Nueva
Revolución – 04/03/2019
Nuestro
gobierno, como casi toda la comunidad internacional, mantiene lazos
estrechos con Arabia Saudí, principalmente comerciales y de apoyo
militar y político, sin embargo, a diferencia de su presión a otros
países, permanece impasible ante la constante flagrante vulneración
de derechos humanos que protagoniza el Reino Saudí.
Desde
que fueron arrestadas las mujeres activistas el 15 de mayo de 2018,
estas han sido objeto de agresiones sexuales, tortura y otras formas
de trato vejatorio en las cárceles. Las autoridades del Reino
lanzaron una ola de arrestos contra defensores de los derechos
humanos, principalmente mujeres. Esta última represión contra
activistas no tuvo precedentes por su precisión y ferocidad. El
Parlamento Europeo y el Consejo de representantes han pedido
oficialmente su liberación inmediata.
Según
Human
Right Watch EU, a través de su directora Lotte Leicht, el uno
de marzo llegaron noticias lamentables, en vez de su liberación, se
abren cargos contra todas estas mujeres. Las acusaciones de tortura
nunca fueron investigadas, y ahora, son ellas las que enfrentan
cargos criminales y juicios. Algunas activistas que fueron liberadas
denuncian que varias de las mujeres fueron recluidas en régimen de
aislamiento durante meses y sufrieron torturas y hostigamiento
sexual. Un funcionario saudí negó tales denuncias, asegurando que
“son falsas … y no tienen conexión con la verdad“. Por
su parte Kenneth Roth, Director Ejecutivo de HRW también confirma
que, a pesar de haber sido torturadas y agredidas sexualmente, Arabia
Saudí anuncia que ya prepara el proceso de juicio contra las
activistas, y presenta cargos criminales contra ellas “mostrando
la verdadera cara del príncipe heredero saudí “reformista”.
Según
ALQST,
está en nuestras manos hacer presión uniéndonos a la campaña
internacional que pide al gobierno Saudí que cese la tortura y
libere inmediatamente a estos activistas. #StandWithSaudiHeroes
Han
sido varias las ocasiones en las que he dedicado mi columna a contar
cómo se iban sucediendo una tras otras las detenciones de mujeres y
hombres activistas por los derechos humanos. En agosto
se sumaron las detenciones de Samar Badawi y Nassima al-Sadah.
Otras dos víctimas del gobierno Saudí contra el movimiento por los
derechos de las mujeres y las minorías.
Las
autoridades saudíes intensificaron las detenciones y procesamientos
de disidentes y activistas desde principios de 2017. Sin embargo la
ofensiva mayor comenzó el 15 de mayo, unas semanas antes del
levantamiento de la prohibición de conducir a las mujeres, el 24 de
junio, con el fin de silenciar las voces disidentes, con un resultado
de una veintena de activistas detenidas.
Cualquier
disidencia pacífica, ya sea pasada o presente, es considerada por el
Reino del Príncipe heredero Bin Salman como una amenaza a su
gobierno autocrático. El gobierno saudí considera la defensa de
los derechos humanos, o de las mujeres, como una traición al estado,
estar en contacto con organizaciones de derechos humanos, medios de
comunicación independientes y transparentes, y con embajadas y
países para mejorar los intereses de su propio país y sus
ciudadanos, es una afrenta al país y una traición al estado.
De
acuerdo con todas las leyes humanitarias, particularmente el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR); la privación
de la libertad sobre la única base de ejercer pacíficamente el
derecho de opinión y expresión y la defensa de los derechos humanos
a través de ella, se considera arbitraria e ilegal y una abyecta
violación de los derechos fundamentales.
La
ONG independiente ALQST
ha lanzado una campaña mundial para apoyar a las activistas
feministas por los derechos de las mujeres saudíes a través del
hashtag #StandWithSaudiHeroes
para solicitar a nuestros gobiernos que presione a Arabia Saudí,
ponga fin a la tortura y libere a estas personas detenidas de
inmediato.
Es
la primera vez que las autoridades detienen en masa a mujeres
activistas, mujeres que solo defienden su derecho a ser libres y
poder decidir por su vida. Recuerdo cuando unas semanas antes de las
detenciones entrevistamos a “Rocío”
activista feminista, una de las protagonistas que lanzaron la campaña
#StopEnslavingSaudiWomen
contra la tutela masculina en Arabia Saudí y una de las fundadoras
del digital @alamal_news.
