15 julio, 2024

La incógnita Ruso-Yemení — Pepe Escobar

 


The Cradle – 12/07/2024

   Traducción del inglés: Arrezafe


Saná se haya inmersa en un esfuerzo por ampliar sus asombrosos logros militares, tanto en el ámbito económico como en el diplomático. Si bien el comercio con Rusia puede ser fundamental para mitigar los efectos del asedio a Yemen, Saná también considera que la membresía en el BRICS es una "oportunidad de oro" para establecer una seguridad duradera en el Golfo Pérsico.


Las maniobras estratégicas estelares de Yemen en defensa de Palestina desde su papel dramáticamente ascendente en el Eje de Resistencia de Asia Occidental están adquiriendo el perfil de una odisea épica, examinada con atención por la Mayoría Global.


Por si la humillación sin precedentes sufrida por la armada estadounidense en Bab al-Mandab y el Mar Rojo no fuera suficiente, Ansarallah atacó un barco israelí con un misil hipersónico Hatem-2, un notable avance en el desarrollo tecnológico autóctono.


Al mismo tiempo, estos prodigiosos avances estratégico-militares desplegados por Ansarallah han revivido la siempre latente e inconclusa guerra y el bloqueo contra Yemen impulsados en 2015 por Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos con el habitual respaldo de Estados Unidos y el Reino Unido.


Riad, que aborrece como la peste la resistencia yemení, en lugar de Saná, la capital reconocida de Yemen, apoya a un gobierno "anti-Ansarallah" con sede en Adén, reconocido en cierto modo por el "orden internacional basado en normas". Pero, en realidad, ese gobierno tiene su sede en un lujoso hotel de Riad.


Ansarallah ha intentado negociar un intercambio de prisioneros que incluya a pilotos saudíes capturados que podrían ser canjeados por miembros de Hamás encarcelados en Arabia Saudita. Riad no sólo se ha negado, sino que ha amenazado con bloquear las transferencias bancarias hacia y desde Yemen y con cerrar el aeropuerto internacional y los puertos marítimos de Saná.


La respuesta de Ansarallah fue tajante: si se bloquea el sistema bancario yemení, el sistema bancario saudí será destruido. Si se ataca el aeropuerto de Saná, lo mismo ocurrirá con los aeropuertos saudíes.


De modo que, de repente y de manera ominosa, la guerra que nunca terminó se ha reanudado. Considerando su actual y demostrada capacidad militar de misiles y drones navales completamente nuevos, Ansarallah no tendría ningún problema en atacar la producción petrolera de Arabia Saudita como represalia a un bloqueo total,. Las consecuencias para los mercados petroleros mundiales serían catastróficas.


Dos delegaciones llegan a Moscú…


Yemen representa el ejemplo clásico de un actor ferozmente resistente en el contexto del emergente mundo multipolar y multinodal. De ahí la pregunta de cuál es la posición que ocupa Rusia, paladín multipolar y multinodal, en lo que respecta a la lucha en Yemen.


Lo que nos lleva al fascinante caso de dos delegaciones yemeníes de visita reciente en Moscú.


Una de ellas, encabezada por un alto funcionario de Ansarallah, se reunió con el enviado especial del presidente ruso a Oriente Medio (Asia Occidental) y África, Mijail Bogdanov.


No sólo hablaron del genocidio en Gaza, sino también de lo que Ansarallah describe como “la agresión estadounidense-británica contra Yemen”, en referencia a las operaciones navales occidentales en el Mar Rojo que han intentado durante meses, sin éxito, frustrar las operaciones yemeníes contra buques de carga con destino o asociados a Israel. Un asedio en represalia, por así decirlo.


Los yemeníes aseguraron a los rusos que sus operaciones marítimas “no representan una amenaza para la navegación internacional ni están dirigidas contra nadie, sino que apoyan al pueblo palestino y responden a los ataques aéreos estadounidenses y británicos a Yemen”. Ansarallah elogió la comprensión de Rusia y expresó su gratitud por:


“La posición de Rusia frente a la agresión estadounidense-británica contra Yemen y su apoyo al proceso humanitario y político en nuestro país. También analizamos los resultados de los esfuerzos para distender la situación entre Yemen y los países agresores, destacando la necesidad de alcanzar una solución integral que garantice la unidad y la soberanía de Yemen”.


Todo lo anterior se refiere a lo que podría describirse como la delegación del proceso político yemení. En Omán, mientras esperaban para recoger sus visados rusos, se cruzaron con otro grupo yemení: llamémosle la delegación de geoeconomía.


Esta delegación estuvo encabezada por el Dr. Fouad al-Ghaffari, asesor especial del Gobierno de Salvación Nacional del Primer Ministro yemení Dr. Abdulaziz Saleh bin Habtoor en Sanaa.


Habtoor es un destacado intelectual yemení y autor del notable Undeterred: Yemen in the Face of Decisive Storm, que destaca detalles clave de la guerra lanzada en 2015 “por una coalición hostil de 17 países”, totalmente apoyada por Estados Unidos y la UE, y con bloqueos aéreos, marítimos y terrestres.


