21 marzo, 2023

"PODER Y CAPITALISMO EN EL MARCO GLOBAL" — Daniel Seixo & Julio Cesar Gambina

 








El país más odioso del mundo — Luis Britto García

 


Solicitar visa para aquel país es conocerlo antes de pisarlo. Piden pasaporte vigente, balance financiero, constancia de trabajo, certificado de que se está de vacaciones durante la estadía, árbol genealógico, pasaje de regreso, mil y pico de divisas por día de estadía, certificación de que no se proyecta matar al Presidente, juramento de que no se ingresa para ejercer la prostitución, compromiso de que no se trabajará ni se ejercerán actividades remunerativas, certificado de salud con renuncia previa a solicitar tratamiento médico. Tantas barreras cierran el paso a los inmigrantes que necesitan para hacer funcionar su economía, la mutua tirria les impide tener más descendientes, quedan convertidos en el desierto más prohibido del planeta.


Luis Britto García - Maraña



20 marzo, 2023

La noción de nación — Luis Casado

 



La Pluma – 18/03/2023

   Aportado por PRAꓘTIKA


Si no se puede debatir… ¿dónde queda la soberanía? Si los ciudadanos no tienen ni siquiera el derecho a opinar sobre cuestiones que les atañen directamente, como sus leyes –comenzando por la primera: la Constitución– ¿dónde queda la noción de nación? Si no es posible definir más prioridades ni objetivos que un alto nivel de lucro para los capitales extranjeros acompañado de una ridícula tasa de impuestos… ¿de qué sirve votar?


Las creencias colectivas se disipan, pierden fuerza, cuentan menos o simplemente ya no cuentan. ¿Quién le cree a los partidos políticos (no digo corruptos porque sería un pleonasmo) por ejemplo? ¿O bien a la Iglesia refugio de pedófilos? ¿Quién se identifica aún con su propio país cuando hay quienes los venden a precio de outlet? Luis Casado reflexiona sobre el tema, sin usar pinzas ni metáforas… No es el caso de alegrarse, como hacía Lucrecio…


Suave mari magno turbantibus aequota ventis aequora spectare e terra magnum laborem alterius

(Es agradable, cuando los vientos atormentan las olas sobre el vasto mar, contemplar los sufrimientos del prójimo desde lo alto de un promontorio… Lucrecio. De Natura Rerum, II, v.1 a 33)


Entre las herramientas que aprendí a usar de niño se cuenta una irremplazable: el diccionario. Más tarde supe que las prácticas lugareñas hacen de cualquier palabra un enredo polisémico de mucho cuidado. Así, una “guagua” es un niño o niña lactante en Chile, mientras que en Cuba o en el archipiélago Canario se trata de un autobús de esos que en Chile llamamos “micro”. Lo que nuestros vecinos argentinos llaman “curda”, en España es “estar en pedo” y en Chile una “tranca”, que la RAE define como Palo grueso que se pone para mayor seguridad, a manera de puntal o atravesado detrás de una puerta o ventana cerrada.


Peor aún, una misma cosa es designada de distintos modos y la comprensión se hace difícil. Ejemplo entre otros: para los cubanos la papaya no es la fruta que uno piensa. Uno cree que domina el idioma pero vuelve al diccionario para eliminar dudas, precisar un significado o aprender nuevas palabras. Inconveniente: a veces el propio diccionario te induce en error, te confunde, te conduce a callejones sin salida.


Consulté el diccionario de la RAE para examinar la noción de "nación" y mira lo que encontré: la palabra recibe tres acepciones,


1. f. Conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo Gobierno.

2. f. Territorio de una nación.

3. f. Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común.


Irlanda, una nación, tiene tres gobiernos: uno en Dublin, otro en Belfast y un tercero en Londres. La antigua Yugoslavia -un país- ahora está separada en no menos de doce “países” con otros tantos gobiernos, incluyendo uno creado a bombazos por EEUU y la OTAN. Escocia busca su independencia de Gran Bretaña y mientras tanto está regida por un gobierno en Londres y otro en Edimburgo.


Luego, que la nación sea definida como el "territorio de una nación" es algo así como una recursión: la definición de una palabra con la misma palabra. El pan es el pan…


En cuanto al conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común… ¿cómo no pensar en países que albergan habitantes disímiles en idioma, cultura, territorio, tradiciones, costumbres, gastronomía, características antropológicas, color de piel, religión, etc.? Francia, es un buen ejemplo. O Bélgica. O España, para no mencionar la India o aún China y Rusia. O bien Chile, en cuyo territorio aún encontramos aymarás, quechuas, diaguitas, mapuches, onas, alacalufes y aun otros pueblos a pesar de los denodados esfuerzos de los conquistadores y de sus indignos sucesores por liquidarlos a todos.


Exit pues la RAE y sus definiciones. De ahí que haya echado mano a un concepto del economista e investigador francés Frédéric Lordon. Helo aquí:


"La deliberación democrática tiene su lugar más favorable en la circunscripción de lo que llamamos una nación. Sabiendo que por nación, si somos capaces de un poco de espíritu de abstracción, no hay que entender el dato del contorno de las actuales naciones, sino la nación, definida como el espacio de realización del principio de soberanía."


