Observatorio
de la crisis – obsadmin – 29/03/2023
La clase obrera ha tomado
la batuta. Sabía lo que había que hacer y dirigió la acción:
bloqueó zonas industriales, puertos, centrales nucleares, el
transporte público y de mercancías, aeropuertos, la recogida e
incineración de basuras, paralizó de la enseñanza, bloqueó
autopistas dejando los peajes gratuitos y colocó barricadas en
puntos estratégicos de las ciudades… *
¡Que os jodan!
¡Esclavos del
capital!
¡Siervos de la OTAN!
La clase obrera francesa
nos da, de nuevo, una gran lección de lucha de clases; y para
empezar, nos muestra qué es una huelga general.
Nada que ver con los
patéticos simulacros de huelga convocados por nuestras grandes
centrales sindicales españolas, que no han servido más que para
profundizar el sentimiento de impotencia ante el único resultado
cierto: el descuento en el salario de la jornada no trabajada.
La huelga general y las
movilizaciones populares, ante un ataque general contra la clase
trabajadora, no tienen un final previsto; se lucha hasta la victoria
o hasta que se agotan las fuerzas.
Tras dos meses de
movilizaciones contra el aumento de la edad de jubilación de 62 a 64
años (¡aquí vamos por los 67 y, visto el éxito, el Ministro
Escrivá prepara la privatización de la atención primaria!), su
imposición por Decreto, aplicando la legislación de excepción
prevista en el artículo 49.3 de la Constitución francesa, no ha
hecho sino echar más leña al fuego.
La clase obrera ha tomado
la batuta. Sabía lo que había que hacer y dirigió la acción:
bloqueo de zonas industriales, de puertos, centrales nucleares, del
transporte público y de mercancías, de aeropuertos –con la
incorporación a la huelga de los controladores–, de la recogida e
incineración de basuras, paralización de la enseñanza, bloqueo de
autopistas dejando los peajes gratuitos, barricadas en puntos
estratégicos de las ciudades…
Luchan los trabajadores
de cada sector junto a todos los demás sectores. Así, si bien la
descarga de barcos la impiden los estibadores, también se suman a
esos piquetes, los metalúrgicos, los del sector eléctrico, los
estudiantes, incluso los maestros, etc., Los agricultores llevan sus
productos a los que ocupan las fábricas. Y cuando tras duros
enfrentamientos con los antidisturbios, que no pocas veces dejan más
heridos entre ellos que entre los trabajadores, como en Saint
Nazaire[1], y el piquete es desalojado, la lucha se traslada a
otro frente; por ejemplo, a derribar el pórtico del puente sobre el
Loira, impidiendo así el paso de camiones cisterna por carretera.
El poder obrero se
muestra también de otras formas. Los trabajadores de la energía,
mediante operaciones clandestinas, cortan la electricidad a las sedes
del partido de Macron, a domicilios de sus diputados y de grandes
empresarios, a grandes multinacionales y en especial a firmas de data
center, a radares de carreteras y otros instrumentos de control.
Por el contrario, se provee de electricidad gratuita a hospitales,
escuelas, residencias de mayores, barrios obreros donde se concentran
los sectores más precarizados…etc.
Y la lucha continúa
jusqu´ au bout (hasta el final). Y no son palabras.
Recientemdente, y retomando una de las reglas sagradas de la AIT, se
han puesto en marcha cajas de resistencia que en pocos días han
recogido más de tres millones de euros[2].
La represión, por
supuesto, es durísima. Hay heridos y cientos de personas detenidas
cada día. La brutalidad policial ha sido tan grande que hasta el
Consejo de Europa ha abierto una investigación. Un trabajador de 30
años se debate entre la vida y la muerte tras estallarle en la
cabeza una granada explosiva, mientras la prefectura impidió durante
horas que recibiera atención sanitaria. Pero eso solo añade más
razones al combate.
El objetivo es Macron,
pero no sólo él. Se extiende la conciencia de que es una marioneta
de la UE y de la gran burguesía. Se habla cada vez más de crisis de
régimen y de retomar el Programa del Consejo de la Resistencia de
1945[3], organismo creado en 1943 que coordinó y dirigió la
resistencia contra el fascismo. Este Programa propuso la
nacionalización de todos los sectores estratégicos y de él surgió
la Seguridad Social, con el sistema de pensiones actualmente vigente.
