniversario del cumpleaños de Roman Shukhevych en Lviv el 27 de junio de 2010. (Yuriy Dyachyshyn/AFP/Getty Images)



Chrystia Freeland sosteniendo una estola nazi


El 26 de enero de 2022, en medio de los preparativos de Rusia para su intervención en Ucrania, la viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland, emitió una declaración en la que explicaba por qué Canadá, hogar de la diáspora ucraniana más grande después de Rusia, apoyaría incondicionalmente a Ucrania, esgrimiendo la visión maniquea de una "lucha entre democracia y autoritarismo". "Los canadienses (nuestros propios padres y abuelos) lucharon y murieron para establecer un orden internacional basado en reglas durante y después de la Segunda Guerra Mundial". El abuelo materno ucraniano de Freeland, Michael Chomiak, no hizo nada ni parecido. Durante la guerra, editó Krakivski Visti, un periódico de propaganda nazi en la Cracovia ocupada que se imprimió en una imprenta confiscada a un periódico judío. Freeland, por supuesto, no es responsable de las acciones de su abuelo, pero si de presentarlo reiteradamente como el "demócrata liberal" que tan profundamente influyó en su política. (https://www.tabletmag.com/sections/news/articles/chrystia-freeland-needs-to-come-clean-about-her-nazi-collaborationist-grandfather)



Monumento a las SS Galizien a las afueras de Philadelphia, Estados Unidos. Foto de Moss Robeson


Canada: Monumento a la 14 División Waffen-SS “Galizien”



LA ESTRATEGIA 'JENGA' DE EEUU CONTRA RUSIA ESTÁ RESULTANDO CONTRAPRODUCENTE

 



Larry JohnsonSONAR21 – 27/09/2023

   Traducción del inglés: Arrezafe


Mientras conducía, escuchando a Alexander Mercouris, de repente me di cuenta de que Estados Unidos y la OTAN han estado aplicando una estrategia JENGA contra Rusia. Muchos líderes del club de la OTAN están decididamente inmersos en la creencia de que, si se aplica suficiente presión, Rusia, su economía, el ejército y la sociedad colapsarán como una torre JENGA. Sólo hay un pequeño problema: que esa estrategia ha fracasado. Sucedió lo contrario.


En lugar de debilitarse y fracturarse, Rusia se ha vuelto más fuerte y menos dependiente de Estados Unidos y Europa. Su economía progresa. La industria de defensa rusa ha alcanzado niveles sin precedentes en la era de la Rusia moderna. Por ejemplo, Rusia produce más de dos millones de proyectiles de artillería de 152 mm al año. El ejército ruso está cubriendo las cuotas de reclutamiento con tropas completamente entrenadas. Rusia está produciendo en cantidad sorprendente misiles hipersónicos y drones que han transformado a su favor el campo de batalla.


Compárese todo ello con Estados Unidos. La economía estadounidense no va bien. Por ejemplo, el tribunal de bancarrotas de EEUU, informó de un total de 15.724 quiebras en el año fiscal que finalizó el 30 de junio de 2023. Esto supone un aumento del 23 % con respecto al año anterior. ¿Qué pasa con la industria de defensa? Bueno, está amasando enormes sumas de dinero, pero escasos logros. Ucrania se está quedando sin proyectiles de 155 mm y Estados Unidos sólo fabrica 340.000 al año, cantidad insuficiente para cubrir la necesidad diaria del ejército ucraniano. Algo similar ocurre con el reclutamiento: las fuerzas armadas estadounidenses no están cumpliendo sus objetivos anuales, y a pesar de gastar cientos de miles de millones de dólares en armamento, Estados Unidos aún no ha logrado desarrollar misiles hipersónicos.


Estados Unidos se enfrenta a múltiples desastres autoinfligidos. La avalancha incontrolada de inmigrantes inunda las ciudades lideradas por los demócratas que las promocionaron como santuarios para la inmigración. Abrumados, el gobernador y el alcalde de Nueva York se quejan acaloradamente de la inmigración ilegal. Las principales ciudades de Estados Unidos (Nueva York, Chicago, Filadelfia, Washington, DC, Los Ángeles y San Francisco) están asoladas por asesinatos, robos y atracos. La siguiente imagen, de Filadelfia, no es exclusiva de esta ciudad. Se puede ver el mismo horror en muchas otras ciudades importantes de Estados Unidos.



