28 Jul 2017
¿Por qué a Albert
Rivera, a Rafael Antonio Hernando, a la jerarquía del PSOE y al conjunto de los
medios de difusión masiva de España les preocupa tanto Venezuela?
¿Por qué no les
preocupan los líderes sociales, campesinos, indígenas, que son asesinados todas
las semanas en Honduras, tras el golpe de Estado que dieron allí y que España
legitimó?
¿Por qué no les incumbe la violación sistemática de los derechos
humanos que ocurre en Guatemala, Colombia, Perú, Paraguay (otro golpe de Estado
mediante) o Panamá?
¿Por qué ni al señor Rivera, ni al señor Hernando ni a
Pedro Sánchez les preocupa la salvajización social que lleva a cabo el Estado
mexicano, incompatible con cualquier viso de democracia?
¿Por qué tampoco ni
les hace pestañear el deterioro brutal de las condiciones de vida en Brasil y
Argentina, tras los “golpes blandos” efectuados contra sus democracias?
En Chile hay decenas de
presos políticos mapuches. En muchos países del mundo las cárceles están llenas
de presos políticos (en otros lugares, como varios de los nombrados, no hay
tantos presos políticos porque a los activistas sociales, a los disidentes, se
les mata directamente). Pero a nuestra brutal elite política sólo le interesa
uno: Leopoldo López. Una persona que en España estaría encausada incluso antes
de la “Ley Mordaza” por incitar a la rebelión, a la sedición y al levantamiento
militar contra el orden establecido. Y que, a diferencia de lo que podría hacer
aquí, sigue lanzando mensajes de rebelión, sedición y levantamiento militar
desde su arresto domiciliario (¡curiosa dictadura que permite eso!).
Venezuela es un país
extraño, ha padecido históricamente un capitalismo parasitario y rentista,
sostenido sobre un solo producto de exportación primario que impregnó todo el
entramado social e institucional, conformando un Estado-petrolero proverbial,
de esencia clientelar. Generó, en consecuencia, una población alienada en torno
a la renta de aquel producto y sus actividades derivadas, así como una
estructura económica ultradeformada, con una evolución anómala de las fuerzas
productivas y de las consiguientes relaciones sociales de producción.
La herencia de esta
economía no productiva ha sido una muy alta exclusión social, desempleo y
pobreza extrema para grandes capas de la población. Pero entonces sus
gobernantes eran “demócratas”, bien tratados por nuestros medios de destrucción
cerebral masiva (también llamados “de comunicación”), y Carlos Andrés Pérez,
que mató a su población a discreción, era amigo íntimo de Felipe González, el
mismo que hoy llama veladamente al alzamiento militar contra Maduro.
Venezuela ha celebrado
19 elecciones en los últimos 15 años, con el sistema de recuento electoral “más
avanzado del mundo”, según la Fundación Jimmy Carter.
La oposición, conocida
como “escuálida” en Venezuela a tenor de sus 11 severas derrotas electorales
seguidas, desde 1998 hasta el referéndum de diciembre de 2007, se apoya por
supuesto en Estados Unidos y en el conjunto de instituciones y países
capitalistas centrales, que tienen especial interés en destruir (una vez más)
el proyecto bolivariano no sólo en Venezuela sino obviamente en el conjunto de
América Latina. Entre sus fuerzas cuenta, ¿cómo no?, con el fervoroso apoyo de
la neo-socialdemocracia internacional, y muy en concreto de la española, con
palmarios y sustanciosos intereses en el país. También tiene de su parte la
llamada “guerra de cuarta generación”, por la que medios de difusión nacionales
e internacionales (entre los que ocupa un destacado papel el Grupo Prisa) se
muestran en continua y ultra-agresiva campaña en contra de un gobierno legítimo
que ha osado desafiar parcialmente los aparentemente intocables principios de
la acumulación capitalista.
En conjunto, la
estrategia opositora no por burda y manida es menos peligrosa. Se puede resumir
como sigue.
1ª etapa: de ablandamiento empleando la guerra de 4ª generación
(Operación desencanto). Desarrollo de matrices de opinión centradas en déficit
reales o potenciales del proceso de transformación. Cabalgamiento de los
conflictos y promoción del descontento. Promoción de factores de malestar,
entre los que destacan: desabastecimiento, criminalidad, fuga de capital y
manipulación del dólar paralelo, paro de transporte, parálisis de servicios
esenciales.
2ª etapa: de deslegitimación. Impulso de campañas publicitarias en
defensa de la “libertad de prensa”, “derechos humanos” y “libertades públicas”.
Acusaciones de totalitarismo y pensamiento único. Fractura ético-política.
