26 noviembre, 2019

Propaganda y postverdad — Thierry Meyssan





La Propaganda
En los sistemas políticos donde el Poder necesita la participación del Pueblo, la propaganda tiene como objetivo lograr que la mayor cantidad posible de personas abrace una ideología ‎en particular y movilizar a esas personas para aplicar esa ideología. Sin importar la buena o mala ‎fe de quienes tratan de movilizar al Pueblo, los métodos utilizados son los mismos.

Sin embargo, durante el siglo XX, el diputado británico Charles Masterman, el periodista ‎estadounidense George Creel y sobre todo el ministro de Propaganda del III Reich Joseph ‎Goebbels teorizaron sobre el uso de la mentira y de la repetición de la mentira, sobre la ‎eliminación de los puntos de vista divergentes y sobre el proselitismo en el seno de organizaciones ‎de masas, con las devastadoras consecuencias que hoy conocemos [1]. Es por eso que, después de la dos Guerras Mundiales, la Asamblea General de ‎la ONU adoptó 3 resoluciones en las que condena el uso de la mentira deliberada con intenciones ‎de desatar guerras y advierte que los Estados deben velar por la libre circulación de las ideas, ‎única solución para evitar el engaño premeditado [2].‎

Aunque las técnicas de propaganda se han perfeccionado durante los 75 últimos años y se utilizan ‎sistemáticamente en todos los conflictos internacionales, hoy están cediendo lugar a nuevas ‎formas de influencia sobre los países que ni siquiera están en guerra. Ya no se trata de lograr ‎que el público se sume a una ideología y de que actúe al servicio del Poder sino, por el ‎contrario, de evitar que actúe, de paralizarlo. ‎

Esta estrategia corresponde a una organización supuestamente «democrática» de la sociedad, ‎donde el público dispone de la posibilidad de actuar sobre el Poder, lo cual era muy poco frecuente ‎en otras épocas. ‎

La nueva estrategia que acabamos de describir ha ido extendiéndose desde hace 18 años, con la ‎llamada «guerra contra el terrorismo». Son numerosos los intelectuales que han señalado que esa ‎expresión es simplemente absurda ya que el terrorismo no es un enemigo sino una técnica de ‎lucha, un recurso militar. Es simplemente absurdo pretender “guerrear contra la guerra”. Aunque ‎nadie lo entendió cuando se planteó la «guerra contra el terrorismo», la invención de esa ‎paradójica expresión allanaba el camino a la «era de la postverdad».

La Postverdad
Tomemos el ejemplo de la reciente “eliminación” de Abu Bakr al-Baghdadi, el “califa” del Emirato ‎Islámico (Daesh). Todos sabemos que es materialmente imposible que un grupo de ‎‎8 helicópteros atraviese en vuelo rasante todo el norte de Siria sin ser visto por la población ‎ni detectado por los sistemas rusos de protección antiaérea. La historia que están contándonos ‎es evidentemente imposible. Sin embargo, en vez de cuestionar la credibilidad de algo que cae en ‎el campo de la propaganda, la prensa –y con ella el público– debate sobre si al-Baghdadi, ‎viéndose arrinconado por las fuerzas especiales estadounidenses, mató a 3 o a 2 de sus hijos al hacer ‎estallar su “chaleco explosivo”.

En otros tiempos, todos hubiésemos estado de acuerdo en que, al ser imposible un elemento ‎esencial de esta historia, no podemos tomar en serio los demás elementos del cuento, ‎empezando por la muerte misma de al-Baghdadi. ‎

Pero hoy en día la reacción es diferente. Se admite que el elemento fundamental ‎materialmente imposible (que nadie haya visto los 8 helicópteros mientras cruzaban todo ‎el norte de Siria en vuelo rasante) fue probablemente falsificado –dando por sentado que ‎se mintió seguramente por razones de “seguridad nacional”– pero se considera auténtico ‎el resto de la historia. Y con el paso del tiempo se olvidarán las actuales reservas sobre ese ‎elemento fundamental y se publicarán enciclopedias que contarán la parte linda del cuento, ‎repitiendo incluso sus partes más increíbles.‎