De modo que sí, Estados Unidos está jugando al JENGA, pero la torre que se derrumba no es Rusia, es Estados Unidos el que se enfrenta a la catástrofe. Ojalá se tratara sólo de una hipérbole, pero lo cierto es que el tejido social de Estados Unidos está siendo destrozado y la división partidista es hoy un abismo creciente e insalvable.


Permítanme un dato significativo. Echen un vistazo a esta noticia de hoy:


El 21 de septiembre, Rusia prohibió temporalmente las exportaciones de gasolina y diésel a todos los estados exsoviéticos, excepto a cuatro, debido a la escasez interna, una medida que perturbará el comercio mundial que ya ha tenido que adaptarse a las sanciones occidentales impuestas al combustible ruso.


El 25 de septiembre, Rusia suavizó algunas de las restricciones, y anunció que permitiría la exportación de combustible diésel con alto contenido de azufre para algunos buques.


Los analistas occidentales siguen cegados por su creencia, profundamente arraigada, de que Rusia es una gasolinera en ruinas, y atribuyen la escasez a:


una combinación de factores que incluyen el mantenimiento de las refinerías de petróleo, los cuellos de botella en los ferrocarriles y la debilidad del rublo, que incentiva las exportaciones de combustible.


Tal vez. Pero permítanme sugerir una explicación alternativa. Rusia está administrando sus reservas de combustible diésel como contingencia para una ofensiva que tomará el control de Kiev y Odessa. ¿Inverosímil? Quizás, pero las recientes declaraciones del presidente de la Duma rusa, Vyacheslav Volodin, de las que se hicieron eco el Ministro de Asuntos Exteriores Lavrov y el Ministro de Defensa Shoigu, transmiten un sombrío mensaje para Occidente: Rusia ya no está interesada en un acuerdo negociado con Ucrania. "Ucrania debe rendirse según los términos de Moscú o el país "dejará de existir". No se trata de declaraciones aisladas, ociosas y espontáneas. Rusia está enviando un mensaje muy claro. ¿Lo escucharán los estadounidenses, o seguirán tentando el JENGA ruso?



26 septiembre, 2023

Queda al desnudo la mentira de Zelenski — Thierry Meyssan

 



Voltairenet.org – 26/09/2023


El viaje del presidente ucraniano Volodimir Zelenski a Estados Unidos aclaró las últimas ambigüedades sobre este personaje. Zelenski no parece interesado en preservar las vidas de sus compatriotas. De hecho, Zelenski está movilizando a todos los hombres del país y enviándolos a morir en el frente, a pesar de que no hay esperanzas de victoria. Ya se ve claramente que Zelenski no vacila en mentir ni en embaucar y que lo que le interesa es tratar por todos los medios de lograr que ciertos Estados sean expulsados de las organizaciones intergubernamentales. Todo eso trae a la mente el recuerdo del tristemente célebre Stepan Bandera, quien masacró a miles de sus compatriotas ucranianos durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, o sea cuando ya se sabía que la derrota del III Reich era claramente inevitable.


El actor Volodimir Zelenski se puso su disfraz de soldado para hablar ante la Asamblea General de la ONU.


El presidente ucraniano Volodimir Zelenski se presentó ante la Asamblea General de la ONU para recitar nuevamente su discurso habitual sobre el “terrorismo” ruso. Fue ese su debut desde esa tribuna.


Este año, China, Francia, Reino Unido y Rusia, cuatro de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, no estuvieron representados por sus jefes de Estado o de gobierno en la apertura del 78º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Es evidente que, a pesar de las bellas declaraciones, algo no funciona ya en esa organización internacional.


