26 julio, 2024

GAZA - Doctor Mark Perlmutter: "Jamás vi tal carnicería"

 



Doctor Mark Perlmutter, cirujano ortopédico de Carolina del Norte y vicepresidente del Colegio Internacional de Cirujanos, voluntario en Gaza.


Pregunta: ¿Cuándo estuvo usted en Gaza?

Perlmutter: Desde finales de abril hasta mediados de mayo.

Pregunta: ¿Cómo es Gaza comparada con todas las catástrofes que usted ha visto?

Perlmutter: Todos los desastres juntos que he visto, todos ellos sumados, 40 misiones, 30 años, zonas cero, terremotos... Todo eso sumado no supera el nivel de la carnicería que he visto contra la población civil tan sólo en mi primera semana en Gaza.

Pregunta: ¿Cuando dice usted civiles, son la mayoría niños?

Perlmutter: Casi exclusivamente niños. Yo nunca había visto nada igual antes. Nunca. [En Gaza] he visto más niños incinerados que en toda mi vida. He visto multitud de niños despedazados en mi primera semana en Gaza.

Pregunta: ¿Despedazados?

Perlmutter: Despedazados.

Pregunta: ¿Qué quiere decir?

Perlmutter: Trozos perdidos de cuerpos, en su mayoría aplastados por los escombros o, en segundo lugar, por las explosiones de las bombas. Hemos extraído metralla del tamaño de mi pulgar a niños de 8 años. Y luego están la balas de los francotiradores. He atendido a niños que han sido disparados dos veces.

Pregunta: ¿Quiere decir que los niños en Gaza son blanco de francotiradores?

Perlmutter: Definitivamente. Vi niños, a los que fotografié, que fueron alcanzados en el pecho con una precisión tal que ni yo mismo habría podido situar mi estetoscopio sobre sus corazones. Y otro con dos disparos, en el pecho y en la cabeza, en un mismo niño. Ningún chiquillo es alcanzado dos veces por error por los “mejores francotiradores del mundo” y la mortal precisión de sus disparos.


Comentario: De hecho, más de 20 doctores en Gaza han informado al Sunday Morning sobre los niños heridos de bala. Un doctor estadounidense nos dijo que incluso revisó las radiografías para confirmarlo dado que tal cantidad de niños heridos de bala en la cabeza no podrían ser atendidos en un sólo hospital. Algunos tiroteos han sido registrados en vídeo.




EL SIONISMO GENOCIDA ACLAMADO POR WASHINGTON

 

24 julio, 2024

War correspondent Ghadi Francis: "They'll never love us enough to stop killing us"

 



Dimitri Lascaris – 24/07/2024

On July 23, 2024, Dimitri Lascaris spoke with Lebanon-based, war correspondent, Ghadi Francis.


Ghadi has been to conflict zones throughout West Asia, including Gaza, Syria and Yemen.


She and Lascaris have an in-depth discussion about the myriad ways in which Western corporate media mischaracterize and demonize resistance to U.S. and Israeli hegemony in West Asia.





23 julio, 2024

How doctors treat patients after an Israeli massacre, with Dr. Majed Jaber

 



Nora Barrows-Friedman - The Electronic Intifada Podcast 23 July 2024


“Seeing thousands of injuries during this short period develops an intuition as to how to deal with patients,” Dr. Majed Jaber tells us on The Electronic Intifada Podcast.

“It is a very painful experience that most doctors can’t comprehend.”


Jaber is an emergency physician in Gaza who worked at the Emirati maternity hospital before Israel invaded Rafah in May, and then worked at the European Gaza Hospital in Khan Younis until the Israeli army ordered the area to evacuate in early July.


He talks about the rapid spread of epidemics across Gaza, especially in shelters, where facilities and tent encampments are overcrowded and lack basic sanitation, infrastructure and medical services.


Before the genocide began in October 2023, Israel’s 17-year-long blockade had already pushed hospitals and the health care system to a breaking point.


Now, more than nine months into the war, hepatits A is rampant, Jaber says, and without access to treatment, it can quickly progress into acute liver failure.


“A lot of children [are] dying from hepatitis A, sadly. Those people need liver transplants, which is just not going to happen.”


He says that the basic medications that can slow the progression of liver failure are not available anymore.


“So a disease that is self-limiting and simple as hepatitis A became a nightmare for the people of Gaza,” he notes.


Last week, the Palestinian health ministry in Gaza announced that the virus that causes polio had been detected in sewage water samples in several locations.


Video production by Tamara Nassar




Tras la bruma del intento de asesinato, los Demócratas traman un golpe de estado

 







Former UN Special Rapporteur: ICJ advisory opinion confirms Israel is committing apartheid

 






Dimitri Lascaris – 23/07/2024

On July 22, 2024, Dimitri Lascaris spoke with Professor Emeritus Michael Lynk about an Advisory Opinion issued on July 19 by the International Court of Justice (ICJ).


From 2016 to 2022, Professor Lynk served as the Special Rapporteur of the UN Human Rights Council for the human rights situation in the Occupied Palestinian Territories.