No digo que esta definición facilite el curro: la Unión Europea, por ejemplo, y los países que la conforman, tendrían muchas dificultades para demostrar que constituye, o constituyen, el espacio de realización del principio de soberanía.


Ese ectoplasma llamado Ursula von der Layen, por ejemplo, no fue elegida por nadie, y mangonea como si se tratase de la encarnación del sufragio popular. Lo mismo se puede decir de ese payaso-sicario llamado Josep Borrell, un mutante que pasó del ala izquierda del PSOE a guardián de la herencia neofascista europea. Franco debe bailar muiñeira en su tumba.


Agrégale que Europa no es sino un Protectorado de los EEUU y ya la tenemos liada. No lo digo yo, lo dijo Charles de Gaulle cuando denunciaba, en su calidad de presidente de Francia, ese ministerio de colonias llamado OTAN. Mon Général tenía -como decía él mismo- "una cierta idea de Francia": una nación grande, fuerte, independiente y soberana… Nación que sucumbió junto a él. Una vez más no lo digo yo, lo dice Pierre de Gaulle, nieto del gran Charles, quién sostiene que la clase política gala traicionó los ideales de su abuelo entregándose a la dominación del imperio.


Si se trata de gobernar para su propio pueblo, las mandatarias/es/is/os/us lo tienen crudo cada vez que toman decisiones que contrarían los intereses de las oligarquías y de los mercados financieros. O del imperio… que es más o menos lo mismo.


Para resistir hay que tener convicciones, habilidad, un cerebro y algo de cojones. De otro modo terminas nombrando a Jaime de Aguirre ministro de… ¡Cultura!


Actualmente, en materias económicas no se puede debatir de nada, ni descartar la doxa o negar la verdad revelada. El neoliberalismo es el destino insuperable de la Humanidad. Que hoy en día los EEUU practiquen un proteccionismo hipócrita, financien a las empresas que se deciden a abandonar Europa para instalarse en el imperio, que una vez más importantes bancos quiebren dejándole la cuenta a los fondos públicos… no estimula ni siquiera el deseo de pensar allí donde nadie piensa estas cosas. En Chile por ejemplo.


Si no se puede debatir… ¿dónde queda la soberanía? Si los ciudadanos no tienen ni siquiera el derecho a opinar sobre cuestiones que les atañen directamente, como sus leyes -comenzando por la primera: la Constitución- ¿dónde queda la noción de nación? Si no es posible definir más prioridades ni objetivos que un alto nivel de lucro para los capitales extranjeros acompañado de una ridícula tasa de impuestos… ¿de qué sirve votar?


Lord manu, sa vie, son œuvre…

La nación ya no es el espacio de realización del principio de soberanía, si alguna vez lo fue. Para decirlo con todas sus letras, la nación ya no existe.


En estos días, Macron intenta gobernar por decreto en Francia, y así le va. El uso inmoderado del artículo 49.3 de la Constitución francesa, que impone leyes que nadie ha votado, podría echar abajo el gobierno, forzar nuevas elecciones parlamentarias, y debilita, sí o sí, la frágil legitimidad de un elegido por defecto.



En otros sitios la Constitución debe ser el resultado de una masturbación extremadamente privada entre expertos del onanismo a las órdenes del gran capital. Tú lo llamas como te de la gana: comité de expertos, consejo ciudadano, comité técnico… Lo que no figura en ningún sitio es la nación. Ese espacio de realización del principio de soberanía que desapareció un 11 de septiembre de 1973, hace ya casi 50 años.


¡Cómo te echamos de menos, Salvador…!



18 marzo, 2023

Propiamente hablando...

 











VIETNAM







"Si todo sale mal, EEUU simplemente se retirará dejando atrás el caos provocado" — Paul Keating

 



"Estados Unidos está protegido por dos vastos océanos, con vecinos amistosos al norte y al sur, Canadá y México. Estados Unidos posee el mayor arsenal de la historia. Los chinos no tienen en absoluto intención de atacar a los Estados Unidos, e incluso si quisieran no poseen la capacidad para hacerlo. Así pues, ¿por qué Estados Unidos y su Congreso insisten en que China es una amenaza?


El informe anual del departamento de Defensa de EEUU al Congreso, a fines de 2022, declaraba que "el objetivo de la República Popular China es restringir la presencia de Estados Unidos en la periferia de China". En otras palabras, mantener a los buques de la armada estadounidense fuera de sus costas. ¡Sorprendente!


Imagínese cómo reaccionaría EEUU si la Armada China patrullara frente a las costas de California. Estados Unidos estaría en un estado de apoplejía".


"Ahora formamos parte [Australia] de una política de contención contra China, aún cuando el gobierno chino no quiere atacar a nadie. No quieren atacarnos... ¿Por qué nos iban a atacar? Ni quieren atacar a los estadounidenses… Se trata de una sola cosa: preservar la hegemonía estratégica de EEUU en el este de Asia. De eso y sólo de eso se trata".


