31 mayo, 2023

LA MUERTE DE LA IZQUIERDA ESPAÑOLA — Augusto Márquez

 


MISIÓN VERDAD – 25/05/2022


Desde el inicio de la operación militar especial desarrollada por Rusia en Ucrania, la izquierda española se ha alineado con el relato atlantista que proyecta a Putin como un líder diabólico e imperialista, con una especial adicción a la expansión y la guerra, y a Zelenski como un demócrata que exige solidaridades automáticas bajo un manto de victimización creado a la medida por la propaganda occidental.


Podría pensarse que esta posición es producto de la confusión, de la rápida evolución de los acontecimientos o de un marco de interpretación que en Europa occidental ya estaba cerrado, a favor de la OTAN, desde la incorporación de Crimea a la Federación Rusa en 2014 o incluso desde el inicio del golpe contra Yanukóvich. Pero esta hipótesis pierde encanto a medida que se constata una afiliación voluntaria, decidida, a una narrativa que tiende a invisibilizar los asesinatos, bombardeos, persecuciones y sangrientas torturas que las agrupaciones neonazis amparadas por el gobierno de Zelenski ejecutan contra la población prorrusa, no de ahora, sino desde hace años.


La izquierda española ha hecho suyas todas las etiquetas prefabricadas que designan a Putin de autoritario, imperialista, dictador, reencarnación de los zares, facha, y un largo etcétera. Hay un Putin para cada subgrupo dentro del ecosistema ibérico: para las feministas es un provida, para el sector ilustrado un anticomunista conservador, y para los más sensatos un personaje calculador que, si bien enfrenta a Estados Unidos en el plano geopolítico, tiene "desviaciones autocráticas" preocupantes.


Por ende, era cuestión de trámite que la narrativa antirrusa dominara el espectro político de la izquierda cuando el conflicto en Ucrania subió de tono en febrero. Además, el desinterés por la alarmante situación humanitaria en el Dombás durante los últimos años, la cual no fue motivo de movilización y preocupación para la izquierda española, también favoreció su alineamiento con el pensamiento único marca OTAN.


La lógica más elemental indicaría que la izquierda española debería mostrar una condena unívoca frente a los crímenes ejecutados por milicias neonazis como el Batallón Azov, integradas a las fuerzas militares de Ucrania y que cuentan con el respaldo abierto del gobierno de Zelenski. Haber sufrido 40 años de una dictadura que se encumbró con el apoyo de Hitler y Mussolini en 1939, sobre los cadáveres de los republicanos, debería dar como resultado una oposición firme al gobierno ucraniano, en tanto la ilegalización de partidos políticos, incluyendo el socialista y el comunista, representa un guiño preocupante hacia el franquismo contra el cual luchó la izquierda.


Por extraño que parezca, e intercambiando los roles de una forma absurda, la izquierda española muestra solidaridad con un gobierno que persigue y ataca a sus iguales en Ucrania y, al mismo tiempo, rechaza una operación militar que tiene como centro extirpar grupos neonazis, cuyas redes continentales ven en España un territorio fértil para asentarse en el futuro inmediato, a la luz del ascenso electoral de Vox.


Este atentado contra sí misma refleja no solo desorientación estratégica de la izquierda española sino también la disolución práctica de los únicos dos atributos que le quedaban: la solidaridad de clase (con la población masacrada en el Dombás, con fuerte raigambre obrera e industrial) y la conservación de un pasado heroico de lucha contra el fascismo, hoy traicionado mediante el apoyo acrítico a un gobierno ucraniano claramente conducido por la extrema derecha y armado hasta los dientes por la OTAN y Estados Unidos.


El cuadro de atrofiamiento intelectual y confusión ideológica de la izquierda española ha quedado plasmado en un artículo de Elisa Moros para El Salto. En la pieza afirma, contra el más elemental sentido común, que "Ucrania está lejos de ser un país perfecto o libre de contradicciones pero es (o mejor dicho era, antes de la invasión) preferible a Rusia en todos los aspectos: participación democrática, derechos civiles y políticos, libertad de expresión, etc.".


El infantilismo con el que Moros eleva a Ucrania a un estatus de democracia liberal refleja un espíritu relativista masificado. En línea con Moros, el escritor Santiago Alba Rico, de quien ha bebido Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y otras figuras de la izquierda española, escribió recientemente un artículo donde pone en un mismo plano la guerra en Ucrania y la invasión estadounidense de Afganistán e Irak.


Alba Rico, recordado por su apoyo a la invasión de la OTAN en Libia, aprovecha el conflicto en Ucrania para reforzar su tesis sobre el "imperialismo ruso" y atacar a ciertas voces de la izquierda española que han mantenido una denuncia activa sobre cómo Estados Unidos empujó la guerra en Ucrania hasta sus últimas consecuencias.


