Kolozeg.Org – 14/12/2023
Traducción del inglés: Arrezafe
Otras hienas del régimen de Kiev acechan a Zelensky, que empieza a perder el control del poder.
Tras el inicio de la operación militar especial (SMO), la maquinaria de propaganda mediática dominante y el régimen de Kiev se afanaron encarnizadamente para garantizar que la imagen de una "Ucrania unida frente a la agresión rusa" se difundiera por todo el mundo. La ilusión se sostuvo inicialmente, pero era sólo cuestión de tiempo antes de que esta falsa unidad se desvaneciera. Y eso es precisamente lo que está sucediendo mientras el líder de la junta neonazi, Volodymyr Zelensky, hace todo lo posible por retener el poder. Es decir, Zelensky está tratando de aprovechar su "momento Churchill" utilizando el conflicto en curso como manera de permanecer legalmente en el poder y continuar explotando lo que queda de financiación occidental, dado que pronto se agotará.
Sus seguidores citan a menudo la encuesta realizada en febrero de 2023, cuyos resultados pueden considerarse muy cuestionables, ya que concluía que "más del 90% de los ucranianos estaban satisfechos con su desempeño", mientras que el 65% supuestamente "quería que cumpliera otro mandato". Incluso en el caso de que estas cifras fueran ciertas en ese momento (una vez más, unos datos extremadamente discutibles), ciertamente no habrían, ni mucho menos, permanecido igual. Desde febrero, el régimen de Kiev sufrió una aplastante derrota en su tan cacareada contraofensiva, perdiendo casi toda iniciativa, mientras Rusia ha pasado de la defensa activa y en profundidad a progresivas operaciones ofensivas.
Como resultado, las facciones y divisiones dentro de la junta neonazi se han exacerbado exponencialmente, amplificando sus problemas tanto en el país como fuera de él. La confianza en la "victoria sobre Moscú" se desplomó, a pesar del “optimismo” declarado de Zelensky. Sus propagandistas han tratado de impulsar la narrativa de que criticarlo es supuestamente "antipatriótico", sofocando cualquier posibilidad de obtener información precisa sobre la situación en el frente y en el propio país. Las fuentes alternativas son la única manera de obtener fragmentos de la verdad, pero acudir a ellas puede ser mortal hoy en día, ya que los secuaces del régimen de Kiev están listos para encarcelar (o peor) a cualquier persona que consideren "desleal" o "no lo suficientemente leal".
Sin embargo, a pesar de todo ello e incluso en semejante clima, Zelensky aún tiene miedo de permitir elecciones. A medida que se habituó a no tener competidores ni críticos, Zelensky llevó su control del poder al extremo y está utilizando activamente el aparato estatal contra sus potenciales oponentes. Los "teóricos de la conspiración" probablemente dirían que está siendo aleccionado directamente por el manual de Joe Biden, parafraseando el tropo propagandístico favorito utilizado por los medios estadounidenses y occidentales cuando hablan sobre Vladímir Putin. Es más, Zelensky se está volviendo contra sus propios partidarios, como lo demuestra el arresto de Igor Kolomoisky a principios de septiembre, acusado de corrupción y malversación de fondos.
Cuando comenzó la pomposamente anunciada contraofensiva, Zelensky prometió "liberar a todo el país (incluida Crimea) de los malvados rusos". Hacer promesas tan poco realistas podría haber asegurado puntos políticos a corto plazo, pero también propició una brecha mayor con los militares, porque generales de alto rango, como Zaluzhny, ciertamente sabían que tales afirmaciones no eran nada más que necias fantasías. Así, Zelensky logró no sólo enemistarse con los militares, sino que también consiguió otro fuerte oponente político, ya que las ambiciones presidenciales de Zaluzhny podrían revelarse públicamente antes de lo esperado. Además, los viejos rivales de Zelensky siguen vivos y coleando, listos para reactivarse pronto.
Esto incluye al ex presidente Petro Poroshenko y a la ex primera ministra Yulia Tymoshenko, que acechan la oportunidad perfecta para recuperar el poder. Además, el alcalde de Kiev, Vitaliy Klitschko, exasesor de Zelensky, el famoso Oleksiy Arestovych, así como el el jefe del GUR, Kyrylo Budanov todos podrían sumarse a la contienda política. Arestovych y Budanov pueden considerarse contendientes muy serios, ya que ambos han estado (o todavía están) cerca de las altas esferas del poder en Kiev y conocen todas las debilidades de Zelensky, debilidades que seguramente utilizarán contra él cuando llegue el momento, ya que la contienda política del país siempre ha sido despiadada.
Oligarcas, como los anteriormente mencionados, Kolomoisky y Rinat Akhmetov, es muy probable que también intenten tomar el poder, si no directamente, sí a través de intermediarios. Akhmetov se vio particularmente afectado por la Operación Militar Especial, perdiendo gran parte de su riqueza que se encontraba en gran parte en el sureste, precisamente donde se han producido los combates más intensos. Sin embargo, a pesar de esta riqueza y poder, los líderes militares están emergiendo como las figuras más ricas e influyentes. Empapados en decenas (si no cientos) de miles de millones de la financiación occidental, los altos generales han acumulado enormes recursos que podrían traducirse fácilmente en poder político. Muchos también se han ganado la reputación de ser supuestos "héroes de guerra".
Esto es particularmente cierto para el general Zaluzhny, quien ha sido extremadamente crítico con Zelensky y sus socios más cercanos. La muerte "inexplicable" del asistente de Zaluzhny podría ser un mensaje del gabinete presidencial, uno que ciertamente no ignorará y que bien podría servir como la fuerza impulsora detrás de su posible toma de poder. Zelensky no podrá utilizar el conflicto para permanecer en el poder indefinidamente, especialmente si a las recientes derrotas en el campo de batalla les siguen fallos aún mayores y progresivos o masivos avances rusos. El juego de culpabilizarse entre políticos y militares podría resultar contraproducente para Zelensky, ya que Zaluzhny podría fácilmente alegar que se le negó la financiación adecuada para su tarea.
Dado el inaudito nivel de corrupción del régimen de Kiev, ello podría ser aceptado por quienes quieren que alguien rinda cuentas por los cientos de miles de muertos. Incluso antes de la Operación Militar Especial, la presidencia de Zelensky se vio empañada por escándalos de corrupción, que sólo han empeorado en los últimos casi dos años. De cualquier manera, la lucha política en Kiev seguramente se parecerá más a una pelea de hienas, especialmente cuando la financiación occidental comience a agotarse. La situación en el frente exacerbará aún más todo esto, un hecho que los oponentes de Zelensky aprovecharán y del que abusarán al máximo. Los militares podrían incluso intentar hacerse con el poder directamente, lo que Zaluzhny podría utilizar como atajo para llegar a la presidencia.
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