As Prof. Lynk explains, the ICJ concluded in its Advisory Opinion that Israel's occupation of the Gaza Strip and the West Bank (including East Jerusalem) is illegal and must be ended as rapidly as possible. He also interprets the ICJ's opinion as confirmation of allegations by numerous human rights experts that Israel is committing the crime against humanity of apartheid.


Finally, Lascaris and Prof. Lynk discussed the question of whether Israel is committing genocide in the Gaza Strip, in contravention of the Genocide Convention.


The complete ICJ Advisory Opinion can be found here: https://www.icj-cij.org/sites/default...




22 julio, 2024

Brigadas Al-Qassam destruyen vehículos blindados del ocupante sionista en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza

 



¡ VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO PALESTINO !


Hostage Negotiator Reveals How Israel Is Sabotaging Ceasefire Talks

 


ISLAM21C – 20/07/2024


Did you know that Dr. Anas Al-Tikriti has nearly twenty years of experience as a hostage negotiator? In this video, he exposes what really happens behind the scenes, often unreported in the media.


He examines the various factors heavily influencing the Hamas-Israel negotiations, including the starkly different terms and goals pursued by each party, and the deceptive tactics Israel uses to sabotage the ceasefire talks.






21 julio, 2024

Serguéi Lavrov: "Russia cannot remain an observer forever while Israel continues to escalate"

 

Revisionismo histórico: una estrategia de Occidente para preparar la guerra — Ralf Bosshard

 

СТАТЬИ – 20/07/2024

   Traducción del ruso: Arrezafe


Foto: Global Look Press


El analista militar independiente Ralf Bosshard es un teniente coronel retirado del ejército suizo y ex alto funcionario de la OSCE. Como representante de esta organización, trabajó en particular en Ucrania y Donbass. En un artículo para la Agencia de Noticias Donetsk, analiza los sistemáticos esfuerzos de Occidente por distorsionar la historia de la Segunda Guerra Mundial, los intentos de restar importancia a la hazaña del pueblo soviético y, además, la intención de rehabilitar a los nazis y sus cómplices.


***


Hay personas en el mundo a las que les encanta hablar y escribir sobre cosas de las que realmente no tienen idea. Estas personas suelen hacer carrera en política y periodismo. Ahora les gusta escribir sobre la guerra en Donbass. No conocen Rusia, ni Ucrania ni la guerra, pero eso no les impide difundir sus creencias al respecto. Perciben los hechos como persecución.


Tras dejar el ejército suizo, me interesaron dos temas: la guerra y la historia. Fui jefe del departamento para la preparación de operaciones de las Fuerzas Armadas Suizas durante cinco años. La formación necesaria para ello, tanto en el ejército suizo como en la OTAN, era escasa, pero en la Academia Militar del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa era mucho mejor. Finalizada mi carrera en el ejército suizo, impartí clases en el Cuartel General de Formación Operativa. Sé de lo que hablo cuando uso el término "operación militar". Estudié historia en la Universidad de Zurich. En pocas palabras: soy un profesional en el campo de la historia militar.


Tonterías revisionistas


Desde que regresé a la historia militar, me he encontrado cada vez más con teorías revisionistas sobre la Segunda Guerra Mundial. Hace poco me dijeron que los partisanos soviéticos eran militarmente “inútiles” y que eran “un grupo de desertores y criminales”, supuestamente más peligrosos para la población civil de Bielorrusia que para los ocupantes alemanes. Supuestamente, la historiografía sobre dichos partisanos es una mezcla de propaganda soviética y romanticismo. Estudié a los partisanos soviéticos y llegué a la conclusión de que, definitivamente, eran significativamente más efectivos que la Resistencia francesa.


Foto: Global Look Press

Los miembros estonios de las SS eran "luchadores por la liberación de Estonia de la Unión Soviética", dijo el representante permanente de Estonia ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Viena, donde trabajé durante seis años. La señora embajadora dijo entonces: era inapropiado que vistieran uniformes negros de las SS, pero seguían siendo “luchadores por la libertad”. Cuando escuché esto, me sorprendí: antes no se asociaban a las tropas de las SS con la lucha por la libertad.


También recuerdo bien a un anciano caballero austriaco que afirmó que la Wehrmacht, iniciando una guerra preventiva, había "impedido" un ataque soviético a Europa occidental el 22 de junio de 1941. Ajá, pensé, este hombre probablemente esté tratando de convencerme de que el ataque alemán fue un acto de legítima defensa del Tercer Reich nazi contra la Unión Soviética. La teoría de que los nazis "lucharon contra el bolchevismo" por la liberación de Europa occidental está a la vuelta de la esquina. Un joven intentó explicarme esta teoría hace muchos años en una librería del centro de Kiev y también quiso aprovechar la oportunidad para venderme un retrato de Adolf Hitler. Me ahorré el dinero y en lugar de adquirir el retrato lo gasté en una cerveza fría, definitivamente, una mejor inversión.


