Dejen de llamarla guerra. No es una guerra, es una deliberada campaña de exterminio y destrucción. Un genocidio perpetrado con total impunidad por la bestia sionista, Estados Unidos y sus satélites, Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y la Unión Europea, que incondicionalmente proveen a la sangrienta maquinaria genocida israelí de todo cuanto necesita y exige para proseguir y culminar el exterminio.
Nunca antes se habían bombardeado y destruido con tan deliberada saña hospitales, escuelas, mercados, mezquitas, iglesias, infraestructuras vitales. Ciudades enteras densamente habitadas por una población indefensa, acorralada y asediada sin tregua por las bombas, la sed, el hambre y las enfermedades. Una población exhausta, aterrorizada, carente de todo cuanto es necesario para sobrevivir y sometida a la continua tortura de los desplazamientos.
¿Quiénes son los terroristas?
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Y mutis las gentes que trabajan en el arte. No fuera que no les editen, no les financien, no les contraten...
ResponderEliminarLarguísimos los tentáculos del sionismo.
Están muy ocupados masturbando a la clase dominante.
EliminarGenocidio es poco, nos estamos suicidando como humanidad. Salud, Loam!
ResponderEliminarEl bicho capitalista debe ser más malo de lo que imaginamos, lleva siglos "suicidándose humanamente" y aquí sigue, vivo y exterminando.
EliminarSalud!
El colonialismo tiene sus días contados. Ese engendro llamado Israel no puede durar. Parece que van ganando, pero una vez perdido el prestigio, caída la máscara, es solo cuestión de tiempo. Salud!
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