"Al igual que sucedió en Afganistán e Irak, si todo sale mal, Estados Unidos simplemente se retirará dejando tras de sí el caos provocado. Volverán a San Diego, 10.000 km, y nos dejarán a merced de las consecuencias".


Paul KeatingConsortium News

   (Fragmento traducido del inglés: Arrezafe)



Imran Khan - عمران خان

 





17 marzo, 2023

SOBRE LA CAÍDA DEL SILICON VALLEY BANK. ALGUNAS RAZONES Y CONSECUENCIAS — Andrés Piqueras.

 



El blog de Andrés Piqueras – 17/03/2023


Desde que las elites del capitalismo global anunciaran el Gran Reinicio del Sistema, vienen buscando una contracción forzada de cierta "vieja economía" (transporte, turismo, agricultura, industria manufacturera, inmobiliaria, alimentaria, textil, fosilista en general…), para lo que ha aprovechado pandemia y sanciones antirrusas, de cara a su transición a una "nueva economía" (digital, aeroespacial, armamentística, financiera, informático-mediática, farmacéutico-biológica, "verde"), con miras a garantizar su "sostenibilidad" para unos pocos. Aún más cuando el acople progresivo que ha venido expresándose como "lucha contra el cambio climático", "transición ecológica" o "transición energética" y que ha compendiado en la Agenda 2030 buena parte de esas pretensiones, no ha dado, al menos aún, el fruto esperado.


La inundación de la economía con "dinero mágico" o inventado desde 2008 hasta aquí, con no menos de 22 billones de $, ha permitido, junto a las enormes cantidades de capital ficticio en circulación, insuflar vida artificial a una gran cantidad de empresas, entidades bancario-financieras e instituciones, aparentando que el funcionamiento sistémico sigue su curso.


Pero si con toda esa vida artificial en forma de dinero sin valor, preñada de especulación máxima y apalancamiento récord, de repente se suben los tipos de interés el círculo vicioso entre depresión, dinero inventado, inflación y alza de tipos es insalvable, no queda otra que buena parte del mundo bancario-empresarial que recibió tal dinero tendrá, como tantas familias, serios problemas para devolverlo. Con ello se va a lograr una gran "limpieza" empresarial y una centralización brutal del capital, listo para ese salto al vacío de la “nueva economía”. Sin embargo, algo no está saliendo del todo conforme con lo esperado.


El Silicon Valley Bank (SVB), precisamente, se autodefine como el partenaire de la mitad de la las "start-up" estadounidenses (la que está llamada a ser la economía del futuro) financiadas con capital riesgo, canalizado en gran medida a través de bonos del Estado norteamericano. Cuando ante los primeros problemas el SVB ha intentado vender esos bonos, lo ha tenido que hacer a un precio bastante más bajo de lo que los adquirió, debido al aumento de la inflación (que afecta también a sus bienes raíces y a sus acciones. Los Bancos de todo el país acumulan unos 620.000 millones de dólares en "pérdidas latentes”. Se trata de activos que se han depreciado pero cuyas pérdidas no aparecen en la contabilidad porque aún no se han vendido ver aquí: Ya sabemos quién va a pagar la burbuja financiera de 620.000 millones de dólares – mpr21. El resultado amenaza con empujar los activos bancarios por debajo de sus pasivos de depósito, acabando con su patrimonio neto: su capital contable). Su quiebra muestra cómo, a pesar de todos los esfuerzos, se rompen los eslabones débiles de la cadena: los sectores donde la especulación fue la más rampante y atroz ["Silverlake fue el primero en caer, pero fue un caso especial. Había tratado de aprovechar la ola de las criptomonedas sirviendo como banco para varios de estos "valores"" –cita en Hudson, Por qué el sistema bancario se está desmoronando (observatoriocrisis.com)]. La inflación combinada fruto de las medidas covid y de las sanciones suicidas contra Rusia más la codicia empresarial, a la que se añade la mencionada subida de los tipos de interés, motiva que en lo que viene el crédito se empiece a restringir.


Ramas enteras de la economía se van a ver afectadas y ello infectará también, de nuevo, a los Bancos, por impagos de deuda. En adelante, los Bancos van a elevar aún más el tipo de interés tanto para prestar dinero como para prestarse entre sí, lo que terminará de sacudir al pequeño y buena parte del mediano capital, e incluso a porciones del grande, además de, claro está, golpear duramente al conjunto de la sociedad. Por supuesto que con la restricción del crédito también más Bancos entrarán en problemas.


Muy probablemente, el siguiente sector en verse afectado será el inmobiliario. Si no hay crédito, la compra de viviendas se resentirá. Constructoras e inmobiliarias lo harán sobremanera.


Además, en general, la subida de tipos restringe el consumo y va a empezar a subir la morosidad bancaria. Ello unido a los impagos de constructores, hará que más Bancos se vean con serios problemas. A partir de ahí, la crisis puede saltar a todos los sectores económicos: restricción del consumo, restricción del crédito, más impagos y más probabilidad de quiebras empresariales.