Veamos un breve resumen del discurso del presidente Zelenski:


«Rusia utiliza los alimentos como arma contra el resto del mundo y el “juego”, en su favor, de ciertos países europeos. También utiliza los reactores nucleares civiles como armas, como lo hace en Zaporijia. Ha secuestrado “cientos de miles” de niños ucranianos que son reeducados en suelo [ruso] en el odio a Ucrania, lo cual constituye un “genocidio”. Rusia provoca una guerra cada 10 años. Hoy amenaza a Kazajstán y los Estados bálticos. Numerosos escaños en este hemiciclo estarían vacíos si Rusia alcanzara sus objetivos con sus actos traicioneros. Gracias a Dios, nadie ha imaginado todavía cómo utilizar el clima como arma. Las catástrofes naturales matan. Suceden cuando en Moscú se ha decidido matar decenas de miles de personas. Debemos unirnos contra esos desafíos. Podemos dar vida otra vez al “orden mundial basado en reglas” apoyándonos en la fórmula de paz ucraniana que yo presentaré dentro de un momento al Consejo de Seguridad. Invito a todos ustedes a la Cumbre por la Paz que organizamos. No podemos contar con la palabra de Rusia. ¡Pregúntenle a Prigozhin si [Rusia] respeta sus promesas! ¡Slava Ukraini!»


Todas las delegaciones aliadas de Estados Unidos aplaudieron con entusiasmo ese discurso, mientras que las demás se hacían discretas.


Este discurso del presidente Zelenski merece algunos comentarios:


• El argumento sobre la utilización de los alimentos como arma recuerda los asedios impuestos para rendir por hambre a los asediados… como sucedió ayer con Corea del Norte y como hoy sigue sucediendo con Yemen. Eso no tiene absolutamente nada que ver con lo que hacen los rusos en Ucrania, donde sus acciones afectan las ganancias de las grandes transnacionales estadounidenses (Cargill, Dupont y Monsanto), propietarias de una tercera parte de todo lo que se cultiva en Ucrania.


• Sobre el uso de las centrales nucleares como arma de guerra, hay que recordar que los rusos ocupan la central nuclear de Zaporijia… y todos los soldados rusos allí desplegados morirían si hubiese fugas radioactivas en esa instalación. Así que son las fuerzas de Kiev quienes amenazan con provocar un incidente nuclear para obligar los soldados rusos a retirarse.


• Rusia no ha “secuestrado” niños ucranianos. Por el contrario, ha puesto a salvo los niños de las zonas de combates evacuándolos hacia el interior de su territorio. Las alegaciones antirrusas de la Corte Penal Internacional (CPI) se basan únicamente en la negativa de considerar como un acto legal la incorporación de Crimea, del Donbass y de una parte de la Novorossiya, solicitada mediante referéndum popular por las poblaciones de esos territorios, a la Federación Rusa.


• El argumento del “expansionismo ruso” –argumento que las poblaciones de Kazajstán y de los países bálticos pudieran recibir con temor– no pasa de ser una elucubración sobre supuestas intenciones de Rusia hacia esos Estados.


• Las palabras de Zelenski sobre el uso del clima como arma de guerra, demuestran la ignorancia de este individuo. Estados Unidos ya usó esa forma de guerra contra el pueblo de Vietnam, provocando durante meses lluvias incesantes sobre la “Ruta Ho Chi Min” –el corredor de aprovisionamiento de las fuerzas vietnamitas que luchaban simultáneamente contra el régimen de Vietnam del Sur y contra los soldados estadounidenses. Sólo después de haber utilizado esa forma de guerra contra Vietnam, en lo que el Pentágono designó como “Operación Popeye”, Estados Unidos firmó la Convención sobre la Prohibición de Utilizar Técnicas de Modificación Ambiental con Fines Militares u Otros Fines Hostiles (ENMOD).


• Afirmar, sin nombrarlas, que Polonia, Hungría y Eslovaquia «hacen el juego a los rusos» cuando prohíben la importación de cereales ucranianos a bajo precio es un insulto hacia esos países. Olvidando que durante la Segunda Guerra Mundial los nacionalistas integristas ucranianos masacraron a más de 100.000 polacos, Polonia acogió en su suelo 1,5 millones de refugiados ucranianos desde el inicio de esta guerra… así que los polacos seguramente no verán con agrado las palabras de Zelenski.