Digámoslo de otra manera, hoy se entiende instintivamente que esta narración no está ‎concebida para que conozcamos la realidad de los hechos sino sólo para transmitir un mensaje. ‎A partir de ahí, la prensa –y con ella el público– no toma posición sobre los hechos sino ante ‎el mensaje según ha sido entendido: al igual que Osama ben Laden, Abu Bakr al-Baghdadi ‎ha sido ejecutado. God Bless America porque Estados Unidos es el mejor y el más fuerte. ‎

Para desplazar nuestra conciencia de los hechos hacia el mensaje, los speech writers están ‎obligados a presentar una narración incoherente. No es sólo un error que se repite sino una ‎exigencia técnica de su trabajo. ‎

En la propaganda clásica se buscaba contar historias coherentes, de ser necesario ocultando ‎ciertos hechos o falsificándolos. Ya no es así. Ahora no se trata de convencer con historias ‎bonitas, aunque tengan que tomarse ciertas libertades con la realidad. La propaganda de hoy ‎se dirige a un estado de conciencia intermedio a través del cual se trata de hacer llegar un ‎mensaje. Estamos perfectamente conscientes de que el asunto de los helicópteros es imposible, ‎pero nos dejamos llevar por un razonamiento que lo elimina de nuestro campo consciente. Una ‎parte de nuestro intelecto se ha visto previamente condicionada y nos mentimos a nosotros ‎mismos. ‎

Hay gran cantidad de ejemplos del uso de esta técnica de condicionamiento entre ‎los acontecimientos de los últimos años. Cada uno de los ejemplos que podemos citar aquí haría ‎saltar en sus asientos a la gran mayoría de nuestros lectores ya que en todos los casos su comprensión exige ‎que seamos capaces de reconocer no sólo que nos dejamos engañar sino que nos dejamos ‎engañar con nuestra propia complicidad… y el ser humano detesta reconocer sus errores. ‎

Veamos al menos un pequeño ejemplo, antiguo pero fundacional y que aún sigue teniendo una ‎importancia capital hoy en día. En el momento de los atentados del 11 de septiembre de 2001, las ‎compañías de aviación publicaron de inmediato las listas de embarque completas con los nombres de los pasajeros ‎y de los empleados que habían muerto. Dos días después, el director del FBI expuso su narración ‎sobre los 19 secuestradores aéreos que, según él, habían perpetrado los atentados. ‎Sin embargo, según las listas de embarque publicadas por las compañías aéreas inmediatamente ‎después de los atentados, ninguno de los 19 secuestradores había abordado alguno de los 4 aviones ‎implicados. Por consiguiente, la narración del director del FBI contradecía los hechos… era ‎imposible. Pese a ello, 18 años después todavía hay “expertos” que disertan sobre la ‎personalidad de secuestradores… que no estaban a borde de los aviones secuestrados. ‎

Antídoto frente a la postverdad
Hace 18 años que nos explican que, al poner al alcance de todos la posibilidad de expresarse ‎a través de un blog o de las redes sociales, los progresos de la técnica han devaluado la expresión ‎pública, ya que cualquiera puede escribir o decir cualquier cosa. Nos dicen que antes, sólo los ‎políticos y los periodistas tenían la posibilidad de difundir sus opiniones y que velaban por ‎la calidad de lo que decían o escribían, mientras que hoy el hombre o la mujer común, el vulgumpecus, la masa ignorante e incapaz de distinguir lo cierto de lo que no lo es cree cualquier cosa ‎y se hace eco de las fake news.‎

En realidad es exactamente lo contrario. Los políticos de primera línea –empezando por ‎el presidente George Bush hijo y por el primer ministro británico Tony Blair– asumieron discursos ‎incoherentes para condicionar las reacciones del público en general y de sus electores ‎en particular. Esa técnica impone lo absurdo frente a la verdad, como cuando se sustituía ‎la verdad con la mentira. Es una técnica que destruye el funcionamiento de los sistemas ‎democráticos, funcionamiento que la gente común está tratando de restaurar con los medios a su ‎disposición.

