02 noviembre, 2023

John Kirby contra el ejército ruso — Scott Ritter

 


Algo decisivo está sucediendo entre Ucrania y Rusia que tiene al portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos tratando desesperadamente de preparar a la audiencia estadounidense para afrontar acontecimientos cruciales.



CONSORTIUM NEWS – 31/10/2023

   Traducción del inglés: Arrezafe


En lo que respecta a Rusia, la administración Biden se enfrenta a una ardua tarea.


Mientras el actual conflicto en Gaza ha desviado la atención del empeño fallido en Ucrania, la desastrosa contraofensiva ucraniana, patrocinada por la OTAN, ha perdido fuerza, con bajas cercanas al 100 por ciento, tanto de las tropas como de los equipos que participan en la ofensiva.


(La OTAN entrenó una fuerza de 90.000 soldados ucranianos para dicha ofensiva y les suministró aproximadamente 300 tanques. Rusia ha publicado cifras que sitúan las bajas ucranianas desde el inicio de la contraofensiva en unos 90.000 muertos y heridos, y unos 300 tanques destruidos).


Rusia ha adoptado una actitud ofensiva. Una primera lectura desde el campo de batalla indica que está logrando mayores éxitos en las primeras semanas de sus ataques que Ucrania durante los cinco largos meses de su contraofensiva.


Para colmo de males, US News and World Report acaba de publicar la lista de los ejércitos más poderosos del mundo, en la que Rusia ocupa el primer lugar, superando a Estados Unidos.


En tiempos como estos, la Casa Blanca recurre a sus especialistas en la manipulación de la narrativa, y en el establo de la Casa Blanca no hay mejor practicante del arte de la manipulación que el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.




"Si me lo permiten, quiero tomarme un par de minutos", dijo Kirby a la prensa el 26 de octubre, "para informarles sobre la situación del campo de batalla en Ucrania".


Al parecer, señaló Kirby, Rusia esta al ataque tras haber lanzado una renovada ofensiva en el este de Ucrania "a través de múltiples sectores", incluso en torno de Avdiivka, Lyman y Kupiansk. Esta ofensiva, prosiguió Kirby:


"No fue una sorpresa. Hemos estado observándola y viéndola venir. Hemos advertido que el presidente Putin todavía aspira a conquistar Ucrania y hemos estado trabajando para garantizar que Ucrania disponga del equipo necesario para defender su territorio".


La cantinela de Kirby era muy distinta en junio de 2022. Luego, Kirby declaró:


"Ellos [Ucrania] están recibiendo todo cuanto podemos enviar, tan rápidamente como podemos enviarlo. … Vamos a comprometernos a ayudar a las fuerzas armadas de Ucrania a defenderse y a tratar de recuperar el territorio perdido, particularmente en el este y en el sur".


Ahora ya no se habla de que Ucrania recupere todo el territorio. En cambio, Kirby enfatizó que un nuevo paquete de apoyo, enfocado en la defensa aérea y misiles antitanques, así como en munición de artillería, estaba permitiendo a Ucrania "defender y sostener la defensa contra esta ofensiva, repeliendo con éxito las columnas de tanques rusos que han estado avanzando hacia Avdiivka".


Los rusos, se apresuró a señalar Kirby, han "sufrido pérdidas significativas en su intento ofensivo, incluidos al menos 125 vehículos blindados alrededor de Avdiivka y equipo equivalente a más de un batallón".


A pesar de este revés, del que Kirby no ofreció pruebas, se esperaba que Rusia siguiera atacando las líneas ucranianas. "Este es un conflicto dinámico", dijo Kirby, "y debemos recordar que Rusia todavía mantiene cierta capacidad ofensiva y puede lograr algunas ganancias tácticas en los próximos meses".


La diferencia que media entre "Ucrania va a recuperar el todo el territorio perdido" y "Rusia está a la ofensiva y puede lograr algunas ganancias tácticas" es de tal índole y magnitud que simplemente no puede ignorarse.


Algo decisivo está sucediendo en campo de combate entre Ucrania y Rusia, lo que tiene a Kirby ocupado tratando desesperadamente de preparar a la audiencia estadounidense para algunos acontecimientos importantes, favorables exclusivamente para Rusia.


Tras una contraofensiva fallida


Tratar de minimizar estos logros tildándolos de "naturaleza táctica" no altera el hecho de que se están produciendo tras una contraofensiva fallida colectivamente respaldada por el poder militar y económico de Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea.