En opinión de Alba Rico, la crítica a la OTAN en la izquierda presenta un desbalance con respecto a la que debería haber contra Rusia, obviando olímpicamente que es la OTAN, y no Rusia, quien ejecuta un despliegue de armas ofensivas y tropas terrestres que abarcan toda Europa. En síntesis, para Alba Rico no condenar automáticamente a Rusia por su operación especial en Ucrania forma parte de un negacionismo que solo ve en la OTAN y Estados Unidos la causa de los más importantes conflictos internacionales. ¿No será que esa opinión es tal porque es la verdad que muestran los hechos y la historia?


Esta carga de escepticismo también queda retratada en un artículo de Daria Saburova para el portal de izquierda Viento Sur. Apoyando el suministro de armas a lo que denomina la "resistencia ucraniana", se mostraba sorprendida por "la persistente incapacidad de una buena parte de gente amiga en Francia y en otros lugares para superar una visión del mundo en la que, en última instancia, la potencia responsable de todas las guerras es Estados Unidos y la OTAN".


Justamente este esquema de ideas es el que ha llevado a Pablo Iglesias, ya retirado de la política y desde la comodidad de ser comentarista en medios, a considerar que Putin "desestabiliza a Europa" y que la nueva dinámica geopolítica, marcada por el declive de Estados Unidos y el ascenso de China y Rusia, no debería servir como justificación para blanquear ideológicamente al presidente ruso.


Como es lógico, las ideas influyen en la política hasta determinar su desarrollo práctico. Y aunque Pablo Iglesias ya no está oficialmente en el gobierno español, es una figura que continúa agrupando e influyendo en la izquierda española, al punto de que su decisión, antes de renunciar a su cargo de vicepresidente, de pasar el testigo a Yolanda Díaz, hoy configura las expectativas de toda izquierda para las siguientes elecciones generales.


A nivel de gobierno, la desorientación de la izquierda ha traído como resultado enfrentamientos indirectos entre miembros de la propia coalición de gobierno en torno a dos temas relevantes: el suministro de armas a Ucrania y el discurso de Zelenski ante el Congreso de los Diputados.


Recientemente, en relación a la política de suministro de material bélico, Yolanda Díaz salió en su defensa apelando a la "legítima defensa del pueblo ucraniano", mientras que Ione Belarra, del entorno de Pablo Iglesias, secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, mostró su rechazo, mientras firmaba una declaración abstracta de paz, carente de propuestas prácticas, con Jeremy Corbin, Yanis Varoufakis y Noam Chomsky.


Previamente, durante el discurso de Zelenski ante el Congreso a principios de abril, algunos diputados de izquierda se negaron a aplaudirlo, lo que dio paso a intrigas dentro del espectro político y sus diversas corrientes. Albert Botran, diputado de la CUP que no aplaudió a Zelenski, justificó su acción en un artículo publicado en elDiario.es, donde responsabiliza a las potencias occidentales de haber contribuido a la guerra en Ucrania y también condena cómo los gobiernos de Kiev han ilegalizado partidos políticos, amparado masacres como la de la Casa Sindical de Odesa, entre otras acciones que desdibujan el relato de victimización de Zelenski.


Sin embargo, que aplaudir o no a Zelenski se convierta en una cuestión de debate estratégico en la izquierda, dice bastante de cómo el estado de consciencia de la izquierda española se ha ido deteriorado por exceso de mediatización, "tertulia" y una lógica enfermiza donde lo políticamente correcto lo permea todo.


En resumen, estas discrepancias o desacuerdos expresan dos caras de una misma desorientación general, en la cual el envío de armas bajo el supuesto de estar apoyando a una "resistencia" capitaneada por neonazis choca con un pacifismo estéril que condena la acción de Rusia para no quedarse en esa visión sesgada de acusar a Estados Unidos de los males del mundo, aunque sea cierto.


La mezcla de relativismo, escepticismo y vocación a lo políticamente correcto prefiguran un cóctel destructivo para la izquierda española, que ha cambiado sus propios códigos de clase, solidaridad internacional y lucha contra el fascismo por el automatismo ideológico de la propaganda occidental.



30 mayo, 2023

A la chita callando...

 


«El campo [de concentración] no está protegido únicamente por sus alambradas. Está a resguardo, cuando existe, detrás de la incredulidad de sus contemporáneos».

Leo Scheer


MIENTRAS SUENAN LOS CAÑONES… DISPARAN CONTRA LA SOBERANÍA

Informe completo en el siguiente enlace (pdf):

MIENTRAS-SUENAN-LOS-CANONES-mayo-2023.pdf (insurgente.org)


Mientras suenan los cañones, y estamos entretenidos contando muertos, mientras la izquierda de la izquierda, siente gran preocupación por la pérfida OTAN, mientras se dirime sobre Ucrania, a la chita callando se está llevando a cabo una operación de alcance mundial infinitamente más peligrosa que la OTAN. Se trata de acuerdos jurídicos internacionales que se están tramitando actualmente en la Organización Mundial de la Salud: un nuevo tratado sobre pandemias y las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional de 2005.