Los Bancos[1], sectores y países menos afectados serán los que menos vinculados estén al tipo de economía mencionada y a la emisión de deuda especulativa. También, curiosamente, los que más sanciones tengan o, dicho de otro modo, los que menos relación comercial mantengan con EEUU y Europa.


Gran Bretaña, por ejemplo, se va a llevar otro fuerte martillazo a su ya ficticia y especulativa economía. La economía del ladrillo española no parece tampoco que vaya a quedar bien parada, una vez más.


La "socialdemocracia light" imperante hoy en Europa no podrá, ni siquiera se planteará, frenar despidos, impagos, desahucios y aumento generalizado de la pobreza…


Pero fijémonos en cuál es la situación. Los Estados europeos están altamente endeudados entre otras muchas razones por el dinero inventado que imprimieron para gestionar la "resiliencia" social a la pandemia (con un empleo subsidiado para frenar el paro) y por el despilfarro bélico que llevan a cabo contra Rusia[2]. Tendrán que devolver con creces en breve (cuando venzan sus títulos de deuda pública) ese dinero en forma de ajustes estructurales que terminarán de destrozar las condiciones sociales y laborales de la UE (aunque también esto es extensible a otros lugares del planeta). Y tengamos en cuenta que según aumenta el numerador en la relación deuda/PIB a cuenta de los planes de recuperación y "transición energética", el denominador se achica debido a las medidas bélico-económicas contra Rusia, la crisis estructural que padecen las formaciones socioestatales europeas y la contracción económica debida a la gestión de la “pandemia”. Lo que da como resultado una relación deuda/PIB al borde del abismo. Si al tiempo se quiere salvar al conjunto de la Banca una vez que se han disparado precisamente los tipos de interés, una mayor contracción económica y monto de la duda están garantizadas, y con ellas las posibilidades de precipitarse por ese despeñadero.


Además, si es precisamente la “nueva economía” que estaba propagandizada como la emprendedora de una nueva onda de acumulación con el Gran Reinicio del capitalismo (con las GAFAM Google, Apple, Facebook… abriendo el camino), la que pega estos petardazos, no van quedando muchas salidas de funcionamiento aceptable del Sistema. La industria bélica, desde luego, va adquiriendo con ello más y más importancia; también la farmaceútico-biológica, cada vez más vinculada a la anterior; la digital (ídem –sobre todo en el control de las propias poblaciones) y por supuesto la “verde”, que está destrozando a marchas forzadas y por doquier bosques, cultivos, hábitats, formas de vida, comunidades, pueblos…con mares de placas fotovoltaicas, millares de torres de alta tensión, parques eólicos y otras plagas destructoras de la naturaleza en nombre de lo “ecológico”.


Veremos qué se inventan, de momento, en lo inmediato para seguir estirando la cuerda y aparentar salud económica. ¿Más huida hacia adelante sacándose más dinero de la chistera y re-apalancamiento? Todo indica que, efectivamente, la FED va a tapar el agujero con más papeles sin valor, más deuda y más ingeniería financiera («dinero mágico» con el que seguirán fabricando más armas y comprando riqueza real en el planeta), para seguir llenando de aire la burbuja antes de entrar, definitivamente, en modo Guerra Total.


De momento, Rusia asiste expectante al desgaste del enemigo occidental, viendo cómo las sanciones contra ella le van desmoronando lentamente.


NOTAS

[1] Habrá que poner especial atención a Credit Suisse, Deutsche Bank y buena cantidad de Bancos estadounidenses contaminados con esta caída. First Republic está a punto de perder 73,02 %. La Banca de San Francisco ha perdido tres cuartas partes de su capitalización bursátil desde el miércoles pasado. La californiana PacWest (-54,74 %), Western Alliance en Arizona (-82,47 %), Zions Bancorporation (-31,60 %) de Salt Lake City (Utah) figuran también entre los más afectados. Para desgracia de los hipotecados, el Euribor es la tasa (manipulable) a la que se prestan los Bancos entre sí, y cerró al final de la semana pasada a 3,97%. ¿Efecto contagio? Esta vez han sido primero las criptomonedas, enseguida la “nueva economía”, luego vendrán hipotecas y la Banca.


[2] Desde el 24 de enero de 2022 al 15 de enero de 2023 se han destinado un total de 76.800 millones de dólares a Ucrania, de los cuales al menos 46.600 millones de dólares reconocidos han tenido fines militares.





16 marzo, 2023

Histórica 'meada' sobre la prepotencia yanqui

 





DE GEORGETOWN A LANGLEY — Alan MacLeod

 



Algunos párrafos extraídos de Popular Resistance.org (15/03/2023)

   Traducción del inglés: Arrezafe

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Para ahondar en el tema, en el ámbito del Estado español (Joan E. Garcés / “Soberanos e intervenidos”), incluyo enlace al blog PRATIKA, en el que podréis encontrar abundante información.

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La polémica conexión entre una prestigiosa universidad y la CIA.


"Si alguna vez te has preguntado de dónde proceden los espías de Estados Unidos, la respuesta es: posiblemente de la Walsh School of Foreign Service (SFS) de la Universidad de Georgetown, institución modesta que, sin embargo, nutre la columna vertebral de la Agencia Central de Inteligencia, el Departamento de Defensa, el Departamento de Estado y otros órganos de seguridad estatales".

