31 octubre, 2019

La guerra de Sebastián Piñera y su gobierno en Chile — Marcos Roitman Rosenmann



Jaque al Neoliberalismo 31/10/2019

Mientras el pueblo chileno se desangra y sus recursos se venden al mejor postor, Sebastián Piñera declara que el país está en guerra “contra un enemigo implacable, que no respeta a nadie ni a nada, que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite”. Empresario de la generación pinochetista, realizó su fortuna en tiempos de la dictadura. Su hermano José, quien ocupó las carteras de Trabajo, Previsión Social y Minería con Pinochet, fue su mentor y escudo. La dictadura fue el espacio donde creció al amparo de los crímenes de lesa humanidad. Su condición de hermanísimo era suficiente. Sebastián no desaprovechó la ocasión. Defraudó, robó y acumuló capital gracias al negocio de las tarjetas de crédito, convirtiéndose en uno de los hombres más ricos de Chile. Mientras tanto, José, el ministro, privatizó la seguridad social, liberalizaba el mercado laboral y creaba el sistema privado de pensiones, para regocijo de bancos y financieras. Reconocido como gurú de las pensiones privadas, el gobierno de José Maria Aznar lo llamó, prestando sus servicios al Partido Popular. Sin empacho, en colaboración con Alejandro Weinstein, patrocinado por la CEOE y el Círculo de empresarios, publico el recetario: Una propuesta de reforma del sistema de pensiones en España. Manual de culto de la derecha española. Tampoco perdió el tiempo en Chile, redactando en 2005, el libelo contra el gobierno constitucional de Salvador Allende: Una casa dividida, como la violencia política destruyó la democracia en Chile. Sus recomendaciones finales han marcado el quehacer de su aplicado hermano: “He escrito este ensayo como una contribución a la causa de que nunca más se quiebre la democracia en Chile, para lo cual estimo imprescindible conocer las razones que la destruyeron y concordar hacia el futuro tres principios fundamentales para una convivencia pacífica: a) bajo ninguna circunstancia, con ninguna justificación, y en ninguna forma, un grupo debe propugnar, y mucho menos iniciar, la violencia como mecanismo de cambio económico, social o político bajo un régimen democrático, b) iniciada la violencia por algún sector, ella debe ser atajada de inmediato por el gobierno de ese momento, dentro de la ley pero aplicando toda la fuerza de la ley, y c) el rechazo a los que propician y ejercen la violencia, y el apoyo al gobierno que la combate con mano firme, debe contar con el apoyo unánime y decidido de la sociedad política y sociedad civil.”

Y, Sebastián, alumno aventajado, considerándose el mayor baluarte de la democracia, opta por decretar el Estado de Emergencia y el toque de queda ante las movilizaciones populares y protestas ciudadanas, primero contra la subida del ticket del metro y ampliándose a todo el sistema neoliberal imperante en Chile desde 1974. Así, las fuerzas armadas toman el control, disparando a quema ropa, violando a mujeres, torturando y reprimiendo como hicieron tras el golpe de Estado y los años que duró la tiranía. Según el informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos, en estos cinco días, hasta el 23 de octubre, han sido detenidas 2410 personas, de las cuales 274 son mujeres, 980 hombres y 200 adolescentes. Sólo en Santiago suman 168 mujeres, 586 hombres y 74 niños, niñas. En cuanto a los heridos, reportan 535 personas, de las cuales 210 por arma de fuego. Muertos, contabilizan 18, entre ellos un menor.

Es su guerra. La continuidad del modelo económico y social, entre la dictadura militar y los gobiernos emergentes es completa. En Chile rige la Constitución de 1980, redactada durante la dictadura. La desigualdad social, la pobreza extrema, el robo a manos llenas por la plutocracia, de la cual Piñera forma parte, constituye uno de los mayores escándalos de la historia de Chile. No pocos ministros de la Concertación, socialistas, ex comunistas, radicales, ex del MIR, socialdemócratas, en fin, quienes se subieron al proyecto neoliberal, obtenido regalías y privilegios políticos, se han enriquecido sin pudor y a costa de corromperse y esquilmar al pueblo. Son sus vivos representantes los expresidentes Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz Tagle, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y el actual administrador del orden, Sebastián Piñera.

Hoy, tras días de represión, Piñera pide perdón, y lanza un paquete de medidas parche. Su argumento es insultante: no fue consciente de los problemas y sus consecuencias, y agrega, tampoco lo fueron sus predecesores en el gobierno. Insultan la inteligencia del pueblo chileno. Todos han sido los artífices de la pobreza, el hambre, la injusticia social, los sueldos de miseria, la sobre explotación y asesinato de los dirigentes del pueblo Mapuche.

Piñera, el empresario, no sabe cómo amasó su fortuna. Dice desconocer que es la economía de mercado, sus leyes, las formas de explotación que prevalecen. Las que han aprobado y rigen la política económica del país. Entonces que renuncien todos por idiotas, ineptos y corruptos. ¿Acaso no son conscientes de sus consecuencias?