Dichos acuerdos, de prosperar su implantación, dotarían a la OMS de facultades para imponer a los ciudadanos de todo el mundo y a sus respectivos gobiernos directrices jurídicamente vinculantes, que irían desde la anulación de los procesos nacionales de aprobación de la seguridad de las vacunas, terapias genéticas, medicamentos y diagnósticos, a imponer cuarentenas nacionales, regionales y mundiales que impidan viajar a los ciudadanos y obliguen a someterse a exámenes y tratamientos médicos, así como distribuir obligatoriamente los medicamentos que la OMS designe. Y un sistema mundial de "certificados sanitarios" preferentemente digitales, equivalentes a un sistema de biovigilancia para la población mundial.


Para imponer cualquiera de estos amplios poderes, no sería necesario que se produjera una emergencia sanitaria "real" en la que la población sufriera daños cuantificables, sino que bastaría con que el Director General de la OMS, actuando a su discreción –es decir, según mandato de las grandes corporaciones químico farmacéuticas–, decidiera la existencia de una "posibilidad" de que se produjera tal emergencia.



28 mayo, 2023

Las bases militares del imperialismo estadounidense

 


LA HAINE - Gilberto López y Rivas – 28/05/2023


EEUU maneja los únicos instrumentos importantes de coerción a escala mundial, siendo sobresaliente su actuación como Estado policiaco global.


Para quienes consideran que los términos de imperialismo y colonialismo están pasados de moda, demodé, y prefieren utilizar eufemismos como globalización neoliberal o nuevo orden mundial, y refieren despectivamente a una ideologización de la ciencia social basada en un marxismo superado por las realidades del siglo XXI, la organización 'World Beyond War' ha puesto generosamente a disposición de periodistas, activistas, investigadores y lectores individuales una nueva herramienta en línea que permite observar la ubicación en el globo terráqueo de las 867 bases de EEUU, fuera de su territorio.


La herramienta proporciona una descripción de cada una, fecha de apertura, número de personal, áreas ocupadas y tipos de gobierno (https://worldbeyondwar.org/no-bases), proporcionando un video tutorial sobre este material de investigación (https://youtube.com/watch?v=ZV1OgJYqa1U).


Siguiendo las recomendaciones del sociólogo Wrigth Mills, de que había que crear un órgano de inteligencia público que investigara las estructuras del poder y desafiara las élites económicas, políticas y militares, el propósito de esta encomiable organización es ayudar a comprender el inmenso problema de la preparación excesiva para la guerra, que inevitablemente conduce a la intimidación, la intromisión, las amenazas, la escalada y la atrocidad masiva. 'World Beyond War' espera llamar la atención sobre el problema más amplio de los preparativos para la guerra.


Se afirma que EEUU es el único Estado que mantiene esta red masiva de instalaciones militares extranjeras en todo el mundo, por lo que se interroga: ¿cómo se creó esto y cómo continúa? Algunas de estas instalaciones se encuentran en extensiones territoriales consideradas botines de guerra, aunque la mayoría se mantienen a partir de la colaboración con gobiernos, muchos de ellos brutales y opresores que se benefician de la presencia de las bases.


Indudablemente, esto ha ocasionado desplazamientos de población dedicada a la agricultura y otras actividades productivas, provocando altos niveles y tipos de contaminación de los sistemas de aguas locales, hábitat y atmósfera, y, en consecuencia, ha dado lugar al surgimiento de movimientos de resistencia contra esta ocupación neocolonial del territorio.


Argumenta esta organización que las bases foráneas estadounidenses aumentan a menudo las tensiones geopolíticas, apoyan a regímenes autoritarios y antidemocráticos, sirviendo, además, como plataformas para emprender guerras neocoloniales como las de Irak, Afganistán, Yemen, Somalia y Libia.


Señalan que, en todo el espectro político de EEUU, e incluso dentro de las fuerzas armadas, se reconoce cada vez más que muchas bases en el extranjero deberían haberse cerrado hace décadas, y expresan que esto se de­be a la inercia burocrática y los intereses políticos equivocados que las han mantenido abiertas, estimándose que el costo anual para los contribuyentes estadounidenses por mantener este enorme aparato militar oscila entre 100 y 250 mil millones de dólares.


La permanencia de las bases militares obedece también al papel que juegan en la reproducción y salvaguarda del sistema capitalista en su conjunto, y, en particular, de los vastos intereses económicos y geopolíticos de EEUU para conservarse como la principal potencia imperialista planetaria.