[...]

" ...con más de dos docenas de ex funcionarios de la CIA entre su personal docente, la escuela adapta sus cursos a la producción de consecutivas generaciones de analistas, asesinos, golpistas y sicarios económicos, graduados y rápidamente insertos en los escalones superiores de la seguridad nacional estatal".


"Aunque el alcance total de sus actividades permanece clasificado y desconocido para el público, muchas de las biografías de estos académicos apuntan hacia un pasado oscuro. Por ejemplo, Michael Walker permaneció 29 años en la CIA antes de incorporarse al Centro de Estudios de Seguridad como profesor adjunto.


Durante la década de 1980, Walker estuvo estacionado en Afganistán, presumiblemente involucrado en la Operación Ciclón, operación de llevada a cabo por la CIA, consistente en proporcionar armamento y entrenamiento a Osama bin Laden y los muyahidines para combatir a los soviéticos. Años después, Bin Laden usaría las habilidades adquiridas para atacar a los EEUU el 11 de septiembre de 2001. Walker regresaría más tarde a Afganistán para ayudar a la CIA a supervisar la ocupación estadounidense del país. Eventualmente se convirtió en el Director de la CIA para el Cercano Oriente y el Sur de Asia, lo que lo situó directamente a cargo de las operaciones de la CIA en toda la región.


Alrededor de seis millones de personas han muerto y entre 37 y 59 millones han sido desplazadas en las últimas dos décadas a consecuencia de las intervenciones estadounidenses en la región".


[...]


"Una Historia Sangrienta


Aunque Georgetown presenta a la organización como un respetable grupo que defiende y promueve la libertad, desde su fundación en 1947 la CIA ha estado implicada repetidamente en muchos de los peores crímenes de lesa humanidad de la era moderna. La agencia ha desempeñado un papel central en las innumerables operaciones estadounidenses destinadas a derrocar gobiernos extranjeros, muchos de los cuales elegidos democráticamente.


En Irán, en 1953, la CIA derrocó con éxito al gobierno reformista secular de Mohammad Mosaddegh e instaló al Sha como dictador. Veinte años después, en Chile, propició la caída del gobierno socialista de Salvador Allende, elegido democráticamente, y reforzó el brutal gobierno del dictador militar fascista Augusto Pinochet. Recientemente, la organización ha estado implicada en los numerosos intentos de cambio de régimen urdidos contra el gobierno de Venezuela.


Mantener el lugar de Estados Unidos como potencia hegemónica mundial no es tarea fácil y, a menudo, requiere de una crueldad extrema. A tal fin, la CIA opera una red mundial de "Sitios negros": campos secretos en los que se tortura a los prisioneros. Algunas de las técnicas de tortura de la agencia fueron copiadas directamente de los nazis, muchos de los cuales lograron escapar del castigo tras la Segunda Guerra Mundial gracias a la ayuda de la CIA.


El tráfico de armas y drogas también forman parte esencial del repertorio de la CIA. Durante la década de 1980, la agencia trabajó en estrecha colaboración con su homólogo paquistaní, el ISI, para canalizar armas y asistencia por valor de 2.000 millones de dólares a los guerrilleros afganos, incluido el ahora infame Osama bin Laden. La agencia vendió armas a Irán y utilizó las ganancias para financiar escuadrones de la muerte en Nicaragua que llevarían a cabo innumerables masacres contra campesinos, mujeres, escolares y otros “objetivos fáciles".


[...]


"...función clave de la CIA es difundir desinformación. Los investigadores de la década de 1970 descubrieron que más de 400 periodistas estadounidenses eran agentes encubiertos de la CIA o estaban en su nómina, y que la agencia había generado en secreto una amplia gama de revistas, periódicos, diarios y una gran cantidad de libros. Es probable que esta penetración en los medios se haya incrementado en los últimos tiempos.


Las investigaciones de MintPress News han hallado la presencia de docenas de "ex" agentes de la CIA que hoy trabajan en puestos clave en grandes empresas tecnológicas como Google y Facebook, decididamente manipulando lo que el mundo entero ha de ver en sus noticias".



15 marzo, 2023

Apocalipsis autoinfligido del capitalismo ————— Michael Parenti

 



Título original: Capitalism's Self-Inflicted Apocalypse, publicado en enero de 2009 por Common Dreams.org

   Traducción del inglés: Arrezafe


Tras el derrocamiento de los gobiernos comunistas en Europa Oriental, el capitalismo fue considerado como el sistema indómito que brindaría prosperidad y democracia al mundo, el sistema que prevalecería hasta el fin de la historia.


La actual crisis económica, sin embargo, ha convencido incluso a algunos destacados defensores del libre mercado de que algo anda muy mal. La verdad sea dicha: el capitalismo todavía tiene que enfrentarse a diversas fuerzas históricas que le causan interminables problemas: la democracia, la prosperidad y el propio capitalismo, las mismas entidades que los gobernantes capitalistas afirman estar fomentando.