Chile se ha vendido. Los chilenos no son propietarios de sus riquezas, del subsuelo, de sus aguas, flora y fauna. Endesa controla las hidroeléctricas, Banco de Santander y BBVA los ahorros, Telefónica las redes, Repsol los hidrocarburos, Prosegur, la seguridad. Por no mencionar los productos de consumo perecedero, en manos de compañías estadounidenses, canadienses y europeas. Otro tanto ocurre con Monsanto en fertilizantes, semillas y soya. La educación en manos privadas y los medicamentos se los reparten las ocho grandes de Estados Unidos, Suiza y Francia. Hoffmann-La Roche, Pfizer, Johnson & Johnson, Sanofi, Novartis, Gilead Sciences, Merck. Incluso los parques naturales han sido vendidos. Una parte importante de la Patagonia está en poder de Benetton. ¿No son conscientes?

El pueblo ha perdido el miedo, incluso con las fuerzas armadas en la calle. Rompen el círculo del terror impuesto por la dictadura neoliberal. La necesidad de mantener viva la mentira del éxito del modelo neoliberal en Chile, obliga a sus socios a una piñata, lanzar loas a la decisión de Piñera por el paquete de medidas paliativas. Gobiernos amigos, que participarán en Chile en la cumbre de La Alianza Para el Pacifico los días 16 y 17 de noviembre, le cubren las espaldas. Todos sacan tajada, apoyar a Sebastián Piñera y criminalizar las protestas es la consigna. Culpables, las víctimas. La necropolítica se impone.

“Washington ordena y Madrid se arrodilla” — Geraldina Colloti



Resumen Latinoamericano 31/10/2019

EEUU. La arrogancia de Trump contra Cuba

Washington ordena y Madrid se arrodilla. Lee para creer. Se suponía que debía partir a Cuba la mañana del 31 de octubre con el vuelo de Air Europa a las 10.30. Había recibido una invitación para asistir a la Conferencia Antiimperialista en el Instituto Martin Luther King, que comienza el 1 de diciembre. Me registré en línea y pagué la maleta adicional con una tarjeta de crédito. Había recibido la tarjeta de embarque para Madrid y reservé el asiento para Cuba.

Después de pagar el transporte y el embalaje del equipaje, voy al mostrador. Me dicen que primero tengo que pagar una visa para ingresar a Cuba, lo hago y regreso para enviar mi equipaje. Solo en ese momento veo al empleado leyendo la escritura en el monitor perplejo: acceso denegado. Nadie puede explicar por qué. Llega la gerente, llama a Madrid. “Debes llamar a Washington”, responden.

Ella permanece horrorizada, pero compone ese número. Después de un tiempo, le dicen que no puedo ir a Cuba “porque Estados Unidos está protegiendo sus fronteras”. Los empleados se mudan. También me voy al mostrador de visas, pero la hoja de reserva denegada que les doy es clara: “Pax ckin inhibiten por las autoridades de los Estados Unidos”. No puede ir.

Yo llamo a mi abogada. Recordamos que ya le había sucedido a otro periodista, activo en solidaridad con Cuba: los no deseados ni siquiera pueden volar sobre los cielos bajo el dominio de Estados Unidos. Mi pasado político como ex guerrillera seguramente entra, pero esto podría haber tenido sentido si me detuviera en América del Norte. Y luego, me han devuelto mi pasaporte y mis derechos, soy periodista desde muchos años. Además, podrían haber avisado antes, en el momento del pago, de la reserva, etc., etc.

Mientras tanto, el dinero del boleto se convirtió en humo. Es imposible, ahora, asistir a la conferencia: para gran satisfacción de aquellos que, incluso en la izquierda, se comprometen a silenciar voces incómodas. Imposible cambiar de compañía: todos los que vuelan sobre los cielos norteamericanos repetirían el mismo truco. También es imposible cambiar el itinerario a menos que se tenga una billetera llena.

Cuando Washington ordena, Europa se hunde. ¿No ha sucedido esto con las sanciones contra Venezuela? “Es muy grave, dicen los trabajadores del aeropuerto. A este ritmo, ¿dónde terminaremos?”

CHILE ARDE — Pedro Santander



fuente: SUSPENDELVIAJE 31/10/2019

Chile arde. Esta angosta franja de tierra acostumbrada a terremotos y erupciones volcánicas es hoy un país en llamas que tiene un responsable directo y es el presidente Piñera. Dicen que cuando ardía Roma el emperador Nerón tocaba la lira y entonaba un poema épico griego que hablaba de la guerra de Troya. Piñera tiene otro estilo. Cuando empezó el incendio en vez de tararear una canción se llevó un pedazo de pizza a la boca. Es que justo ese día uno de sus nietos estaba de cumpleaños, y, entre cacerolazos en todo el país y un llamado a paro nacional, incendios y barricadas, Piñera prefirió irse a la Pizzería Romería del barrio alto. Y así Chile ardió un poco más.