Poco después, una de sus compañeras fue detenida, y se vieron
obligadas a cerrar el digital.
Estas
mujeres fueron detenidas en redadas nocturnas, como Loujain
al-Hathloul, Aziza al-Yousef y Eman al-Nafjan. Siguieron arrestos
adicionales, Hatoon al-Fasi, Amal al-Harbi, Nouf Abdulaziz, Mayaa
al-Zahrani, Nasima al-Sadah y Samar Badawi. Estas mujeres estaban en
la vanguardia del movimiento por los derechos de las mujeres en
Arabia Saudita durante años:
Loujain
Hathlouul, 29 años, fue arrestada después de asistir a una
sesión del Comité de la ONU para la Eliminación de la
Discriminación contra la Mujer (CEDAW).
Aziza
Yousef, profesora jubilada de ciencias de la computación,
una de las primeras en pedir que se le permitiera a las mujeres
conducir, y dirigió campañas para derogar las leyes de tutela
masculina.
Eman
AlNafjan, profesora de lingüística, escribía un blog sobre
los derechos de las mujeres desde 2008, y formó parte de la campaña
de conducción de mujeres, arrestada mientras filmaba a una mujer que
conducía.
Hatoon
al-Fasi, de 55 años, profesora de historia, participó
activamente en las campañas sobre el derecho a votar de las mujeres
en las elecciones municipales de 2005, 2011 y 2015.
Amal
al-Harbi es la esposa del destacado activista Fowzan al-Harbi,
uno de los miembros fundadores de la Asociación Saudí de Derechos
Civiles y Políticos (ACPRA).
Nouf
Abdulaziz, escritora y productora de televisión, expresó su
apoyo a las mujeres arrestadas en Twitter y fue una defensora abierta
de los presos políticos saudíes.
Mayaa
al-Zahrani, compañera activista y amiga de Nouf, fue detenida
después de hacer una publicación en redes sociales en apoyo de su
amiga.
Nasima
al-Sadah hizo campaña por los derechos civiles y políticos,
los derechos de las mujeres y los derechos de la minoría chií en la
provincia oriental de Arabia Saudí durante muchos años. Trabajó en
las elecciones municipales en 2015, pero se le prohibió participar.
Samar
Badawi, 37 años, fue la primera persona en presentar una
demanda por el derecho al voto de las mujeres y participó en la
campaña de conducción de mujeres. Anteriormente fue sometida a una
prohibición de viajar en 2014 y arrestada en 2016 por su trabajo
sobre derechos humanos.
Naima
AlMatrood, activista saudí encarcelada desde hace 6 años. Su
salud está deteriorada y apela a ONGs pro #DDHH pidiendo ayuda,
necesita tratamiento pero se lo niegan.
La
última ola de arrestos ocurrió pocas semanas antes del
levantamiento de la prohibición de conducir a las mujeres el 24 de
junio. El relato de las “mujeres detenidas” enumera las torturas,
las palizas, el acoso y agresiones sexuales y el confinamiento
solitario que padecen estas mujeres en la tristemente célebre
prisión de Dhahban en Jeddah.
Otros
detenidos partidarios del movimiento son: Israa
AlGhomham defensora minoría Chií, Mujtaba Alsuwaiket, Salman
Al Quraish, Ibrahim al-Modaimeegh, abogado; Abdulaziz Meshaal,
filántropo, Mohammed Rabea, activista social, , Amal al-Harbi,
esposa del activista Fowzan al-Harbi, Waleed
Abu al-Khair, Abdulaziz al-Shubaily, Mohammed al-Qahtani,
Abdullah al-Hamid, Fadhil al-Manasif, Abdulkareem al-Khodr, Saleh
al-Ashwan, Zuhair Kutbi, Alaa Brinji, Nadhir al-Majed, Issa
al-Nukheifi, Essam Koshak, Mohammad al-Otaibi, Abdullah al-Attawi,
Raif Badawi y Fahad
al-Fahad… entre otros.
Imagen de @600_sameh cárcel de mujeres en Arabia Saudí |
Han
pasado muchos meses y poco se sabe del destino de estas mujeres y
hombres. En octubre de 2018, comenzaron a surgir testimonios sobre
agresiones sexuales y torturas por parte de los funcionarios de las
cárceles de mujeres de Arabia Saudí, durante los interrogatorio.