Las pantallas de televisión catódicas componen las imágenes en 625 líneas. Basta que una sola ‎de ellas deje de funcionar correctamente para que sólo veamos la línea defectuosa que afecta ‎el conjunto de la imagen. Según el mismo principio, basta que oigamos un solo punto de vista ‎diferente para que salten a la vista las mentiras de la propaganda que nos remachan ‎constantemente. Es por eso que la propaganda, cuando recurre a la mentira, exige una censura ‎implacable. Pero si la mentira introduce una incoherencia en el discurso de manera que esa ‎incoherencia se haga voluntariamente evidente, ya no hay necesidad de censurar los puntos de ‎vista alternativos. Al contrario, más vale dejarlos expresarse e incluso mencionarlos denunciando ‎públicamente algunos como fake news.

El antídoto contra la postverdad no es el llamado fact checking –término de moda para ‎designar la “verificación de los hechos”. La verificación de los hechos ha sido desde siempre la ‎base misma del trabajo de periodistas e historiadores. El verdadero antídoto contra la postverdad ‎es el simple restablecimiento de la lógica.

Por eso hoy se está imponiendo una nueva forma de censura. Gran parte de los usuarios de ‎Facebook han sido desconectados en algún momento. Muchos nunca pudieron entender ‎por qué fueron censurados y buscan inútilmente cuál fue la palabra prohibida que no gustó a los ‎algoritmos o la posición “inadecuada” que alarmó a algún moderador. En realidad, lo que ‎a menudo se nos reprocha –e implica incluso la adopción de sanciones arbitrarias– es haber ‎cometido el grave delito de restaurar la lógica ante un razonamiento falso.


Notas
[1] «Las técnicas de la propaganda militar moderna», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 16 de ‎mayo de 2016.

[2] «Los periodistas que practican la propaganda de guerra tendrán que rendir cuentas», por Thierry Meyssan, ‎‎Red Voltaire, 14 de agosto de 2011.

F I D E L





"Aun cuando un día formalmente mejoraran las relaciones entre Cuba socialista y el imperio, no por ello cejaría ese imperio en su idea de aplastar a la Revolución Cubana, y no lo oculta, lo explican sus teóricos, lo explican los defensores de la filosofía del imperio. Hay algunos que afirman que es mejor realizar determinados cambios en la política hacia Cuba para penetrarla, para debilitarla, para destruirla, si es posible, incluso, pacíficamente; y otros que piensan que mientras más beligerancia le den a Cuba, más activa y efectiva será Cuba en sus luchas en el escenario de América Latina y del mundo. De modo que algo debe ser esencia del pensamiento revolucionario cubano, algo debe estar totalmente claro en la conciencia de nuestro pueblo, que ha tenido el privilegio de ser el primero en estos caminos, y es la conciencia de que nunca podremos, mientras exista el imperio, bajar la guardia, descuidar la defensa".

Fidel Castro, 5 de diciembre de 1988


25 noviembre, 2019

ESPECIALIDAD MADE IN USA




«La Unión Europea ha preferido desentenderse del golpe de Estado en Bolivia, y ha realizado un comunicado que, en perspectiva histórica, debería avergonzar a los demócratas europeos.

La alta representante de la Unión Europea, Federica Mogherini, afirmó que el deseo de los 28 países que conforman el bloque es que “todas las partes en el país ejerciten contención y responsabilidad, y lleven pacífica y tranquilamente el país a unas nuevas y creíbles elecciones para que los bolivianos puedan expresar su voluntad democrática”.

Nada de golpe de Estado, ni ruptura del orden constitucional, ni siquiera una mención a que, en pleno siglo XXI, los militares derroquen a un presidente elegido legítimamente por el pueblo. Nada. Los valores y principios democráticos que pregona Bruselas no aplican en Sudamérica a juzgar por las declaraciones de la alta representante de la UE.»

Agustín Fontenla

24 noviembre, 2019

EE.UU. y la construcción del golpe en Bolivia




Por: Silvina Romano, Tamara Lajtman, Aníbal García Fernández y Arantxa Tirado


Aunque Evo Morales haya salido victorioso en los comicios del 20 de octubre (por un margen un poco mayor al 10 por ciento) la oposición declaró inválidos los resultados y provocó una escalada de violencia para justificar un golpe de Estado cívico, policial y militar.