Plutocracia contra democracia


Consideremos en primer lugar la democracia. En EEUU se nos dice que el capitalismo está ligado a la democracia, de ahí la frase: «democracias capitalistas». Es un hecho que a lo largo de nuestra historia ha habido una relación fuertemente antagónica entre democracia y concentración de capital. Hace unos ochenta años el juez de la Corte Suprema, Louis Brandeis, dijo: «Podemos tener democracia en este país, o podemos tener abundante riqueza concentrada en las manos de unos pocos, pero no podemos tener ambas cosas». Los intereses de los acaudalados han sido enemigos, no defensores, de la democracia.


La propia Constitución fue hecha por unos adinerados señores que se reunieron en Filadelfia en 1787 para advertir repetidamente contra los efectos niveladores perniciosos y peligrosos de la democracia. El documento que amañaron estaba lejos de ser democrático, aherrojado por férreos controles, vetos y el requerimiento de grandes mayorías artificiales, un sistema diseñado para contener el impacto de las demandas populares.


En los primeros días de la República, los ricos de clase alta impusieron cualificaciones ligadas a la propiedad para poder votar y ocupar cargos públicos. Se opusieron a la elección directa de candidatos (nota: su Colegio Electoral sigue vigente hoy en día). Y durante décadas se opusieron a extender el derecho a voto a grupos menos favorecidos, como a los trabajadores sin propiedades, inmigrantes, minorías raciales y mujeres.


En la actualidad, las fuerzas conservadoras siguen rechazando sistemas electorales más equitativos, como la representación proporcional, segundas vueltas inmediatas, y campañas con financiamiento público. Siguen creando barreras al voto, ya sea mediante requerimientos exageradamente severos para registrarse, purgas de los registros electorales, instalaciones inadecuadas para votar, y máquinas electrónicas de votación que «fallan» regularmente en beneficio de los candidatos más conservadores.


A veces los intereses dominantes han suprimido publicaciones radicales y manifestaciones públicas, recurriendo a redadas policiales, arrestos, y encarcelamientos –recientemente aplicados contundentemente contra manifestantes en St. Paul, Minnesota, durante la Convención Nacional Republicana de 2008.


La plutocracia conservadora también quiere hacer retroceder las conquistas sociales democráticas, como la educación pública, la vivienda asequible, la sanidad pública, la negociación colectiva, el salario mínimo, las condiciones seguras de trabajo, un medio ambiente sano y sostenible, el derecho a la privacidad, la separación de la iglesia y el Estado, el derecho al aborto y el derecho al matrimonio entre adultos que consientan y elijan mutuamente.


Hace casi un siglo, el dirigente sindical estadounidense Eugene Victor Debs fue encarcelado durante una huelga. Preso en su celda, llegó a la inevitable conclusión de que en disputas entre dos intereses privados, el capital y la mano de obra, el Estado no es un árbitro neutral. La fuerza del Estado, con su policía, milicia, tribunales y leyes, está inequívocamente de parte de los gerifaltes de las empresas. De ahí, Debs llegó a la conclusión de que el capitalismo no es sólo un sistema económico, sino todo un orden social que manipula las reglas de la democracia a favor de los ricachones.


Los gobernantes capitalistas siguen presentándose como padres de la democracia a pesar de que la subvierten, no sólo en EEUU, sino en toda Latinoamérica, África, Asia y Oriente Próximo. Cualquier nación contraria a «las inversiones extranjeras», que intenta utilizar su tierra, su mano de obra, capital, recursos naturales y mercados para su propio desarrollo, al margen del dominio hegemónico corporativo transnacional, corre el riesgo de ser satanizada y atacada por suponer una «amenaza para la seguridad nacional de EEUU».


La democracia se convierte en un problema para los EEUU corporativos, no cuando deja de funcionar, sino cuando funciona demasiado bien ayudando a las masas a progresar hacia un orden social más equitativo y soportable, disminuyendo la brecha, por poco que sea, entre los súper-ricos y el resto de la población. De modo que, hay que diluir y subvertir la democracia, sofocarla con desinformación, bombo mediático y montañas de costos electorales, mediante contiendas electorales amañadas y electores parcialmente privados de sus derechos, dando lugar a falsas victorias en favor de candidatos de los, más o menos políticamente seguros, grandes partidos.


Capitalismo contra prosperidad


El capitalismo no fomenta la prosperidad más de lo que procura la democracia. La mayor parte del mundo es capitalista, y la mayor parte del mundo no es ni próspera ni particularmente democrática. Basta con pensar en Nigeria capitalista, Indonesia capitalista, Tailandia capitalista, Haití capitalista, Colombia capitalista, Pakistán capitalista, Sudáfrica capitalista, Letonia capitalista, y varios otros miembros del “Mundo Libre” – del Mundo del Libre Mercado, para ser más exactos.


Una población próspera, políticamente educada, con grandes expectativas respecto a su nivel de vida y un sentido agudo de sus derechos, que presiona por un mejoramiento continuo de las condiciones sociales, no es la noción plutocrática de una fuerza laboral ideal y de una forma de gobierno convenientemente maleable. Los inversionistas corporativos prefieren poblaciones pobres. Cuanto más pobre seas, más trabajarás por menos. Cuanto más pobre seas, menos preparado estarás para defenderte contra los abusos de los ricos.