Luego hubo dos días de silencio presidencial y, cuando por fin le habló al país, declaró la guerra contra su pueblo. El lunes 28, después de veinte muertos, 1.100 heridos (500 a bala), 121 heridos en sus ojos por proyectil, miles de detenidos, 35 denuncias por vejámenes sexuales a mujeres detenidas, Piñera anunció un cambio ministerial sin afectar a los funcionarios directamente culpables por la violación a los derechos humanos. Y así Chile siguió ardiendo más aún. En los últimos cuarenta años pasamos de la vía chilena al socialismo a la peor dictadura del Cono Sur, la de Pinochet, para llegar a ser luego el lugar mas neoliberal del mundo (y el primero). Durante el tiempo transcurrido entre Salvador Allende, pasando por el dictador Pinochet, y Sebastián Piñera, se modeló una clase política –la cúpula del Partido Socialista incluida– que se enamoró y encegueció con el salvaje modelo neoliberal. Es una casta que hoy apenas sirve para apagar velas en los cumpleaños pero que es la gran provocadora del incendio social. En esta ofensiva está comenzando a tejerse la articulación social necesaria para darle conducción política a la asonada popular. A la cabeza se ha instalado la Mesa de Unidad Social compuesta por mas de cien organizaciones sociales. Quienes la integran tienen una ventaja y una legitimidad infinitamente mayores para comprender los sucesos del país y dialogar con la gente. Desde ahí hoy se levanta la demanda por una Asamblea Constituyente y el fin de la Constitución de Pinochet, que aún nos rige.

En el pasado los movimientos populares cuestionadores del sistema siempre terminaron con represión militar y masacres violentas. Esta vez puede que Chile termine dándole la estocada mortal al neoliberalismo en el mismo país que lo vio nacer. Hay algo seguro. A esa canción de cuna la cantaríamos todos, todas y todes.

 — Pedro Santander desde Santiago

30 octubre, 2019

CHILE: The heart-stopping moment a soprano breaks the martial law




This is the chilling moment soprano Ayleen Jovita Romero defies the silence curfew, imposed under martial law by the government of Sebastián Piñera in Chile and sings the song “El derecho de vivir en paz”, (The right to live in peace) by Victor Jara.

Such is the silence because of the martial law, that her voice echoes through the buildings, while people from their windows and balconies are “holding their breath” to the words of her song, until the moment she hits the final note and a wave of applause by dozens of people fills the night and space of a neighborhood under police siege.

The video consists of two scenes of the moment from different angles, one of them being the point of view next to the singer's window.

The soprano is singing a song from a guitar artist called Victor Jara, he was killed by the Pinochet dictatorship (imposed by the CIA back coup). Jara was taken prisoner along with thousands of others in the Chile Stadium, where guards tortured him, smashing his hands and fingers and then told to try playing his guitar. He was then shot over 40 times and killed. The song is called “The right to live in peace”.


La verdadera muerte de un presidente — Gabriel García Márquez


Salvador Allende, Presidente de Chile


Septiembre de 2003, al cumplirse 30 años del golpe militar de 1973 en Chile.

La contradicción más dramática de su vida fue ser al mismo tiempo, enemigo congénito de la violencia y revolucionario apasionado, y él creía haberla resuelto con la hipótesis de que las condiciones de Chile permitían una evolución pacífica hacia el socialismo dentro de la legalidad burguesa. La experiencia le enseñó demasiado tarde que no se puede cambiar un sistema desde el gobierno, sino desde el poder.

Esa comprobación tardía debió ser la fuerza que lo impulsó a resistir hasta la muerte en los escombros en llamas de una casa que ni siquiera era la suya, una mansión sombría que un arquitecto italiano construyó para fábrica de dinero y terminó convertida en el refugio de un Presidente sin poder.

Resistió durante seis horas con una metralleta que le había regalado Fidel Castro y que fue la primera arma de fuego que Salvador Allende disparó jamás.

El periodista Augusto Olivares que resistió a su lado hasta el final, fue herido varias veces y murió desangrándose en la asistencia pública.

Hacia las cuatro de la tarde el general de división Javier Palacios, logró llegar hasta el segundo piso, con su ayudante el capitán Gallardo y un grupo de oficiales. Allí entre las falsas poltronas Luis XV y los floreros de Dragones Chinos y los cuadros de Rugendas del salón rojo, Salvador Allende los estaba esperando. Llevaba en la cabeza un casco de minero y estaba en mangas de camisa, sin corbata y con la ropa sucia de sangre. Tenía la metralleta en la mano.

Allende conocía al general Palacios. Pocos días antes le había dicho a Augusto Olivares que aquel era un hombre peligroso, que mantenía contactos estrechos con la Embajada de los EE.UU. Tan pronto como lo vio aparecer en la escalera, Allende le gritó: Traidor y lo hirió en la mano.

Allende murió en un intercambio de disparos con esa patrulla. Luego todos los oficiales en un rito de casta, dispararon sobre el cuerpo. Por último un oficial le destrozó la cara con la culata del fusil.

La foto existe: la hizo el fotógrafo Juan Enrique Lira, del periódico El Mercurio, el único a quien se permitió retratar el cadáver. Estaba tan desfigurado, que a la Sra. Hortencia Allende, su esposa, le mostraron el cuerpo en el ataúd, pero no permitieron que le descubriera la cara.

Había cumplido 64 en el julio anterior y era un Leo perfecto: tenaz, decidido e imprevisible.

Lo que piensa Allende sólo lo sabe Allende, me había dicho uno de sus ministros. Amaba la vida, amaba las flores y los perros, y era de una galantería un poco a la antigua, con esquelas perfumadas y encuentros furtivos.

