26 septiembre, 2023

El día que 57.000 prisioneros alemanes desfilaron en Moscú | El Desfile de los Vencidos

 









3 comentarios :

  1. ¿O PREFIEREN IGNORAR O NO SON CAPACES DE PERCIBIRLO?


    Escribía Sartre que nuestra memoria es en cierto modo algo así como “un pasado viviente”, cosa que no hay que confundir con la absurda pretensión de “vivir en el pasado”. Estamos asistiendo en estos momentos en el marco de la guerra cognitiva a una doble maniobra, que no es nueva pero sí de una amplitud y profundidad inéditas, que entre otras cosas consiste en borrar de la memoria histórica aquella parte del “pasado viviente” que no resulta asimilable ni conviene al orden imperial establecido. Por ejemplo no es asimilable ni conveniente para los intereses de los yanquis y sus subordinados europeos y sionistas reconocer el indiscutible papel principal y fundamental de la URSS y su Ejército Rojo en la inapelable derrota del nazismo. La operación propagandística, que hoy sabemos que los yanquis pusieron en marcha incluso antes de la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, ha culminado con un resultado pongamos que pasmoso: las 27 millones de víctimas soviéticas “no aparecen en la foto” y las 60.000 víctimas del Desembarco de Normandía se llevan el “Premio Gordo” mientras que el resto de “los pequeños premios y las misérrimas terminaciones” se los reparten, previamente excluidos los comunistas que en toda Europa encabezaron la verdadera “resistencia”, los oportunistas y lacayunos aliados occidentales. Pero el colmo del pasmo lo estamos viviendo estos últimos días con el espectáculo de glorificación del nazismo que ha montado el parlamento canadiense –el criminal nazi se convierte en héroe anticomunista tras un burdo trucaje que invierte los significados y la verdad– y la no menos execrable declaración de la tal ÚUUURRRRSSSUUULLAA acerca de las bombas atómicas lanzadas –cuando ya la partida antifascista estaba concluida pero, cosas del “pasado viviente”, daba comienzo la Guerra Fría anticomunista–, por sus amos yanquis sobre el derrotado Japón que ella sutilmente ha imputado a la supuesta heredera de la URSS, o sea la muy capitalista pero hoy demasiado soberanista y antiimperialista Federación Rusa. Así las cosas cualquier día oiremos al jardinero-humorista Josep Borrell declarar que por fin se sabe gracias a sus jefes de Langley y a un soplo de sus incondicionales socios del PCE, además por propia confesión “impresa” del autor, quién mató a Kennedy: el comunista del PSUC MVM.


    Salud y comunismo

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    1. En efecto. Ahora los anglomatones, los mismos que perpetraron la guerra del opio contra China, acusan a esta de introducir el fentanilo en EEUU, aunque eso sí, no le hacen ascos a lo multimillonarios préstamos que de tanto en tanto solicitan al "maligno" Partido Comunista de China, ni al uranio barato de Rusia. Las sanciones han de adecuarse a las necesidades mercantiles de los señoritos.

      A mí no me cabe la más mínima duda de quienes asesinaron a Kennedy, pero, tal como estos criminales se las gastan, cabe plantearse serias dudas sobre la muerte "natural" de MVM. La lista de insumisos fallecidos de manera "natural" o "accidental" es larga.

      Salud y comunismo



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  2. Da gusto ver desfiles así. Todos esos sicarios criminales y embrutecidos marchando como auténticos animales. Pueden dar gracias que no murieron. Arruinaron no solo su vida, sino la de millones de personas en todo el globo; e incluso ahora lo siguen haciendo con su infesta ideología. Salud!

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