Tales testimonios fueron reportados por ALQST, Human Rights Watch y
Amnistía Internacional.
Según
testimonio de estas organizaciones, los funcionarios han torturado
severa y repetidamente a las detenidas por electrocución, golpes y
flagelación. Permanecen detenidas sin cargos (hasta ahora) e
incomunicadas. Les han golpeado la planta de los pies y estas
muestran marcas visibles de dichas torturas. Han sido pateadas,
tocadas y vejadas, amén de haber perdido mucho peso. Pero las
torturas no terminan ahí, las han sometido a hostigamiento físico y
agresión sexual. Además de ser fotografiadas desnudas y torturadas
psicológicamente.
Al
menos dos de las mujeres vieron, presuntamente, a Saud al-Qahtani en
las cámaras de tortura. Al-Qahtani
es Consejero cercano del príncipe heredero Mohammed Bin Salman, y
está implicado en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. Dijo
a al menos una persona detenida mientras la torturaban: “Haré
lo que me dé la gana contigo y luego te disolveré y te tiraré por
el inodoro“. Dice ALQST que esta amenaza recuerda de forma
escalofriante el destino de Khashoggi.
Desde
octubre de 2018, se ha impuesto una prohibición arbitraria de viajar
a varios miembros de la familia de las activistas. Y por si no fuese
suficientemente, las autoridades saudíes han abierto un centro
de detención para mujeres que violan “las leyes de tránsito”
(tráfico). Las autoridades de la provincia oriental han establecido
un centro de detención en un hogar de bienestar para mujeres en la
región de Al-Ahsa. “La instalación se utilizará durante un
año hasta que se prepare un centro apropiado para las mujeres
infractoras de tráfico detenidas“. Se compone de ocho
habitaciones y puede albergar hasta 32 mujeres.
De
acuerdo con todas las leyes humanitarias, particularmente el ICCPR;
la privación de la libertad sobre la única base de ejercer
pacíficamente el derecho de opinión y expresión y la defensa de
los derechos humanos a través de ella se considera arbitraria e
ilegal y una abyecta violación de los derechos fundamentales.
Recordemos que Arabia Saudí preside el Consejo
de Derechos Humanos de Naciones Unidas y ocupa un cargo en el
Consejo
de Mujeres de la ONU hasta 2022, siendo uno de los 125 países
que no tipifica la violencia doméstica. No existen leyes que
protejan ni a la mujer, ni a las hijas, ni de violencia de género,
ni de agresión sexual.
A
la luz de estos testimonios desgarradores, Organismos Internacionales
por los Derechos Humanos piden la colaboración internacional para
presionar a Arabia Saudí para que liberen a las activistas de manera
inmediata e incondicional, junto con todas los demás detenidos por
la expresión pacífica de sus opiniones o por actuar para promover
los derechos humanos. Además exigen se permita una investigación
rápida, imparcial y efectiva de las denuncias de tortura.
#StandWithSaudiHeroes.
#8M
mucho por hacer para alcanzar la igualdad. #NiUnPasoAtrás
"No
seré una mujer libre mientras siga habiendo mujeres sometidas”
es lo que tiene andar sobrado de petróleo, impunidad absoluta y todos los paises mirando hacia otro lado, España de los primeros.
ResponderEliminarAy, si en Venezuela se hiciera la centésima parte de lo que se hace en Arabia Saudita!...
EliminarViven en la edad media porque se quedaron sin cavernas.
ResponderEliminarNo hay que olvidar que Arabia S. es un invento Inglés, igual que su doctrina y visión del Islam, el wahavismo y lo han mantenido por 250 años, no por mandato divino. En política religiosa enfrentan a chiis con sunies y judíos, en política territorial a estados con etnias. Realmente hay una cantidad ingente de países árabes que se transformarían por completo si no fuera por el apoyo Inglés, Americano y de la UE.
En la medida que ahora se retiran estos poderes de la zona y entran en crisis veremos cambios radicales, y no todos para mejor. Por ejemplo egipto. Empezaron con la Primaveras Árabe frl 2010 y seguirán por muchos años.
Salud!
Secular fricción de dos placas tectónicas teocrática y culturalmente opuestas.
EliminarSalud!
Repugnancia infinita me producen gobernantes y reyes que se encuentran tan a gusto con esos sapos.
ResponderEliminarSapos los unos y los otros.
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