3ª
etapa: de calentamiento de la calle. Fomento de la movilización de calle con
amplios medios proporcionados por EE.UU. y la UE, entre otros. Elaboración de
una plataforma de lucha que globalice las demandas políticas y sociales.
Generalización de todo tipo de protestas, resaltando fallas y errores
gubernamentales que han sido provocados por la propia guerra económica y social
opositora. Organización de manifestaciones, trancas y tomas que radicalicen la
confrontación, incluyendo asesinatos selectivos como ya ha ocurrido.
4ª etapa:
de combinación de diversas formas de agresión (pacificas, violentas y armadas),
acciones de calle y operaciones encubiertas. Organización de marchas y tomas de
instituciones emblemáticas, con el objeto de coparlas y convertirlas en
plataforma publicitaria. Desarrollo de operaciones de guerra psicológica y
acciones armadas (con el invaluable apoyo de paramilitares colombianos) para
justificar medidas represivas y crear un clima de ingobernabilidad. Impulso de
campaña de rumores entre fuerzas militares y tratar de desmoralizar los
organismos de seguridad.
5ª etapa: de fractura institucional. Sobre la base de
las acciones callejeras, tomas de instituciones y pronunciamiento militares, se
obliga a la renuncia del presidente. En caso de fracaso, se mantiene la presión
de calle y se vira hacia la resistencia insurreccional. Preparación del terreno
para una intervención militar extranjera o el desarrollo de una guerra civil
prolongada. Promoción del aislamiento internacional y el cerco económico al
país.
Si la oposición
venezolana tiene mayoría en el Parlamento hoy es porque ganaron las últimas
elecciones legislativas. Pero no fueron elecciones presidenciales. Por eso
sigue Maduro. Y lo que éste quiere llevar a cabo es un referéndum para hacer un
nuevo proceso constituyente que avance en los logros democráticos del proceso
bolivariano. Se podrá estar de acuerdo o no con la oportunidad del mismo, pero
se trata sólo de votar.
Si tan segura está la
oposición de sí misma, ¿por qué le tiene miedo a votar?
Cuando se tocan los
privilegios y dispositivos de poder de la burguesía nacional y transnacional,
por poco que sea, te conviertes en una malvada dictadura. No importa las
elecciones que hagas. Todos los señores Rivera, Hernando y González del mundo
te atacarán, mientras se dan abrazos con quienes de verdad destrozan sociedades
(y mientras a menudo las versiones progres de nuestra política miran para otro
lado cuando les preguntan por Venezuela, porque no se atreven a defender ni sus
logros ni su importantísimo papel en la integración latinoamericana y en las
luchas de los pueblos).
¿Qué haríamos aquí si
alguien llamara a desconocer al gobierno salido de las urnas, a preparar un
levantamiento social, a incitar al ejército a sublevarse? Fíjense la que está
montando el Gobierno español sólo porque el Gobierno catalán ha llamado también
a otra consulta popular. ¡Vivan los demócratas!
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Los agentes de la
intervención gringa contra Venezuela
21/7/2017
Tanto la llamada Cámara
de Representantes como el Senado estadounidense, que juntos conforman el
Congreso de los Estados Unidos, últimamente se ha encargado de tomar la
ofensiva contra Venezuela, no por convicción democrática sino por
financiamiento e intereses de poderosos terceros. Algunos políticos
legisladores tienen a la Revolución Bolivariana en la mira. ¿Pero quiénes son?
Ambas cámaras del
Congreso gringo están presididas por políticos republicanos, cuyos operadores
suelen ser financiados por las grandes petroleras estadounidenses y además han
conservado una dura línea de ataque e injerencia contra países cuyos gobiernos no
se alinean con el establishment de los EEUU. El apoyo
republicano a la Contra nicaragüense en la década de 1980 es un ejemplo aún
fresco de esta agresividad que tiene detrás la política de las corporaciones.
Una de esas
corporaciones energéticas, ExxonMobil, parte del legado Rockefeller, ha
contribuido notablemente al financiamiento de las carreras legisladoras de
muchos republicanos que han visto en el Congreso una oportunidad tanto para
desplegarse políticamente como para beneficiar a la compañía que tanto los
apoya.
Sin embargo, no sólo
petroleras sino también bancos e individuos inmensamente adinerados están
detrás de la ofensiva, esta vez contra Venezuela, que encabezan los siguientes
agentes de la intervención.
Marco Rubio
Es el caso de este
descendiente de cubanos y senador por Florida, donde los cubanos hermanos
Castro son tan demonizados como influyentes los israelíes sionistas en las
políticas que promueven los representantes de este estado.
