Los eurovasallos son como babosas en un baño de sal

 

SIMPLICIUS – 03/09/2025

   Fragmento traducido: Arrezafe

En realidad, Putin muestra su mejor momento como invitado destacado en Beijing, donde los poderosos del Sur Global se han reunido demostrando lo poco que importa ya el miserable "mundo occidental".

En el flujo y reflujo del incesante ciclo de negociaciones en Ucrania, nos encontramos ante una especie de fase menguante, sin iniciativas reales ni urgentes en este momento, ya que todas las partes involucradas se han cansado del mismo carrusel de banalidades y opciones sin salida.

Por ahora, los sinvergüenzas de la camarilla europea han recurrido a una agitación más militarizada y belicosa, mientras Von der Leyen continuó su gira de provocaciones vacías, ofreciendo un discurso bélico en la frontera bielorrusa y afirmando [hecho desmentido] que su vuelo fue atacado por bloqueadores de GPS rusos.

La taimada codicia y excepcionalismo de Occidente han pervertido estructuras como la ONU, convirtiéndolas en instrumentos absurdos y unilaterales de coerción, fanfarronería hueca y dogmatismo. Justo esta semana, los funcionarios de Trump prohibieron a las autoridades palestinas viajar a la próxima reunión de la ONU en Estados Unidos negándoles las visas, una decisión vil y nefasta.

La administración Trump, anunció que negará y revocará las visas a los miembros de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) y la Autoridad Palestina (AP) antes de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en septiembre.

Esta es una prueba paradigmática de hasta qué punto han descendido las estructuras actuales de gobernanza global, justicia y cooperación bajo el decadente y corrupto liderazgo de Occidente.

Ahora vemos con más claridad que nunca la profunda brecha que se está formando entre ambos bandos. Uno representado por políticos cobardes y mentirosos que defienden cada vez más retrógradas medidas antidemocráticas, censura totalitaria y promoción de guerra, guerra, guerra, agresión y provocación constante contra otros países, propiciando un miedo perpetuo para, como vampiros enloquecidos, conducir a sus poblaciones a un estado de paranoia total y agotamiento psíquico.

La diferencia es ahora más marcada que nunca, y podemos ver cómo la camarilla cada vez más débil del imperio atlantista se aferra desesperadamente a su supervivencia, mientras un nuevo orden se configura ante ella, un orden claramente aceptado como más sensato y humano por la mayoría del mundo en desarrollo.

Se trata de dos sistemas ideológicos en conflicto: uno que eleva la guerra y la dominación —lo que Xi denomina hegemonismo— a la categoría de religión nacional, mientras que el otro busca unir al mundo mediante el desarrollo común y, lo más importante, en el respeto mutuo.

Puede parecer grandilocuente y exagerado describir el contraste con pinceladas tan caricaturescas, pero la realidad es cada vez más evidente. Al comparar a los histéricos, distantes y vacíos burócratas que se hacen pasar por líderes de Occidente con sus pares, la diferencia es ahora abismal. La mayoría de los líderes occidentales ya ni siquiera pueden exponerse en público sin ser abucheados y humillados, o directamente atacados, por sus exasperados electores; Ursula fue recibida con gritos de "¡Criminal nazi!" al aterrizar en Bulgaria ayer, y luego tuvo que "escabullirse entre los arbustos" para evitar a los que la increpaban mientras visitaba un depósito de armas. Comparen eso con las imágenes de Xi, universalmente venerado por su pueblo, en el desfile de hoy.

Los eurovasallos, aturdidos por la crisis, son como babosas en un baño de sal, que están agotando sus últimos y viscosos intentos de lograr relevancia global.

Mientras tanto, y para su enorme resentimiento, un nuevo mundo emerge:

BEIJING, 3 sep (Xinhua) -- El presidente Xi Jinping y su esposa, Peng Liyuan, dieron la bienvenida a los jefes de las delegaciones extranjeras y sus cónyuges en la plaza sur de Duanmen

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