Por lo menos desde el 21F los medios de comunicación nacionales y extranjeros fabricaron matrices de opinión falsas para deslegitimar a Evo y al proceso de cambio ante la opinión pública. Finalizados los comicios, la oposición rechazó los resultados, denunció fraude y se negó a participar en la auditoría conducida por la Organización de Estados Americanos (OEA) a propuesta del Gobierno boliviano, tras el informe preliminar de la OEA que cuestionaba la imparcialidad de las elecciones y denunciaba irregularidades en el conteo provisorio de los votos. Dicho informe contribuyó con un recuento de sufragios que no fue representativo y con declaraciones de su representante, que contrastaban con otros informes más completos, como el de CEPR(1) o la investigación del profesor de la Universidad de Michigan y experto electoral, Walter R. Mebane(2).

Los comités cívicos (dirigidos por empresarios de ultraderecha) salieron a “calentar” las calles con grupos de choque, amenazando y golpeando a ciudadanos, sobre todo indígenas. La Policía Nacional se replegó a los cuarteles exigiendo un alza salarial. Grupos civiles armados y uniformados amedrentaron a dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS), ministros y cargos públicos para obligarlos a renunciar, y prendieron fuego a sus casas, incluso, violentando a sus familias. Finalmente, el Ejército se volteó y pidió/sugirió la renuncia de Evo. Para evitar el derramamiento de sangre, él y el vicepresidente, Álvaro García Linera, presentaron su renuncia.

Bolivia en la geopolítica de EE.UU.

Por detrás de la manufacturación de la idea de “fraude electoral”, hay que considerar la importancia geopolítica y geoestratégica del territorio boliviano y los intereses del sector público-privado estadounidense, reflejados en más de un siglo de intervenciones en el país andino(3). El MAS, gestionando en la dirección de políticas más soberanas, rompió esta dinámica y provocó la hostilidad de EE.UU. hacia el Gobierno boliviano.

La disputa por el acceso y apropiación de los recursos naturales puede ser apreciada en los cables de Wikileaks(4) e informes de think tanks estadounidenses en los que se hace explícita la importancia de determinados recursos bolivianos (en especial, el litio y el gas) y la necesidad de eliminar los obstáculos para garantizar el acceso a los mismos. En definitiva, dejan percibir un clima de “guerra por los recursos” en la que China se dibuja como gran rival.

En un artículo titulado “El papel de Bolivia en la transición energética amenazado por la incertidumbre del litio”, el Atlantic Council -think tank referente del establishment imperialista fundado en 1961 en el marco de la Guerra Fría plantea que:

Bolivia tiene un alto potencial para ser crucial en el desarrollo de litio (…) el mayor inhibidor de la inversión extranjera es la reputación de Bolivia que tiene un clima de inversión inseguro. Después de asumir el cargo en 2006, Morales nacionalizó la industria de hidrocarburos de Bolivia, despojando la propiedad de compañías extranjeras. Además de los reparos sobre la ideología de Morales, existe su control sobre el poder: Morales ha lanzado un referéndum público para permitirle enmendar el límite constitucional del mandato, declarando su candidatura para las elecciones del próximo año a pesar de alcanzar el límite de mandato decretado constitucionalmente. (…) El litio puede convertirse en un problema geopolítico. China ya tiene una producción nacional significativa y ha comprado una gran parte de la compañía de litio más grande de Chile, consolidando cierto control sobre el suministro de litio [6 de agosto de 2018](5).

Por su parte, el Clima de Inversiones de Bolivia 2019, publicado por el Departamento de Estado de EE.UU. (DoE), menciona que “la falta de seguridad jurídica, las denuncias de corrupción y los incentivos de inversión poco claros son impedimentos para la inversión en Bolivia”(6),

Más de un año antes de las elecciones, Stratfor (consultora que realiza investigaciones de inteligencia para el Gobierno estadounidense) plantea, en una serie de informes, un escenario posible (¿deseado? ¿buscado?) de disturbio, inestabilidad y posibles sanciones de EE.UU. frente a una victoria de Evo Morales:

Las elecciones de 2019 serán el momento clave para la inestabilidad política en Bolivia (…) Una elección muy disputada, en donde proliferen las acusaciones de fraude electoral, podría prender la llama en una escena política interna ya tensa. Las manifestaciones se extenderían, particularmente en provincias orientales como Santa Cruz, centro de la oposición política boliviana. (…) Esa situación podría provocar un breve período de confrontación política posiblemente violenta en todo el país” [3 de enero de 2018](7).
La amenaza de la nacionalización y la fuerte intervención estatal permanecerán siempre presentes si Morales logra la reelección, una perspectiva que podría desalentar a los inversores extranjeros interesados en las reservas de litio del país[15 de junio de 2018](8)
Una ola prolongada de protestas también traería consigo riesgos políticos para el gobierno de Morales. (…) sofocar violentamente las protestas postelectorales correría el riesgo de atraer la atención negativa de los Estados Unidos en forma de sanciones selectivas.
Las sanciones pueden hacer poco para revertir un resultado electoral, pero podrían amenazar las finanzas de los funcionarios del gobierno boliviano y pueden influir en su voluntad de buscar otro mandato en el poder [20 de septiembre de 2018](9).

EE.UU. y la postura oficial: antes de las elecciones y después del golpe

Desde 2017, diversos comunicados oficiales, declaraciones de autoridades del Gobierno y proyectos de ley dan cuenta de la incidencia del Gobierno estadounidense de cara a las elecciones presidenciales en Bolivia. 








OEA y medios de comunicación: actores del lawfare electoral

El caso de Bolivia puede representar una arista del lawfare (guerra por la vía judicial) en su versión electoral, al asentarse en el uso de la ley como un arma para lograr objetivos políticos. En este caso, abuso de las normas de organismos internacionales, como la OEA, para interferir en el derrotero político de Bolivia (aspecto que fue subrayado por la delegación mexicana en la reunión del Consejo Permanente de la OEA del 23 de octubre) y desconocimiento de la legislación y las autoridades bolivianas. Lo importante es que esta injerencia se muestre a la opinión pública no sólo como conveniente sino como necesaria para rescatar la legalidad del proceso democrático. Cuando la misión desembarca en Bolivia, llega con una serie de juicios (prejuicios) y declaraciones que clasificaron al proceso electoral como irregular, dudoso, tal vez fraudulento, desde un inicio. Esto reproduce la práctica de, ante todo, la práctica de culpar a un líder, grupo o sector político, sin contar con las pruebas fehacientes para ello. Se instala, además, la sospecha y duda sobre la actuación de las instituciones soberanas de un Estado, sentando precedentes muy peligrosos de desconocimiento supranacional de las soberanías nacionales emanadas de la voluntad popular.

La legitimidad de la OEA –y su impacto en la opinión pública– depende de la articulación con los medios, porque allí se generan el linchamiento y las acusaciones que se traducen en la deslegitimación del proceso electoral en sí mismo. Para dar algunos ejemplos, medios concentrados de EE.UU. y la UE, como la BBC(30), New York Times(31), Washington Post(32), The Guardian(33); France 24(34), sumados a agencias de prensa como Reuters(35), instalaron que lo normal u obligatorio era ir a una segunda vuelta, aun cuando no se había concluido el conteo de los votos. También arengan sobre las protestas y la represión por parte del Gobierno (manipulando los números sobre cantidad de manifestantes y las acciones de la Policía para controlar la protesta); finalmente todos los argumentos apuntan a que esta actitud de parte del MAS y de Evo Morales se deben al autoritarismo o al carácter “dictatorial” del Estado boliviano y llevarán a Bolivia a repetir la experiencia venezolana.

Asistencia para el desarrollo (del golpe)

La ayuda para el desarrollo estadounidense a América Latina y el Caribe, y su rol en la “promoción de la democracia” principalmente a través de instituciones como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)–puede ser cuestionada desde distintas aristas. Más de medio siglo de institucionalización de la asistencia en Bolivia, que ha superado los 5 mil millones de dólares y se incrementó de manera significativa en el siglo XXI, incluso en los primeros años del Gobierno de Morales, han contribuido a la dependencia externa y al debilitamiento del Estado en lugar de reducir la pobreza.