Como se ha demostrado en este portal, Marco Rubio es un político financiado por ExxonMobil y tiene familiares vinculados con el narcotráfico transnacional, incluyendo su hermana que estuvo involucrada en un escándalo relacionado a una operación antidrogas en 1987.
Como se ha demostrado en este portal, Marco Rubio es un político financiado por ExxonMobil y tiene familiares vinculados con el narcotráfico transnacional, incluyendo su hermana que estuvo involucrada en un escándalo relacionado a una operación antidrogas en 1987.
De hecho, según The
Washington Post, un medio no precisamente favorable mediáticamente a
Venezuela, Rubio ayudó desde el Senado a la liberación de familiares implicados en redes traficantes de cocaína de
Miami. Para este senador el tráfico de influencias es válido si es en favor de
renombrados criminales en EEUU.
Además, Rubio no sólo
representa al lobby petrolero de ExxonMobil en el Congreso gringo, sino también
a la banca de Wall Street con Goldman Sachs y otros billionarios como principales
"donantes" para su carrera política.
Ileana Ros-Lehtinen
El diario
estadounidense The Daily Beast hizo pública la noticia de que
Ileana Ros, también hija inmigrantes latinos como Rubio, recibió 23 mil dólares
para su última campaña electoral de la mano de
los banqueros prófugos de la justicia ecuatoriana, William y Roberto
Isaías. De hecho, mediante cartas divulgadas por el mencionado periódico, pidió
la residencia en los EEUU de estos hermanos que fueron condenados en ausencia
por malversación de fondos en Ecuador hace más de una década.
También protegió a terroristas cubanos como Orlando Bosch Ávila, junto con Luis Posada Carriles autor de la voladura de un avión cubano en la que murieron 73 personas en 1976 y muy amigo de su padre Enrique Ros; y al venezolano José Colina, quien fue autor de la colocación de bombas en el edificio Caracas Teleport y en las embajadas de España y Colombia en 2003.
El apoyo de Ros-Lehtinen a Colina ha sido notorio, sobre todo por sus arengas en foros de Venezolanos Presos Políticos en el Exilio (Veppex), organización liderada por el terrorista venezolano, en favor del derrocamiento del Gobierno Bolivariano.
Ileana Ros es
representante de Florida ante la Cámara de Representantes, y mantiene una fuerte alianza con el lobby israelí en EEUU, encargado
de financiarla.
Robert Menendez
También conocido en los
EEUU como Bob Menendez, quien es senador demócrata por Nueva Jersey, estuvo
estuvo implicado en un escándalo sexual con prostitutas menores de edad en
República Dominicana según el FBI.
A su vez, Menendez fue imputado por corrupción en 2015 por malversación de fondos
públicos, y cuya apelación ha sido rechazada por tribunales de EEUU.
A pesar de su prontuario, hecho público, recibe dinero para su carrera política de influyentes corporaciones de alimentos, farmacéuticas y financieras. Y como Ileana Ros, también ha participado en foros anticubanos y antivenezolanos en Miami.
Mario Díaz-Balart
Tiene entre sus principales financistas a corporaciones
mediáticas, financieras y militares, como Lokheed Martin. Lo que no parece
extraño que llame con tambores de la guerra.
Es republicano y
legisla en nombre del estado de Florida en la Cámara de Representantes. Otro
hijo de cubanos radicados en EEUU, ha sido asociado a la llamada "gusanera
de Miami", por lo que ha promocionado agresivas sanciones contra Cuba y es un protector de
inmigrantes criminales.
Fue implicado en 2008 en casos de corrupción por legislar a favor de una compañía de prótesis llamada Hanger Orthopedic Group y por recibir dinero de una firma mafiosa de bebidas alcohólicas de nombre Bacardí.
Ed Royce
Miembro republicano de
la Cámara de Representantes por California y Presidente de la Comisión de
Asuntos Exteriores del Congreso de EEUU. Desde allí ha promovido sanciones contra Rusia, Irán y Venezuela.
También es financiado por ExxonMobil, corporaciones de alimentos y Bank of America, entre otros.
También es financiado por ExxonMobil, corporaciones de alimentos y Bank of America, entre otros.
Bob Corker
Es el jefe republicano
de la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado gringo. Además se encuentra entre los funcionarios públicos más ricos de EEUU con una
cartera aproximada de 50 millones de dólares.
También forma parte del
lobby israelí, por lo que ha buscado no sólo atacar a Venezuela sino asimismo a
Irán mediante sanciones y el abierto sabotaje a los acuerdos nucleares de los EEUU con
el país persa.
Sin olvidar que los principales contribuyentes de Corker, sin importar su
abultada cuenta bancaria, son Goldman Sachs y JP Morgan Chase, un banco ligado
a la ExxonMobil.
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