• El llamado a defender «el orden mundial basado en reglas» sólo puede interpretarse como un desafío a la mayoría de los miembros de la ONU, que hoy luchan por un regreso al respeto del Derecho Internacional, y el «plan de paz» ucraniano sólo concierne al bando occidental y en realidad apunta a extender la guerra.


• La conclusión del discurso de Zelenski viene de un poema de Taras Shevchenko (1814-1861).


• La divisa «¡Slava Ukraini!», utilizada por Zelenski al final de su discurso, era el grito de guerra de los nacionalistas integristas ucranianos de Dimitro Dontsov y de Simon Petliura en su cruzada contra la revolución soviética, conflicto durante el cual masacraron a los judíos y los anarquistas de la Novorossiya. «¡Slava Ukraini!» se convirtió después en el grito de victoria que lanzaban los nacionalistas integristas ucranianos de Dimitro Dontsov y de Stepan Bandera cuando masacraban a judíos, gitanos y miembros de la resistencia. A partir de 1941, «¡Slava Ukraini!» acabó convirtiéndose en el equivalente del «¡Heil Hitler!» de los nazis. Utilizada hoy, precisamente desde la tribuna de la Asamblea General de la ONU, esa consigna contradice las resoluciones contra la propaganda nazi adoptadas después de la Segunda Guerra Mundial, resoluciones a las que Ucrania se opone hoy.


El presidente ucraniano Zelenski hizo uso de la palabra antes que los miembros del Consejo de Seguridad, en violación del reglamento de esa instancia de las Naciones Unidas.


La posterior reunión del Consejo de Seguridad estaba prevista para dos días de debates. Además de los miembros del Consejo, otros 45 países habían solicitado hacer uso de la palabra.


Albania, país que ocupa la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad, decidió dar la palabra al presidente ucraniano inmediatamente después de la intervención del secretario general de la ONU y antes de que intervinieran los Estados miembros del Consejo, en violación del reglamento interno. Y también incluyó a la OSCE entre los oradores.


El ministro de Exteriores de la Federación Rusa, Serguei Lavrov, denunció enérgicamente el comportamiento evidentemente parcializado del presidente del Consejo de Seguridad.


Desde el inicio del debate, el ministro de Exteriores de la Federación Rusa, Serguei Lavrov, solicitó la palabra para una cuestión de orden, denunció el privilegio concedido al presidente ucraniano en violación del reglamento interno del Consejo y exigió que el representante de Macedonia del Norte –que intervendría como presidente en funciones de la OSCE– se limitara a abordar el tema sobre el cual esa organización le había concedido un mandato. Como presidente de la sesión, el representante de Albania, Edi Rama, se burló abiertamente de la cuestión de orden presentada por el ministro ruso y respondió que ya existían precedentes de oradores que habían hecho uso de la palabra antes que los miembros del Consejo… pero no dijo que esas excepciones siempre se habían sometido a la aprobación previa de los miembros del Consejo y aceptado por unanimidad. El representante de Albania concluyó afirmando que para evitar que el presidente ucraniano fuese el primero en hacer uso de la palabra, Rusia podía simplemente retirarse de Ucrania. Y luego invocó el artículo 33 del reglamento interno para relegar la cuestión de orden a una discusión posterior.


El primer ministro interino de Albania, Edi Rama, abusó de su posición como presidente de la sesión para violar el reglamento interno del Consejo de Seguridad.


A pesar de la actitud parcializada del embajador de Albania, el ministro Lavrov no se retiró de la reunión –recordando probablemente que, durante la guerra de Corea, cuando la URSS abandonó el debate para protestar contra la presencia de los representantes de Chiang Kai-chek en lugar de los representantes de la República Popular China, Estados Unidos aprovechó la ausencia de la delegación soviética para lograr que la ONU votara la ayuda de la comunidad internacional a Corea del Sur contra Corea del Norte.


