04 noviembre, 2024

Pero, de qué estamos hablando exactamente — Michael Parenti

 


"Nuestros derechos más básicos surgen de nuestra pertenencia a una comunidad, en la que cada miembro asume su cuota de responsabilidad respecto al bienestar de los demás miembros".

Henry Rosemont


Henry Rosemont señala que, cuando los comunistas liberaron Shanghai del gobierno reaccionario del Kuomintang, patrocinado por los Estados Unidos en 1949, los comunistas se encontraron con que aproximadamente el 20% de la población de Shanghai (1.2 millones de personas) era drogadicta, y todas las mañanas equipos especiales de higiene urbana "recogía los cadáveres de niños y adultos que habían sido asesinados durante la noche o que murieron a causa de enfermedades causadas por el carbón y el hambre”. El comunismo, damas y caballeros, lo digo sin pestañear, el comunismo en Europa del Este, en Rusia, en China, en Mongolia, en Corea del Norte y en Cuba trajo la reforma agraria, los servicios sociales y una mejora drástica de las condiciones de vida de millones de personas en una escala que nunca antes y nunca desde entonces ha contemplado la historia humana, y eso es algo digno de apreciar.


El comunismo transformó países desesperadamente pobres en sociedades en las que la población disponía de alimento, vivienda, atención médica y educación adecuada, y algunos de nosotros, que venimos de familias pobres y llevamos grabadas las cicatrices de las heridas de clase, estamos profundamente impresionados por estos logros, tanto que no estamos dispuestos a soslayarlos ni a sostener, como algunos economistas, que el socialismo no funciona. Decir tal cosa es pasar por alto el hecho de que para cientos de millones de personas, sí funciona. Ya, pero ¿qué hay de los derechos democráticos que perdieron?... escuchamos decir a los líderes estadounidenses refiriéndose a la restauración de la democracia en los países comunistas. Sin embargo, esos países, con la excepción de Checoslovaquia, no fueron democracias antes del comunismo. Rusia era una autocracia zarista, Polonia, bajo Piłsudski, era una dictadura fascista con sus propios campos de concentración. Albania era un protectorado fascista italiano ya en 1927. Cuba era una dictadura dirigida por ese carnicero, Batista, patrocinada por los Estados Unidos. Lituania, Hungría, Rumanía y Bulgaria eran regímenes abiertamente fascistas, aliados con la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Así pues, ¿de qué estamos hablando exactamente...? ¿De qué "restauración democrática" estamos hablando? El socialismo no podía suprimir derechos anteriormente inexistentes.


Michael Parenti



Inundaciones República Popular Democrática de Corea













2 comentarios :

  1. ¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE DEMOCRACIA Y COMUNISMO?

    Después de situar en su contexto histórico-político a los entonces llamados países satélites de la hoy extinta URSS, se pregunta Parenti: “…¿de qué estamos hablando exactamente...? ¿De qué "restauración democrática" estamos hablando? El socialismo no podía suprimir derechos anteriormente inexistentes…”.

    A lo que podríamos añadir, aquello que decía Lenin: «…la “democracia política” no es, en términos generales, sino una de las formas posibles de las superestructuras del capitalismo.». Es decir, una forma política que puede ser implementada –sólo en ciertos países y en ciertas circunstancias concretas–, para sostener y reforzar el explotador y opresor orden capitalista establecido. De modo que, en la realidad de los hechos, lo que la “democracia política capitalista” no puede permitir de ningún modo (ya sea el Norte o el Sur global), y la historia de los últimos dos siglos está llena de ejemplos (véase la experiencia de la Segunda República en España), una reforma agraria que conceda la tierra al que la trabaja, unos servicios sociales universales (sanidad, vivienda, educación…) que garanticen unas dignas condiciones de vida no sólo para una parte privilegiada sino para el conjunto de la población.


    ¿Y EN QUÉ ESTRIBA ENTONCES LA DIFERENCIA?

    Resulta que no está en la costumbre de la élite capitalista “hacer lo que dice” su cocinada Constitución, “ni decir lo que hace” en la cruda realidad de lo hechos. De modo que, bajo la bien solapada dictadura del Capital, los verdaderos derechos democráticos no se cumplen, sólo se proclaman ( “…sin duda existe la libertad de prensa y la libertad de púlpito, aunque sólo para los dueños de la prensa y los púlpitos”). Y esa y no otra, es la razón por la cual cuando echan “el comunismo” por la puerta nos colamos de nuevo por la ventana…


    Salud y comunismo

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    1. Completamente de acuerdo contigo, con Lenin y con Parenti.

      Salud y comunismo

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