En esta dirección es importante tomar en cuenta los análisis del colega William I. Robinson, en cuanto que el Estado estadounidense maneja los únicos instrumentos importantes de coerción a escala mundial, siendo sobresaliente su aportación del concepto de Estado policíaco global para identificar más ampliamente el carácter emergente de una economía y una sociedad globales, como una totalidad represiva, cuya lógica es tanto cultural y económica, como política, y, ampliaría, militar.


Refiere que el Estado policiaco global comprende tres factores interrelacionados: en primer término, tenemos el sistema cada vez más omnipresente de control social, represión y guerra promovido por los grupos gobernantes para contener la rebelión real o potencial de la clase trabajadora global y la humanidad considerada sobrante.


En segundo lugar, se ubica el desarrollo y la aplicación, cada vez mayor, de este sistema represivo como medio para asegurar los beneficios y la continuidad de la acumulación de capital, de cara a su estancamiento, a través de lo que Robinson denomina acumulación militarizada y/o acumulación represiva (y añadiría, delincuencial).


En tercer lugar, señala la tendencia hacia sistemas políticos que pueden ser caracterizados como el fascismo del siglo XXI o, en un sentido más amplio, como totalitarismo. Paralelamente, una cultura neofascista se impone por medio del militarismo, la misoginia y masculinización extrema, junto con el racismo.


La Jornada



26 mayo, 2023

Sergei Lavrov: "Tenemos que dar una respuesta firme y coherente a la guerra que nos han declarado"

 


Estados Unidos espera poder arrebatar la victoria de las fauces de su derrota en UcraniaM. K. Bhadrakumar


INDIAN PUNCHLINE – 26/05/2023

   Traducción del inglés: Arrezafe


La declaración de 2700 palabras de los líderes del G7 sobre Ucrania, emitida tras la cumbre en Hiroshima, pasa por alto la cuestión candente de hoy: la llamada contraofensiva contra las fuerzas rusas.


Se trata de un silencio ensordecedor, ya que corren rumores sobre la desaparición del comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas. Resulta significativo que el propio presidente Vladimir Zelensky se ausente de Kiev para recorrer diversas capitales del mundo: Helsinki, La Haya, Roma, el Vaticano, Berlín, París, Londres, Jeddah e Hiroshima. Parece ser que "algo huele a podrido en el Estado de Dinamarca"(1).


Al término de la cumbre del G7, el jefe de la compañía militar privada Wagner, Yevgeny Prigozhin, anunció el sábado que la operación rusa destinada a capturar el estratégico nudo de comunicaciones de Bajmut, en la región de Donbass, en el este de Ucrania, que duró 224 días, había concluido con éxito, venciendo la resistencia de más de 80.000 soldados ucranianos.


Momento doloroso para Zelensky, que el pasado diciembre se había jactado ante los legisladores estadounidenses en el Capitolio de que "al igual que la batalla de Saratoga (acontecida en 1777 durante la Guerra Revolucionaria estadounidense), la lucha por Bajmut cambiará el curso de nuestra guerra por la independencia y por la libertad".


Mientras tanto, para distraer la atención, ahora se habla de un sutil cambio en la política estadounidense respecto al suministro, en un futuro indeterminado, de aviones de combate F-16 a Ucrania. Sin embargo, nadie puede saber qué aspecto tendrá realmente el Estado ucraniano cuando dichos aviones lleguen. Como era de esperar, la Administración Biden aún parece indecisa. El F-16 es un artículo de exportación de moda; ¿qué pasaría si los rusos los hicieran saltar por los aires con sus armas de alta tecnología echando por tierra su fama?


Los rusos parecen haber llegado a la conclusión de que nada que no sea una victoria total hará que estadounidenses y británicos comprendan que Moscú va en serio en cuanto a los tres objetivos, no negociables, de la Operación Militar Especial: la seguridad y protección de la comunidad étnica rusa, su derecho a vivir dignamente en paz en los nuevos territorios; la desmilitarización y desnazificación de Ucrania; y una Ucrania neutral, soberana e independiente que, liberada de las garras estadounidenses, deje de ser un vecino hostil.


No cabe duda que los niveles sin precedentes de hostilidad estadounidense hacia Rusia no han hecho sino endurecer la determinación de Moscú. Si la alianza anglosajona persiste en la escalada, la campaña rusa bien podría ampliarse a toda la región al este del río Dniéper. Los rusos están en esta guerra a largo plazo y la pelota está en el tejado estadounidense.


Me viene a la mente un discurso pronunciado el pasado mes de julio por el presidente Vladimir Putin al dirigirse a la Duma. Dijo:


"Hoy sabemos que quieren derrotarnos en el campo de batalla. Bien, ¿qué puedo decir? Que lo intenten. Ya hemos oído hablar demasiado de que Occidente quiere combatirnos ‘hasta el último ucraniano’. Esto supone una tragedia para el pueblo ucraniano, pero parece ser que ese es el rumbo de los acontecimientos. No obstante, todo el mundo ha de saber que, en general, aún no nos hemos empleado a fondo".