Su virtud mayor fue la consecuencia, pero el destino le deparó la rara y trágica grandeza de morir defendiendo a bala el mamarracho anacrónico del derecho burgués, defendiendo una Corte Suprema de Justicia que lo había repudiado y había de legitimar a sus asesinos, defendiendo un Congreso miserable que lo había declarado legítimo pero que había de sucumbir complacido ante la voluntad de los usurpadores, defendiendo la voluntad de los partidos de la oposición que habían vendido su alma al fascismo, defendiendo toda la parafernalia apolillada de un sistema de mierda que él se había propuesto aniquilar sin disparar un tiro.

El drama ocurrió en Chile, para mal de los chilenos, pero ha de pasar a la historia como algo que nos sucedió sin remedio a todos los hombres de este tiempo, que se quedó en nuestras vidas para siempre.

¿Se prepara la élite para una revolución social planetaria? — José Negrón Valera




Si algo sabe la élite mundial es que el capitalismo es insostenible sin el uso de la violencia política. El terrorismo de Estado es parte integral no solo de su lógica de funcionamiento, sino también de su propia existencia.

Edgardo Lander, sociólogo venezolano, nos recuerda en el imperdible ensayo Ciencias sociales: saberes coloniales y eurocéntricos que la historia oficial de la Revolución Industrial del siglo XVIII omite que “la gente no entró a la fábrica alegremente y por su propia voluntad. Un régimen de disciplina y de normalización cabal fue necesario”, destaca.

Los libros de eso que llaman alegremente ‘historia universal’, y con los cuales se enseña en los modelos educativos que producen seres dóciles y adormilados, pocas veces refieren que la ‘naturalización’ del proyecto liberal que dio como resultado el capitalismo que conocemos, no habría sido posible sin la imposición a sangre y fuego del colonialismo en América, y la “encarnizada lucha civilizatoria al interior” de la propia Europa.

Los campesinos y trabajadores de siglo XIX son los venezolanos del Caracazo de 1989, los chilenos de hoy, los ecuatorianos que se rebelaron contra el FMI. Pero también son los afroamericanos de Los Ángeles en 1992 y los grupos antisistema que le aguaron la fiesta a la Organización Mundial de Comercio en Seattle en 1999. Son el Haití silenciado, la europea balcanizada, los infantes del Asia empobrecida que cosen por centavos las piezas de ropa que luego serán vendidas en una Europa infestada de aporofobia.

El lazo común que los une a todos es el mismo. La rebelión de las masas como respuesta instintiva del ser humano ante un sistema vertical, que sostiene los privilegios de unos pocos en los hombros de muchos.

Algo está ocurriendo, de manera lenta sí, pero constante. Es la cada vez más evidente falla estructural del capitalismo, y de su versión salvaje.

El neoliberalismo queda en evidencia y las fuerzas que lo mantienen se preparan para la confrontación inevitable.


Malestares previsibles

El reciente estallido social de Chile desmoronó la perfecta narrativa del modelo económico capitalista perfecto. A medida que los carabineros disparaban y los militares del ejército eran lanzados a la calle para arrasar la protesta popular. El lamento de la élite se hizo cada vez más ruidoso.

Los manejadores de crisis y gerentes de percepción de múltiples tanques de pensamiento (Cómo la Red Atlas, Rendon Group, Tavistock), intentan mediante notas de voz de ‘expertos’, o de las convenientes ‘filtraciones’ del sentir de dirigentes políticos, como la primera dama de Chile, crear la matriz de que no es el sistema el que está equivocado, sino los políticos de turno. El error no es el modelo, sino una que otra mala decisión económica desacertada. “Eleva en algo el salario, devuélveles un porcentaje de las pensiones, admite en público tus fallas”.

La orden es que el organismo enfermo reabsorba el malestar que él mismo ha causado. Que acontezca el adormecimiento, y la pasividad social sea la orden de partida para que se activen los aparatos de inteligencia y represión. Ir tras cada liderazgo social, uno por uno, es la clave para desarticular la organización popular. Las tácticas son conocidas: redadas nocturnas, homicidios impunes, el miedo subterráneo que todo lo impregna debido a la inacción del Estado cómplice. En resumen: usar el esquema de terror y violencia psíquica que ha hecho de Colombia durante los últimos 60 años el paradigma en cuanto a terrorismo de Estado se refiere.

Sin embargo, uno de los mayores y más invisibles obstáculos al que se enfrentan los movimientos sociales que han despertado en Latinoamérica y el mundo es evitar la confusión que provocan las estrategias de los tanques de pensamiento. Lander nos provee de una valiosa enseñanza sobre cuál es la estrategia de esta clase de operadores psicológicos al servicio del sistema:

El neoliberalismo es debatido y confrontado como una teoría económica, cuando en realidad debe ser comprendido como el discurso hegemónico de un modelo civilizatorio, esto es, como una extraordinaria síntesis de los supuestos y valores básicos de la sociedad liberal moderna en torno al ser humano, la riqueza, la naturaleza, la historia, el progreso, el conocimiento y la buena vida”, apunta el investigador venezolano.

Pensemos por un segundo, por qué llegamos a considerar ‘natural’, ‘deseable’, ‘lógico’ el que los trabajadores que ya son explotados laboralmente en sus trabajos, tengan que pagar por educación, salud, servicios públicos. ¿Por qué no puede ser universal y gratuita la educación? ¿Por qué los jóvenes tienen que quedar endeudados de por vida para pagar sus estudios? ¿Por qué el agua debe estar privatizada? Critica los desahucios y te llamarán comunista, denuncia los rescates bancarios y te explicaran que no entiendes el orden del mundo.