Estos son sólo tres ejemplos tomados de toda una serie de acontecimientos similares que he vivido.


Ignorancia y sorpresa


Recientemente participé en Suiza en un debate dedicado a la Segunda Guerra Mundial, en el que mi colega bielorruso pronunció un discurso introductorio. Fue interesante observar la reacción de los aproximadamente 60 u 80 periodistas, historiadores y profesores presentes: la información sobre el sufrimiento de los bielorrusos en los años 1941-1945 era nueva para ellos. No sabían nada de las tragedias de Ozarichi y Khatyn, ni de la Operación Bagration. Apenas sabían de los innumerables crímenes cometidos, no sólo por las SS y la Gestapo, sino por la Wehrmacht alemana.


Foto: Global Look Press


Como historiador militar, la razón de todo esto es clara para mí: después de 1945, el Servicio Histórico Militar del Ejército de Estados Unidos contrató a un gran número de generales alemanes para escribir la historia de la guerra que acababa de terminar. Y estos caballeros aprovecharon la oportunidad para embellecer su papel, inventar un cuento de hadas sobre la honesta lucha de la Wehrmacht y explicar por qué ellos, soldados supuestamente superiores, fueron en realidad derrotados por el Ejército Rojo. Muchos de ellos se mantuvieron fieles a sus creencias nacionalsocialistas y todavía consideraban "infrahumanos" a los soldados y oficiales del Ejército Rojo. Su autojustificación marcó durante décadas la historiografía de los países de habla alemana. Y hoy este espíritu revisionista vuelve a definir la “información” que se propaga sobre el ejército ruso y la guerra en Donbass.


Estrategia de revisión de la historia


Detrás de todo esto hay una estrategia traicionera: Occidente quiere ahora reconsiderar el orden creado en San Francisco en 1945 por la Carta de la ONU. Los garantes de este orden debían ser las potencias victoriosas de la Segunda Guerra Mundial, EEUU, Gran Bretaña, Francia, Rusia, como sucesora legal de la Unión Soviética, y China. Durante años, Occidente ha querido desmantelar este orden e instalar en su lugar un nuevo “orden basado en reglas” que pueda definirse sin consultar a los países que ya ha declarado enemigos. Por eso, ahora intentan restar importancia a la contribución de la Unión Soviética a la victoria sobre el nacionalsocialismo. Y dado que los fanáticos neonazis europeos están siendo enviados a la guerra contra Rusia como idiotas útiles, hay que tener cuidado al criticarlos. El sentido de este revisionismo es claro: desacreditar, aislar y marginar a Rusia.


Foto: Global Look Press


Pero van aún más lejos: se generaliza el intento de demonizar a los rusos como pueblo, negando que conformen una nación cultural, caracterizándolos no como personas, sino como monstruos agresivos a quienes se debe impedir que agredan al “Occidente civilizado”.


Los autores de esta estrategia también saben que las fronteras de las repúblicas de la antigua Unión Soviética fueron determinadas en la Conferencia de Yalta de 1945. Una de estas repúblicas es Bielorrusia. Hoy en día, en no pocas de dichas repúblicas todavía viven muchos rusos, y estas repúblicas se enfrentan a la tarea de aclarar su identidad nacional. También saben que la memoria de la Gran Guerra Patria es importante para muchas personas y que desempeña un papel destacado en la identidad nacional. El debilitamiento de la cohesión y de la identidad de estas sociedades forma parte de una estrategia más amplia: su objetivo es la división y la dominación.


Alemania libró la guerra en suelo extranjero durante cinco años, desde el otoño de 1939 hasta el otoño de 1944. Tras finalizar la guerra, Estados Unidos y las potencias coloniales de Europa occidental han librado guerras en otros continentes durante 45 años. Desde 1991, la OTAN, supuestamente creada como instrumento de autodefensa, ha estado librando guerras fuera del territorio de su alianza. Estas naciones ya no saben lo que significa la guerra en su propio territorio y, por lo tanto, la toman a la ligera. El revisionismo histórico supone prepararnos para la guerra, y debemos resistirnos con decisión antes de que sea demasiado tarde.



20 julio, 2024

ICJ rules Israel is an apartheid state because that's exactly what it is

 


Some of us didn't need an ICJ ruling to see the obvious


COUNCIL ESTATE – 20/07/2024


The International Court of Justice has ruled that Israel is an apartheid state, because, well, that’s exactly what it is. Hands up everyone who has been accused of “outrageous anti-Semitism” for correctly using the word “apartheid” to describe Israel. That’s quite a lot of you…


Israel is so afraid of the term apartheid, it has banned groups that call Israel an “apartheid state” from speaking at schools, which is interesting, considering the fit Zionists had about “cancel culture” when British students protested a university appearance by Tzipi Hotoveli. In the Middle East’s only democracy, school pupils are not allowed to hear correct legal opinions. No wonder they grow up to be so brainwashed.