Pues bien, la operación rusa ha empezado por fin "a fondo". La idea que subyace tras el retraso es inequívoca. Putin subrayó en su discurso que Occidente debe saber que cuanto más se prolongue la Operación Militar Especial, "más difícil les resultará negociar con nosotros".


Por lo tanto, la principal cuestión recae sobre la contraofensiva ucraniana. Desde el punto de vista militar, las fuerzas rusas gozan de una superioridad abrumadora en todos los sentidos. Incluso si el núcleo duro de las fuerzas ucranianas entrenadas en Occidente, que cuenta con unos 30-35.000 soldados, lograra algún "avance" en la línea del frente de 950 kilómetros, ¿qué ocurrirá después? No se equivoquen, se producirá un contraataque ruso masivo y los soldados ucranianos acabarán cayendo en una trampa de fuego, sufriendo decenas de miles de bajas. ¿Qué habría conseguido el eje anglosajón?


Además, agotado por completo el ejército ucraniano, no habrá nada que impida a las fuerzas rusas avanzar hacia Kharkov y Odessa. Y aquí reside la paradoja. A partir de ese momento, los rusos no tendrán con interlocutor con quién dialogar.


Del comportamiento estadounidense en el pasado, ya sea en Vietnam, Afganistán o Irak y Siria, podemos deducir que Washington no hará nada. El conocido estratega estadounidense, coronel (retirado) Douglas MacGreggor, no podría haber expresado mejor la situación cuando a principios de esta semana dijo:


"Puedo anticiparles que Washington no va a hacer nada. Y siempre lo he advertido… nosotros (Estados Unidos) no somos una potencia continental, no somos una potencia terrestre en ningún lugar, salvo en nuestro propio Hemisferio. Somos principalmente una potencia aérea y marítima, como lo fue Gran Bretaña. ¿Y eso qué significa? Que cuando las cosas nos van mal, navegamos, volamos de vuelta a casa… Eso es lo que hacemos siempre. Al final, nos vamos. Y creo que es eso lo está en la agenda ahora".


El silencio sepulcral del G7 sobre la contraofensiva ucraniana es comprensible. La declaración del G7 debe yuxtaponerse a un informe aparecido en Politico en vísperas de la cumbre de Hiroshima que, citando a altos funcionarios estadounidenses, elaboraba un audaz plan para transformar la guerra de Ucrania en un "conflicto congelado", por analogía con la península de Corea o Cachemira.


Un funcionario del Pentágono declaró a dicho diario que los recientes paquetes de ayuda militar a Ucrania reflejan el "cambio hacia una estrategia a más largo plazo" de la administración Biden. Según se informa, los funcionarios estadounidenses ya están hablando con Kiev sobre la naturaleza de su relación futura.


Principalmente, si la candidatura de Ucrania a la OTAN se estanca, las garantías occidentales podrían ir desde un acuerdo de defensa mutua, al estilo del Artículo 5 de la OTAN, hasta acuerdos para el suministro de armas a Ucrania al estilo de Israel, de modo que "el conflicto acabe situado en algún punto intermedio entre una guerra activa y un enfrentamiento frío".


De hecho, la declaración del G7 empezó conceptualizando la "europeización" de Ucrania mediante reformas tales como: una economía de mercado impulsada por el sector privado y las instituciones financieras occidentales, y el fortalecimiento en el plano militar de la capacidad disuasoria de Kiev frente a Rusia.


Resulta sorprendente que, apenas desentrañada una narrativa errónea, la que propugna la derrota militar de Rusia en Ucrania y el derrocamiento de Putin, ya se está enarbolando otra narrativa, ahora basada en la cándida noción de que Rusia simplemente contemplará pasiva cómo Estados Unidos integra a Ucrania en el sistema de alianzas occidentales, originando una herida abierta y supurante en las fronteras occidentales de Rusia, herida que drenará sus recursos durante décadas y complicará las relaciones con sus vecinos.


Sin embargo, la respuesta del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, a la cumbre del G7 confirma que Moscú no caerá en la trampa de un "conflicto congelado". Lavrov manifestó:


"¿Podrían echar un vistazo a las decisiones que se están debatiendo y adoptando en la cumbre del G7, en Hiroshima, y que tienen como objetivo la doble contención de Rusia y la República Popular China?


Dicho objetivo, que se enunció en voz alta y con franqueza, es el derrotar a Rusia en el campo de batalla para, sin detenerse en ello, eliminarla después como rival geopolítico, por así decirlo, junto a cualquier otro país que reclame un lugar independiente en el mundo".


Lavrov señaló también que la comunidad de expertos de los países occidentales está planteándose abiertamente propiciar escenarios encaminados al desmembramiento de Rusia, y que "no ocultan que la existencia de una Rusia independiente es incompatible con el objetivo de dominación global de Occidente". El ministro añadió: "Tenemos que dar una respuesta firme y coherente a la guerra que nos han declarado".