No existe argumento económico que se sostenga por sí mismo y que sirva para justificar esto. Lo que sí existe es toda una arquitectura de pensamiento que enseñó (gracias a universidades, organismos multilaterales, políticas internacionales de progreso y desarrollo, industria cultural, ejércitos y policías) a creer que: “la gente no valora lo que es gratis”, que “el Estado no sirve para manejar empresas”, que es preferible “que los privados manejen la economía”, que “no importa lo que cueste, siempre y cuando funcione”, que “la gente es pobre porque quiere”, que “todos tenemos las mismas oportunidades”, que aquel “que no tiene éxito, no se esforzó lo suficiente”.

Cuando miramos el mundo, con su desigualdad desbordada, con la herida ambiental que según informan los científicos y expertos nos borrará del mapa en menos de cien años, no podemos sino interpretar que seguir confiando en un modelo que pone el dinero por encima de las necesidades humanas, es el camino corto a la extinción. A medida que avancemos (o retrocedamos, según se vea) y el agua dulce se agote y la comida escasee, la manipulación psicológica será menos eficiente y no será más necesario usar la represión y el control violento de las masas. El informe de Tendencias Globales 2030, del Consejo Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos, lo llama gini-out-of-the-bottle y explica que las “las desigualdades dentro de los países aumentan las tensiones sociales”. La élite mundial sabe esto y se prepara para ello, en especial, para defender de la debacle a la sociedad que usa como “vara para medir al resto”: Estados Unidos de América.



28 octubre, 2019

CHILE: El terror represivo no logra paralizar la lucha del pueblo chileno




fuente: MovimientoPolítico de Resistencia – 28/19/2019

Cifras oficiales, denuncias en los medios alternativos y advertencias de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos). Tras las manifestaciones del domingo, 2.138 personas fueron detenidas, entre ellas 243 niños y adolescentes y 407 mujeres. Nueve de ellos fueron desnudados durante los procedimientos policiales.

Ha habido palizas, humillaciones y amenazas, pero en las últimas horas, la tortura y la violación de mujeres en Chile se han convertido en una realidad.

El estado de emergencia instaurado por el gobierno de Sebastián Piñera ha dado lugar a las prácticas de la dictadura, incluidas las desapariciones. Muchas de las mujeres detenidas hasta ahora han desaparecido. Además, las mujeres detenidas en Santiago de Chile fueron desnudadas delante de personal masculino, les palparon los genitales y les pusieron el arma en la vagina mientras las amenazaban con violarlas y matarlas, según los testimonios recogidos por los detenidos.

La CIDH expresó su preocupación por las denuncias presentadas ante el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) sobre violencia sexual, desnudez forzada y tortura en el contexto de la detención de manifestantes. "Chile debe investigar y castigar estos hechos diligentemente, así como las acciones de la policía y el ejército que conduzcan a un uso desproporcionado de la fuerza contra la población civil. El uso de la fuerza debe regirse por los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad", dijo la CIDH.

Según cifras del INDH (Instituto Nacional de Derechos Humanos) tras las manifestaciones, el domingo fueron detenidas 2.138 personas, entre ellas 243 niños y adolescentes y 407 mujeres. Nueve de ellos fueron desnudados durante los procesos policiales, durante eventos en los municipios de Santiago, Maipú, Iquique, Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Talca, Concepción, Valdivia, Temuco, Puerto Montt y Punta Arenas. La mayoría de ellos denunciaron el uso excesivo de la fuerza durante la detención, así como detenciones de niños, malos tratos, golpes en la cara y los muslos, tortura y agresión sexual, entre otros actos violentos.

Silvana del Valle, abogada de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, explicó que "la violencia sexual por motivos políticos ha sido un continuo en nuestro país y en toda la región en las últimas décadas, dado que el aparato policial ha sido entrenado para ser mecanismos patriarcales. Esto resuena durante la dictadura en Chile y en el período postdictatorial como una característica muy fuerte de la policía".

Al mismo tiempo, una muestra representativa de académicos de diferentes corrientes políticas pidió a las autoridades que pusieran fin al toque de queda y al estado de emergencia por las lesiones y muertes causadas por hombres uniformados, al tiempo que pedían a los abogados que velaran por el respeto de los derechos de los ciudadanos. Según La Tercera, 206 académicos y decanos de las principales facultades de derecho del país firmaron una carta titulada "Frente a la grave crisis política y social en Chile y las violaciones de los derechos humanos que se han producido". El encabezamiento de la carta dice:

"Como profesores de derecho de varias facultades del país y de diversas corrientes políticas, no podemos permanecer en silencio sobre la situación actual de nuestro país". A continuación, afirman que "condenan las graves violaciones de los derechos humanos observadas en varias regiones del país. Hemos oído hablar de acontecimientos muy graves que, a lo largo de los días, muestran patrones comunes".

También piden a los abogados de todo el país que informen a los ciudadanos de sus derechos y de cómo ejercerlos, y que representen y defiendan a las personas cuyos derechos han sido violados de manera oportuna y libre. "Subrayamos que ya nos hemos comprometido a garantizar que ningún acto que constituya una violación de los derechos humanos quede impune", concluyen.