En el mundo corporativo de «libre comercio», el número de multimillonarios aumenta más rápidamente que nunca, mientras la tasa de gente que vive en la pobreza crece más rápida que la población. La pobreza se propaga mientras la riqueza se acumula.


Consideremos EEUU. Sólo en los últimos ocho años, mientras las grandes fortunas aumentaron a niveles récord, otros seis millones más de estadounidenses cayeron por debajo del nivel de la pobreza; el ingreso familiar medio disminuyó en más de 2.000 dólares; la deuda del consumidor se más que duplicó; más de siete millones de estadounidenses perdieron su seguro sanitario, y más de cuatro millones perdieron sus pensiones, mientras la cantidad de personas sin hogar aumentó y los desahucios alcanzaron niveles pandémicos.


Sólo en aquellos países en los que el capitalismo ha sido, hasta cierto punto, frenado por la socialdemocracia, la población ha podido asegurarse una cierta prosperidad; vienen a la mente naciones del norte europeo como Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca. Pero incluso en esas socialdemocracias las mejoras populares corren siempre riesgo de ser revertidas.


Es irónico decir que el capitalismo posee el genio de la prosperidad económica cuando ha sido la clase capitalista la que se ha resistido vehementemente, y a menudo violentamente, a la mayor parte de los intentos de mejoras materiales. La historia de las luchas sindicales proporciona una ilustración sin fin de dichos intentos.


El que la vida aún sea soportable en EEUU bajo el actual orden económico, se debe a que millones de personas han librado duras luchas de clase para mejorar sus niveles de vida y sus derechos como ciudadanos, humanizando en cierta medida un orden político-económico despiadado.


Una bestia que se devora a sí misma


El Estado capitalista tiene dos funciones que los pensadores han reconocido hace tiempo. Primero, como cualquier otro Estado debe proveer servicios que no pueden ser ofrecidos de modo fiable por medios privados, como un tráfico seguro y ordenado. Segundo, el Estado capitalista protege a los ricos contra los que nada tienen, asegurando el proceso de acumulación de capital en beneficio de los acaudalados y sus intereses, mientras margina contundentemente las demandas de la masa trabajadora, como Debs, en prisión, observó desde su celda.


Existe una tercera función del Estado capitalista, pocas veces mencionada, que consiste en impedir que el sistema capitalista se devore a sí mismo. Consideremos la contradicción central señalada por Karl Marx: la tendencia a la sobre-producción y a la crisis del mercado. Una economía dedicada a acelerar el ritmo de trabajo y los recortes salariales, a hacer que los trabajadores produzcan cada vez más por cada vez por menos, siempre se arriesga a la quiebra. Para maximizar los beneficios, los salarios han de mantenerse bajos, pero alguien ha de adquirir los bienes y servicios producidos, para lo cual hay que mantener altos los salarios. Hay una tendencia crónica –como estamos viendo hoy en día– hacia la sobre-producción de bienes y servicios del sector privado y un infra-consumo de necesidades por parte de la población trabajadora.


Además, existe una autodestrucción, frecuentemente obviada, protagonizada por los propios acaudalados. Si se deja que funcione sin supervisión alguna, el componente más poderoso del sistema financiero comienza a devorar fuentes de riqueza menos organizadas.


En lugar de tratar de ganar dinero a través de la ardua tarea de producir y vender bienes y servicios, los depredadores sangran directamente los flujos de dinero de la propia economía. Durante los años noventa presenciamos el colapso de toda una economía en Argentina, cuando descontrolados libre-mercaderes despojaron a las empresas, se embolsaron sumas inmensas y dejaron la capacidad productiva del país sumida en el caos. El Estado argentino, engullido por una pesada dieta de ideología de libre mercado, vaciló en su función de salvar al capitalismo de los capitalistas.


Años después, en EEUU, perpetrado por conspiradores corporativos, vino el saqueo multimillonario de Enron, WorldCom, Harkin, Adelphia y una docena más de otras importantes compañías. Delincuentes con información privilegiada, como Ken Lay, convirtieron exitosas empresas corporativas en ruinas totales, destruyendo los puestos de trabajo y los ahorros de toda la vida de miles de empleados, embolsándose miles de millones de dólares.


Esos ladrones fueron detenidos y condenados. ¿No demuestra eso la capacidad de autocorrección del capitalismo? En realidad no. El enjuiciamiento de semejantes fechorías –que en todo caso llegó demasiado tarde– fue producto de la democrática demanda de transparencia, no del capitalismo. El mercado libre es de por sí un sistema amoral, sin constricciones, más allá de la advertencia “caveat emptor” [término legalista definido como ‘advertencia que exime de responsabilidad al vendedor ante la insatisfacción del cliente'].