A former Mossad agent broke down how Israeli apartheid functions, but if you try to have this conversation in the west, you will probably lose your job. Katie Halper was sacked from The Hill for describing Israel as an apartheid state and giving compelling reasons why. Britain’s second richest man is cancelling TV shows at the request of Netanyahu, but if you highlight concerns over Zionist influence on our media, you’re the problem?


Pretty much every organisation in the world that monitors human rights agrees Israel is an apartheid state, including Israeli human rights group B’Tselem, Human Rights Watch, Amnesty International, the United Nations, and now the world’s highest court. I’ve been involved in conversations where Zionists have scathingly told me the above groups have been taken over by anti-Semites.


“All the human rights groups have decided to hate all Jews”, say the anti-Palestinian conspiracy theorists.


While Zionists can accuse every credible human rights body of being taken over by anti-Semites, you had better not dare accuse your government of being bought by a Zionist lobby. That would mean you fall foul of IHRA guidelines or something. Strangely, we have no such guidelines about anti-Palestinian racism.


One weapon the establishment uses when it has no moral argument left is stigma. If someone refuses to tackle arguments and instead resorts to smears, they know the moment they stop resorting to smears, they will lose the argument. This is important to understand because once you can identify what is taking place, you can easily see the correct moral positions.


Climate protesters are now “terrorists”, human rights campaigners are now “anti-Semites”, anyone who calls out government corruption is an “extremist” who is “endangering the lives of politicians”. Remember, it’s only 16 years since the US kindly removed Nelson Mandela from a terrorist watch list…


If you join in with the stigmatisation from your government, there is a good chance you are on the wrong side of history. We should all focus on the strength of our arguments. As much as we can call those supporting apartheid terrible people, a better framing is they believe in a terrible idea and have been conditioned to do so.


Remind your audience bad ideas are the problem and then argue why you think a particular idea is bad, then let the other side do the same. Dare Zionists to abandon smears and then have a conversation about the Nakba when 750,000 natives were ethnically cleansed so that 56% of Palestinian land could be given to Europeans colonisers.


Zionists were not given 56% of Palestine because they had a strong historical claim, they were given that land due to the balance of power. The British controlled that land and giving it away was the best way to stop Zionist terrorists from assassinating our prime ministers.


While Palestinians get called “terrorists” because they’re not allowed to live freely on their own land, Zionists resorted to terrorism prior to 1947 because they weren’t being given someone else’s land.


While it would be unrealistic to force Zionists off all land they’ve stolen, we can certainly push for a restoration of the 1967 borders. When backed into a corner, even Israel’s apologists will agree that land annexed since then does not belong to Israel.


We are seeing even Israel’s supporters give ground because when we debate on reasonable terms, we win. The UK has restored funding to Unrwa, and I’m pretty sure Israel is still pretending Unrwa is Hamas. All Israel has is a baseless smear. When we shift the conversation to evidence, they have nothing left. This leaves Israel’s apologists in a tough spot because the more they dig their heels in, the faster they lose credibility. They’re forced to choose their battles and the British government has decided the Unrwa smear is not the hill to die on.


The language from western leaders is changing because they are finding it increasingly hard to support Israel’s lies. For example, the EU’s special representative is saying a two-state solution is possible, despite Benjamin Netanyahu’s opposition to it.


Sven Koopmans said of Netanyahu:


I think that recently he was very explicit about rejecting the two-state solution. Now, that means that he has a different point of view from much of the rest of the world.”


While you might argue the EU is stringing us along, note how they are placing the blame on the Israeli prime minister. While I wouldn’t suggest Netanyahu is the sole obstacle to peace, in the past, western officials would say a two-state solution would be possible if not for the Palestinians. The conversation is shifting in our favour and the actions at the International Court of Justice are one of the key reasons.


The UK government had called South Africa’s genocide case “unhelpful”, not because they have an argument in support of Israel, because because it exposes their lack of an argument. Same goes for why we’re now opposing ICC arrest warrants for Netanyahu and his accomplices. Once those arrest warrants appear, it will expose how obscene our leaders’ defences of Israel have been.


The official death toll in Gaza is 38,919 and while that is drastically undercounted, even if we accept the figure and jail Netanyahu for 25 years for each death, he would be facing jail for just under a million years. The final death toll could make that more like 5 million years. That is the scale of the bastard’s crimes.


The ICJ has ruled that Israel’s occupation of the Palestinian territories is illegal and that states must cease all actions in support of it, which would include selling weapons. In other words, we have further confirmation that western governments are breaching international law. This makes a mockery of Sir Keir Starmer’s argument he is supporting Israel only when it complies with international law. The prime minister is strangely reluctant to publish the legal advice the UK government received from the FCDO.


While the ICJ says Israel must withdraw from Palestine, Israel has been demanding control of Gaza’s Egyptian border as a condition of ceasefire. In other words, the occupiers want to strengthen their illegal occupation! A ceasefire in which the blockade continues is obviously no ceasefire at all. Same goes for any ceasefire that allows Israel to keep fighting until Hamas is destroyed.