Los excesos producidos por los carabineros infiltrados también incluyen la quema y el saqueo de los supermercados. Varios testimonios de las manifestaciones de los carabineros fueron transmitidos viralmente con imágenes de apoyo, como en un vídeo en el que agentes de policía se bajan de un coche civil para iniciar un incendio en una sucursal del Banco de Crédito e Inversiones (BCI).

"Como durante la dictadura, hay madres desesperadas que buscan a sus hijos e hijas en los tribunales. Hay varios menores", dice Patricia, una psicóloga, quien añade que el Chile de Piñera secuestra personas, que son transportadas en camiones y que muchos de sus familiares no saben dónde están. Ya circulan imágenes de incendios donde se ven cadáveres, que los medios quieren hacer parecer saqueadores. "Hemos visto vídeos que muestran cómo arrojan los cuerpos. Todos creemos que son las víctimas que arrojan al fuego para borrar todo rastro".

El INDH de Chile intentó entrar en uno de los mayores centros de salud y descubrió que la puerta estaba cerrada con cadenas. "No sabemos qué está pasando, pero el sistema de salud está empezando a detenerse. Los puertos también se detienen. Estamos como si estuviéramos en guerra", agrega Patricia en una dirección opuesta a las afirmaciones del presidente chileno. El equipo de la Agencia de Noticias de Comunicación Alternativa (Ancap), que vivió la dictadura de Pinochet, tiene miedo a salir, pero sus hijos y nietos lo hacen por ellos. "En el municipio de San Bernardo, al sur de Santiago, entraron en la escuela y secuestraron a niñas y adolescentes. En los centros de salud, se ha informado de que muchas de ellas han sufrido lesiones después de haber sido violadas", dijeron los medios de comunicación.

El sábado pasado, Pamela Maldonado, de 31 años, estaba con su padre y algunos vecinos en medio del caceroleo, a pocos metros de su vivienda en el municipio de Santiago. De repente, una multitud de fuerzas especiales acosó a su padre. Eran más de diez, lo rodearon en círculo y comenzaron a pegarle. "Les pedí que pararan, porque mi padre es diabético; tiene sesenta años y podrían matarlo, pero me empujaron con sus escudos y no pude alcanzarlo", recuerda. Pamela, entre codos, fue azotada contra una pared y no podía ver lo que estaba pasando en el coche de la policía. Les gritó preguntando a dónde llevaban a su padre y le respondieron que a la tercera comisaría de policía de Santiago. Recuerda que un carabinero apodado Gallardo –que se puede ver en uno de los vídeos que grabó– le metió el puño en la espalda y también lo empujó a la furgoneta.

En el interior, vio que la nariz de su padre sangraba. Apenas podía respirar. Pamela se quedó en estado de shock. También pudo ver a otros detenidos golpeados en muy malas condiciones. Un segundo policía esposó a su padre y apretó intencionalmente con mucha fuerza. De camino a la comisaría de policía, un carabinero comenzó a provocar a los detenidos gritando a los mapuches que “odiaba a los comunistas” e incluso amenazó a Pamela con agredirla sexualmente.

"¡Veamos si te gusta por el culo!" -le dijo para intimidarla.

En ese momento, no podía creer lo que estaba pasando, sólo cogió a su padre por los brazos para que no le pegaran más.

Luego trajeron a un tipo ensangrentado que gritaba porque le dolían los riñones. Cuando vieron sus heridas, se enteraron de que era VIH positivo. En un momento dado, Pamela le pidió que le permitieran limpiar la cara de su padre con una botella de agua, pero lo ahogaron con una mezcla de agua y sangre. "Fue una tortura", recuerda nerviosa. Después de pasar por la oficina de control de lesiones, fueron conducidos a la tercera comisaría de Santiago.

Una vez en la celda, vio que la policía había traído a un fotógrafo a quien ya habían herido, pero lo golpearon de nuevo y sólo pararon gracias a la intervención de un abogado de la INDH. Los encerraron en celdas improvisadas, les negaron mantas, cogieron frío y tuvieron que soportar que la policía se burlara de ellos cuando informaron de la existencia de retretes inundados y llenos de heces. A las 12:30 del mediodía fueron liberados. Con las ropas que les habían dejado, caminaron desde la calle San Martín hasta sus casas. Es increíble, y lo que sigue será una querella. "No podemos permitir que esto continúe, lo que nos hicieron es totalmente ilegal", señala Pamela.

27 octubre, 2019

La trágica muerte de una trabajadora emigrante en un almacén de cítricos de Murcia


Explotada hasta la muerte: Hind El Bekkali


fuente: Movimiento Políco de Resistencia 27/10/2019

Un sueño convertido en pesadilla. El de Hind El Bekkali, una mujer que partió de Marruecos hace veinte años para labrarse un porvenir en España y regresó a su país en un ataúd para ser enterrada en el pequeño pueblo de Fquih Ben Salah, en la región central del país vecino. El 8 de octubre, a las 18.24, el 112 confirmaba su muerte en un accidente laboral en el almacén Cítricos La Paz, en Fortuna, donde trabajaba desde hacía casi cinco meses como envasadora.