En la catástrofe de 2008-2009, el creciente excedente financiero supuso un problema para la clase acaudalada: no había suficientes oportunidades para la inversión. Sin saber qué hacer con tanto dinero acumulado, los grandes inversionistas vertieron inmensas sumas en inexistentes mercados de la vivienda y en otras operaciones problemáticas, un juego de trileros de hedge funds, derivados, elevado apalancamiento, credit default swaps [derivados financieros asociados al riesgo de crédito de los bonos emitidos por una empresa o un gobierno], préstamos depredadores... y lo que fuese.


Entre las víctimas del desastre hubo otros capitalistas, pequeños inversores y numerosos trabajadores que perdieron miles de millones de dólares en ahorros y pensiones. Tal vez Bernard Madoff haya sido el bandido estrella. Descrito como «líder de larga trayectoria en la industria de los servicios financieros», Madoff dirigió un fondo fraudulento que se embolsó 50.000 millones de dólares de adinerados inversionistas, a los cuales pagó «con dinero que no existía», como el mismo confesó. La plutocracia devora a sus propios hijos.


En medio de la catástrofe, compareciendo ante el Congreso en octubre de 2008, el ex presidente de la Reserva Federal y ortodoxo devoto del libre mercado, Alan Greenspan, confesó que se había equivocado al esperar que los acaudalados interesados –gimoteando bajo el inmenso peso del capital que habían acumulado y que había que invertir en alguna parte– ejercieran súbitamente su autocontrol.


La teoría clásica del laissez-faire [dejar hacer] es aún más disparatada que la descrita por Greenspan. De hecho, la teoría pretende que cada cual debe guiarse, sin limitación alguna, por sus propios y egoístas intereses. Esa competencia irrestricta será la que, supuestamente, producirá máximos beneficios para todos, porque el libre mercado es gobernado por una «mano invisible», milagrosamente benefactora, que optimiza la producción colectiva. («La codicia es buena.»)


¿La crisis de 2008-2009, es causada por una tendencia crónica a la sobre-producción y la híper-acumulación financiera, como diría Marx? ¿O es el resultado de la avaricia personal de indivíduos como Bernard Madoff? En otras palabras: ¿el problema es sistémico o individual? En los hechos, ambas cosas no se excluyen mutuamente. El capitalismo engendra los corruptos y recompensa a los más inmorales de ellos. Los crímenes y las crisis no son desviaciones irracionales de un sistema racional, sino todo lo contrario: son los resultados racionales de un sistema básicamente irracional y amoral.


Peor aún, el resultado de los multimillonarios rescates de los gobiernos, son convertidos ellos mismos en una oportunidad para el pillaje. No sólo el Estado no regula, sino que se convierte él mismo en una fuente de saqueo, extrayendo vastas sumas de la máquina federal del dinero y dejando que sean los contribuyentes los que se desangren.


Son los nos fustigan por «acudir al gobierno para que reparta dádivas» quienes corren a él para conseguirlas. Los EE.UU corporativos ha gozado siempre de subvenciones mediante ayudas, garantías de préstamos y otras subvenciones estatales y federales. Pero la «operación rescate» de 2008 y 2009 otorgó un pienso récord extraído del abrevadero público. Más de 350.000 millones de dólares fueron repartidos a diestro y siniestro sin supervisión por un Secretario del Tesoro derechista al termino de su mandato a los mayores bancos y firmas financieras –por no hablar de los más de 4 billones de dólares provenientes de la Reserva Federal. La mayoría de los bancos, incluidos JPMorgan Chase y Bank of New York Mellon, declararon que no tenían la menor intención de informar a nadie sobre el destino del dinero.


Los grandes banqueros utilizaron parte del rescate, como sabemos, para comprar bancos más pequeños y fortalecer bancos en el extranjero. Directores ejecutivos y otros altos ejecutivos bancarios están gastando fondos del rescate en fabulosas bonificaciones y lujosos retiros corporativos. Mientras tanto, grandes beneficiarios del rescate como Citigroup y Bank of America despidieron a decenas de miles de empleados, dando lugar a preguntarnos, en primer lugar: ¿por qué recibieron todo ese dinero?


Mientras cientos de miles de millones de dólares eran repartidos entre los mismos que había causado la catástrofe, el mercado inmobiliario seguía debilitado, el crédito continuó paralizado, el desempleo empeoró y el gasto de los consumidores bajó a niveles abismales.


Resumiendo, el capitalismo corporativo de libre mercado es, por su propia naturaleza, un desastre siempre a la espera de suceder. Su esencia es la transformación de la naturaleza viva en montañas de mercancías y las mercancías en cordilleras de capital muerto. Cuando se le deja hacer lo que quiera, el capitalismo endosa sus disfuncionales economías y su toxicidad a la población general y al entorno natural, y termina devorándose a sí mismo.


La inmensa desigualdad económica existente en nuestra sociedad capitalista se traduce en una formidable desigualdad en el ámbito del poder político, lo que hace que sea tanto más difícil imponer regulaciones democráticas.


Si los paladines de los EEUU Corporativos quieren saber lo que amenaza realmente «nuestro modo de vida»,sepan que es su propio modo de vida, su ilimitada manera de robar a su propio sistema, destruyendo el fundamento mismo sobre el que se sostienen, la propia comunidad a la que expolian y de la cual tan fastuosamente se alimentan.