Here is the response you should give to those who pretend this is all self-defence on Israel’s part:


The court said it had taken account of Israel’s security concerns, but they could not “override the principle of the prohibition of the acquisition of territory by force” and imposing restrictions on all Palestinians was “disproportionate”.


One argument made by Zionists is that Israel stopped occupying Gaza in 2005, but the ICJ ruled that Gaza has continued to be occupied to the present day. The ICJ stated that Israel must make full reparations for its illegal acts. ICJ president Nawaf Salam spoke of “Israel’s obligation to return the land and other immovable property, as well as all assets seized from any natural or legal person since its occupation started in 1967, and all cultural property and assets taken from Palestinians and Palestinian institutions, including archives and documents.


Salam said the ruling requires “the evacuation of all settlers from existing settlements and the dismantling of the parts of the wall constructed by Israel that are situated in the occupied Palestinian territory, as well as allowing all Palestinians displaced during the occupation to return to their original place of residence.”


The ICJ ruling stated that Palestinians should be compensated not just for the genocide, but the occupation too, and that Palestinian refugees abroad have a right to return home. It stated that all member states of the United Nations are under an obligation to recognise the occupation of Palestine is illegal.


The pathetic response of Israel’s foreign ministry is that “Israel cannot be an occupier in its own land”. In other words, these people see Palestine as their own land. Bezazel Smotrich argued the ICJ ruling was “contrary to the Bible, morality and international law”. The only part of that statement that’s noteworthy is the first part - Zionists think they have a Biblical right to take that land and kill whoever they want.


Let’s not forget Israel keeps greenlighting the expansion of illegal settlements and boasting it will build more settlements in revenge for October 7th. The ICJ ruled Israel illegally occupies east Jerusalem - the US and several other countries have built embassies in Jerusalem which are also illegal. They must be closed down and the occupation of East Jerusalem must end.


Personally, I would go much further than what others have suggested in terms of compensation: I would give Palestinians Israeli land to compensate them for the destruction of Gaza.


For every square mile of Gaza that has been destroyed, Israel should concede a square mile of its territory. For every home that has been destroyed, Israel must concede a home. The Israelis who’ve committed genocide can live in tents until enough new homes have been built to accommodate them.


While some might argue that’s outrageous, why is it more outrageous than Israel stealing Palestinian land? Why is it more outrageous than leaving Palestinians living in tents? Are Palestinians worth less than Israelis? Why should Palestinians be punished twice for Israeli crimes?


I’m realistic enough to know there is not a cat in hell’s chance of my suggestions being implemented, but the very minimum we should see is Israel paying for a rapid rebuild of Gaza.


Given the rate at which businesses are closing as the nation’s economy collapses, Israel is going to learn there is a heavy price to pay for genocide, even if the price is nowhere near enough. Germany still pays reparations to Israel for the holocaust - Israel should certainly do the same for Gaza and the West Bank. Palestinians deserve compensation for the holocaust they have endured.



19 julio, 2024

Soldados israelíes relatan historias de crueldad salvaje en Gaza, ocultada a la población occidental — Jonathan Cook

 


J C – 19/07/2024

[ Publicado en Middle East Eye ]

   Traducción del inglés: Arrezafe


Según denuncian algunos soldados israelíes, las mujeres y los niños palestinos son objeto de ataques deliberados. De la tropa a los altos mandos, las reglas de la guerra han sido destruidas.


Y siguen bombardeando. El pasado fin de semana, Israel lanzó otro devastador ataque aéreo sobre Gaza matando al menos a 90 palestinos y dejando cientos de heridos, mujeres, niños y trabajadores de salvamento.


Una vez más, Israel atacó a los refugiados, desplazados por sus bombardeos anteriores, convirtiendo una zona declarada oficialmente “segura” en un campo de exterminio.


Y una vez más, las potencias occidentales se encogen de hombros. Están demasiado ocupadas acusando a Rusia de crímenes de guerra como para preocuparse por los crímenes de guerra mucho peores que su aliado israelí esta infligiendo a Gaza con armas que ellos mismos le han suministrado.


La atrocidad cometida en el campamento de al-Mawasi, colmado de 80.000 civiles, tuvo la habitual cobertura israelí, diseñada para tranquilizar al público occidental y hacerle creer que sus líderes no son lo absolutamente hipócritas que parecen ser por apoyar lo que el Tribunal Internacional ha descrito como un “genocidio plausible”.


Israel declaró que intentaba eliminar a dos líderes de Hamas –uno de ellos Mohammed Deif, jefe del ala militar del grupo–, aunque el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no parece estar seguro del éxito del ataque.


Nadie en los medios occidentales se ha preguntado por qué estos dos combatientes decidieron convertirse en blanco de ataques en un campo de refugiados improvisado y superpoblado, donde corrían un enorme riesgo de ser traicionados por un informante israelí, en lugar de refugiarse en la extensa red de túneles de Hamás.


¿O por qué Israel consideró necesario arrojar tal cantidad de bombas y misiles sobre la multitud para eliminar a dos personas? ¿Es esa la nueva y ampliada redefinición israelí de “asesinato selectivo”?