Sin embargo, no es que todos los estadounidenses sean incapaces de ver la guerra a través de los ojos de Rusia. Lean aquí una carta pidiendo un poco de cordura a Washington, escrita por un grupo de distinguidos ex diplomáticos y militares estadounidenses asociados a la Eisenhower Media Network (Red Mediática Eisenhower). Por cierto, pagaron para su publicación en el New York Times, pero el resto de los medios del establishment prefirieron ignorarla.


(1) "Algo huele a podrido en Dinamarca", frase pronunciada por Marcelo en Hamlet, famosa obra dramática de William Shakespeare.



23 mayo, 2023

El F-16 a Ucrania y las cataratas del Niágara a Katmandú

 

MiG-29


'b' en Moon of Alabama – 23/05/2023

   Traducción del inglés: Arrezafe


Hasta donde yo se, la Fuerza Aérea de Ucrania ha tenido que usar tácticas de guerrilla en los aeródromos para ocultar sus actividades a los rusos y evitar ataques de drones y aéreos, la destrucción de aviones y las pistas de aterrizaje. Los aviones de fabricación soviética se adaptan de maravilla a estas tácticas.


Por ejemplo, el MiG-29 "Fulcrum" utiliza cubiertas automáticas en sus toberas de aire para evitar la entrada de desechos u objetos extraños. Las toberas se cierran para el arranque inicial, mientras que las rejillas, ubicadas en la parte superior del ala, se abren para proporcionar una entrada de aire alternativa a los motores a reacción. Al despegar, una vez que el indicador de peso ubicado en el tren de morro detecta el despegue, las persianas se cierran y las cubiertas en la entrada principal se retraen, lo que permite un flujo de aire máximo a los motores una vez superado el riesgo. Este ingenioso diseño permite que el MiG-29 "Fulcrum" opere, no sólo en pistas deterioradas o incluso en carreteras, sino incluso en campos de hierba. El ala y su distancia del suelo evitan que pequeñas piedras y restos sean absorbidos por los delicados motores.


No puedo enfatizar lo peligrosos que pueden llegar a ser para las aeronaves estos diminutos intrusos. Una sola roca, perno, tuerca o restos menores en la pista pueden tener un efecto catastrófico en un moderno motor a reacción de alto rendimiento. Es posible que el daño ni siquiera suceda de inmediato, puede ocurrir que, tras el despegue, el vuelo empeore progresivamente a medida que las palas dañadas o desequilibradas, comiencen a autodestruir partes internas del motor. Pero, incluso si un MiG-29 pierde un motor, ya sea debido al descuido de un perno o herramienta por parte de un mecánico, o a la absorción de un pájaro durante el vuelo o el despegue, el MiG TIENE DOS MOTORES aislados en compartimentos separados, por lo que podrá seguir funcionando con el otro.


El F-16, por el contrario, definitivamente no es adecuado para este tipo de aeródromo. La parte inferior del labio de su tobera se encuentra aproximadamente a 76 cms y carece de alimentación alternativa. Además, todo el flujo de succión de ese aire proviene de los lados, del frente y del suelo, ya que no se puede ingerir aire desde arriba del motor (alojado en el fuselaje). Sin protección ni tomas de aires alternativas, el F-16 requiere medidas de control rígidas e inflexibles, desde el arranque del motor hasta la exhaustiva limpieza de la pista de rodaje.


F-16


Para las USAF, esto significa un gran número de personal escudriñando el pavimento, la longitud de sus brazos, dos o tres veces al día en busca de cualquier mínimo objeto que pudiera ser ingerido por la multimillonaria aspiradora de UN solo motor. Una procesión casi constante de barrenderos recorre de arriba a abajo la calle de rodaje y la pista. Todo tiene que estar impecable para no arriesgar el avión, o peor aún, los pilotos.


F-16


Imagínense qué preparación se necesitaría para completar este proceso en una pista de 3 Kms de largo, en la oscuridad, tratando de ser lo más discreto posible para no llamar la atención de colaboradores o espías rusos. No podrías trasladarte de una pista a otra o despegar desde aeródromos deteriorados, como puede hacerlo la Fuerza Aérea de Ucrania con los MiG-29, estarías muy limitado. Imagínense un aeródromo soviético en desuso al que de repente le arrancaron los hierbajos de las grietas del hormigón, parcheado hasta dejar la pista impecable. ¿Qué señal envía eso? "Ummm... los F-16 podrían estar operando aquí".


