WORKERS WORLD – 27/05/2024
"La guerra en Gaza no tiene rumbo y la estamos perdiendo claramente. Nos vemos obligados a volver a luchar en las mismas zonas, perdiendo más soldados, perdiendo en la escena internacional, dañando las relaciones con Estados Unidos y provocando el colapso de la economía. Muéstrenme una cosa en la que hayamos tenido éxito", declaró a la Radio del Ejército israelí Ram Ben-Barak, miembro de la Knesset (parlamento israelí), ex subdirector del Mossad y director general del Ministerio de Servicios de Inteligencia y del Ministerio de Asuntos Estratégicos. (espanol.almayadeen.net, 18 de mayo)
Mientras tanto, el ex ministro de guerra sionista Avigdor Lieberman declaró: "No hay victoria en el norte ni en el sur, y somos como un barco sin destino. Hemos perdido completamente el rumbo". (reddit.com/18 de mayo)
¡Directamente de la fuente! Estos dos representantes del régimen del apartheid israelí han confirmado lo que los máximos dirigentes sionistas, el primer ministro Benjamin Netanyahu, el ministro de Defensa Yoav Gallant y el ministro de Seguridad Nacional Ben Gvir, no dirán públicamente: que Israel, respaldado por Estados Unidos, está perdiendo la guerra política, moral y militarmente.
El Consejo de Asuntos Exteriores declaró en su sitio web que Estados Unidos ha realizado más de 100 transferencias de ayuda militar a Israel desde el 7 de octubre. Estas transferencias han provocado la matanza masiva de más de 35.000 civiles palestinos –entre ellos más de 15.000 niños– y cerca de otras 90.000 personas heridas y desaparecidas debido a los incesantes ataques aéreos israelíes. Toda la infraestructura de Gaza –viviendas, escuelas, hospitales, carreteras, mezquitas, electricidad, agua y demás– ha quedado totalmente destruida o gravemente dañada.
La ayuda humanitaria para más de un millón de gazatíes hambrientos se ha visto obstaculizada por el genocidio en curso, que incluye el sabotaje de alimentos y otras medidas para salvar vidas por parte de colonos sionistas armados, fascistas que viven en tierras palestinas robadas.
Y a pesar de toda la potencia de fuego militar de que dispone el Estado represivo terrorista israelí, sus fuerzas de ocupación siguen sufriendo la pérdida de vidas y bajas, así como la destrucción y captura de equipo militar a manos de una resistencia palestina unida que utiliza principalmente armamento de pequeño calibre.
El régimen israelí ha informado de que miles de soldados necesitan terapia psicológica debido al síndrome de estrés postraumático provocado por la fatiga de la batalla, y un número creciente de ellos se está suicidando.
El gobierno español acaba de anunciar que no enviará más armamento a Israel. Hezbolá sigue combatiendo a los colonos israelíes y las bases militares israelíes desde el sur del Líbano. Las fuerzas navales yemeníes siguen patrullando, atacando y deteniendo en el mar Rojo a los barcos que se dirigen a Israel y a los buques de guerra estadounidenses.
Un régimen condenado
El hecho de que las Fuerzas de Ocupación israelíes hayan sido incapaces de conquistar Gaza ha provocado un cisma cada vez mayor dentro del gabinete de guerra israelí y en toda la sociedad israelí. Algunos miembros del gabinete han amenazado con dimitir a menos que el gobierno israelí negocie con la resistencia un alto el fuego permanente que garantice la liberación de los rehenes del 7 de octubre, vivos o muertos.
Cada vez hay más protestas en las calles exigiendo la dimisión de Netanyahu por no dar prioridad a traer a casa a los rehenes mediante un acuerdo negociado. El 18 de mayo, colonos israelíes lanzaron piedras contra Gvir, lo que le llevó a desenfundar su arma.
En el frente político, la Intifada estudiantil mundial sigue tomando la delantera con su inquebrantable solidaridad y su presión sobre las universidades para que desinviertan parte de sus dotaciones de empresas, especialmente de industrias militares, que hacen negocios con Israel. Cada vez hay más peticiones para que se prohíba a los equipos deportivos israelíes participar en competiciones internacionales, como el próximo torneo de fútbol de la FIFA e incluso los Juegos Olímpicos de verano de París.
Manifestantes egipcios exigen el fin de los lazos con Israel, El Cairo, 20 de mayo de 2024.
Las masas propalestinas de Egipto y Türkiye, cuyos regímenes reaccionarios tienen un sórdido historial de complicidad con Israel, han presionado a esos regímenes para que se distancien del Estado sionista. Por eso Egipto y Türkiye se han sumado al caso que Sudáfrica presentó ante la Corte Internacional de Justicia a finales de 2023 que acusa a Israel de cometer genocidio en Gaza.
Todos estos acontecimientos y otros más indican que los días del ilegal Estado israelí, construido a lomos de masacres, desplazamientos masivos y colonialismo racista durante los últimos 76 años, están contados. Y no hay nada que el régimen israelí pueda hacer –incluso con el apoyo de su mayor aliado imperialista– para invertir esta tendencia creciente de aislamiento y resistencia en todos los frentes.
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