¿O por qué sus pilotos y operadores de drones continuaron atacando a los equipos de rescate de emergencia que lidiaban con la destrucción inicial? ¿Había información de que Deif no sólo se escondía en el campamento, sino que también se había quedado para rescatar a los sobrevivientes?


¿O cómo matar y mutilar a cientos de civiles en un intento de atacar a dos combatientes de Hamas podría cumplir con los principios más básicos del derecho internacional? La “proporción” y la “distinción”, exigen que los ejércitos evalúen la ventaja militar de un ataque frente al costo previsto de vidas civiles.


Venganza bíblica


Pero Israel ha roto las reglas básicas de la guerra. Según fuentes del ejército israelí, ahora consideran aceptable matar a más de 100 civiles palestinos en la persecución de un solo comandante de Hamás, un comandante que, cabe señalar, simplemente será reemplazado en el momento que muera.


Incluso si los dos líderes de Hamas hubieran sido asesinados, Israel no habría tenido ninguna duda de que estaba perpetrando un crimen de guerra, pero ha aprendido que cuanto más rutinarios son sus crímenes de guerra, menos cobertura reciben y menos indignación provocan.


En los últimos días, Israel ha atacado varias escuelas de las Naciones Unidas que servían de refugio, asesinando a decenas más de palestinos. El martes, otro ataque en la “zona segura” de al-Mawasi mató a 17 personas.


Según la agencia de la ONU para los refugiados, UNRWA, más del 70 por ciento de sus escuelas (casi todas ellas sirven como refugios para los desplazados) han sido bombardeadas.


La semana pasada, médicos occidentales que trabajaron como voluntarios en Gaza denunciaron que Israel estaba añadiendo metralla a sus armas a fin de maximizar las lesiones de quienes se encontraban en el radio de la explosión. Los niños, debido al tamaño más pequeño de sus cuerpos, están sufriendo heridas mucho más graves.


Las agencias de ayuda no pueden tratar adecuadamente a los heridos porque Israel ha estado bloqueando la entrada de suministros médicos a Gaza.


Cometer crímenes de guerra, si es que los occidentales aún no se han dado cuenta, es el verdadero objetivo de la “operación militar” que Israel lanzó contra Gaza tras el breve ataque de Hamás el 7 de octubre.


Es por eso que hay más de 38.800 muertes registradas a raíz de los 10 meses de ataque de Israel, una cifra seguramente cuatro veces mayor, según eminentes investigadores han expuesto en la revista médica Lancet este mes.


Por eso, según la ONU, se necesitarán al menos 15 años para limpiar los escombros esparcidos por Gaza por las bombas israelíes, y hasta 80 años –y 50.000 millones de dólares– para reconstruir las casas de los 2,3 millones de habitantes del enclave que aún queden con vida al final de este genocidio.


Los objetivos gemelos de Israel han sido la venganza bíblica y la eliminación de Gaza: una ofensiva genocida para expulsar a la aterrorizada población, idealmente al vecino Egipto.


Política de disparar indiscriminadamente


Si esto no estaba suficientemente claro, recientemente seis soldados israelíes dieron un paso al frente para hablar sobre lo que habían presenciado mientras servían en Gaza, una historia de la que los medios occidentales no han informado en absoluto.


Sus testimonios, publicados la semana pasada por la revista israelí +972, confirman lo que los palestinos vienen denunciando hace meses.


Los comandantes han autorizado a sus tropas a abrir fuego a voluntad contra los palestinos. Cualquiera que entre en zonas consideradas por el ejército israelí como “zonas prohibidas”, es abatido a tiros, ya sea hombre, mujer o niño.


En marzo, el periódico israelí Haaretz advirtió del establecimiento de dichas “zonas de exterminio” por parte del ejército israelí, en las que cualquiera que entre es ejecutado sin previo aviso.


Tras meses de deliberado bloqueo de la ayuda humanitaria, Israel ha provocado una hambruna y propiciado que el ejército israelí haya convertido la desesperada búsqueda de alimentos por parte de la población de Gaza en un juego de ruleta rusa.


Quizá esto explique, en parte, por qué hay tantos palestinos desaparecidos: Save the Children estima que hay unos 21.000 niños desaparecidos. Los soldados citados en la revista +972 manifiestan que las víctimas de la política de disparo indiscriminado son apartadas y ocultadas mediante excavadoras de las rutas por donde transitan los convoyes de ayuda internacional para que no sean vistas.


Un soldado de reserva, identificado sólo como S, dijo que una excavadora Caterpillar “limpia la zona de cadáveres, los entierra bajo los escombros y los voltea a un lado para que los convoyes no los vean, y las imágenes de personas en avanzado estado de descomposición no sean expuestas”. Además, estel soldado señaló que: “Toda la zona [de Gaza donde opera el ejército] estaba colmada de cadáveres… Hay un olor horrible a muerte”.


