Tropiezo con este esclarecedor y “avanzado” artículo publicado hace 15 años en “La Vanguardia”:
EL NUEVO ANTISEMITISMO JOSEP MARIA RUIZ SIMON
20 enero 2009
Desde que Phyllis Chesler publicó, hace cinco o seis años, The new antisemitism, proliferan los libros y artículos en los que se habla de retorno del antisemitismo bajo una nueva apariencia. Una de las afirmaciones recurrentes en esta bibliografía es la que sostiene que el antisionismo, término con el que se acaba describiendo toda opinión crítica con la política israelí, es el engañoso disfraz con el que se esconde la realidad de este nuevo antisemitismo. Es un hecho que el antisemitismo late tras no pocas críticas al Estado de Israel. Pero también es obvio, aunque algunos prefieran hablar o escribir como si no lo fuera, que de este hecho no puede inducirse legítimamente que el antisemitismo anide en todas las opiniones que cuestionan las políticas israelíes. CABE SUPONER QUE LA REDUCCIÓN A ANTISEMITA DE TODA CRÍTICA CONTRA ESTAS POLÍTICAS RESULTA EFICAZ PARA CIERTA PROPAGANDA, PERO ES UNA FALACIA EN LA QUE NO DEBERÍAN CAER QUIENES PRETENDEN TRATAR CON HONESTIDAD EL PROBLEMA DEL ANTISEMITISMO. En ello ha insistido estos últimos años el filósofo Brian Klug, de la Universidad de Oxford, que ha analizado qué criterios podrían servir como piedra de toque para identificar las críticas a Israel que sí responden a planteamientos antisemitas. Para Klug el único criterio riguroso para evaluar si una crítica política es antisemita pasa por considerar si esta crítica se basa en una construcción estereotípica del judío. SI LA CRÍTICA NO DEPENDE DE UN PREJUICIO SOBRE LOS JUDÍOS, NO PUEDE HABLARSE DE ANTISEMITISMO. SE TRATA DE UN CRITERIO CUYA APLICACIÓN PODRÍA AYUDAR A EMPEZAR A ESCLARECER EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA OFENSIVA ISRAELÍ EN GAZA, QUE EMPAÑAN NO SÓLO QUIENES RESPONDEN A PREJUICIOS ANTIJUDÍOS SINO TAMBIÉN QUIENES, AL LANZAR INDISCRIMINADAMENTE EL CONCEPTO DE ANTISEMITA COMO ARMA ARROJADIZA, ADEMÁS DE BANALIZAR EL ANTISEMITISMO, DIVULGAN OTRA CONSTRUCCIÓN ESTEREOTÍPICA, LA QUE PROYECTA SOBRE LOS CRÍTICOS LA IMAGEN DE QUE OPINAN MOVIDOS POR EL PREJUICIO O EL ODIO HACIA LA COMUNIDAD JUDÍA; una acusación que acecha tanto a los gentiles como a los propios judíos críticos con las políticas de los gobiernos de Israel sobre los que suele proyectarse la imagen de que actúan deslealmente y movidos por el auto-odio. Fue precisamente el rechazo a esta proyección y al intento de monopolizar la opinión pública judía internacional por parte de quienes la realizan lo que llevó hace un año a un nutrido grupo de judíos británicos - entre los que se contaban el dramaturgo Harold Pinter, el historiador Eric Hobsbawm, el actor Stephen Fry o el propio Brian Klug- a lanzar la plataforma Independent Jewish Voices (IJV), que cuenta con asociaciones hermanas en Canadá y Australia, que ABOGA POR UN TRATAMIENTO DE LA CUESTIÓN PALESTINA RESPETUOSO CON LOS DERECHOS HUMANOS Y LOS PRINCIPIOS DE LA JUSTICIA SOCIAL Y QUE HA RECHAZADO CON CONTUNDENCIA LA ACTUAL OFENSIVA ISRAELÍ EN GAZA.
Según el rabino ortodoxo neoyorquino Yaakov Shapiro:
Judío es la persona que practica el judaísmo. Ni más ni menos. No existe una 'raza' ni un grupo étnico judío. Hay judíos de todas las etnias. Tampoco existe 'pueblo' judío, entendiendo como tal una cultura, lengua y unas costumbres comunes. No existe una cultura culinaria propiamente judía. Ni una lengua común, pues el hebreo, según Shapiro, es una imposición estratégica del sionismo. Los judíos hablan la lengua del país que habitan y de los que son ciudadanos. No existe, para el judío, una nación propia, fundamentalmente porque su religión se lo prohíbe taxativamente. El Estado de Israel es un constructo colonial que ha parasitado al judaísmo, proclamándose 'la nación de todos los judíos' para sus propios fines políticos y hegemónicos. El sionismo es una ideología, el judaísmo una religión.
Esto es, en apresurada síntesis, lo que viene a decirnos Yaakov Shapiro, acérrimo antisionista.
