WSWS.ORG – 05/09/2023
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, anunció el domingo que reemplazaría al ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, en medio del fracaso de la ofensiva de verano de Kiev respaldada por la OTAN.
A pesar de la muerte de decenas de miles de soldados ucranianos en los 89 días transcurridos desde el inicio de la ofensiva, las fuerzas de Kiev apenas han avanzado escasos kilómetros.
El mes pasado, el Washington Post informó que las agencias de inteligencia estadounidenses han llegado a la conclusión de que la ofensiva no logrará su principal objetivo de llegar al mar de Azov para cortar el "puente terrestre" hacia la península de Crimea.
Al anunciar la dimisión de Reznikov, Zelensky pidió “nuevos enfoques” en la conducción de la guerra.
El New York Times, citando a funcionarios ucranianos que hablaron extraoficialmente, dijo: "Ucrania necesitará un nuevo liderazgo a medida que la guerra se prolongue".
El sustituto de Reznikov, Rustem Umerov, es el copresidente de la Plataforma de Crimea, una iniciativa diplomática fundada en 2021 para asegurar el apoyo internacional a los esfuerzos de Ucrania por reconquistar la península de Crimea, que fue anexada por Rusia en 2014.
El nombramiento de Umerov, originario de Crimea, envía una señal de que, ante una debacle militar, Kiev está redoblando su objetivo de recuperar la península. Umerov, como era de esperar, tiene estrechos vínculos con el Estado americano, habiendo participado en la escuela secundaria en el programa Future Leaders Exchange financiado por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Umerov es, además, banquero e inversor, un hecho que permitirá una alineación aún más lucrativa entre la guerra y los intereses financieros nacionales e internacionales que se están beneficiando del conflicto.
La salida de Reznikov se produjo en el contexto de una prolongada crisis gubernamental que ha estado ligada a una serie de escándalos de corrupción que implican en particular al Departamento de Defensa. En enero, el viceministro de Defensa y el jefe de adquisiciones del departamento fueron despedidos tras revelarse que el departamento infló el precio de los alimentos proporcionados a las tropas. En aquel momento también se informó ampliamente que Reznikov sería despedido, pero permaneció en su puesto. En ese momento, el gobierno de Zelensky inició la purga de mayor alcance desde el comienzo de la guerra en febrero de 2022. Ahora, está en marcha otra purga del aparato estatal.
En una declaración al Washington Post, comentando el derrocamiento de Reznikov, el Ministerio de Defensa manifestó que "varios funcionarios de alto rango del Ministerio de Defensa fueron destituidos de sus puestos y quedaron sujetos a investigación".
Un día antes del despido de Reznikov, el servicio de seguridad nacional de Ucrania detuvo al oligarca ucraniano Ihor Kolomoisky bajo sospecha de fraude y lavado de dinero. Kolomoisky había estado estrechamente asociado con Zelensky durante la carrera televisiva de este último y fue uno de los primeros en respaldarlo políticamente. En mayo, el presidente del Tribunal Supremo del país fue detenido acusado de soborno. Y el viernes, a un ex viceministro de economía acusado de malversación de dinero para necesidades humanitarias se le fijó una fianza de 25.000 dólares.
Con más de 100 mil millones de dólares en dinero estadounidense e internacional fluyendo hacia Ucrania, la corrupción ha sido generalizada. El New York Times informó que se había pagado, pero no entregado, armamento por valor de cerca de mil millones de dólares. Sin duda, esto es sólo una parte de la especulación y el saqueo de la guerra en que está involucrada la oligarquía ucraniana mientras envía a cientos de miles de jóvenes y trabajadores ucranianos a una muerte casi segura.
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Ahora que la ofensiva ha generado una sangrienta tragedia, los funcionarios estadounidenses preparan a la opinión pública para un conflicto que podría durar años, en el que el número de muertos actual, que asciende a cientos de miles, podría alcanzar millones.
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Ni a EEUU ni a Rusia les combiene acabar con la guerra en Ucrania. A los unos porque les ayuda a mantener a raya a Europa. A los otros, porque saben que después de Ucrania les tocaría luchar en cualquier otro país vecino. Este es el sino de nuestros tiempos. Salud!
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