Varios soldados informaron que, privados de comida y agua durante meses, al igual que la población de Gaza, gatos y perros callejeros se alimentan de los cadáveres.


El ejército israelí se ha negado reiteradamente a publicar sus normas sobre la manera de abrir fuego desde que los tribunales israelíes la impugnaron por primera vez en la década de 1980.


Un soldado llamado B dijo a la revista +972 que el ejército israelí disfrutaba de “total libertad de acción” y que se esperaba que los soldados dispararan directamente a cualquier palestino que se acercara a sus posiciones, sin realizar disparo de advertencia alguno: “Está permitido disparar a todo el mundo, a una niña y a una anciana”.


B añadió que cuando se ordenó a los civiles que evacuaran una escuela que servía de refugio en la ciudad de Gaza, algunos salieron por error hacia la derecha, en lugar de hacia la izquierda, en dirección a los soldados. Entre ellos había niños. “Todos los que fueron hacia la derecha murieron: entre 15 y 20 personas. Había una pila de cadáveres”.


Según B, cualquier palestino en Gaza puede convertirse sin darse cuenta en un objetivo: “Está prohibido caminar por allí y cualquiera que esté fuera es sospechoso. Si vemos a alguien mirándonos desde una ventana, es sospechoso. Disparamos”.


'Como un juego de ordenador'


El ejército israelí, que también se basa en prácticas militares habituales en la Cisjordania ocupada, alienta a sus soldados a disparar incluso cuando nadie los está atacando. Estos aleatorios e indiscriminados estallidos de fuego indiscriminado se conocen como “demostración de presencia” o, para ser más precisos, aterrorizar a la población civil poniéndola en peligro.


En otros casos, los soldados abren fuego simplemente para desahogarse, divertirse o, como lo expresó un soldado, “experimentar el evento” de estar en Gaza.


Yuval Green, un reservista de 26 años de Jerusalén, el único soldado dispuesto a dar su nombre, observó: “La gente disparaba sólo para aliviar el aburrimiento”.


Otro soldado, M, también señaló que “se dispara desenfrenadamente, como locos”, y no sólo con armas pequeñas. Las tropas utilizan ametralladoras, tanques y morteros en un frenesí similar e injustificado.


A, un oficial de la dirección de operaciones del ejército, señaló que este clima de absoluta temeridad se extendía a toda la cadena de mando.


Aunque la destrucción de hospitales, escuelas, mezquitas, iglesias y organizaciones de ayuda internacional requiere la autorización de un oficial superior, en la práctica, tales operaciones casi siempre son aprobadas, dijo A.


“Puedo contar con los dedos de una mano los casos en los que nos dijeron que no disparáramos. Incluso en asuntos tan delicados como las escuelas, [la aprobación] parece una mera formalidad… Nadie derramará una lágrima si derribamos una casa cuando no era necesario o si disparamos a alguien a quien no teníamos por qué hacerlo”.


Al comentar sobre el estado de ánimo en la sala de operaciones, A dijo que destruir edificios a menudo "se experimentaba como un juego de computadora".


Además, A puso en duda la aserción de Israel de que los combatientes de Hamás representaban una gran proporción de la cifra de muertos en Gaza. Cualquiera atrapado en las “zonas de muerte” establecidas por Israel o que sea blanco de un soldado aburrido, es considerado “terrorista”.


Casas en llamas


Los soldados también informaron que sus comandantes destruyen casas, no porque sospechen que pudieran servir como bases para los combatientes de Hamás, sino simplemente por un deseo de venganza contra toda la población.


Sus testimonios confirman un informe anterior de Haaretz según el cual el ejército está aplicando una política de quemar viviendas palestinas una vez que han cumplido su función de alojamiento temporal para los soldados. Green dijo que el principio era: “Si te vas, tienes que quemar la casa”. Según B, su compañía “quemó cientos de casas”.


Los pilotos de combate y los operadores de aviones no tripulados de Israel también están aplicando una política de destrucción gratuita y vengativa (a una escala mucho mayor), lo que explica por qué al menos dos tercios de las viviendas de Gaza ha quedado en ruinas.


Pero hay más mentiras. Una de las razones que se esgrimen para justificar la presencia de Israel en Gaza es la de “recuperar a los rehenes”, es decir, las decenas de israelíes que fueron llevados a Gaza el 7 de octubre. Sin embargo, dicho mensaje parece no haber llegado a oídos del ejército israelí.


Green señaló que, a pesar de la operación sorpresa del mes pasado, en la que más de 270 palestinos fueron asesinados para rescatar a cuatro rehenes israelíes, en realidad, el ejército israelí es profundamente indiferente al destino de los rehenes.


Green dijo que escuchó a otros soldados decir: “Los rehenes están muertos, no tienen ninguna oportunidad, hay que abandonarlos”.


En diciembre, las tropas israelíes mataron a tiros a tres rehenes que ondeaban banderas blancas. Los disparos a mansalva contra edificios suponen la misma amenaza para las vidas de los rehenes que para las de los combatientes y civiles palestinos.