Tropiezo con este esclarecedor y “avanzado” artículo publicado hace 15 años en “La Vanguardia”:
ResponderEliminarEL NUEVO ANTISEMITISMO
JOSEP MARIA RUIZ SIMON
20 enero 2009
Desde que Phyllis Chesler publicó, hace cinco o seis años, The new antisemitism, proliferan los libros y artículos en los que se habla de retorno del antisemitismo bajo una nueva apariencia. Una de las afirmaciones recurrentes en esta bibliografía es la que sostiene que el antisionismo, término con el que se acaba describiendo toda opinión crítica con la política israelí, es el engañoso disfraz con el que se esconde la realidad de este nuevo antisemitismo. Es un hecho que el antisemitismo late tras no pocas críticas al Estado de Israel. Pero también es obvio, aunque algunos prefieran hablar o escribir como si no lo fuera, que de este hecho no puede inducirse legítimamente que el antisemitismo anide en todas las opiniones que cuestionan las políticas israelíes. CABE SUPONER QUE LA REDUCCIÓN A ANTISEMITA DE TODA CRÍTICA CONTRA ESTAS POLÍTICAS RESULTA EFICAZ PARA CIERTA PROPAGANDA, PERO ES UNA FALACIA EN LA QUE NO DEBERÍAN CAER QUIENES PRETENDEN TRATAR CON HONESTIDAD EL PROBLEMA DEL ANTISEMITISMO. En ello ha insistido estos últimos años el filósofo Brian Klug, de la Universidad de Oxford, que ha analizado qué criterios podrían servir como piedra de toque para identificar las críticas a Israel que sí responden a planteamientos antisemitas. Para Klug el único criterio riguroso para evaluar si una crítica política es antisemita pasa por considerar si esta crítica se basa en una construcción estereotípica del judío. SI LA CRÍTICA NO DEPENDE DE UN PREJUICIO SOBRE LOS JUDÍOS, NO PUEDE HABLARSE DE ANTISEMITISMO. SE TRATA DE UN CRITERIO CUYA APLICACIÓN PODRÍA AYUDAR A EMPEZAR A ESCLARECER EL DEBATE ACTUAL SOBRE LA OFENSIVA ISRAELÍ EN GAZA, QUE EMPAÑAN NO SÓLO QUIENES RESPONDEN A PREJUICIOS ANTIJUDÍOS SINO TAMBIÉN QUIENES, AL LANZAR INDISCRIMINADAMENTE EL CONCEPTO DE ANTISEMITA COMO ARMA ARROJADIZA, ADEMÁS DE BANALIZAR EL ANTISEMITISMO, DIVULGAN OTRA CONSTRUCCIÓN ESTEREOTÍPICA, LA QUE PROYECTA SOBRE LOS CRÍTICOS LA IMAGEN DE QUE OPINAN MOVIDOS POR EL PREJUICIO O EL ODIO HACIA LA COMUNIDAD JUDÍA; una acusación que acecha tanto a los gentiles como a los propios judíos críticos con las políticas de los gobiernos de Israel sobre los que suele proyectarse la imagen de que actúan deslealmente y movidos por el auto-odio. Fue precisamente el rechazo a esta proyección y al intento de monopolizar la opinión pública judía internacional por parte de quienes la realizan lo que llevó hace un año a un nutrido grupo de judíos británicos - entre los que se contaban el dramaturgo Harold Pinter, el historiador Eric Hobsbawm, el actor Stephen Fry o el propio Brian Klug- a lanzar la plataforma Independent Jewish Voices (IJV), que cuenta con asociaciones hermanas en Canadá y Australia, que ABOGA POR UN TRATAMIENTO DE LA CUESTIÓN PALESTINA RESPETUOSO CON LOS DERECHOS HUMANOS Y LOS PRINCIPIOS DE LA JUSTICIA SOCIAL Y QUE HA RECHAZADO CON CONTUNDENCIA LA ACTUAL OFENSIVA ISRAELÍ EN GAZA.
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Según el rabino ortodoxo neoyorquino Yaakov Shapiro:
EliminarJudío es la persona que practica el judaísmo. Ni más ni menos.
No existe una 'raza' ni un grupo étnico judío. Hay judíos de todas las etnias.
Tampoco existe 'pueblo' judío, entendiendo como tal una cultura, lengua y unas costumbres comunes. No existe una cultura culinaria propiamente judía. Ni una lengua común, pues el hebreo, según Shapiro, es una imposición estratégica del sionismo. Los judíos hablan la lengua del país que habitan y de los que son ciudadanos. No existe, para el judío, una nación propia, fundamentalmente porque su religión se lo prohíbe taxativamente. El Estado de Israel es un constructo colonial que ha parasitado al judaísmo, proclamándose 'la nación de todos los judíos' para sus propios fines políticos y hegemónicos. El sionismo es una ideología, el judaísmo una religión.
Esto es, en apresurada síntesis, lo que viene a decirnos Yaakov Shapiro, acérrimo antisionista.
Salud y comunismo
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