En todo caso, lo sucedido esta vez demuestra la parcialidad de la presidencia albanesa del Consejo y seguramente tendrá consecuencias. Albania está en su derecho de ser un adversario declarado de Rusia –de hecho, ya organizó un debate según la fórmula Aria sobre los presuntos secuestros de niños por parte de Rusia. Pero no tiene derecho a violar el reglamento interno cada vez que preside el Consejo de Seguridad. Así lo hacía ya, el 28 de junio de 2022, cuando convocó por su cuenta una reunión sobre la situación en Ucrania, sin avisar a los demás miembros del Consejo. E invitó entonces al presidente Zelenski, autorizándolo «excepcionalmente» a intervenir ante el Consejo por videoconferencia, con lo cual violó el reglamento interno. También hizo observar un minuto de silencio, igualmente sin avisar a los demás miembros del Consejo. Y, al día siguiente, el 29 de junio de 2022, presidió una sesión sobre la situación en Siria, invitando al debate, otra vez sin prevenir a los demás miembros del Consejo, una asociación estadounidense que se hace llamar Syrian Emergency Task Force y que se expresó de manera abiertamente grosera e insultando a varios miembros del Consejo.


Esta vez, el debate sobre Ucrania prosiguió con la intervención del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien recordó inicialmente que algunas reuniones multilaterales se desarrollan de manera eficaz, como la realizada sobre el plan de salvaguarda de los objetivos del desarrollo durable. Guterres calificó después la intervención rusa en Ucrania de violación flagrante de la Carta de la ONU y del derecho internacional. Seguidamente anunció que los equipos de investigadores siguen recogiendo evidencia sobre violaciones chocantes y generalizadas de los derechos humanos «que son principalmente actos de la Federación Rusa», incluyendo los traslados forzosos de niños. Finalmente, deploró que Rusia no prolongara el acuerdo sobre los cereales.


La posición del secretario general expresa sólo su opinión personal. En este caso, no se basa en ninguna decisión de justicia y no tiene en cuenta la posición rusa. El proceso en marcha ante la Corte Internacional de Justicia –el tribunal interno de la ONU– debe permitir que se escuchen las posiciones de las dos partes. Sólo esa Corte tiene derecho a juzgar si hubo o no una violación de la Carta de la ONU, teniendo en cuenta que Rusia declara que inició su operación militar especial de conformidad con la resolución 2202 del Consejo de Seguridad de la ONU, que hizo suyos los Acuerdos de Minsk. En todo caso, la decisión de la Corte Internacional de Justicia responderá sólo sobre la cuestión de saber si el régimen de Kiev estaba masacrando a sus propios conciudadanos antes de la operación especial rusa. Se habla de 20.000 civiles masacrados.


El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, intervino después de las palabras del secretario general de la ONU. Inició su discurso preguntando cómo podía un Estado que viola la Carta de la ONU ocupar un escaño en el Consejo de Seguridad. Resaltó que la Asamblea General reconoció a Rusia –no a Ucrania– como responsable de la guerra y presentó entonces su plan de paz de 10 puntos. Ese plan, ya presentado en el G20 de Bali, no tiene en cuenta los reclamos de Rusia. Por consiguiente, no es propiamente un plan de paz sino más bien una presentación de las exigencias de Ucrania. Zelenski, exigió de paso que la Asamblea General de la ONU modifique sus estatutos para despojar a Rusia de su derecho al veto en el Consejo de Seguridad. Y terminó llamando todos los Estados representados en el debate a participar en la «conferencia de paz» que organiza su país.


El presidente de la sesión, el albanés Edi Rama, se interrogó después sobre la actual situación. ¡Un miembro del Consejo de Seguridad viola el documento constitutivo de la ONU! Felizmente, según Rama, a pesar de que ese miembro abusa de su derecho al veto, la mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad vela por el respeto de sus valores. Rama dio después la palabra a los miembros del Consejo según su orden de inscripción.


Pero los discursos de estos no aportaron nada nuevo. Ninguno se atrevió a hacerse eco del llamado de Ucrania a privar a Rusia de su derecho al veto.


