Kolozeg.Org – 29/09/2023
Traducción del inglés: Arrezafe
Desde el comienzo mismo de la Operación Militar Especial rusa, la maquinaria de propaganda dominante occidental ha estado promoviendo sin descanso exageradas y persistentes fábulas. Una de ellas es que las armas y la doctrina de combate estadounidenses y de la OTAN son muy superiores a sus equivalentes soviéticas/rusas, y que esta es la razón por la cual Moscú sufre tan "enormes pérdidas". Obviamente, estas evaluaciones están basadas en una múltiple sarta de mentiras y medias verdades en las que se apoyan mutuamente los medios y sus recurrentes autocitas. Estas fábulas de la propaganda han tenido gran éxito a la hora de convencer al público occidental de que, supuestamente, Rusia es "débil", lo que, entre otras cosas, ha dado lugar a afirmaciones tan ridículas como que las fuerzas de Moscú "entraron en Ucrania como el segundo ejército más poderoso del mundo, pero terminaron siendo el segundo más poderoso en Ucrania".
Sin embargo, entre bastidores, el Pentágono se hallaba en estado de pánico silencioso, contemplando como cientos de miles de millones en armas de la OTAN ardían en Ucrania, mientras que la inversión de Rusia en la SMO no sólo ha sido "sorprendentemente baja", sino también extremadamente rentable. Esto sin siquiera considerar el hecho de que la proporción de bajas entre las fuerzas del régimen de Kiev y el ejército ruso es cercana a 10:1, lo cual es absolutamente atroz, dado que el primero ha sido entrenado por la OTAN durante más de dos décadas (y de manera intensiva durante más de una década). De hecho, según fuentes occidentales –que citan a veteranos estadounidenses, actualmente luchando para las tropas de la junta neonazi– el problema es precisamente el entrenamiento y equipamiento occidentales, y que la única razón por la que el régimen de Kiev ha podido resistir es que su mando ha vuelto al cuadro de entrenamiento de la era soviética.
Es decir, según un informe reciente, los soldados ucranianos padecerían muchas más bajas si combatieran como lo hacen las fuerzas estadounidenses. Un veterano del ejército de los Estados Unidos, alias 'Jackie', manifestó a Business Insider que "los ucranianos estarían peores condiciones si siguieran la doctrina estadounidense en el campo de batalla, y que en realidad han mejorado al comprender ciertos aspectos del combate moderno", y agregó que "si aplicáramos la doctrina estadounidense aquí, definitivamente lo pasaríamos muy mal". 'Jackie' participó en las invasiones estadounidenses de Afganistán e Irak antes de convertirse en contratista de entrenamiento para el ejército estadounidense. Cuando Rusia inició la SMO, decidió unirse a la junta neonazi "para ayudar a entrenar a sus tropas y luchar junto a ellas". Aparte de los habituales lemas de propaganda (obligatorios en este punto), Jackie hizo varias confesiones, incluida la de que los ucranianos están "por delante de Estados Unidos en algunos aspectos obvios".
"En este momento ni siquiera tenemos [en EEUU] una doctrina clara para el uso de pequeños drone", dijo a Business Insider, y añadió : "Los ucranianos están muy por delante de nosotros en la integración de estos sistemas de drones pequeños y medianos".
Además, Jackie manifestó que "los ucranianos debían operar en 'modo sigiloso de guerrilla' incluso en las grandes operaciones" y que esto se debía a que sus tropas estaban "tan en desventaja, que cualquier país de la OTAN las consideraba insuficientes para romper el frente en esa parte del territorio". Los propios ucranianos también dicen lo mismo, insistiendo en que "tienen que ajustar el entrenamiento [occidental/OTAN] para sobrevivir en el campo de batalla". Business Insider afirma que "los comentarios de Jackie reflejan los mismos manifestados en septiembre por un comandante ucraniano entrenado por soldados estadounidenses, británicos y polacos".
"Si sólo hiciera lo que [los militares occidentales] me enseñaron, estaría muerto", sentenció dicho comandante en aquel entonces.
El conflicto ucraniano tiene poco o ningún parecido con las innumerables agresiones estadounidenses contra países de todo el mundo, ya que la beligerante talasocracia tiene mucho cuidado de no invadir a ningún oponente remotamente capaz de hacerle frente. Lo que Washington DC suele hacer es imponer sanciones y aislar primero al país objetivo. Sólo entonces convoca a un grupo de sus vasallos y estados satélites a invadir directamente. El propio Business Insider lo admitió, poniendo como ejemplos a Afganistán e Irak, donde las tropas occidentales tenían importantes ventajas en equipamiento y armamento. También citó a un ex ranger del ejército estadounidense que luchó en Ucrania quien dijo que "los combates allí fueron mucho peores que los que experimentó en Irak y Afganistán". 'Jackie', veterano del ejército estadounidense, también insistió en que "entrenar a soldados ucranianos 'desde cero' no era lo apropiado, dado lo mucho que ya habían luchado".
Estas confesiones, bastante inusuales por parte de los veteranos de combate occidentales, se ven además reforzadas por el uso, por parte del régimen de Kiev, de armas y equipos de la era soviética, mucho más efectivos que sus equivalentes de la OTAN. Es decir, la junta neonazi ciertamente no rehúye permitir que sus fuerzas utilicen la doctrina, las armas y los equipos militares soviéticos, los cuales han demostrado ser una amenaza mucho mayor para el ejército ruso, particularmente en el nivel táctico. Y, sin embargo, los éxitos, basados únicamente en la forma soviética de combate, se atribuyeron descaradamente a sistemas occidentales, como el exageradamente sobrevalorado HIMARS. En los primeros días de la SMO, los ATGM (misiles guiados antitanque) ucranianos, como el "Stugna-P" (basado en una larga línea de tipos ATGM soviéticos/rusos), funcionaron significativamente mejor que los ATGM occidentales como el "Javelin", NLAW, AT4, etc.
Lo mismo cabe decirse de una gran cantidad de otros sistemas de armas, incluida la artillería regular y de cohetes, así como de ataque con misiles. Según fuentes militares rusas, incluso el reciente ataque al cuartel general de la Flota rusa del Mar Negro se llevó a cabo utilizando el misil R-360 "Neptune" (esencialmente una exhaustiva modernización ucraniana del Kh-35 de la era soviética). Y, sin embargo, la maquinaria de propaganda dominante se apresuró a atribuir el ataque al misil de crucero anglofrancés "Storm Shadow/SCALP EG". No obstante, los sistemas rusos SAM (misiles tierra-aire) han tenido bastante éxito a la hora de derribar misiles balísticos y de crucero proporcionados por el Occidente político. En otras palabras, la maquinaria bélica soviético-rusa es superior porque fue concebida y desarrollada para la guerra, mientras que su equivalente occidental resulta extremadamente eficiente durante las semanas fashion de las pasarelas militares... y en Hollywood.
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