El primer ministro explica la guerra económica, dado el traslado del Banco Central de Yemen a Adén; la guerra biológica, que provocó un terrible brote de cólera en todo el país; y cómo la Liga Árabe fue comprada y financiada de principio a fin. Destaca que “esta es la primera guerra en la historia en la que todos los países árabes ricos se unen bajo el manto del país imperialista más poderoso en coalición impía contra el país más pobre de la Península Arábiga”.


La guerra está lejos de terminar. Yemen está sufriendo mucho y el espectro de una gran hambruna no ha desaparecido. Por eso, la delegación del Dr. Ghaffari tenía que centrarse claramente en cuestiones humanitarias y en la seguridad alimentaria.


El Dr. Ghaffari manifiesta a The Cradle lo que Yemen espera recibir del Ministerio de Agricultura de Rusia:


“Tenemos alimentos para exportar e importar de Rusia. Deberíamos tener una línea naviera entre Rusia y Yemen ubicada en el puerto de Hodeidah. El mes pasado, otra delegación yemení visitó China. Hubo contactos positivos y ahora están desarrollando un acuerdo. He venido como asesor del Primer Ministro y, en paralelo a la presidencia rusa de los BRICS, a destacar la importancia de desarrollar una relación agrícola –una relación de seguridad alimentaria– entre nosotros y Rusia. Necesitamos la experiencia rusa en todo esto. Tenemos productos especiales en Yemen que queremos exportar, y actualmente estamos luchando contra un boicot de los EEUU y Occidente. Queremos productos rusos en lugar de productos que vengan de Europa”.


Ghaffari añade: “Algunos productos rusos llegan a Yemen, pero no directamente, sino a través de países del Golfo o de países africanos, pero no como productos rusos. En Yemen no hay productos rusos. Ahora, tras 96 años de relaciones con Rusia, Yemen se está definiendo como un beneficioso actor en nuestra región. Es hora de que los BRICS se unan y luchen contra el modelo estadounidense”.


La campaña BRICS de Yemen


El Dr. Ghaffari explica además lo que, en efecto, se desglosa como la posible integración geoeconómica del Yemen:


“Tenemos indicios positivos de los contactos oficiales, y el Primer Ministro de Yemen lo acoge con agrado. El objetivo es cerrar un acuerdo con Moscú. Tenemos un propósito. Queremos unir el norte y el sur de Yemen mediante un solo ferrocarril. Esto nos recuerda cómo, 15 años, el proyecto de los ferrocarriles rusos era llevar petróleo, gas y alimentos a sus puertos marítimos. Tal vez Yemen podría hacerlo por sí solo en 50 años, pero con una buena ayuda, podremos hacerlo en uno o dos”.


El Dr. Ghaffari nos dice que también se mantuvo una larga discusión en Moscú sobre el deseo de Yemen de solicitar la membresía del BRICS y las dificultades que ello implica:


“Llevamos diez años trabajando en estrecha colaboración con los BRICS, creemos en este proyecto y en la posibilidad de convertirnos en uno de sus miembros. Queremos trabajar con ellos y ahora tenemos una oportunidad de oro”.


La oficina del Primer Ministro en Saná ha enviado cartas al Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia expresando su deseo de unirse al BRICS. Si se concretan estos contactos, Moscú podría invitar a Saná a participar como observador en la cumbre del BRICS que se celebrará en Kazán en octubre.


Pero ¿no supone un obstáculo para la incorporación de Yemen la reciente adhesión de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos al BRICS?


Ghaffari no lo cree así, y vincula la incorporación de Yemen al BRICS con el establecimiento de la “seguridad en el Golfo compartida por todos”.


La visita a Rusia de la delegación encabezada por el Dr. Ghaffari tenía varios objetivos: estudiar la posibilidad de establecer una empresa agrícola conjunta, discutir las posibilidades de importación y exportación y los medios de transporte, discutir la cooperación estratégica dentro de BRICS para la asociación económica, aprender sobre la experiencia rusa respecto al boicot a los productos occidentales, introducir productos específicos yemeníes, tales como el café, la miel y el algodón en el mercado ruso, y discutir la construcción de una de las represas yemeníes.


A todo ello hay que añadir un objetivo diplomático clave: discutir la posibilidad de que un representante yemení asista a la próxima cumbre de los BRICS. “Estamos con Rusia. Rusia ha de tener una visión completa de lo que sucede en Yemen. Si Yemen no está en la cumbre, algo faltará en la región”.


Moscú, Pekín y Teherán sin duda estarían de acuerdo, pero entonces llega la dura realidad geopolítica: la Federación Rusa, obligada a proteger un equilibrio geopolítico extremadamente delicado entre Irán y Arabia Saudita dentro del BRICS, puede estar aún lejos de resolver la incógnita del Yemen.



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