Agencias como la USAID, la Fundación Nacional para la Democracia (NED), el Instituto Republicano Internacional (IRI) y el Instituto Democrático Nacional (DNI) lograron un impacto profundo en la vida política boliviana bajo el argumento de promover la “democracia representativa” y el libre mercado, por medio de asesoramiento y financiamiento de líderes y partidos políticos(36). Como ejemplo, hay que destacar que una de las claves para el impulso de los grupos opositores al gobierno del MAS se dio con la implementación del programa Fortalecimiento de las Instituciones Democráticas (FIDEM) por la USAID en octubre de 2006 al direccionar recursos a los gobiernos departamentales.37 A partir de 2005 la Oficina de Iniciativas de Transición (OTI) de USAID dirigió la mayoría de su financiación a los proyectos separatistas de la Media Luna (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija)(38).

El frustrado golpe cívico-prefectural en 2008 –que llevó a la expulsión del embajador Philip Goldberg y de la DEA de Bolivia– marcó una reducción en la asistencia, alcanzando uno de los niveles más bajos (2.979.682 dólares) tras la expulsión de la USAID en 2013. Entre todo el período 2013-2018 USAID destinó 70.681.620 dólares en asistencia económica a Bolivia(39) que, a partir de 2014, pasa a ser canalizada a través de otras agencias y se incrementa vertiginosamente superando los 56 millones en 2015 (año previo a la realización del referéndum constitucional de febrero de 2016)(40).

Los proyectos financiados por la NED en 2018 estuvieron claramente orientados a los comicios presidenciales, enfocándose principalmente al “apoyo” de partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación. Destacan los siguientes:(41)




En noviembre de 2018 la Fundación Observatorio de Derechos Humanos y Justicia y la Fundación de los Derechos Humanos presentaron una denuncia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA contra la repostulación de Morales(42) Ambas organizaciones son financiadas por la NED:(43)


Asistencia militar

Otro brazo fundamental de la asistencia es el militar. Durante el periodo neoliberal la participación de las Fuerzas Armadas (FF. AA.) en tareas de seguridad interna respondía a lineamientos externos. La militarización de la lucha contra las drogas se concretó por medio de convenios bilaterales entre Bolivia y EE.UU., seguidos de la aplicación de planes, operativos, creación de fuerzas especiales, etc. Entre los principales resultados de ese proceso se destacan las graves violaciones a los derechos humanos, inestabilidad política y social, así como la pérdida de soberanía estatal en materia de definición de políticas(44)

Parte fundamental de la asistencia militar fue el envío de oficiales a cursos de entrenamiento en Fort Benning, Georgia, donde funciona la heredera de la Escuela de las Américas, el Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad, por el cual han pasado alrededor de 4211 militares desde 1949 hasta 2004. En el periodo de 2000-2004 son unos 350 militares, entre los que se encuentra el nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, el general de Brigada Sergio Orellana Centellas, quien asistió en 2003 al curso “Operaciones cívico-militares”(45).

Aunque se puedan destacar avances significativos de la estrategia contrahegemónica llevada a cabo por el Gobierno del MAS en el ámbito de la seguridad, defensa y, en particular, en la definición de políticas de drogas, la actual coyuntura demuestra que no se ha logrado romper de manera definitiva con la lógica securitaria estadounidense. Ejemplo concreto de ello es que altos mandos de las FF.AA. Y funcionarios del Gobierno involucrados en el proceso golpista, además del general Orellana, pasaron por academias e instituciones estadounidenses:

El general Vladimir Yuri Calderón, comandante general de la Policía, fue agregado policial en Washington hasta diciembre de 2018.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, fue agregado militar en EE. UU. entre 2013 y 2016. Además asistió en Fort Benning al curso “Comando y Estado Mayor en 2003”(46).
Manfred Reyes Villa, exalcalde de Cochabamba y excandidato presidencial fue, asimismo, alumno en Fort Benning.
General Remberto Siles Vásquez (implicado en audio 12)(47) coronel Julio César Maldonado Leoni (implicado en audio 8(48) y 9(49), coronel Óscar Pacello Aguirre (implicado en audio 14)(50) y coronel Teobaldo Cardozo Guevara (implicado en audio 10)(51) asistieron a la Escuela de las Américas(52).

Red de derechas

Mientras la cooperación fluye de forma directa a través de los canales estadounidenses y las organizaciones locales, también opera de modo menos visible como eslabón de una “red de derechas” nacional, regional e internacional a través de fundaciones, medios de comunicación y ONGs(54).