A lo ya expuesto hay que añadir que los sistemas de mantenimiento de los aviones estadounidenses y de los rusos son diferentes. El ruso simplemente reemplaza las piezas por otras de fábrica, el estadounidense intenta repararlos localmente:


El MiG-29 requiere un promedio de 11 horas de mantenimiento por cada hora de vuelo. ¿El F-16? 18,5 horas de mantenimiento por cada hora de vuelo. Esto contando con tripulaciones experimentadas.


Con el F-16, Ucrania necesitará un número suficiente de personal de mantenimiento competente cuyo entrenamiento probablemente tomará más tiempo que el de los pilotos.


Muchos mecánicos en Europa y EEUU están felices de prestar sus servicios a la UAF como miembros de la "Legión Internacional" o la versión moderna de los "Tigres Voladores". Bueno, pues buena suerte trabajando en el mantenimiento de esos F-16 que pronto llegarán a los pocos aeródromos ucranianos disponibles y bastante vulnerables.


Las defensas aéreas rusas, desde tierra y desde el aire, ciertamente pueden suprimir cualquier F-16 que se les acerque. Por lo tanto, la única misión sensata de esos aviones es la de lanzar misiles de largo alcance, como los de crucero británicos Storm Shadow entregados a Ucrania. Es fácil entrenarse para ello, pero dudo que suponga una cambio significativo en el campo de batalla.



¿Cómo puede despegar el Mig-29 con sus tomas de aire cerradas?





Las tomas de aire están cerradas mediante flaps, lo que les permite despegar en rudimentarias pistas sin temor a absorber piedras y suciedad en los motores. Dos entradas auxiliares en la parte superior de las alas evita que objetos extraños sean succionados del suelo.





22 mayo, 2023

"White Christmas": La caída de Saigón / La caída de Kabul / La caída de Bakhmut...

 

Para la evacuación, la Embajada de los Estados Unidos en Saigón distribuyó un folleto de 15 páginas llamado SAFE (instrucciones estándar y consejos para civiles en casos de emergencia). En dicho folleto, un mapa indicaba las zonas de reunión donde los helicópteros podrían aterrizar para recoger a las personas. Una de las páginas decía:

Tenga en cuenta la señal de evacuación. No revelar a personal ajeno. Cuando se ordene la evacuación, se emitirá el código por la Radio de las Fuerzas Armadas. El código es: "La temperatura en Saigón es de 105 grados y sigue aumentando", seguido de la interpretación de "I'm Dreaming of a White Christmas". (fuente: ACA)












21 mayo, 2023

CONTAMINANTE INMUNDICIA MEDIÁTICA

 


Adventures In NATOstan: Sparks Flying In Ibiza, Locked Down Bilderberg In Lisbon – Pepe Escobar

 


Kolozeg.Org – 21/05/2023


With G7 “leadership” mired in a sticky swamp of intellectual shallowness, predictably the only agenda in colonized Japan was more sanctions on Russia.


Let’s start with a graphic depiction of where the Global North and the Global South really stand.


1. Xian, former imperial capital, and key hub of the Ancient Silk Roads: Xi Jinping hosts the China-Central Asia summit, attended by all Heartland "stans" (Kazakhstan, Uzbekistan, Kyrgzystan, Tajikistan, Turkmenistan).


The final statement stresses economic cooperation and "a resolute stand" against Hegemon-concocted color revolutions. That expands what the Shanghai Cooperation Organization (SCO) and the Belt and Road Initiative (BRI) are already implementing. In practice, the summit seals that the Russia-China strategic partnership will be protecting the Heartland.


2. Kazan: the Russia-Islamic World forum unites not only religious leaders but top businessmen of no less than 85 nations. Multipolar Russia proceeded in parallel to the Arab League Summit in Jeddah, which welcomed back Syria to the "Arab family". Arab nations unanimously pledged to end "foreign interference" for good.


3. Hiroshima: the ever-shrinking G7, actually G9 (adding two unelected EU bureaucrats), imposes a single agenda of more sanctions on Russia; more weapons to black void Ukraine; and more lecturing of China.


4. Lisbon: the annual Bilderberg meeting – a NATO/Atlanticist fest – takes place in a not so secret hotel completely locked down. Top item in the agenda; war – hybrid and otherwise – on the "RICs" in BRICS (Russia, India, China).


I could have been in Xian, or most likely Kazan. Instead, honoring a previous commitment, I was in Ibiza, and then scraped the idea of flying to Lisbon as a waste of time. Allow me to share with you the reason why: call it a little tale from the Baleares, breaking the trademark pledge that what happens in swinging, sweaty deep house Ibiza stays in Ibiza.


I was a guest at a top business gathering – mostly Spanish but also featuring Portuguese, Germans, Brits and Scandinavians: ultra high-level executives – in real estate, asset management, investment banking. Our panel was titled "Global Geopolitical Shifts and Their Consequences". Before the panel, participants were invited to vote on what worried them most when it comes to the future of their business. Number one was inflation and interest rates. Number two was geopolitics. That prefigured a very lively debate ahead.