Así mismo, se cuestiona
el gasto militar, se propone la salida de la OTAN y la UE, se
vinculan las sanciones a Rusia con la carestía de la vida…,
llegando a quemar banderas de Ucrania.
Quienes protagonizaron la
primera revolución obrera de la historia, La Comuna de 1871, las
trabajadoras, las tejedoras de Lyon que ya en 1870 redactaron el
primer manifiesto de la historia llamando a los jóvenes a desertar
de la guerra franco-prusiana, o el pueblo que vengó con la
guillotina los crímenes de siglos de monarquía, nos demuestran qué
es una huelga general.
Que no es solo dejar de
trabajar. Es, a partir de ahí, mostrar y sobre todo tomar conciencia
del poder obrero, de ese milagro cotidiano que sale cada día de las
manos de las trabajadoras y los trabajadores para reproducir la vida,
y por lo tanto, de prescindir de esa clase parásita que arruina al
país y nuestras vidas. Es sacar el genio de la botella…
Es esa clase obrera que
superó los límites de las organizaciones sindicales vistiendo con
chalecos amarillos el inmenso y diverso proletariado. La misma que
fue capaz de tumbar la decisión de la cúpula de su principal
sindicato, que pretendía que la votación de la Constitución
Europea no concernía a la clase obrera, obligando a la CGT a pedir
activamente el NO que salió victorioso. Esa clase reanuda el hilo
rojo de la historia.
Su poderosa lucha está
barriendo como un vendaval furioso todos los ríos de tinta vertidos
desde los plumíferos del poder de toda laya o de quienes se instalan
en la derrota, proclamando la desaparición de la clase obrera, la
ruptura generacional o de género, las diferencias insalvables entre
la clase obrera autóctona e inmigrante o la imposibilidad de luchar
contra la todopoderosa represión del Estado en los países centrales
del imperialismo.
La clase obrera francesa,
ocupando el centro neurálgico de la lucha y demostrando su capacidad
de incorporar a otros sectores populares, ha prendido una
importantísima mecha en el polvorín de un capitalismo agónico que
no ofrece a la inmensa mayoría, y sobre todo a la juventud, más que
miseria, guerra y barbarie.
La clase obrera de los
pueblos de Europa tiene ya un camino abierto y un precioso ejemplo a
seguir que debemos difundir como un tesoro. Es preciso que lo que con
tanto ahínco ocultan o tergiversan los medios de comunicación, sea
desvelado, discutido y analizado en asambleas en los centros de
trabajo, en los sindicatos, en los barrios obreros, en la
universidad…
Es necesario comparar lo
que pasa en Francia, con lo que ha sucedido y sucede aquí: con todas
las reformas laborales y las de las pensiones, con los recortes y
privatizaciones de los servicios públicos, con la carestía de la
vida, con los gastos militares impuestos por la OTAN, con los planes
de destrucción masiva de puestos de trabajo…Y sobre todo,
preguntarnos por qué la reacción aquí ha sido tan débil o
prácticamente inexistente, y qué relación tiene con la pérdida de
la independencia de clase.
El tiempo apremia y no
debemos desaprovechar este ejemplo luminoso. Debemos sacudirnos la
impotencia y el sentimiento de derrota y reforzar la organización
obrera desde la base. No pasará mucho tiempo sin que se intenten
aquí nuevos ataques. Y no es muy exagerado decir que en la fuerza
con la que respondamos nos va la vida.
Ciento cincuenta y dos
años después, el rescoldo de la Comuna de París sigue latiendo.
Marx terminaba así su palpitante homenaje y su lapidaria condena a
los agoreros del fin de la historia, en “La guerra civil en
Francia”:
El París de los obreros,
con su Comuna, será eternamente ensalzado como heraldo glorioso de
una nueva sociedad. Sus mártires tienen su santuario en el gran
corazón de la clase obrera. Y a sus exterminadores la historia los
ha clavado ya en una picota eterna, de la que no lograrán redimirlos
todas las preces de su clerigalla.
* Coordinación
de núcleos comunistas
Notas
[1]
https://www.youtube.com/watch?v=KA9iEeVnwqM
[2] Aquí se pueden hacer
los ingresos a la caja de resistencia:
https://www.cgt.fr/actualites/france/retraite/mobilisation-solidarite/caisse-de-solidarite-avec-les-grevistes
[3]
https://fr.wikipedia.org/wiki/Programme_du_Conseil_national_de_l
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