En este punto, es necesario hacer un poco de historia. Durante la creación de la ONU, el estadounidense Franklin D. Roosevelt y el británico Winston Churchill se opusieron al soviético Josef Stalin. Estados Unidos y Reino Unido querían crear una organización que gobernara el mundo en función de las concepciones de Washington y Londres mientras que la URSS estimaba que la nueva organización internacional debeía establecer el Derecho Internacional y evitar las guerras. Finalmente triunfó la visión soviética. El derecho al veto tiene en cuenta la realidad militar de aquella época. No existe un derecho al veto legítimo y otro abusivo. Simplemente, no es posible que todos respeten el Derecho Internacional si este contradice intereses de uno de los miembros más poderosos del Consejo. La idea de despojar a Rusia de su derecho al veto nunca se había mencionado antes en público. Pero el año pasado el Departamento de Estado estadounidense tanteó esa posibilidad interrogando a todos los Estados Miembros sobre el asunto… y resultó que era imposible reunir la mayoría de dos tercios.


En vez de pronunciar un nuevo discurso ante el Congreso de Estados Unidos, el presidente Zelenski tuvo que conformarse esta vez con una reunión a la que asistieron sólo algunos congresistas.


Después de haber pronunciado su discurso, el presidente Zelenski abandonó la sala del Consejo de Seguridad –no tenía tiempo que perder escuchando a los demás oradores– y partió inmediatamente para Washington, con intenciones de pronunciar otro discurso ante el Congreso de Estados Unidos reunido en sesión plenaria, como ya lo había hecho en diciembre de 2022. Pero cuando llegó al Capitolio, el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, le espetó que esta vez no habría reunión plenaria del Congreso debido a la cargada agenda de los congresistas. El decepcionado presidente ucraniano tuvo entonces que conformarse con una reunión con los presidentes de las dos cámaras en presencia de algunos senadores demócratas.


Conclusión: se acabaron los tiempos del apoyo incondicional a Kiev. Al igual que todos sus homólogos occidentales, los parlamentarios estadounidenses se han dado cuenta de que:


● hay escasez de municiones y la industria armamentista de Occidente no puede rivalizar con la de Rusia, ni a corto ni a mediano plazo;

● la rebelión del propietario del grupo Wagner, Evgueni Prigozhin, contra el Kremlin fue un fracaso;

● la contraofensiva de Kiev está resultando extremadamente mortífera –para los ucranianos– entre cuyas filas se cuentan más de un millar de muertos diarios, desde hace al menos 2 semanas y sin alcanzar resultados significativos.


Así que muchos quisieran negociar una salida para la crisis ucraniana o al menos poner fin a unos gastos astronómicos que están resultando claramente inútiles. Congresistas republicanos han escrito a la administración Biden exigiéndole que rinda cuentas, con la mayor precisión, del uso que se ha dado a los fondos estadounidenses ya entregados. Y, en espera de respuesta, no asignarán ni un dólar más. El Pentágono ya está elucubrando cómo desviar medios para mantener el apoyo material de Estados Unidos a Kiev. Eso es lo que se esconde tras el posible bloqueo del presupuesto federal, que puede concretarse en caso de desacuerdo entre el Capitolio y la Casa Blanca.



El presidente estadounidense Joe Biden trató de consolar a su “hijo”, Volodimir Zelenski.


En aras de hacer un poco menos dolorosa la afrenta de los congresistas, el secretario de Defensa y el presidente Joe Biden concedieron juntos una entrevista al presidente ucraniano. Zelenski visitó además una universidad, la sede de la Fundación Clinton y la del Atlantic Council y pudo conversar con los jefes de firmas financieras.


Pero, a pesar de todo, ahí están los hechos. Todos han podido comprobar el extremismo del presidente Zelenski y su incapacidad para ganar esta guerra. Para todos ha quedado demostrado que Volodimir Zelenski no está tratando de defender su país. Al contrario, sigue enviando sus hombres a morir inútilmente ante las líneas defensivas rusas. Y actúa como siempre lo han hecho los nacionalistas integristas y los nazis: no vacila en mentirle a los suyos, en recurrir a triquiñuelas y está tratando por todos los medios de provocar un enfrentamiento general… aunque el precio consista en sacrificar a su propio pueblo.