Algunos miembros de la derecha local –vinculados al proceso golpista– con proyección privilegiada en medios y redes son los siguientes:

Raúl Peñaranda: Director FIDES, agencia de noticias miembro de la Agencia Nacional de Noticias, a su vez, miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa (campaña directa en contra de gobiernos progresistas). Tuvo un rol protagónico en el montaje del “Caso Zapata”, previo al referéndum de febrero de 2016 (21F). Recibe financiamiento de la NED. Se vincula con universidades estadounidenses como Harvard, a través de cursos, y un premio brindado por la Fundación Nieman (vinculada a la Sociedad Interamericana de Prensa en programas de lucha por la “libertad de expresión”). Impartió cursos en el International Republican Institute. Consigna en Twitter: #VayanseDeUnaVez

Oscar Ortíz Antelo: diputado por Unidad Demócrata. En 2008 crea la Fundación Nueva Democracia y desde entonces cuenta con financiamiento de la NED. Ya formaba parte del circuito de la NED, a través de sus vínculos con la Alternativa Democrática para las Américas y la Unión de Partidos Latinoamericanos(55) Todos organismos de la derecha latinoamericana que, a su vez, se asocian a organizaciones dedicadas a la “formación de líderes”, como la Fundación Atlas(56) o la Red Liberal de América Latina (RELIAL)(57) La misma Fundación se especializa en juventud, mujeres y liderazgo (rubros comunes en las ONGs del nuevo milenio), que lo vinculan a Estudiantes por la Libertad58 de la Red Atlas, por ejemplo. Estos cursos de verano, seminarios y becas son financiados por la Fundación Konrad Adenauer (alemana), a la vez que reciben financiamiento de la NED.

Carlos Mesa: candidato opositor al MAS y expresidente de Bolivia. Implicado en campaña y montaje previo al 21F. Directamente involucrado en rol desestabilizador de la OEA. Reunión previa con Andrés Pastrana, expresidente de Colombia, quien a su vez tiene relación con Fernando Camacho (el que se sumó al no reconocimiento de los resultados profesado por Mesa). Inició su relanzamiento a la Presidencia con un vídeo en youtube. Consignas en Twitter: #EsAhoraONunca #UnaBoliviaMejor #YaEsDemasiado.

Waldo Albarracín: Decano de la Universidad Mayor de San Andrés, y miembro del Consejo Nacional en Defensa de la Democracia (CONADE). Uno de los principales implicados en el golpe. En rueda de prensa en La Paz, instó a la resistencia civil para defender el voto y garantizar la segunda vuelta en el país (ElDiario.es)(59). Albarracín está vinculado a Logos International University (una universidad religiosa con sede en Miami, que le otorgó un Honoris Causa)(60). La agencia Bloomberg(61) y CNN62 son algunos de los medios concentrados que replican la opinión de Albarracín y lo colocan en la opinión pública internacional.

Jhanisse Vaca Daza: Directiva de la ONG Rios de pie (Standing Rivers) la cual ha utilizado su plataforma de manera permanente para diseminar información manipulada y generar un rechazo hacia las políticas del Gobierno a nivel nacional. Esta plataforma es financiada por el Freedom Fellowship de la Human Right Foundation (HRF) de EE. UU. Cuando fueron los incendios en la Amazonía boliviana, Ríos de Pie logró posicionar en Twitter el hashtag #BoliviaUnida y #Evoesfraude(63). Desde entonces, sus publicaciones tomaron una postura antigubernamental y posicionando en redes que las elecciones en Bolivia serían fraudulentas.

Egresada de la universidad Estatal Kent en Ohio, estudio también en Harvard Kennedy School en el programa “Liderando movimientos no violentos para el progreso social”. En dicha escuela estuvieron también fuerzas de la derecha venezolana como Ricardo Hausmann, Leopoldo López, Juan Ignacio Hernández y Carlos Vecchio. Vaca Daza está vincualda con Leopoldo López a través de su hermano Thor Halvorsenn64 y su fundación “Human Rights Foundation”(65).

Ivan Arias Durán: protagonista del operativo encubierto previo al golpe. Se reunió con el opositor Jaime Antonio Alarcón Díaz y otros miembros de los comités cívicos, donde acordaron obtener equipos de votación rápida para las elecciones presidenciales, a fin de utilizarlos para manipular la opinión pública sobre los resultados electorales y declarar fraude. Hay una referencia de la Fundación Jubileo, la Unión Europea, la Embajada de los Estados Unidos y la Iglesia Evangélica(66). Publicó en Página 7 una columna de opinión titulada “Evo, perdiste”(67).