La transición desde una gran contraofensiva diseñada para recuperar la mayor parte, si no la totalidad, del territorio anexado por Rusia, a una postura defensiva en la que se espera que Rusia capture aún más territorio, no puede descartarse como algo de naturaleza meramente "táctica". Se trata de un cambio de rumbo estratégico que bien puede representar la trayectoria final para ambas partes del conflicto.


Vladimir Trukhan, coronel de reserva del ejército ruso afiliado al Distrito Militar Central de Rusia que recientemente regresó del frente de la Operación Militar Especial, dice que la situación en el campo de batalla es mucho peor de lo que Kirby ha descrito.


En una extensa entrevista en el programa "Pregúntele al inspector", a principios de este mes, Trukhan señaló que en Avdiivka los rusos no buscan "ganancias tácticas", sino más bien un control operativo del campo de batalla diseñado para crear un semi-caldero replica del conocido como "la picadora de carne" que tuvo lugar en Bakhmut y sus alrededores a principios de este año.


Rodear Avdiika, dijo Trukhan, no es el objetivo. El objetivo ruso es poner al mando ucraniano en un dilema tal, que abandonar Avdiika podría llevar al colapso de la moral entre los defensores ucranianos y permanecer podría conducir a una pérdida masiva de vidas debido a las dificultades asociadas al refuerzo de la guarnición.


En Bakhmut, los rusos aniquilaron, hirieron o capturaron a más de 70.000 soldados ucranianos, lo que representa aproximadamente el número de tropas que la OTAN había reunido y entrenado para llevar a cabo la contraofensiva.


Intentar retener Avdiivka podría resultar fatal para el conjunto del esfuerzo defensivo ucraniano, ya que sus reservas se han agotado y Ucrania se ve obligada a tomar tropas de otros lugares de la línea de contacto, creando oportunidades ofensivas adicionales para los soldados rusos.


Kirby mencionó a Kupiansk como otra zona donde Rusia podría lograr algún éxito "táctico" en el campo de batalla. La batalla de Kupiansk representa la manifestación del arte operacional ruso, un ejemplo en el que Rusia pudo aprovechar la falta de tropas ucranianas en primera línea e iniciar operaciones ofensivas en sectores donde las fuerzas ucranianas se habían reducido para proporcionar tropas adicionales a la operación militar especial.


Otro semi-caldero


En Kupiansk, Rusia está tratando de crear otro semi-caldero, una nueva "picadora de carne" similar a Bakhmut, que obligará a Ucrania a retirarse o comprometer tropas que no tiene, exponiendo otro sector del frente a operaciones ofensivas rusas.


Y así, el ciclo se repite, hasta que se produzca un colapso general a lo largo de la línea de contacto ucraniana.


Sin embargo, este no es el aspecto más importante de lo que está pasando en Kupiansk. A diferencia de la derrota de la contraofensiva ucraniana en Zaporizhia y las batallas en semicaldero de Bakhmut y Avdiika (todas las cuales se libraron en territorio reclamado por Rusia y, como tal, cumplieron el objetivo declarado del presidente Vladimir Putin de liberar todo el territorio ruso), Kupiansk está inequívocamente situaso en suelo ucraniano, es parte del Óblast de Jarkov.


Si bien Rusia había mantenido una presencia militar en el Óblast de Jarkov tras su retirada en el otoño de 2022, esta presencia estaba diseñada para asegurar el territorio norte de la República de Lugansk, más que para servir como trampolín para futuras operaciones ofensivas rusas.


Si Ucrania hubiera buscado una solución negociada al conflicto, señala Trukhan, Rusia se habría retirado del territorio de Ucrania. Debido a que Ucrania optó por seguir luchando, Rusia ha pasado a la ofensiva en territorio ucraniano.


Esto representa una señal de Moscú de que, para garantizar la seguridad de los rusos étnicos en el este de Ucrania, Rusia iniciaría operaciones que podrían suponer la pérdida por parte de Ucrania de cinco oblasts más bajo control ruso.


Esto supone un nuevo punto de inflexión crítico y de gran importancia estratégica en el conflicto.


John Kirby puede intentar minusvalorar la ofensiva rusa en Kupiansk como poco más que un éxito "táctico". Se trata, sin embargo, un momento decisivo del conflicto.