Hind, de 39 años, deja huérfanos de madre a tres hijos de 16, 12 y 6 años. “Estoy muy mal, muy mal de verdad, no tengo la cabeza para hablar con nadie”, solloza al otro lado del teléfono apesadumbrado Abdelaziz Hassimatar, que cruzó este miércoles el Estrecho tras dar sepultura a su mujer en la tierra que la vio nacer y ya está de vuelta en Fortuna.

Hassimatar es claro al respecto de la muerte de su mujer y apunta a que fue una negligencia de la empresa donde trabajaba. “Ella no tenía formación para asumir la tarea que se le asignó, Hind me contó que le habían cambiado de puesto unos días antes del accidente, el asunto está en manos de mi abogado”.

Su esposa se encontraba limpiando en una zona de la fábrica “cuando fue succionada por una de las máquinas de precalibrado”. Hassimatar y diversas organizaciones de defensa de los trabajadores se han apresurado en denunciar que el puesto de Hind no era el de limpieza, que no tenía formación para acometer esa tarea y denuncian irregularidades en materia de prevención de riesgos laborales.

Estamos ante un accidente laboral como los que hay en muchas empresas españolas. Al día siguiente hubo otro en Mercadona, que no ha trascendido.

Jawad Romaili es el letrado del marido de la víctima. Según declaró, “hubo un incumplimiento de la normativa de riesgos laborales; tres días antes de su muerte fue cambiada de puesto de trabajo, la enviaron al triaje, y la empresa presuntamente no le dio formación específica para ello”. En la zona de envasado y la de triaje, según explicó Romaili, hay cintas diferentes: “En el triaje hay un robot, cuando terminan tienen que limpiarlo y alguien le mandó esa labor”.

La noticia de la muerte de Hind corrió como la pólvora entre la comunidad marroquí residente en Murcia, que en un porcentaje elevado procede de la misma región que Hind –Beni Mellal- y también se gana la vida en el campo o los almacenes agroalimentarios. “La hermana de mi mujer es amiga suya y desde que ha pasado todo esto no puede dormir”, cuenta apenado un paisano que vive en Mula. En Marruecos tampoco ha pasado desapercibido el suceso, del que se han hecho eco algunos medios de comunicación.

Tras el accidente, organizaciones como Comisiones Obreras han puesto de nuevo el acento en la precarización del sector de las envasadoras, contratadas en su mayoría por Empresas de Trabajo Temporal (ETT), como era el caso de Hind.

"En los almacenes donde no hay control sindical estamos viendo cómo se cometen ilegalidades en la cotización de los días trabajados, no se abonan las horas extraordinarias como se debería y en especial en materia de prevención laboral hay muchos incumplimientos", explica Santiago Navarro, secretario general de Comisiones Obreras (CCOO) en la región.

La mayoría de trabajadores de los almacenes, en el manipulado de cítricos, tomate y fruta son mujeres, un 80 por ciento de unos 10.000 empleos que se generan cada año. “Y cada vez es mayor el porcentaje de mujeres inmigrantes, que en períodos fuertes de la campaña hacen jornadas interminables”.

Soumia ha llegado a trabajar “desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche”. Catorce horas, “parando 15 minutos por la mañana y por la tarde para almorzar y merendar, y una hora para comer”.

Hombros destrozados y manos atrofiadas

La situación “es horrible”, se queja Kawtar, quien lleva varios en Murcia de un almacén a otro. “Dicen que venimos a quitarle el trabajo a los españoles, pero hacemos los trabajos de los que ellos huyen”. Kawtar denuncia que tiene amigas con enfermedades laborales no reconocidas. “Con los hombros destrozados, pérdida de musculación, manos atrofiadas…”

Algunas personas “lo aceptan porque es una oportunidad para hacer dinero; pero es muy duro, sobre todo en algunos almacenes que tienen muy mala fama porque te tratan mal, a veces tus propias compatriotas que están de encargadas”. Para esta mujer, "hay situaciones que no se pueden permitir; trabajar, sí pero como una esclava, no".

José María López, de Comisiones Obreras, apunta a las ETT como “una herramienta para que las empresas dispongan de empleados por debajo del coste mínimo, flexibilizando y precarizando las relaciones laborales; es un tema delicado porque la intención es ganar, ganar y ganar; se busca la rentabilidad a cualquier coste”.

Las ETT, prosigue, son las responsables de formar e informar a los trabajadores. “Una formación que muchas veces consiste en dar a las mujeres, en este caso, montones de documentación escrita para que la firmen y estar justificados documentalmente; estamos hartos de denunciarlo”.

Sabah Yacoubi, presidenta de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes en Murcia (ATIM), ha querido mostrar también su solidaridad con la víctima y ha informado de que está organizando una manifestación con varios colectivos para honrar la muerte de Hind y para protestar contra las precarias condiciones de estas trabajadoras. No descartan, además, personarse en la causa.

El caso se dirimirá en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Cieza, que tendrá que aclarar si Hind había recibido formación sobre las tareas que se le encargaron y si se cumplieron todas las medidas de seguridad.

Los representantes legales de Cítricos La Paz aseguran que “se han puesto todos los mecanismos en marcha para acompañar a la familia; se ha asignado un psicólogo al marido y se ha pagado el sepelio en Marruecos”. Incluso el dueño de la empresa “le dijo que a sus hijos no les iba a faltar de nada”, apunta Mariano Bo.