De las fundaciones que tuvieron rol protagónico destacan:

Human Rights Foundation (financiada por gobierno noruego): el 26 de febrero en México vía el Oslo Freedom Forum se llevó a cabo un evento que juntó a la extrema derecha latinoamericana y de otras partes del mundo(68). Promueve activamente la oposición a Cuba y Venezuela por diferentes vías, especialmente a través de conferencias de líderes de derecha.

Fundación Milenio: ha tenido un rol protagónico en la crítica y desmoralización a la política económica del gobierno del MAS. Es un think tank de economía (neoliberal), también financiado por la NED, encargado de elaborar informes anuales sobre el estado de la economía de Bolivia(69). Dichos informes son promocionados por el Center for International Private Enterprise (CIPE, dependiente de la NED)(70) A pesar de estos múltiples vínculos, la fundación se autodefine en su página web como “centro de pensamiento independiente, inspirado en el propósito de modernizar las estructuras nacionales y crear las condiciones propias de una sociedad abierta, democrática, pluralista e integrada en el mundo”. Tiene llegada directa a la prensa hegemónica (El Diario, Página 7, El Deber, Correo del Sur), de modo que la “opinión experta” pasa a alimentar o condicionar la “opinión pública”.

Conclusiones

Estudiar históricamente los golpes de Estado en América Latina es urgente, y sobre todo para Bolivia, país que en el siglo XX fue el que más golpes tuvo y que desde la llegada de Evo había construido continuidad institucional en un país divido racialmente y con fuertes diferencias de clase y género. El golpe a Evo concatena varias experiencias golpistas de finales de siglo XX y lo que va del siglo XXI. El cerco mediático construido con terror en distintos medios nacionales (como en el golpe a Chávez en 2002), la insubordinación policial (como a Correa en 2010), el pedido de fuerzas de extrema derecha de no aceptar una reelección más de Evo y de nuevas elecciones sin él (como en Brasil con Lula), el intento de consumar el golpe de Estado legitimándolo desde la comunidad internacional con el nombramiento de un nuevo Gobierno de facto que se pretende validar por unas futuras nuevas elecciones (como en Honduras, contra Zelaya, en 2009), el eminente golpe con tácticas de terror social (como en las distintas “guarimbas” en Venezuela), la autoproclamación de Áñez (como la de Juan Guaidó en Venezuela) y el respaldo de EE.UU., y posiblemente, el intento de judicialización (el cual comenzó con Fernando Lugo en Paraguay y siguió por varios países de Nuestra América).


NOTAS

55 La Unión de Partidos Latinoamericanos fue creada en 1992, integrada entre otros, por el Partido Conservador de Colombia, el partido Propuesta Republicana (PRO) de Argentina, el Movimiento Demócrata Social de Bolivia, el Partido Conservador de Nicaragua, etc. A su vez, este grupo de partidos forma parte de la Unión Democrática Internacional (UDI), fundada en 1983 por la vanguardia del neoliberalismo, Margaret Thatcher y George H.W. Bush, entre otros.
56 Think tank fundado por conservadores “libertarios” de EE. UU., especializado en promover la creación de organizaciones neoliberales y la formación de jóvenes líderes, particularmente en América Latina y Europa del Este. Entre sus principales “benefactores” se encuentran los hermanos Koch (millonarios, conservadores de derecha).
57 Organismo dedicado a la “defensa de la democracia liberal, la libertad y responsabilidad individual, el respeto a la propiedad privada, la promoción de un gobierno limitado, el impulso a la economía de mercado y la primacía del Estado de Derecho”. La junta honorífica es encabezada por Mario Vargas Llosa. Ver: http://relial.org/.
58 Es uno de los aliados de la RED ATLAS a nivel mundial y es una de las principales redes de formación de liderazgos neoliberales. Ejemplo de evento en Bolivia: https://i2.wp.com/eju.tv/wpcontent/uploads/2015/04/afiche-conferencia-01-682x1024.jpg