When a EU hagiographer goes berserk


Little did I – and the audience – know that would turn into a wild ride. The first presentation came from the director of a "Center for European Politics" in Copenhagen. She bills herself as a political science professor, and is an adviser to EU Chief Gardener Borrell.


Well, I adopted a Cheshire cat stance after the tsunami of clichés spewed out about "European values" and evil Russkies, as well as her being "frightened" by the future of Europe. At least immediate relief was provided by the impeccably diplomatic Lanxin Xiang, an adorable character, always with a cheerful smile on his face, and one of the very few leading experts on China who actually knows what he’s talking about, in fluent English.


Lanxin Xiang, among other accomplishments, is Emeritus Professor of the Graduate Institute of International and Development Studies in Geneva; director of the Institute of Security Policy at the China National Institute for SCO International Exchange; and executive director of the Washington Foundation for European Studies. This is a column I wrote about him and his work, published in October 2020.


Professor Xiang offered a masterly exposition on the American obsession to fabricate a "Taiwan problem" and how Europe, already squeezed by the U.S. proxy war against Russia, must be very careful when it comes to lecturing China.


When it was my turn, I went for the kill, dismissing all those EU press release platitudes as absolute nonsense, and stressing how Europe is already being eaten alive by the proverbial "American interests". As briefly as possible I explained the whole geopolitical background of the war in Ukraine.


Well, this was all delivered to top business people who consume The Economist, Financial Times and Bloomberg as their prime sources of information. Their reaction would speak volumes.


Predictably, the EU-paid bureaucrat completely freaked out, and shrieking with outrage, went full pre-ordained script, from threatening to abandon the stage to accusing me of being "paid by the Kremlin". I asked her, point blank, to "contradict me, with facts". No facts were provided. Just fear and bewilderment, mixed with intimations of cancel culture.


To his great merit the vastly experienced moderator, Struan Robertson from Bank of America Merrill Lynch, kept things civil, giving more time for Lanxin Xiang to explain the Chinese mindset and opening the floor for a sequence of very good questions.


In the end, the audience loved it. Many came to personally thank me for information they will never have access to in El Pais, Le Monde or The Economist. A minority in the room was simply stunned – but our debate at least must have left them musing over a lot of preconceived notions.


It’s the total merit of the key organizers, Jose Maria Pons and head of the program Cristina Garcia-Peri, to host such a debate in fabulous Ibiza, in Spain, prime NATOstan territory. In the current situation, this would be absolutely impossible in France or Germany, not to mention Scandinavia or those demented Baltics.


There’s no way to counter-act the fabricated narratives parroted by EU-paid hacks and bureaucrats except for ridiculing them – in their faces. They become livid and barely manage to stutter when their lies are exposed. For instance, one of the questions from the floor, by a top of the line German businessman, enumerated a litany of dark facts about Ukrainian "democracy" that are absolutely verbotten by EUrocracy.


The G-Less Than Zero freaks out


What happened in Ibiza dovetails with what happened in U.S.-nuclear bombed Hiroshima – Hegemons don’t do apologies – and in that locked down Lisbon hotel.


With the G7 "leadership" mired in a sticky swamp of intellectual shallowness, predictably the only agenda in colonized Japan was more sanctions on Russia – imposed over third countries and on companies in the energy and military-industrial sectors; more weapons to the Ukrainian black void; and a ridiculous counter-productive new obsession of piling up on China "containment" for alleged "economic coercion."


In the photo ops, by the way, it’s not a shrinking G7 that shows up: but a warmongering G9, artificially augmented by that pathetic couple of unelected EUrocrats, Charles Michel and Pustula von der Lugen.


As far as the real Global Majority – or Global South – is concerned, this looks more like a G-Less Than Zero. The more the senseless, illegal Sanctions Wars are "expanded", the more the absolute majority of the Global South moves away from the collective West, diplomatically, geopolitically and geoeconomically.


And that’s why the top Bilderberg agenda at the hijacked Lisbon hotel was to revamp NATO/Atlanticist coordination in a war – hybrid and otherwise – against the driving force in BRICS; the RICs (Russia, India, China).


There were other items on the menu – from AI to the acute banking crisis, from "energy transition" to "fiscal challenges", not to mention proverbial "U.S. leadership".


But when you get in the same room people like NATO’s Stoltenberg; director of U.S. intel Avril Haines; senior director for Strategic Planning at the National Security Council Thomas Wright; Goldman Sachs president John Waldron; Chief Gardener Borrell (whose minion was in Ibiza); vice chair of Brookfield Asset Management, Mark Carney (one of their executives also in Ibiza); Supreme Allied Commander Europe, Christopher Cavoli; and Canadian Deputy Prime Minister Chrystia Freeland, among other Atlanticist shills, the plot is self-evident:


It’s war on the multipolar world. At least we can dance it away in Ibiza.