"A mí nadie me ha ayudado, el entierro lo tiene que pagar la empresa porque está estipulado en el convenio", reclama Abdelaziz Hassimatar a este periódico. “Los que se han volcado con nosotros han sido nuestros vecinos de Fortuna”, señala al tiempo que relata que le quedan unos días para incorporarse a la finca donde está empleado, “aunque no sé si tendré fuerzas”.

La empresa cuenta con unos 700 u 800 trabajadores y que el 80 por ciento es plantilla propia. “A los que vienen de la ETT se les ficha una vez han sido probados y si la empresa está satisfecha con ellos”.

En cuanto a las medidas de seguridad, “esta trabajadora había recibido dos cursos en los últimos cuatro meses, de la ETT -han aportado un documento firmado por Hind-; su encargada, además, es árabe y habla español, por lo que todas las instrucciones eran comprensibles para ella”.

Según relatan, “no es cierto que se le cambiara de puesto de trabajo tres o cuatro días antes y que no conociera las medidas de seguridad, porque son las mismas en todas las áreas: no acercarse a las máquinas, no meter las manos, ni la cabeza, en unos espacios que además están vallados perimetralmente”.

A falta de conocer los resultados de la investigación en marcha, lamentan que “no podemos saber qué ha pasado porque no había nadie en ese momento con ella, una compañera estaba en el vestuario y la otra estaba en el puesto de observación, que está más elevado y la tenía fuera de su campo de visión; cuando se dieron cuenta pulsaron el botón de seguridad y se puso el protocolo en marcha pero ya era tarde”.

El Comité de Empresa ha difundido un vergonzoso comunicado en el que asegura que Hind “contaba con la debida formación e información del puesto que desarrollaba. El sistema de trabajo consiste en tareas repetitivas diariamente que son de sobra conocidas por el personal, ya que se instruye a los mismos y se les facilita las indicaciones precisas para realizar su actividad”.

Santiago Navarro considera que “no es que la mujer fuera imprudente, la empresa debe impedir que el trabajador se vea en esas circunstancias y la ley exige que haya una serie de protecciones para que el trabajador no pueda introducir ningún miembro”.

El abogado de Hassimatar aseguró que “los horarios presuntamente no se cumplían en la empresa. En la declaración del marido de la víctima ante la Guardia Civil expone que su mujer había días que entraba a las ocho de la mañana y salía a las siete o las ocho de la tarde, incluso a las diez de la noche”. Hassimatar así lo explicó también a este periódico.

Desde ATIM y Comisiones insisten en denunciar el incumplimiento de la ley en este sector, en especial con los trabajadores inmigrantes, “que se ven con una soga al cuello, no tienen capacidad de organización y cuando reclaman sus derechos se ven fuera de la empresa; hay mucho clientelismo, y además de que no se actúa, las sanciones a veces son irrisorias”.

"En algunos almacenes tenemos que levantar la mano hasta para ir al servicio, y nos descuentan el tiempo no trabajado; me han llegado a decir que venga de casa con las necesidades hechas o con un pañal", asegura una de las mujeres entrevistadas por este periódico.

Un salario con engaños

El salario mínimo es de 7,04 euros/ hora, “pero nunca llegan”, explica José María de Comisiones. “Es un engaño porque les descuentan de ahí el 30 por ciento de la Seguridad Social”. Cuando “se contrata, por llamarlo de alguna manera, a personas sin papeles es mucho peor, porque entonces se vulneran aun más los derechos mínimos”.

Para acudir a los puestos de trabajo, lo hacen en furgonetas o autobuses que van recogiendo a los trabajadores en una ruta que los lleva desde su lugar de residencia al almacén donde trabajan y que cobran unos cinco euros por trayecto a cada empleado. “¿Qué permisos tienen esas furgonetas?”, se pregunta José María, quien denuncia que a veces los conductores funcionan como una empresa de contratación directa y saben qué perfiles tiene que reclutar. “Los que no dan problemas”.

No es fácil plantarse, como hicieron hace 20 años las empleadas de los almacenes de la Vega Alta en el conocido como el ‘Caso Nolotil’. Un grupo de mujeres atiborradas de analgésicos para amortiguar sus dolores, que se atrevieron a denunciar los abusos a las que estaban sometidas en un sector que sigue acumulando denuncias de los trabajadores.

FROM THE DEPTHS





26 octubre, 2019

Crónica: la marcha más grande de Chile







CHILE. Soldados se interponen entre una manifestación de jóvenes y los Carabineros (Video)



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«En estos momentos, si Chile fuese Venezuela, la “comunidad internacional” sancionaría al gobierno de Piñera y el Parlamento Europeo entregaría el premio Sakharov al movimiento popular. Resolveríamos todos nosotros nuestros problemas económicos porque haríamos de la solidaridad nuestro negocio. Tal vez, deberíamos disfrazarnos de opositores venezolanos para que al fin nos atiendan en el parlamento europeo… nos toca reinventar nuevamente la solidaridad internacional. Pero ahora lo que urge es parar el terrorismo de estado para salvar vidas valiosísimas.»
Ronnie Ramírez
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