En cierto sentido, lo que más nos molesta de la probable extinción de los osos, osas y oseznos polares en las próximas décadas (y en general de casi todas las demás especies) no es tanto la extinción en sí misma, puesto que de algún modo entendemos que las especies tienden a desaparecer tarde o temprano sin que podamos impedirlo, es la "ley", sino sobre todo el hecho de saber que esta vez somos nosotros, con nuestros actos directos e indirectos (si bien unos más que otros), los que nos hemos arrogado el derecho a extinguir, el poder que antaño solo pertenecía a la naturaleza y a nadie en concreto. Creo que somos de las pocas especies, si no la única, que hacen el mal y lo saben, y de ahí el sentimiento de culpa y decepción hacia nosotros mismos en particular y hacia nuestra especie en general. La invención del concepto de "pecado original" pudo nacer de un razonamiento similar.
Hola Hugo, es un placer leerte por aquí. Nada que añadir a tu acertado comentario, con el cual coincido plenamente. Es posible que esta destructiva manera de actuar, propia de la especie humana, sea su naturaleza, o dicho de otro modo, sea el modo en que la naturaleza se expresa a través de esta singular especie.
Si solo fuera el oso... miles de especie se han sacrificado en nombre del progreso y el avance económico. La escusa es que se alimenta o se da trabajo. Sería verdad si se intentase aprovechar la producción, se vería una intención. Pero como lo que se busca es el beneficio incluso a pesar de los humanos nos encontramos ante una falacia asesina y suicida. Y su contrario: proteger la naturaleza es lo que crea el trabajo y el beneficio. Salud y cuidemos a Gaia si queremos defendernos!
Ambas suposiciones son ciertas, pero la nuestra es una larga agonía.
ResponderEliminarSalud!
Evidentemente me quedo con el oso...
ResponderEliminarSalud Loam
En cierto sentido, lo que más nos molesta de la probable extinción de los osos, osas y oseznos polares en las próximas décadas (y en general de casi todas las demás especies) no es tanto la extinción en sí misma, puesto que de algún modo entendemos que las especies tienden a desaparecer tarde o temprano sin que podamos impedirlo, es la "ley", sino sobre todo el hecho de saber que esta vez somos nosotros, con nuestros actos directos e indirectos (si bien unos más que otros), los que nos hemos arrogado el derecho a extinguir, el poder que antaño solo pertenecía a la naturaleza y a nadie en concreto. Creo que somos de las pocas especies, si no la única, que hacen el mal y lo saben, y de ahí el sentimiento de culpa y decepción hacia nosotros mismos en particular y hacia nuestra especie en general. La invención del concepto de "pecado original" pudo nacer de un razonamiento similar.
ResponderEliminarSaludos!
Hola Hugo, es un placer leerte por aquí. Nada que añadir a tu acertado comentario, con el cual coincido plenamente. Es posible que esta destructiva manera de actuar, propia de la especie humana, sea su naturaleza, o dicho de otro modo, sea el modo en que la naturaleza se expresa a través de esta singular especie.
EliminarSalud!
Si solo fuera el oso... miles de especie se han sacrificado en nombre del progreso y el avance económico. La escusa es que se alimenta o se da trabajo. Sería verdad si se intentase aprovechar la producción, se vería una intención. Pero como lo que se busca es el beneficio incluso a pesar de los humanos nos encontramos ante una falacia asesina y suicida. Y su contrario: proteger la naturaleza es lo que crea el trabajo y el beneficio.
ResponderEliminarSalud y cuidemos a Gaia si queremos defendernos!