Alto mando militar


Al centrarse en la Operación Militar Especial, Kirby pierde de vista el bosque por los árboles. US News and World Report, sin embargo, no lo ha hecho.


De alguna manera, Rusia (cuyo ejército, según los medios occidentales y Kirby, ha sufrido horrendas bajas, una parálisis operativa debido a la baja moral, un liderazgo ineficaz y una logística insuficiente) ha superado a los Estados Unidos como ejército más poderoso del mundo.


Esta clasificación no sólo desmiente la noción de la supuesta incompetencia rusa en su conflicto contra Ucrania, sino que también refleja la realidad (en gran medida ignorada en Occidente) de que, al tiempo que Rusia está llevando a cabo con éxito su Operación Militar Especial, también está ampliando su número de tropas en activo, pasando de 900.000 a 1,5 millones de soldados de tierra, mar y aire.


Esto requiere no sólo un esfuerzo masivo de reclutamiento – al tiempo que se combate en Ucrania – sino también un enorme trabajo por parte del complejo industrial militar ruso, cuya tarea no sólo consiste en suministrar armas a las fuerzas comprometidas en el frente, sino también en equipar y ofrecer apoyo logístico a una fuerza adicional de 600.000 hombres.


Todos esos nuevos uniformados, además de los 300.000 reservistas movilizados y los 300.000 voluntarios para incorporarse a la Operación Militar Especial, suponen un aumento de 1,2 millones de personal en armas, en un momento en que el colectivo de la OTAN pugna por formar una fuerza de reacción rápida de 300.000 y en el que a los Estados Unidos faltan unos 15.000 reclutas para cumplir su objetivo de reclutar 60.000.


La Comisión del Congreso sobre la Posición Estratégica de los Estados Unidos acaba de publicar un informe final cuya conclusión determina que Estados Unidos necesita aumentar drásticamente el tamaño de su fuerza militar convencional.


No obstante, más allá de la asignación económica, en dicho informe no se aborda la cuestión de cómo podría realizarse tal aumento. Es más, en un momento en que el ejército estadounidense es incapaz de reclutar el personal necesario para sostener su actual estructura militar, incluso un modesto incremento de 150.000 reclutas parece misión imposible.


Más allá de comparaciones acerca de la competencia o incompetencia a la hora de reclutar y mantener un gran número de nuevas formaciones militares, el coronel Trukhan resaltó la verdadera importancia de lo que Rusia está haciendo, señalando que el incremento de la capacidad militar rusa tiene prioridad sobre la Operación Militar Especial.


Ello significa que, en un momento en que el Occidente colectivo –Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea– trata de hallar la manera de sostener el esfuerzo bélico ucraniano, Rusia ha tomado la iniciativa estratégica incluso relegando la Operación Militar Especial a un segundo plano.


El principal objetivo de Rusia [tantas veces invadida] es disponer de un ejército capaz de hacer frente y derrotar a las fuerzas combinadas de Occidente. Dicho propósito implica la creación de nuevas unidades dotadas de equipos modernos y sostenidas por la producción de la propia industria de defensa rusa.


Occidente, en cambio, intenta transformar un ejército –en gran medida sólo existente en el papel o en la imaginación de sus líderes– en algo capaz de afrontar una guerra terrestre a gran escala en Europa.


Hoy en día, el ejército y el armamento ruso, forjado y probado en combate, incorpora una infinidad de lecciones tácticas y operativas aprendidas de la manera más ardua posible a lo largo de sus más de 600 días ininterrumpidos de combate.


Mientras tanto, los ejércitos del Occidente colectivo tienen dificultades para salir de los cuarteles, están organizados y equipados mediante patrones heredados, anteriores a la Operación Militar Especial, y que apenas podrían mantenerse durante dos semanas en caso de un combate a gran escala.




John Kirby puede seguir tergiversando información diariamente, pero nunca podrá suprimir esta realidad: Rusia está ganando la guerra en Ucrania y, en general, domina a Estados Unidos y la OTAN en el ámbito militar. Gracias a Vladimir Trukhan, podemos disponer de una visión ajustada sobre la realidad de las fuerzas armadas rusas, una visión que contribuye a sostener las conclusiones de US News and World Report de que es Rusia, no Estados Unidos, la posee el ejército más poderoso del mundo.



No hay comentarios :

Publicar un comentario