Esa indiferencia también podría explicar por qué los dirigentes políticos y militares israelíes han estado dispuestos a llevar a cabo un bombardeo tan amplio de edificios y túneles en Gaza, arriesgando las vidas de los rehenes tanto como las de los civiles palestinos.


Cultura de la violencia


La historia contada por estos soldados en la revista +972 no debería sorprender a nadie, salvo a aquellos que todavía se aferran desesperadamente a los cuentos de hadas de que “el ejército israelí es el más moral del mundo”.


De hecho, una investigación realizada por la CNN el fin de semana pasado, concluyó que comandantes israelíes, identificados por funcionarios estadounidenses como autores de crímenes de guerra particularmente atroces en la Cisjordania ocupada durante la última década, han sido promovidos a puestos superiores en el ejército israelí. Su trabajo incluye el entrenamiento de tropas terrestres en Gaza y la supervisión de operaciones que allí tienen lugar.


Un denunciante del batallón Netzah Yehuda manifestó a CNN que los comandantes, provenientes del sector religioso ultraortodoxo extremista de Israel, fomentaron una cultura de violencia hacia los palestinos, incluidos ataques estilo Gestapo.


Como la investigación de CNN indica, la muerte y la destrucción desenfrenadas en Gaza son en gran medida una característica, no una mancha.


Durante décadas, el ejército israelí ha estado aplicando sus políticas inhumanas contra los palestinos, no sólo en el pequeño enclave, sino también en toda Cisjordania ocupada y Jerusalén Oriental.


Israel lleva 17 años asfixiando a Gaza mediante asedio y, desde 1967, asfixiando a Cisjordania y Jerusalén Oriental ocupadas mediante asentamientos ilegales (muchos de ellos ocupados por violentas milicias judías) para expulsar a la población palestina.


Lo que es nuevo es la intensidad, la escala de muerte y destrucción que se ha permitido que Israel inflija desde el 7 de octubre. Israel se ha quitado los guantes con la aprobación de Occidente.


La agenda de Israel –dejar a la Palestina histórica vacía de palestinos– ha pasado de ser un objetivo último y distante a ser un objetivo urgente e inmediato.


Políticos que parecen serpientes


Sin embargo, la historia mucho más larga de violencia y limpieza étnica de los palestinos por parte de Israel está saliendo a la luz, a pesar de los denodados esfuerzos de Israel por mantener nuestra atención fija en la amenaza del supuesto “terrorismo” de Hamás.


La Corte Internacional de Justicia de La Haya, a menudo llamada la Corte Mundial, está considerando dos casos contra Israel. El más conocido es el iniciado en enero, en el que se enjuicia a Israel por genocidio.


Pero el viernes, el Tribunal Internacional debe emitir un fallo sobre un caso anterior al 7 de octubre. Se pronunciará sobre si Israel ha violado el derecho internacional al hacer permanente la ocupación de Palestina.


Aunque lo más urgente es detener el genocidio en Gaza, es igualmente importante que el tribunal reconozca el carácter ilegal del gobierno de Israel sobre los palestinos, pues daría respaldo legal a lo que debería ser obvio: que una ocupación militar, supuestamente temporal, se transformó hace mucho tiempo en un proceso violento y permanente de limpieza étnica.


Una sentencia de ese tipo proporcionaría el contexto para comprender a qué se han enfrentado realmente los palestinos, mientras las capitales y los medios de comunicación occidentales han engañado a sus poblaciones año tras año, década tras década.


Esta semana, Oxfam acusó al nuevo gobierno británico, encabezado por Keir Starmer, de “apoyar e incitar” a los crímenes de guerra de Israel al pedir un alto el fuego por un lado y al mismo tiempo suministrar activamente armas a Israel para que continúe la matanza. El gobierno laborista también está dando largas a la hora de restablecer la financiación a la UNRWA, la agencia mejor situada para abordar la hambruna en Gaza.


A instancias de Washington, el Partido Laborista está intentando bloquear los esfuerzos del fiscal jefe de la Corte Penal Internacional para emitir órdenes de arresto contra Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra. Y todavía no hay señales de que Starmer tenga planes de reconocer a Palestina como Estado, lo que supondría un punto de inflexión en el Reino Unido contra el programa de limpieza étnica de Israel.


Lamentablemente, Starmer es un ejemplo típico de los políticos serpiente de Occidente: hace alarde de su indignación por los “depravados ataques” de Rusia contra los niños en Ucrania, mientras guarda silencio sobre los reales y aún más depravados bombardeos y la hambruna que padecen los los niños de Gaza.


Promete que su apoyo a los ucranianos “no flaqueará”, pero su apoyo a los palestinos de Gaza, que se enfrentan a un genocidio, ni siquiera ha comenzado.


Los palestinos de Gaza –y de la Cisjordania ocupada y Jerusalén Oriental– no sólo se enfrentan a un ejército israelí salvaje y violador de la ley, sino que cada día son traicionados por un Occidente que bendice esa barbarie.